Arte
Arte contra la nueva autoridad democrática

Difícil de encasillar, la propuesta artística de Democracia combina la acción directa, el lenguaje publicitario y herramientas de variadas disciplinas para poner en solfa el poder y las relaciones de dominación.

‘Working Class’, una obra de Democracia sobre mármol blanco de Carrara
‘Working Class’, una obra de Democracia sobre mármol blanco de Carrara. Foto: Ximo Michavila / Petr Davydtchenko.

Guy Debord jugó un partido de fútbol en Francia el 27 de septiembre de 2009. Por imposible que parezca, el pensador y cineasta galo —que había puesto fin a su vida quince años antes— asistió al estadio Jacques Chaban-Delmas donde el equipo local, el Girondins de Burdeos, entonces vigente campeón de liga, se enfrentaba al Stade Rennes. El filósofo revolucionario disputó el encuentro desde las gradas.

Muchos hinchas del Girondins lucieron bufandas con la frase “No os dejéis consolar”. Otros vistieron camisetas que decían “Los ídolos no existen”. Desde el fondo sur, la grada de animación exhibió grandes pancartas en las que se leían sentencias como “La verdad es siempre revolucionaria”, “No tenemos nada salvo nuestro tiempo” y “Ellos mandan porque nosotros obedecemos”. Todos ellos lemas que hubiera firmado el autor de La sociedad del espectáculo.

El Girondins ganó 1-0 con gol de Wendel. El espectáculo debe continuar.

Unos meses después y otro estadio de fútbol: el Playa Ancha, en Chile. En febrero de 2010, Los Panzers, la barra brava del equipo Santiago Wanderers de Valparaíso, muestra una enorme pancarta que dice “No hay espectadores”. En las camisetas de muchos aficionados locales, la cita “No queremos ser rebeldes, queremos vencer”. Durante la previa se grabó un vídeo que mostraba las rutinas respectivas de Los Panzers y la Policía antes de que el árbitro señalara el comienzo del partido. La barra cantó el himno “Alegría”, en el que nombra los barrios populares de Valparaíso. Entre septiembre y noviembre de 1973, el estadio de Playa Ancha, bajo el control de la Armada, fue utilizado como centro de detención y tortura por la dictadura militar de Augusto Pinochet.

Ambas disrupciones en acontecimientos deportivos masivos fueron responsabilidad de Democracia, grupo artístico que opera bajo una estructura abierta y que se muestra interesado en ámbitos como la esfera pública, el pensamiento anarquista, los límites de la institución o el papel del espectador. En el núcleo de sus proyectos se encuentran la crítica a la democracia y la reflexión sobre los sistemas de poder y sus distintas herramientas. Y la forma de desarrollarlos son obras, en sentido clásico, cuando trabajan con disciplinas como la escultura, la fotografía o las instalaciones; intervenciones, si actúan en el espacio público mediante grafitis, mupis y carteles; o acciones, cuando sus trabajos cuentan con un componente performativo.

Colectivo Democracia
Los hinchas del Girondins de Burdeos, aficionados a la Democracia. Foto: Ximo Michavila.

Activo desde 2006, el colectivo Democracia no rehúsa definir su actividad como arte, aunque precisa a El Salto que “en ocasiones rechazamos etiquetar algunas de nuestras acciones como arte, y preferimos que pasen como otra cosa, como campañas publicitarias o mensajes que interfieren el espacio público sin hacer clara su procedencia”. Es el caso de Subtextos, una intervención que han desarrollado en Cartagena, Manresa, Palma y Lyon en la que han modificado vallas publicitarias con mensajes en árabe. “No lo presentamos como un proyecto artístico porque la etiqueta de artístico podía neutralizarlo”, dicen.

En la actualidad, participan en la muestra colectiva contra la represión y la censura que se puede ver hasta el 14 de diciembre en Espacio Tangente en Burgos, con su obra Working Class, una escultura de mármol blanco con la figura de un agente antidisturbios. Este trabajo es también parte de su aportación al libro Os protegemos de vosotros mismos, publicado por Brumaria en septiembre.

