We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Cine
Una representación digna y diversa de la comunidad china: la gran asignatura pendiente del cine español
El pasado viernes 3 de noviembre se celebró la Gala de Clausura del VI Festival de Cine por Mujeres de Madrid, en el que estuvo nominada a mejor largometraje nacional la recién estrenada película de la directora Arantxa Echevarría, Chinas. Aunque no llegó a recibir el premio - El maestro que prometió el mar se hizo con el galardón- la película tuvo un éxito rotundo y reavivó el ya candente debate actual sobre la infrarrepresentación de la comunidad china en el cine español en pleno año 2023. La película explora esa contradicción que viven internamente y en familia las nuevas generaciones de niñas chinas que, habiendo nacido en España, se enfrentan a dos conflictos: Uno social, por la discriminación y el estigma racial que sufren en sus espacios de socialización, y otro familiar al no casar con muchos valores propios de la cultura china que les son inculcados en casa.
Contaba la cineasta bilbaína que, para poder transmitir experiencias lo más verosímiles posibles de las personas chinas en su película, había llevado a cabo un largo y escrupuloso proceso de investigación - de prácticamente nueve meses - previo a la grabación de las secuencias. Durante este tiempo Echevarría estuvo colaborando con asociaciones chinas como Liwai y Cangrejo Pro, mantuvo largas entrevistas con más de 1.800 personas, procedentes todas ellas de la misma región de China ya que debían tener el mismo acento y entabló conversación con personas cuyas biografías fueran lo más semejantes posibles a las que se narran a través de los personajes para evitar incurrir en microracismos. Incluso, afirmaba durante la gala, “la estrené para el público chino antes de que saliera en salas porque quise estar tranquila con su veredicto”.
“La realidad de la comunidad china se narra fatal, cuando se ha contado algo respecto a ellos siempre se ha hecho desde el cliché racial, mediante personajes casi siempre vinculados a la mafia china o procedentes de entornos marginales“
Gracias a todo ese cuidado proceso de elaboración técnica tendente a no incurrir en imágenes estereotipadas de la comunidad a la que estaba reflejando, la película no solo causó sensación entre el público chino -muchas personas que acudieron a verla durante las semanas que duró el festival afirmaron haberse sentido realmente representadas por las historias de las protagonistas- sino que posiblemente reveló un hecho muy importante: Chinas se trata muy posiblemente de una de las pocas películas españolas actuales donde se realiza un retrato social no sesgado de la comunidad china, donde los personajes chinos, casi todos ellos femeninos, tienen voz e historia personal y colectiva propias.
Cine
Cine Vuelve el Festival de Cine por Mujeres Madrid en su sexta edición
Debería preocuparnos, como sociedad supuestamente moderna y progresista, que Chinas sea la excepción y no la regla en la industria audiovisual de nuestro país. La autora de Carmen y Lola, su anterior largometraje, confesaba durante una entrevista en la gala que la industria audiovisual española ha transmitido muy negativamente las vidas de las personas chinas en la gran pantalla desde hace años: “la realidad de la comunidad china se narra fatal, cuando se ha contado algo respecto a ellos siempre se ha hecho desde el cliché racial, mediante personajes casi siempre vinculados a la mafia china o procedentes de entornos marginales”. Según datos de un estudio llevado a cabo en octubre de este mismo año, tan solo uno de cada 10 personajes en el cine español pertenece a minorías raciales. Asimismo, únicamente el 10,65 % de los papeles en nuestro cine pertenece a una etnia diferente a la blanca, según el último informe publicado por el Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA).
Tampoco contamos, hasta el momento, con producciones cinematográficas llevadas a cabo por chinos residentes en España, que cuenten historias sobre su comunidad desde una perspectiva propia
No existen, hasta el momento, referentes reales sobre la vida de la comunidad china en España en la pantalla puesto que todo cuanto se ha comunicado desde la ficción hasta el momento se ha transmitido a través del tópico. Parémonos a recordar por un momento algunos de los papeles interpretados por chinos en los largometrajes y series más populares de nuestra infancia y adolescencia dentro del género de ficción: La que se avecina, Vis a vis, Los Japón… En todas ellas - podríamos dar una infinidad más de ejemplos- los y las chinas únicamente ocupan un número reducidísimo y repetido de papeles secundarios, sin a penas intervenciones, siempre encasillados en el estereotipo, ridiculizados y/ o asociados a connotaciones negativas (el dueño del bazar, deportistas de artes marciales, migrantes pobres u hombres vinculados al crimen y la delincuencia). Por otro lado, tampoco contamos, hasta el momento, con producciones cinematográficas llevadas a cabo por chinos residentes en España, que cuenten historias sobre su comunidad desde una perspectiva propia.
