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Cine
Mirar, debatir y construir nuevos futuros en la República Democrática del Congo
El Congo Internacional Film Festival reúne cada año artistas y activistas de Goma para promover la reflexión y el debate sobre el pasado y futuro de la República Democrática del Congo a través del cine.
“Por la verdad” [en suajili Kwa Ukweli] ha sido el lema de la 14º edición del Congo Internacional Film Festival (CIFF), la muestra de cine más antigua de la República Democrática del Congo. Se celebra en Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, al este del país.
La República Democrática del Congo es conocida en occidente por su gran riqueza en recursos naturales como el oro, el coltán, los diamantes, por el Ébola o por la guerra. Esta última es una de las más sangrientas del siglo XX, con un balance de cinco millones de muertos y un millón de desplazados congoleños. Aún hoy, 25 años después de su fin, decenas de grupos armados continúan controlando algunas zonas del país, principalmente en la zona del Kivu del Norte y del Sur.
Durante 10 días, el CIFF reúne cineastas, artistas, periodistas y activistas congoleñas e internacionales para intercambiar experiencias, conocimientos y visiones alrededor del cine
Sin embargo, aunque esta es una “verdad”, el país tiene muchas otras. Una de ellas es el CIFF, un proyecto en que jóvenes artistas se reúnen para promover el cine y otras expresiones artísticas, al mismo tiempo que promueven la paz, la dignidad y el pensamiento crítico en la región.
El CIFF, que se celebra cada julio desde 2005, es el principal festival de cine de acceso libre y gratuito en la RD Congo. Está organizado por Yole!Africa, un centro cultural y escuela de cine dirigido por el cineasta y activista Petna Ndaliko. Durante 10 días, reúne cineastas, artistas, periodistas y activistas congoleñas e internacionales para intercambiar experiencias, conocimientos y visiones alrededor del cine. El festival dedica también muchos esfuerzos a oferecer una formación crítica y de calidad a jóvenes cineastas y a reunir a la comunidad local con el fin de fomentar el debate y la cultura cinematográfica.
>Bernadette Vivuya, periodista y responsable del equipo de comunicación, define el CIFF como un espacio para intercambiar y debatir temas y cuestiones relevantes para el Congo. Según ella, la situación del país y su evolución es responsabilidad de todas, “independientemente de que seas activista, político o parte de la sociedad civil”. Para la periodista, los debates posteriores a cada proyección son imprescindibles para que la población contribuya al cambio que necesita el país: “Lo más importante para nuestro futuro es que todos formemos parte y que nos reunamos en la misma mesa para debatir”. Otro de los objetivos del festival es desarrollar la industria cinematográfica de la RD Congo. Explica que esta es una de las principales razones de la existencia del festival, además que es “en el Congo, y en primer lugar para el Congo”.
Este contexto es el idóneo para que aparezcan relatos alternativos sobre el presente y la historia congolesa, que según Vivuya, occidente interpreta basada en clichés coloniales. Estos la muestran “como un niño pequeño que necesita ayuda externa para sobrevivir, a pesar de la gran cantidad de personas en el Congo que luchan cada día para mantener a su familia, para preservar viva la nación y darle esperanza”. Para la periodista, son estas las personas que tienen que explicar y transmitir la realidad del país, ya que “la historia del Congo será contada por su propio pueblo”.
Tanto el festival como Yole!Africa son, según Petna Ndaliko, un espacio ideológico en un continente en que “hacer una película es un acto político”. En consecuencia, el festival se financia sin ninguna contribución occidental, hecho que garantiza su independencia. Si a esto se le suma la falta de apoyo económico por parte del gobierno congolés, su financiación se reduce a pequeñas contribuciones individuales y a donaciones de productoras independientes. De esta manera, la colaboración de las voluntarias se hace muy necesaria. Estas provienen, mayoritariamente, de la escuela de cine y colaboran durante todo el festival en los equipos de logística y comunicación.
Los talleres de formación impartidos en el mismo centro son también un pilar importante del festival, donde ofrecen a los artistas y estudiantes la oportunidad de ampliar sus conocimientos y su mirada. De esta manera, el CIFF promueve los esfuerzos de la sociedad civil, fomentando la participación entre las artistas locales y los miembros de la comunidad.
Este año se ha impartido el taller “Impact producing” de la norteamericana Leslie Thomas, directora del documental “The Prosecutors”, en el que ha explicado cómo generar impacto social y mediático a través del formato documental. Otro de los talleres centrales del festival ha sido “Afrofuturism”, impartido por Petna Ndaliko. El afrofuturismo es un movimiento cultural y filosófico centrado en temáticas futuristas o de ciencia ficción que incorpora elementos históricos, identitarios y culturales de la diáspora africana. En el taller, los jóvenes han recibido lecciones sobre conocimientos técnicos y de escritura afrofuturista, con especial enfasi en la “descomposición de la perspectiva colonial”.
El afrofuturismo es un movimiento cultural y filosófico centrado en temáticas futuristas o de ciencia ficción que incorpora elementos históricos, identitarios y culturales de la diáspora africana.
Evelyne Luyelo, periodista y directora provincial de la ‘Union Congolaise des femmes des medias Nord Kivu’ (UCOFEM), ha sido una de las alumnas seleccionadas para participar en el taller, para quién el afrofuturismo es “imaginar el futuro pero sin olvidar el pasado’’. Evelyne explica que durante las clases las alumnas han creado un universo futurista a partir de sus convicciones. El taller les ha dado el espacio para reflexionar sobre el cine en relación a la verdadera identidad africana. Según la periodista, “la conexión entre nuestro pasado y el futuro debe de permanecer unido”.
Ejo Lobi es el cortometraje afrofuturista que han realizado las alumnas a lo largo del taller. Su nombre ilustra esta conexión entre el pasado y el futuro: “ejo” significa, a la vez, ayer y mañana en kinyaruanda - uno de los idiomas oficiales de Ruanda. “Lobi”, a su vez, tiene el mismo significado pero en lingala - lengua mayoritariamente hablada en el noroeste de la RD Congo.
En la misma línea, y respecto al lema de esta 14º edición “Kwa Ukwali”, Vivuya explica que las ideas y experiencias que conforman el festival son una verdad que las hace avanzar hacia el futuro. “Es nuestra responsabilidad como jóvenes proyectarnos hacia el futuro para ver África de una manera diferente, verla como un continente fuerte, glorioso y motor del mundo”, relata. Y el CIFF, a través del cine, se ha convertido en una pieza que empuja con fuerza, también dentro de la industria cinematográfica. Ya que “si ya hay la industria del cine de Nollywood en Nigeria, ¿por qué no puede existir un Collywood?”, se pregunta Vivuya, entre risas.