Camino al paraíso
Se puede, ya lo hicimos

En tiempos de zancadillas del codicioso 'lobby' de la industria fósil y de desesperantes cumbres del clima que no acaban de encauzar el problema, hay que intentar encontrar como sea esa botella medio llena, el lado positivo, las posibles soluciones.

Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @pablorcebo.bsky.social, pablo.rivas@elsaltodiario.com

30 mar 2024 06:00

“La capa de ozono va camino de recuperarse gracias al Protocolo de Montreal”. Perdón por el exabrupto pero, joder, una noticia positiva sobre la atmósfera. Aleluya.

En este mundo donde todo pasa demasiado rápido y donde la noticia de hace cuatro horas ya no vale, este titular, de enero de 2023, podría parecer desactualizado. Pero no lo está. En los procesos que conforman este planeta, y los que rigen la vida y la biosfera que la alberga, los tiempos son otros. En ellos no rige la tóxica dictadura del clic ni el beneficio rápido, y la cosa suele llevar años. A veces milenios, eones. Es lo que ocurre con las emisiones de gases de efecto invernadero. Podemos parar hoy en seco de llenar nuestra atmósfera de ellas, ojalá, pero los efectos los veríamos muchos años en adelante.

Volvamos a Montreal. Tomemos aire, exhalemos y usemos los músculos de la cara que permiten que sonriamos: sí, la humanidad lo ha conseguido. El Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal —el acuerdo multilateral adoptado en 1987 para hacer frente al problema del agujero de la capa de ozono—, en su último informe cuatrienal, ha confirmado que la eliminación progresiva de casi todas las sustancias que dañan el escudo protector que frena entre el 97% y el 99% de la radiación ultravioleta ha logrado proteger esta capa tan necesaria para la vida.

Montreal es un faro, una luz en la oscuridad. Pero no fue un camino de rosas. “Fue muy difícil, y se estuvo torpedeando de forma análoga al proceso actual de la crisis climática”, me cuenta José Luis García Ortega

En tiempos de torpe avance —cuando no retroceso— en la lucha climática, de zancadillas del codicioso lobby de la industria fósil y de desesperantes cumbres del clima que no acaban de encauzar el problema, hay que intentar encontrar como sea esa botella medio llena, el lado positivo, las posibles soluciones. Es eso o la desesperanza, y todo humano digno de ser calificado como tal no puede rendirse ante ella mirando a los ojos de cualquiera de nuestros cachorros, habitantes de un futuro hoy incierto que no tienen la culpa de la industrialización de la sociedad del Homo sapiens ni de la adopción de las energías fósiles como motor de la misma.

Montreal es un faro, una luz en la oscuridad. Pero no fue un camino de rosas. “Fue muy difícil, y se estuvo torpedeando de forma análoga al proceso actual de la crisis climática”. Me lo cuenta José Luis García Ortega, que además de licenciado en Astrofísica es el responsable del programa de Clima de Greenpeace España y un profundo conocedor de los procesos que rigen las cumbres climáticas, pues lleva asistiendo a estas desde finales de los años 90.

Los paralelismos, relata, son claros: “Lo que se intentó al principio con el Convenio de Cambio Climático fue reproducir el convenio que se había hecho con el problema del agujero en la capa de ozono”. El protocolo de Kyoto pretendía emular lo que fue el Protocolo de Montreal. Pero las industrias, químicas en este caso, usaron las mismas tácticas que las petroleras están usando con el cambio climático. “Primero negaron el problema. Que si ‘el agujero en la capa de ozono no existe’. Luego, ‘bueno, existe, pero no es peligroso’. Más tarde, ‘es peligroso pero no lo causamos nosotros’. Luego, ‘lo causamos nosotros pero no lo podemos hacer de otra manera porque se perdería muchísimo empleo, las alternativas no son posibles o son carísimas…’. Fueron utilizando todas esas mentiras”.

Según el Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal “se espera que la capa de ozono recupere los valores de 1980 aproximadamente hacia 2066 en la Antártida, en 2045 en el Ártico y alrededor de 2040 en el resto del mundo”

La sociedad civil y las naciones, por suerte, consiguieron echar abajo ese muro y solventaron el problema, aunque el proceso fue ralentizado por la industria y esta impuso sus condiciones, como la de usar gases artificiales patentados por esas mismas empresas (gases que casualmente tienen un poder de efecto invernadero muy superior al CO2) en vez de gases naturales hoy utilizados mucho más ampliamente.

Pero aunque el proceso tiene amplios paralelismos con el de las cumbres sobre el cambio climático, hay diferencias clave. “Con el ozono, el lobby que estaba enfrente era uno muy poderoso: el de la industria química. Pero en el cambio climático no es que sea más poderoso, es que es el más poderoso del mundo; es quien realmente lo gobierna”. El poder, siempre el poder.

La otra gran diferencia es que la industria química no se vio completamente amenazada; bastaba con sustituir los gases que provocaron el agujero de ozono por otros con la misma capacidad. En la lucha contra la crisis climática, y contra su principal causante —que no único—, la solución afecta a su núcleo de negocio. “Y no hablamos de un negocio, sino el negocio de los negocios. Si manejas la economía mundial y tienes a todo el mundo a tus pies, no te vas a ir porque te vengan unos científicos a decir que el planeta se va a la mierda”, dice con sorna José Luis.

