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Arte
El Museo del Prado guarda 70 obras incautadas durante la guerra civil y la dictadura
La investigación encargada por el Museo del Prado al catedrático Arturo Colorado ha concluido que el número de obras incautadas durante la guerra civil y la posguerra franquista que la pinacoteca dirigida por Miguel Falomir atesora en sus fondos asciende a un total de 70. 32 de estas piezas proceden de los envíos de la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico, institución republicana, al Museo del Prado y al Museo de Arte Moderno (cuyos fondos se adscribieron al Prado en 1971), y 38 son de las entregas en depósito del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, ente creado por un decreto firmado por el dictador Francisco Franco el 22 de abril de 1938.
El estudio, realizado por Colorado junto a Alberto García Alberti e Ignacio González Panicello, ha podido identificar la procedencia de diez de las pinturas con nombre y apellidos u origen concreto: Pedro Rico —alcalde de Madrid en dos ocasiones (1931-1934 y 1936)—, la iglesia de Yebes en Guadalajara o el Marqués de Villalonga son algunos de los propietarios originarios. A estas obras se añaden otras dos con información de direcciones exactas, pero sin referencia al propietario.
“Cuando había sido la Junta republicana la que incautaba, esta dejaba constancia de las obras y de sus propietarios en sus libros de registro y en las actas correspondientes, pero no era así en el caso de los otros organismos que incautaron piezas artísticas”, asegura Colorado en el informe, donde también se puede leer que en lugar de investigar las procedencias de las obras, “el Servicio franquista, aparte de las devoluciones a sus legítimos propietarios o herederos, desplegó una política de desvío masivo de obras de arte hacia diferentes destinos. En unos casos, porque se desconocía el origen de las piezas, pero en otros muchos porque pertenecían a colecciones de enemigos políticos o sencillamente para beneficiar a instituciones o adeptos al régimen”.
El historiador califica los años de la posguerra franquista como “la mayor diáspora de obras de arte de la historia de nuestro país, con una reubicación de miles de obras, cuando no de su desaparición”.
El estudio señala que un capítulo específico de la política patrimonial franquista fue la “requisa de los bienes de los republicanos que habían marchado al exilio o que habían sido condenados. En el caso de las colecciones de arte confiscadas fueron sencillamente desviadas y entregadas en depósito a distintos destinatarios. La normativa franquista permitía y propiciaba este tipo de requisas, basadas en la Ley de responsabilidades políticas, decretada por Franco el 9 de febrero de 1939”.
Colorado precisa que de las obras de arte confiscadas a los republicanos exiliados, al menos dos se encuentran en el Museo del Prado, localizables en sus fondos, y otras dos desaparecidas pese a haber sido entregadas en depósito al Museo de Arte Moderno en 1940.
El informe valora que el mayor peligro sobre el patrimonio artístico durante la guerra civil fue el “sistemático bombardeo de la aviación de Franco y de sus aliados alemanes e italianos sobre las ciudades republicanas”
Colorado también valora que el mayor peligro sobre el patrimonio artístico durante la guerra civil fue el “sistemático bombardeo de la aviación de Franco y de sus aliados alemanes e italianos sobre las ciudades republicanas. En el caso de Madrid, prácticamente cercada, la ciudad sufrió un constante ataque con graves destrucciones, que afectaron a lugares de gran importancia patrimonial”. Cita como ejemplo el ataque que sufrió el propio Museo del Prado el 16 de noviembre de 1936, “a pesar de que su localización estaba señalizada con bengalas y al aislamiento del edificio. Tres bombas de gran potencia cayeron sobre el paseo del Prado y nueve proyectiles incendiarios sobre el propio edificio. En ese momento, sus fondos más importantes habían sido evacuados, pero en sus sótanos permanecía un importante depósito/almacén de miles de piezas”.
Arte
Arte expoliado Una exposición en el Museo del Prado con las obras de su fondo robadas por el franquismo
Tras la publicación del informe, el Museo del Prado pronostica que a la cifra de 70 piezas localizadas se podrían sumar siete medallas ingresadas en 1936 procedentes del Palacio de Exposiciones del Retiro y 89 dibujos depositados en 1971 por el Ministerio de Educación y Ciencia, sin referencia a un propietario anterior. Estas piezas están en proceso de investigación por parte del área de Documentación y Archivo del Museo del Prado, liderado por María Luisa Cuenca. El Museo también anuncia que en la Galería Baja Norte del edificio Villanueva se expone una selección de 11 de estas obras hasta el 2 de mayo.