Balea Cultural
Eloy de la Iglesia, el director que quisieron que olvidáramos

Eloy de la Iglesia es un director fundamental, un artista siempre contracorriente que es indispensable para entender algunos de los capítulos más oscuros de la historia del Estado español de la Transición y los primeros gobiernos de la democracia.

El Pico, de Eloy de la Iglesia
José Luis Fernández ‘Pirri’, Jose Luis Manzano e Andrea Albani en ‘El Pico II’ (Eloy de la Iglesia, 1984)
9 jun 2018 06:19

Una noche de noviembre, con la cara desfigurada por las luces de colores de una discoteca, un conocido de repente sentenció que “en el cine español solamente hay un De la Iglesia bueno, y ese es Eloy”. Tras ese gratuito ataque a Alex de la Iglesia y sin ningún motivo aparente, se justificó: “A mí no me gusta el cine, me gusta sentir que es de verdad”. Me sorprendió que siquiera conociese el nombre del director, famoso por su desarrollo del género denominado 'cine quinqui', debido al total olvido de su figura.

Hablaba de miseria, violencia y desigualdad. De la contradicción entre lo que se vendía políticamente y lo que realmente acontecía. De los muertos que dejó esa época que normalmente con tan buenos ojos se ve.

Eloy de la Iglesia dirigió a lo largo de su carrera más de veinte películas durante los últimos años del franquismo, la Transición y los ochenta. Esto es muy importante porque la evolución de su obra se vincula al contexto político que vive. El estilo del cineasta bebe del neorrealismo italiano y, en parte, recuerda al de Pasolini en cuanto a posicionamiento ideológico y en su gusto por los inadaptados, en este caso encarnado en la figura del delincuente juvenil sin salidas.

Su obra desvela contradicciones dentro del proceso de democratización del Estado español. Muestra y reflexiona sobre los mecanismos generativos de desigualdad, siempre con una visión de clase, teniendo claro desde qué lado posicionarse. En este sentido, su militancia marxista se ve totalmente reflejada en su filmografía. Es un cine contrahegemónico, transgresor y que incomoda. Por eso mismo, en el imaginario colectivo actual, De la Iglesia no existe. Fue borrado aposta por parte de la corriente oficialista a pesar de su innegable contribución histórica.

Eloy de la Iglesia era homosexual y trata el tema en sus películas de una manera bastante revolucionaria para la época dentro del marco del cine español. La trata con gran normalidad y, en cierto modo, rompe con el modelo de familia tradicional a partir de esto. Utiliza el cuerpo masculino como objeto de deseo, lo cual ya es subversivo de por sí porque desestabiliza identidades políticas y morales propias de la Transición. Esta faceta se presenta incluso en sus obras durante el franquismo, aunque quizás el culmen de la mismo puede verse en la película Los placeres ocultos.

Navajeros, de Eloy de la Iglesia
José Luis Manzano interpreta a ‘El Jaro’ en ‘Navajeros’ (Eloy de la Iglesia, 1980)

Otro de los factores que hacen único a este director en su época es que, mientras los demás creadores coetáneos con una ideología similar cultivan el género documental, él opta por hace cine de ficción. Por otro lado, su obra no va dirigida a militantes, sino que intentaba hacer largometrajes que llegaran a las masas desde el punto de vista de las clases populares. “Una película mía sin espectadores no tiene razón de ser. Preferí llegar a la gente a través del cine de su barrio que de proyecciones marginales. Lo que cuento hay que contárselo al mayor número de gente posible y para eso son más adecuados los cauces comerciales”, explicaba el propio De la Iglesia en los años noventa.

En este mismo sentido, se puede afirmar que los defectos a nivel formal que habitualmente se le achacan al final resultan virtudes. Se le ha acusado de efectista y de técnicamente brusco, pero si no fuese de esta manera, difícilmente la sociedad de la época podría comprender lo que se mostraba. Lo denotado va por encima de lo connotado. Es muy narrativo y siempre parte de un marco industrial donde los habitantes de los barrios podían verse casi como en un espejo. No hablaba ni de presos políticos ni de franquismo. Hablaba de miseria, violencia y desigualdad. De la contradicción entre lo que se vendía políticamente y lo que realmente acontecía. De los muertos que dejó esa época que normalmente con tan buenos ojos se ve.