Junto a las tesis situacionistas, Democracia reconoce como referentes al punk, al NSK (Nuevo Arte Esloveno) y las escenificaciones totalitarias del grupo musical Laibach. Sus coordenadas los sitúan en el mapa de esas intersecciones entre arte, propaganda y activismo en el que también aparecen nombres de distintas épocas y enfoques como los de La Fiambrera Obrera, Noaz, Núria Güell o Neko.

Con la revista Adbusters, siempre crítica con el lenguaje publicitario, coinciden en el uso ocasional de una táctica, la sobreidentificación. “Consiste —explican a El Salto— en adoptar las formas y la retórica del pensamiento dominante para atacarlo desde su propio centro. Trata de tomar tan en serio la ideología dominante que hace públicos sus valores ocultos, de los que no se habla pero que, por otro lado, son un secreto a voces. Por ejemplo, la Policía, a través del monopolio de la violencia, dentro del discurso dominante, es la garante neutral del Estado de derecho. Sin embargo, la Policía también puede ser utilizada políticamente en la represión de las libertades”. Entonces, para Democracia un ejercicio de sobreidentificación sería “no una crítica directa a la Policía sino hacer visible desde el propio punto de vista de la ideología dominante, de su retórica y su estética, esa función que a priori no se quiere reconocer”.

¿Pero esto es arte?

Para ubicar la trayectoria de Democracia conviene regresar al pasado. A la década de los años 60 del siglo XX, por ejemplo, cuando desde el arte conceptual se propuso ir más allá del marco de la obra y llamar la atención sobre el contexto en el que se realiza y se expone.

En su trabajo de 1995 But is this Art? The spirit of art as activism (¿Pero esto es arte? El espíritu del arte como activismo), Nina Felshin resumió el significado de la relación entre arte y política en las últimas décadas del siglo. Para ella, la crítica del capitalismo llevada a cabo por el arte conceptual no consiguió realmente abolir el objeto de arte o socavar el sistema de mercado, ya que sus contenidos no acabaron de adoptar totalmente los métodos y la filosofía democrática que la inspiraba.

Desde mediados de los años 70 y durante los 80 se desarrolla el arte activista en el que las obras giran en torno a cuestiones abordadas por colectivos de izquierda en años precedentes: la crisis nuclear, el imperialismo, las intervenciones en América Latina o la irrupción del sida. “En los 80, el sida politizó el mundo del arte en un grado muy similar a como lo hizo el feminismo en los 70”, valoraba Felshin en su texto.

Nombres destacados fueron los de Jenny Holzer y Barbara Kruger —que conceptualizó el cuerpo como campo de batalla—, cuyos lenguajes fueron muy influyentes en artistas posteriores.

Pero esta ola activista se exhibía principalmente dentro de los emplazamientos tradicionales del mundo del arte, siendo “literal y figurativamente inaccesible al público general”, según Felshin, quien considera que se zambulleron en la cultura dominante que buscaban desafiar y encontraron el mismo destino que el arte conceptual: la aceptación institucional, cuyo punto álgido sitúa en 1993, cuando el Whitney Museum of American Art dedicó su bienal a toda clase de arte comprometido política y socialmente.

En las dos décadas posteriores al análisis de Felshin, esta dinámica se ha acentuado notablemente, y no hay temporada en la que las principales galerías y espacios artísticos no dediquen alguna exposición a la cuestión del arte político, recubriendo a las instituciones culturales de un aura progresista que se desvanece al observar las prácticas laborales de algunos museos —denunciadas por los sindicatos y que ocasionaron en 2016 un verano de huelgas en varias pinacotecas españolas— o la participación como agentes activos en los procesos de gentrificación de las ciudades que son denunciados desde sus propias salas de exposición.

Arte
Las raras historias de museos en Málaga

La apertura de museos como vía para convertir Málaga en objeto de deseo de turistas culturales e inversores ha dejado una larga ristra de episodios insólitos en la ciudad. El último es el cambio en la firma de una obra adquirida por el Carmen Thyssen en 2015.

