¿Cuál es ese punto al que ni siquiera queremos llegar?

En ese punto puedes elegir entre seguir jugando a hacer la revolución o intentar hacerla, pero en ese punto tienes que elegir

15 ene 2020 17:13

12:30h de la mañana, me encuentro en medio de un análisis interno, otro más, qué sorpresa. La cabeza, como en los últimos meses, me va a mil por hora. Distintas emociones, pensamientos, reflexiones, análisis y contradicciones me vienen en cada instante libre en el que no trato de entender lo que me están diciendo o que no busco la palabra que quiero decir en mi pequeño diccionario de kurdo en el cerebro. Ahora, que sé la teoría y estoy viviendo la práctica, me siento directamente interpelada.

Llamo a mi colega de militancia en Barcelona por Signal, no tarda en contestarme, nos saludamos y al los dos minutos de llamada percibo que está demasiado contento, bueno, que está borracho... Pero espera, ¿qué hora es? ¿qué día es? Es verdad que aquí la noción del tiempo se disipa pero mi reloj Qasio marca la hora correcta, es domingo, vale, pero son las 12:30h de la mañana y el cambio horario es solo de una hora!!!

La conversación con mi colega dura poco, por un lado esta borracho así que no merecerá la pena hacerle una explicación del conflicto interno que vivo; por otro, mis compañeras me esperan para ir con la juventud revolucionaria de la ciudad a un concierto del grupo de cultura con el fin de recaudar fondos para los desplazados de la guerra en Serêkaniyê y Gire Spî. Ahora sí, la cabeza me va a explotar, dos mundos distintos me vienen a la cabeza, dos realidades y yo me veo en medio.

Los recuerdos aparecen; yo también he estado en un parque bebiendo hasta las tantas del domingo, yo también he estado militando en un colectivo cómo el que tiene una tarea que cumplir, pensando que yendo a dos asambleas a la semana y haciendo alguna acción ya estaba cumpliendo con mi militancia, yo también he estado teniendo conversaciones en los bares sobre política, con cervezas en la mesa, creyéndome que así solucionaríamos el mundo. Militancia de ocio, militancia dentro del guetto, militancia para hacer amistades, militancias para crear nuestra propia zona de confort.

Pero aquí estoy viendo y viviendo cuál y cómo es el compromiso que han tomado muchas personas para luchar y defender la revolución, no es una militancia a medias, no es un compromiso con agenda, es una dedicación total, de por vida, 100%. No es una militancia de palabra sino de hechos, es darlo todo, sin peros, sin excusas. Por eso se ha llegado a construir un sistema democrático, por eso la revolución ha triunfado, por eso están siendo atacadas por los estados fascistas, porque se lo han tomado en serio, porque no ha habido medias tintas, porque han ido a ganar o morir, con compromiso, pasión, amor y confianza.

Y cuando se lo cuentas a tus colegas de Barcelona, te dicen que allí no es como aquí, que tampoco hace falta dedicarle tanto a la lucha, y que no quieren llegar al punto en el que tú estás. Pero espera, ¿en qué punto estoy yo? Yo no estoy en ningún punto, ¿no? Si yo no estoy para dar lecciones a nadie, ¿o es que no me habéis escuchado cuando os digo que tengo contradicciones? Pero entonces entiendo que lo que no quieren es llegar a cuestionarse su estilo de vida, estás bien así, estamos bien así. Al final, el mayor enemigo que tenemos somos nosotras mismas, es mejor no saber, no ver, así no tendremos que confrontarnos a nuestro liberalismo, menos trabajo que hacer.

Siempre puedes no actuar, cerrar los ojos, pero los recuerdos vendrán y te sacudirán fuerte, cargados de momentos, cargados de emociones.

¿Somos revolucionarias o estamos jugando a hacer la revolución? ¿Estamos dispuestas a cuestionarnos qué tipo de militancia y de vida llevamos? ¿Queremos reflexionar sobre eso o nos da miedo? ¿Cuál es ese punto al que ni siquiera queremos llegar? ¿Cuál es el compromiso real que tenemos?

Ese punto es el punto en que sabes que la única alternativa que tenemos es luchar, que vivir es luchar. Ese punto es en el que sino adquieres el compromiso necesario no te va a dejar dormir plácidamente. Ese punto es en el que no eres capaz de omitir la realidad. Ese punto es el que no tiene vuelta atrás y, en ese punto, puedes elegir entre seguir jugando a hacer la revolución o intentar hacerla, pero en ese punto tienes que elegir.