No extraña, por tanto, que en el informe anual realizado por el ODA en 2020 se afirmara que, de todos los personajes que aparecen en largometrajes de ficción en nuestro país, las personas asiáticas solo representan solo un 13.4 %, siendo una de las procedencias con menor representación en el cine español (los latinos quienes tienen una mayor representación con un 27.8%, seguidos por la población negra con un 22.7%, la árabe con un 18.6%, la gitana con un 15.5%). En relación a la forma en que las personas racializadas, en especial las asiáticas, intervienen en las películas españolas, el informe explica que “solo una de estas películas, Lo nunca visto, intenta mostrar la integración de las minorías racializadas en la sociedad española; en Elcano y Magallanes, la primera vuelta al mundo los personajes racializados aparecen de manera natural por tratarse de un viaje alrededor del mundo en el siglo XVI, en Perdiendo el Este por tratarse de un viaje a China y Adiós muestra a los gitanos como parte de una banda de narcotraficantes, estereotipo muy habitual en la ficción española”.
Actualmente muchas personas tanto asiáticas como de otros grupos raciales están ofreciendo una respuesta organizada de resistencia a esta falta de papeles 'normales' o simplemente 'dignos' de no blancos en el cine español
Uno de los efectos colaterales de esta subrepresentación y representación racial sesgada en el panorama audiovisual español es que no hemos conocido jamás -ni tampoco parece habernos importado demasiado- el mundo interior ni la voz propia de las personas chinas. Los personajes chinos carecen de discurso propio, no experimentan desarrollo dramático alguno en la trama ni encarnan historias donde lleguen a sufrir algún tipo de conflicto personal de mayor o menor gravedad con su entorno. Son personajes absolutamente planos, sin relevancia en el transcurrir de la trama y, sobre todo, fuertemente estereotipados. Debido a que no ocupan nunca papeles protagonistas nos encontramos con que no existen, al menos en las historias propias de las películas españolas, referencias respecto a la mentalidad, las costumbres o la cosmovisión que comparte gran parte de la comunidad china. El cine occidental simplemente ha obviado estas cuestiones como si fueran intrascendentes. Actualmente muchas personas tanto asiáticas como de otros grupos raciales están ofreciendo una respuesta organizada de resistencia a esta falta de papeles 'normales' o simplemente 'dignos' de no blancos en el cine español. Por ejemplo, la asociación The Black View, formada en 2016, que se define a su misma como “inclusiva, feminista, verde y digital”, ayuda a empresas y profesionales del sector audiovisual y cultural a mejorar su enfoque en la diversidad étnica y racial de cara a mejorar la inclusión de la diversidad en las producciones en España. En su web, la asociación explica que en ella se pretende “fomentar la reflexión sobre la representación de minorías étnicas de diferentes orígenes en el sector del entretenimiento”.
Si consideramos que la cultura -audiovisual, escrita o del tipo que sea- perfila el imaginario colectivo y las formas de socialización de los individuos en la sociedad, por consiguiente esta carencia de referentes reales en el cine conduce inevitablemente a ignorar las historias propias de la comunidad china, sencillamente porque nos hemos acostumbrado a verlas como algo ajeno a nosotros, algo extraño y lejano. Como sociedad somos incapaces de mostrar el más mínimo interés por cuestiones que van más allá del folclore de la comunidad china y que a menudo suponen un choque significativo con los esquemas ideológicos y morales de Occidente como su mentalidad, los marcos de pensamiento que rigen sus formas de actuar. Unos aspectos los queremos, los otros los descartamos automáticamente como si las culturas fueran un buffet libre donde podemos seleccionar únicamente aquellas características de una cultura que nos parecen amables y/o atractivas.
Como sociedad somos incapaces de mostrar el más mínimo interés por cuestiones que van más allá del folclore de la comunidad china y que a menudo suponen un choque significativo con los esquemas ideológicos y morales de Occidente
La falta de referentes culturales en cuanto a lo que respecta a las personas racializadas o situadas fuera de lo identitariamente normativo ha producido inevitablemente una suerte de convicción colectiva de que todo el conocimiento que necesitamos poseer a cerca de comunidades migrantes como la china, a menudo criticada por su 'falta de integración social' debe basarse en aspectos tan banales como su gastronomía o sus festejos, como ocurre durante la celebración del año nuevo chino, que cada año goza de mayor atractivo turístico dentro de Madrid. Todo ello es síntoma inequívoco de un racismo estructural propio de una sociedad que no hace el más mínimo esfuerzo en conocer a fondo la realidad propia de comunidades migrantes ni demanda una cultura audiovisual en la que aparezca representada adecuada y dignamente. Tal vez por eso la película de Arantxa, con sus aciertos y defectos, es increíblemente valiosa, ya que concede un lugar céntrico a quienes habitualmente se les sigue privando de tener un discurso propio.