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Coronavirus
Las zonas verdes seguirán vacías
Tras semanas pensando qué hacer con los niños, el Gobierno propuso una medida que previsiblemente iba a enfurecer a las familias y que terminó en una cacerolada a las 19h. y en una rectificación dos horas después.
“Lo único que se me ocurre es que sea un globo sonda, porque si es lo que se les ha ocurrido después de semanas pensando en qué hacer con los niños, significa que no hay nadie al volante”. La filósofa y autora del libro ¿Dónde está mi tribu?, Carolina del Olmo, lo tenía claro en un espacio de tiempo confuso: entre el anuncio a las 15h de que los niños podrían salir al supermercado, a la farmacia y al banco y la rectificación a las 20.30h de que podrían salir a dar un paseo corto.
“Si soy bienintencionada, me da la sensación de que el Gobierno está jugando al poli bueno y poli malo. Tras la intervención del poli malo, todos diremos que llevar a los niños al supermercado es descabellado y, luego, cuando el poli bueno saque una medida más restrictiva de lo deseable, la aceptaremos”, prosigue la escritora, madre de tres hijos confinados.
Este control social paternalista que sugiere Del Olmo es el que ha realizado el Gobierno en otros asuntos: en el inicio de la pandemia, con la ausencia de estimaciones epidemiológicas, del censo por edad de la población fallecida, del número de tests realizados y del número de expedientes sancionadores abiertos, y la inclusión en el barómetro del CIS de una pregunta relacionada con limitar la libertad de expresión la pasada semana.
Expertos, asociaciones y familias a través de firmas en peticiones de Change.org llevaban días solicitando la salida de las criaturas a la calle, que llevan casi seis semanas sin pisarla. El Gobierno había formado un grupo de expertos, compuestos por pediatras, para asesorarle en esta cuestión. La afirmación de la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, sobre acompañar a un progenitor a hacer recados tuvo repercusiones inmediatas, desde el aumento de la actividad de cualquier grupo de whatsup de adultos con hijos a la cacerolada de las 19h.
El enfado de las familias comenzaba con la poca empatía mostrada por el Gobierno hacia las criaturas al sinsentido de llevarlas al supermercado, foco de contagios, al ser el único lugar donde todas las personas deben acudir. Y, finalmente a la noche, al alivio de la rectificación.
La naturaleza ya no es una opción
Pero por el camino se han perdido las peticiones de que los niños puedan salir a la naturaleza a jugar, sobre todo los que viven en pueblos y en el campo, “donde no tiene sentido montarse en el coche para ir al supermercado más cercano pero no poder pasear por el bosque que tienes al lado de casa”, recuerda la filósofa y psicóloga Heike Freire, impulsora de la campaña de change.org.
La filósofa explica que en provincias alemanas los niños tienen permitido jugar al aire libre con amigos en grupos reducidos, y siempre los mismos niños. “El contacto y el juego entre iguales es una de las necesidades básicas de los niños, como el contacto con la naturaleza”, sostiene.
Mientras los chats de familias echaban humo, hasta la alcadesa de Barcelona pedía al Gobierno que reconsiderara su propuesta. A las 20.45h, aproximadamente, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, pronunciaba las palabras “este es un Gobierno que escucha y este fin de semana emitiré una orden para que los niños menores de 14 años puedan dar paseos”.
Un Gobierno que escucha al pueblo que ha enfurecido se convierte el poli bueno del posible globo sonda de una situación que defraudó hasta los más pequeños: “Prefiero no salir”, decía Irta, de 10 años, aunque su madre la corregía, “al menos a por el pan, iremos juntas”.
Reapertura de las zonas verdes de la ciudad
Paula Martos, madre de dos hijas de 4 y 6 años, vivió con gran enfado la primera medida, ya que estaba “súper convencida de que iban a permitir, como en Europa, o al menos en una versión a la española, dar un paseo y cruzaba los dedos para que abrieran zonas verdes, no parques infantiles, pero zonas verdes cerradas en Madrid, donde es más fácil pasear sin cruzarte con alguien y mi niña pequeña podría echar cuatro carreras, que es lo que necesita”.
Para Marta y Estel, madres y médicas de atención primaria que comparten grupo de crianza con la madre de Irta, se preguntaban cómo el Gobierno espera conseguir la inmunidad de grupo sin que los niños puedan empezar a salir de una forma escalonada, pero también sensata.
En ese sentido, otra de las madres del grupo, Laia, con dos hijos de 6 y 10 años, y maestra de infantil apuntaba a que “manteniendo las distancias de seguridad, pasear por la playa o por el monte no supone tanto riesgo como bajar al supermercado y atiende a las necesidades de movimiento de los niños”. España, junto con Italia, es el país que ha tomado medidas más restrictivas de confinamiento, tanto para los niños como para la práctica de deporte individual al aire libre, y lidera en Europa la tasa de incidencia por millón de habitantes, con 4.334 afectados.
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Hola: ¿Sabéis si las zonas verdes de Madrid siguen cerradas?
Gracias