Una prueba de que el estilo es completamente intencional es su primera etapa durante el franquismo. Por culpa de la censura, cultivó géneros donde a través de la metáfora podía decirse lo que realmente quería transmitir. Cuando llega la Transición es cuando construye su estilo característico, pero no es hasta los anos ochenta cuando alcanza su techo como cineasta. Sus películas se hacen más complejas, pero en ningún caso abandonan la crítica social. Coincide además temporalmente con que a heroína se está abriendo paso por los barrios obreros de todo el Estado con la permisibilidad de los cuerpos públicos. En este momento, comienza a cultivar el 'cine quinqui', género fundado por José Antonio de la Loma, del que se convierte en el mayor exponente.

Así, al inicio de la década salen a la luz Navajeros, Colegas y El Pico, esta última la obra con más importancia de la filmografía del director. Es una película localizada en un barrio de Bilbao que relata la situación de descontento, la ausencia de salidas y del camino tapiado que es la heroína para una generación. Como lo saben tantas familias.

Más tarde, se entrenará El Pico 2. Muestra la otra cara, la cárcel. Una institución muy lejos de ser el agente de reinserción que se vendía —y se vende—. Está película deja un subtexto tan interesante como real: entre esos barrotes y muros de hormigón solamente hay pobres y desgraciados.

José Luis Manzano fue su actor predilecto, otros dirían que fetiche. El director lo rescató del barrio, le dio una educación, nociones de interpretación y lo hizo brillar en sus películas. Vivían juntos y ambos acabados enganchados a la heroína. La Estanquera de Vallecas fue la última película de temática quinqui del director, que estuvo décadas sin producir artísticamente. Con treinta años Manzano apareció muerto en el baño de su protector con una jeringuilla clavada en la rodilla. Por su parte, él perecería en 2006.

Eloy de la Iglesia es un director fundamental en el cine español. Un artista que quisieron hacer olvidar por ir a contracorriente. Por mostrar un capítulo de la historia de nuestro Estado que fue blanqueado. Por Paco, Urko y Pilar. Por todos los que no se llamaron así pero vivieron las mismas circunstancias. Reivindicar estas obras también es Memoria Histórica.

Artículo publicado originalmente en 'O Salto Galiza'.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Balea Cultural
‘Star Wars’: As dúas caras da nostalxia

A historia de como Disney mercou os dereitos da saga de Star Wars sen ter antes unha idea clara de que facer con ela.

Balea Cultural
‘Casablanca’: revisitando o mito
De cando en vez non está de máis visionar de novo un dos grandes expoñentes do cinema clásico de Hollywood.
#18868
17/6/2018 16:12

En la edición gallega no hay ni un comentario ni un "me gusta" ¿Alguien puede sugerir explicaciones más allá de que el potencial número de lectores sea mayor aquí? Eloy de La Iglesia, sin duda, uno de los grandes opacados por los poderes del sistema y el Estado. Gran artículo y muy necesario. Gracias.

7
1
Anttontxu
9/6/2018 14:30

Viví los 80 en Euskadi y puedo afirmar que El Pico, y otras de Eloy De la Iglesia, retratan una parte de lo que vivimos aquellos años con una "hiper realidad" pasmosa. Agradezco de corazón este artículo porque efectivamente, lo han querido borrar de la historia del cine español y lo han logrado desgraciadamente, excepto para viejos melancólicos que viendo sus películas nos teletransportamos a aquellos locos, salvajes, funestos, y a la vez, maravillosos años en los que tantos hermanos nos abandonaron. Eloy, Urko, Jaro, Mercedes, aurrera beti.

38
0
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.

Últimas

Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Más noticias
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.