Felshin concluía con una reflexión interesante: “Los artistas activistas serán más eficaces en tanto sean capaces de estimular la continuidad del proceso de participación pública que su obra ha puesto en funcionamiento”.

Casi un cuarto de siglo después, Democracia considera que “el arte por sí solo es insuficiente” para suponer una amenaza a lo establecido y que esta solo se produciría mediante la acción directa y la combinación de varias herramientas. “Esto lo decía ya el colectivo Gran Fury a mediados de los 80 —recuerdan—, en el contexto de los primeros años de la crisis del sida y en el que su trabajo se dirigió a complementarse con el activismo de ACT UP cuando querían reclamar políticas sanitarias efectivas y llamar la atención sobre la enfermedad cuando era motivo de marginalización e invisibilización”. Como corolario, señalan que el arte “puede ser una herramienta más de lucha política si se articula con movimientos transformadores, sociales y políticos, pero por sí solo no es efectivo”.

— ¿Habéis tenido problemas legales por alguna de vuestras acciones?
— Sí.

En este sentido, Iván de la Nuez afirma en su reciente libro Teoría de la retaguardia, cómo sobrevivir al arte contemporáneo (y a casi todo lo demás) (consonni, 2018) que el arte no es “un pero del sistema sino una pieza más de su mecanismo, un display consentido de su cadena de montaje”. Democracia coincide con ese diagnóstico y aportan una opinión contundente acerca del rol que desempeña el arte contemporáneo: “Con su faceta de innovación, experimentación y libertad individual, encaja muy bien en la cosmovisión capitalista”.

Una ópera para comerte a los ricos

Una limusina con las pintadas Eat the rich (Cómete a los ricos) en un lado y Kill the poor (Mata a los pobres) en el otro recorre el camino entre las empresas petroquímicas de Houston y el centro de la ciudad. Un coro de niños canta alentando al consumo en un centro comercial de Dublín. Una cena privada de miembros de la élite económica global en la que un tenor y una soprano, sin previo aviso, interpelan a los comensales.

Son los protagonistas de los tres actos de que consta Order, un ambicioso trabajo que Democracia ha tardado cuatro años en desarrollar. Obedece, en parte, a su intención de superar el marco de los interlocutores habituales del mundo artístico y de buscar audiencias diferentes: “Elegimos el uso de la ópera, una expresión cultural que se asocia con la élite burguesa, como herramienta para acceder a ese ámbito”, aseguran desde el colectivo.

Acto I de ‘Order’, la ópera de Democracia
Acto I de ‘Order’, la ópera de Democracia, en el que una limusina pasea por las calles de Houston. Foto: Ximo Michavila / Thorsten Rienth.

Su voluntad de abarcar varios mundos se muestra en el hecho de que combinen la venta de algunas obras en el mercado del arte con la edición gratuita de carteles, pegatinas, camisetas o proyectos que no acceden a esa vía. Explican que entraron “en el sistema del mercado del arte porque nos ofrecía una oportunidad de obtener recursos por nuestro trabajo, pero esto no quiere decir que nos pleguemos a las tendencias de la moda u otras cuestiones ajenas a nuestro discurso artístico”.

Ahora viven de ello pero advierten que no ven mucho futuro y que tendrán que volver a compaginar con otros trabajos. Y, de paso, radiografían el momento actual de la profesión en España: “El artista es un trabajador más y, por lo general, un trabajador precario. La mitad de los artistas españoles no llegan al salario mínimo interprofesional, contando incluso los trabajos que desarrollan no relacionados con el arte. Si es un trabajador, como cualquier otro, debe tener derecho a beneficiarse con su trabajo. En este sentido toda actividad tiene su patronal, y la patronal del arte puede ser tan explotadora como cualquier otra, pero ¿es que solo podemos pensar bajo esa idea romántica, tan querida por la burguesía, del artista como alguien dotado de un genio especial que renuncia al dinero por pureza? O peor todavía: ¿acaso solo los rentistas pueden ser artistas?”.