Ese punto es el que me provoca taquicardia, adrenalina, incerteza, miedo, felicidad, porque cuando llegas a ese punto sabes que no serás la misma persona que salió del aeropuerto del Prat hace unos meses.

Ese punto es en el que, elijas lo que elijas, no habrá vuelta atrás.

Siempre puedes no actuar, cerrar los ojos, pero los recuerdos vendrán y te sacudirán fuerte, cargados de momentos, cargados de emociones. No podrás escapar de lo que sentiste aquella noche en la ciudad de Raqqa en la que estabas convencida que por tus compañeras dabas la vida. No podrás olvidar los cementerios llenos de tumbas donde florecen flores, las barricadas de Kobane; vendrán a tu cabeza las niñas de Afrin que conociste en el campo de refugiados, verás las heridas de las bombas, el odio y la rabia. Recordarás el ruido de los drones, el contener la respiración, el dormir con la ropa de calle puesta y el sonido de la primera explosión, y el miedo. Volverás a ver ese coche con los snipers camuflados festejando su marcha al frente, y las lágrimas de emoción, los patrols americanos dejando la zona, las madres que todo lo pueden, las jóvenes que se han dejado la piel, los árboles plantados por los mártires caídos, las despedidas con eslóganes y lágrimas, el compañerismo, la amistad, el amor, y si aún así, si consigues omitir todo eso, y si aún así consigues vivir como si nada de eso hubiera pasado y vuelves y te encuentras a ti misma un domingo a las 12:30h de la mañana borracha, ¡ay amiga!, entonces tendrás que ponerte seria y evitar encender hogueras por la noches, escuchar una guitarra, cantar Abril 74 y sobre todo evitar mirar a la luna en las noches en las que este llena.

«Companys, si busqueu les primaveres lliures
amb vosaltres vull anar
que per poder-les viure
jo me n'he fet soldat.»


La muerte

Sobre este blog
“Buen camino” es el lema que figuraba en las pancartas que el pueblo de Barcelona erigió en octubre de 1938 en las calles de la ciudad, para despedir a los y las brigadistas internacionales venidas a nuestra tierra para sumarse a la lucha contra el fascismo. Bajo este lema, hoy recogemos en este blog voces de internacionalistes que han decidido unirse a la revolución en Rojava, en el Noreste de Síria. Síguenos en Twitter: https://twitter.com/buencaminoblog
Ver listado completo
Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...
Sobre este blog
“Buen camino” es el lema que figuraba en las pancartas que el pueblo de Barcelona erigió en octubre de 1938 en las calles de la ciudad, para despedir a los y las brigadistas internacionales venidas a nuestra tierra para sumarse a la lucha contra el fascismo. Bajo este lema, hoy recogemos en este blog voces de internacionalistes que han decidido unirse a la revolución en Rojava, en el Noreste de Síria. Síguenos en Twitter: https://twitter.com/buencaminoblog
Ver listado completo

Asturias
Las Seis de la Suiza consiguen el tercer grado penitenciario a la espera del indulto prometido por el Gobierno
Las sindicalistas podrán cumplir su condena en régimen de semilibertad y durmiendo en la cárcel. Se prevé que las manifestaciones continúan a la espera del indulto prometido por la vicepresidenta Yolanda Díaz, aún sin fecha de posible aprobación.
Laboral
Legislación laboral en condiciones de calor extremo: existe pero ¿se aplica?
Los sindicatos y expertos demandan mejoras en los reglamentos, que muchas veces dejan en manos de la buena voluntad de las empresas aplicar medidas de protección en alertas meteorológicas.
Portugal
La derecha y la extrema derecha portuguesas acuerdan una ley antimigrantes sin precedentes
El Parlamento luso aprueba una ley que endurece los requisitos para la obtención de nacionalidad a los extranjeros, incluyendo a los lusófonos, y limita extraordinariamente los supuestos de reagrupación familiar.
El Salto n.79
Galicia dice 'no' al capitalismo verde y en el último número de la Revista El Salto te lo contamos
Ya está disponible el número 79 de nuestra revista, en el que destacamos la investigación y el rechazo social que encuentra el proyecto de macrocelulosa de la multinacional Altri.
Euskal Herria
La transferencia a Euskadi de los subsidios de desempleo se atasca
La reunión entre Pradales y Sánchez ha servido para pactar el traspaso de algunas prestaciones familiares, pero aún no ha prosperado la negociación sobre los subsidios de desempleo con el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Incendios
El vecindario de la Cañada responsabiliza del incendio a Ayuso y denuncia la actuación de Emergencias
Un total de 19 dotaciones de Bomberos acudió a sofocar un incendio en el sector 6, afectado por cortes de luz desde 2020, como vienen denunciado vecinos y organizaciones.
Grecia
Grecia muestra su peor cara ante el aumento de llegadas de personas migrantes a Creta
El país heleno suspende, durante los próximos tres meses, los procedimientos de asilo para las personas migrantes que lleguen por mar desde el norte de África.
Torrejón de Ardoz
Torrejón clama justicia por Abderrahim un mes después de que muriera asfixiado por un policía de Madrid
La plataforma Justicia por Abderrahim ha querido sacar músculo en las calles de la ciudad y honrar la memoria del vecino magrebí fallecido estrangulado por el agente municipal.
Palestina
El ataque de Israel a una iglesia indigna al Gobierno francés, que sigue sin hacer nada contra el genocidio
Eslovenia se convierte en el primer país europeo en prohibir la entrada y en imponer sanciones contra jerarcas del régimen de Tel Aviv.