Al final no habrá otra, el tema es cuánto vamos a tardar y si vamos a permitir que la industria fósil ralentice las solución hasta un punto inasumible. El mundo no se va, como dice José Luis, a la mierda —literalmente, se entiende—. Pero sí su clima, y eso supone la alteración de las condiciones biofísicas a las que se han adaptado los primates, incluida la especie a la que pertenecemos tú, yo y nuestras crías. Costó, pero las naciones y la industria se pusieron de acuerdo para dejar de usar gases clorofluorocarbonados, los famosos CFC. El resultado: según el Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal “se espera que la capa de ozono recupere los valores de 1980 aproximadamente hacia 2066 en la Antártida, en 2045 en el Ártico y alrededor de 2040 en el resto del mundo”. Hagamos lo que haga falta para leer, más pronto que tarde, una noticia así sobre la temperatura del planeta.

Archivado en: Camino al paraíso
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Camino al paraíso
Camino al paraíso Ecoembes y el depósito de envases: el dinero no siempre gana
Tras más de una década de lucha ecologista y de boicot activo de Ecoembalajes España, el Gobierno anunció que establecerá un sistema de depósito, devolución y retorno de envases ligeros a finales de 2026.
Camino al paraíso
Camino al paraíso La inmensidad contra el desierto
La Gran Muralla Verde africana pretende frenar el desierto a lo largo de 8.000 kilómetros. Es el mayor plan contra la erosión del planeta.
Camino al paraíso
Camino al paraíso Este valle no se toca
La Canal Roya, un gran valle glaciar del Pirineo aragonés, se ha salvado gracias a la presión popular. De momento.
fllorentearrebola
30/3/2024 7:35

Es muy loable intentar buscar anclaje en experiencias positivas del pasado que sirvan para apuntalar esperanzas en estos tiempos oscuros. Pero el problema del ozono no es que fuera menor respecto al de los fósiles que quemamos convirtiendo la atmósfera en sumidero es que de otra dimensión, una dimensión sistémica. Que eso sí sirve para ilustrar la gran diferencia que existe entre las soluciones reformistas que sirvieron para poner un remedio (incompleto y en riesgo) a la producción y emisión de ozono, y la inutilidad de soluciones reformistas cuando se trata de la base energética y material en que se apoya todo un sistema-mundo de dominación, porque la economía fósil no es sólo cuestión de unos poderes localizables y denunciables: todo nuestro modo de vida desde la alimentación al transporte y la comunicación se basan en el petróleo y sus derivados, en el carbón y en la deforestación. Aquí no caben acuerdos bienintencionados (que de todos modos no se alcanzan) entre estados y empresas, hay que cambiar toda la base energética y material del metabolismo social y esto es una Revolución eco-social tan radical y traumática como la humanidad no ha conocido en toda su historia. Y mirar esta realidad de frente, asumir la enormidad del reto es el primer paso para construir una esperanza que no sea naif, ilusoria o incluso peligrosa por complicidad con el aceleracionismo climático que nos lleva (nos está llevando ya) a una cadena infausta de ecocidios y genocidios.

5
0
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.
Estados Unidos
Estados Unidos “No Kings”: más de 2.000 manifestaciones en EEUU para protestar contra la deriva autoritaria de Trump
Con el nombre de movimiento No Kings (sin reyes), millones de personas están convocadas a manifestarse en todo el país este sábado y enfrentar el desfile militar organizado por Trump el día de su 79 cumpleaños.

Últimas

Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Galicia
TSXG Peritos en el juicio contra la Xunta: la contaminación del embalse de As Conchas es “extremadamente peligrosa”
Siete vecinos, la Asociación de vecinos de As Conchas y la organización de consumidores CECU han demandado a varias administraciones gallegas por presunta mala gestión de una contaminación derivada del exceso de macrogranjas en la comarca de A Limia.
Palestina
Marcha a Gaza Poner el cuerpo contra el genocidio
Miles de activistas de todo el mundo participan en la Marcha a Gaza desde Egipto. Desde el movimiento solidario extremeño con Palestina, una reflexión acerca de la importancia de esta lucha y de su momento histórico.
La madeja
La Madeja Oído/lengua/vientre
El oído que deja de prestar atención a la palabra del amo y se vuelve, inclinado ligeramente hacia abajo, a las que durante siglos callaron y al fin abandonaron la mudez, no será nunca subyugado.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un centro de salud desbordado y con cucarachas y otro pendiente de construir desde hace 22 años
Los vecinos del barrio de Comillas, en Carabanchel Bajo, se han manifestado para reclamar el nuevo centro de salud planificado desde 2003 y cuya parcela ya fue cedida por el Ayuntamiento a la CAM, que no da explicaciones por la paralización.
Centrales nucleares
Cierre de Almaraz Las empresas propietarias de Almaraz no acuerdan una propuesta conjunta para alargar la vida de la central
Solo Iberdrola y Endesa firman la propuesta de alargar la vida de Almaraz trasladada al MITECO. Naturgy se descuelga de la misma y bloquea su viabilidad, al estar la central explotada por las tres energéticas en un régimen de comunidad de bienes.
Más noticias
Israel
Oriente Próximo Israel mata al comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, que prepara “una respuesta contundente”
Israel ha atacado Irán en la madrugada del viernes 13 de junio con bombardeos de unos 200 aviones de combate. La Guardia Revolucionaria iraní ha confirmado la muerte de su comandante, el general Hossein Salamí.

Recomendadas

Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.
Literatura
María Agúndez “El trabajo de limpiadora es muy digno, pero nadie quiere hacerlo”
La escritora retrata en ‘Casas limpias’ las contradicciones de quienes considerándose personas igualitarias y progresistas delegan los cuidados y la limpieza para evitar el conflicto y sostener su comodidad.