Archivado en: Arte político Arte
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Libertad de expresión
Arte y política La censura sobre Gaza fue una de las principales amenazas a la libertad de expresión artística en 2024
El informe anual de la organización Freemuse sobre el estado de la libertad de expresión artística en 2024 alerta del incremento de la censura y la persecución en un contexto de guerra e inestabilidad.
Artes gráficas
Andalucía Poevélez: Cuando poesía e imagen mezclan, funden y subliman
La muestra colectiva de diversos artistas del panorama nacional nos presenta ejercicios de poesía visual desde diversas disciplinas como el collage y la fotografía y se puede visitar en la Fundación Eugenio
#27536
10/12/2018 23:12

Llama la atención que no se haya tratado su participación en eventos más alternativos como la Plataforma de Artistas Antifascistas en Vallecas o JACA en El Eko, que es de donde los conozco

0
0
#27506
10/12/2018 18:15

Estuvieron en tal estadio y tal otro. Nos acabamos de enterar. Pero lo otro es arte de galería. Ellos son la leche. Uf. Y Banksy el Che ....

0
2
#27407
9/12/2018 15:43

De-mo-ny-cracia

0
0
#27305
6/12/2018 11:45

Pedazo artículos que os gastais.

Muy inquietante todo, por las muchas caras que se muestran.

Muy interesante. Algún concepto muy complejo muy bien explicado.

Enhorabuena

5
0
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.
Estados Unidos
Estados Unidos “No Kings”: más de 2.000 manifestaciones en EEUU para protestar contra la deriva autoritaria de Trump
Con el nombre de movimiento No Kings (sin reyes), millones de personas están convocadas a manifestarse en todo el país este sábado y enfrentar el desfile militar organizado por Trump el día de su 79 cumpleaños.

Últimas

Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Galicia
TSXG Peritos en el juicio contra la Xunta: la contaminación del embalse de As Conchas es “extremadamente peligrosa”
Siete vecinos, la Asociación de vecinos de As Conchas y la organización de consumidores CECU han demandado a varias administraciones gallegas por presunta mala gestión de una contaminación derivada del exceso de macrogranjas en la comarca de A Limia.
Palestina
Marcha a Gaza Poner el cuerpo contra el genocidio
Miles de activistas de todo el mundo participan en la Marcha a Gaza desde Egipto. Desde el movimiento solidario extremeño con Palestina, una reflexión acerca de la importancia de esta lucha y de su momento histórico.
La madeja
La Madeja Oído/lengua/vientre
El oído que deja de prestar atención a la palabra del amo y se vuelve, inclinado ligeramente hacia abajo, a las que durante siglos callaron y al fin abandonaron la mudez, no será nunca subyugado.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un centro de salud desbordado y con cucarachas y otro pendiente de construir desde hace 22 años
Los vecinos del barrio de Comillas, en Carabanchel Bajo, se han manifestado para reclamar el nuevo centro de salud planificado desde 2003 y cuya parcela ya fue cedida por el Ayuntamiento a la CAM, que no da explicaciones por la paralización.
Centrales nucleares
Cierre de Almaraz Las empresas propietarias de Almaraz no acuerdan una propuesta conjunta para alargar la vida de la central
Solo Iberdrola y Endesa firman la propuesta de alargar la vida de Almaraz trasladada al MITECO. Naturgy se descuelga de la misma y bloquea su viabilidad, al estar la central explotada por las tres energéticas en un régimen de comunidad de bienes.
Más noticias
Israel
Oriente Próximo Israel mata al comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, que prepara “una respuesta contundente”
Israel ha atacado Irán en la madrugada del viernes 13 de junio con bombardeos de unos 200 aviones de combate. La Guardia Revolucionaria iraní ha confirmado la muerte de su comandante, el general Hossein Salamí.

Recomendadas

Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.
Literatura
María Agúndez “El trabajo de limpiadora es muy digno, pero nadie quiere hacerlo”
La escritora retrata en ‘Casas limpias’ las contradicciones de quienes considerándose personas igualitarias y progresistas delegan los cuidados y la limpieza para evitar el conflicto y sostener su comodidad.