Últimas

Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Después de un año de trabajo, lanzamos en julio la nueva web de El Salto, con un nuevo diseño, pero, sobre todo, con una nueva Zona Socias llena de ventajas para las personas que hacen posible El Salto con su apoyo.
Cómic
Simon Hanselmann y el arte de lo obsceno
Simon Hanselmann se ha convertido en el verdadero ‘enfant terrible’ del mundo del cómic ‘underground’. Un artista de lo obsceno, titiritero del universo gestado en torno a los incorregibles Megg, Mogg y Búho.
Región de Murcia
Más de mil organizaciones piden que se castiguen los discursos de odio que incentivan las agresiones racistas
Colectivos sociales, migrantes y antirracistas convocan concentraciones en decenas de ciudades para mostrar el rechazo ante las agresiones racistas y xenófobas en Torre Pacheco y exigir responsabilidades a los incitadores.
El Salto Radio
Yupanqui, la música en colectivo
Jóvenes con raíces latinoamericanas generan espacios de encuentros y formación en Madrid.
Región de Murcia
Bulos y algaradas: la estrategia internacional para promocionar el supremacismo
La campaña en redes de Torre Pacheco ha replicado el modus operandi que instigó los disturbios racistas de Inglaterra el pasado verano.
Estados Unidos
No es una guerra de Trump contra el fentanilo, es una guerra contra los pobres
Donald Trump revive la War On Drugs firmando una nueva ley que establece penas mínimas de diez años contra los traficantes del opiáceo.
Más noticias
Justicia
Organizaciones civiles y de derechos humanos piden protección para el hijo menor de Juana Rivas
Consideran la orden de entrega del hijo menor de Juana al padre como una grave desprotección infantil al ignorar el proceso penal italiano por presunto maltrato contra Arcuri y la minimización previa de las denuncias de violencia del hijo mayor
Francia
Francia se ensaña con los más desfavorecidos con su nueva batería de recortes
El primer ministro galo, François Bayrou, quiere congelar pensiones, ayudas sociales y salarios de funcionarios con un agresivo plan de austeridad que deja indemnes a los más ricos.

Recomendadas

Pensamiento
Nuria Romo
“Los procesos de medicalización no son neutros, se hacen sobre todo hacia las mujeres”
Catedrática de Antropología Social y Cultural, Nuria Romo Avilés lleva más de dos décadas compaginando la investigación con perspectiva de género acerca de drogodependencia con la docencia en la Universidad de Granada.
Comunismo
Jodi Dean
“Sin organización, los movimientos surgen y desaparecen como setas”
La politóloga e historiadora Jodi Dean ha estado en Barcelona para reivindicar el poder de las organizaciones políticas y de la camaradería. En la actualidad trabaja sobre el neofeudalismo y la reconfiguración de la clase trabajadora.
Arte contemporáneo
Palabras contra el poder: la vigencia radical de Barbara Kruger
La primera retrospectiva completa de Barbara Kruger en España presenta los distintos formatos y soportes con los que ha trabajado en las últimas cinco décadas: ‘paste-up’, instalaciones de vídeo, obras en LED y vinilos murales.
Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Diversos fondos de origen israelí están presentes en proyectos urbanísticos de Málaga influyendo en la turistificación de la provincia mientras se enriquecen con la ocupación de Palestina
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...