Argentina
Por qué hay sectores populares que apoyan a Milei

En las elecciones legislativas del 26 de octubre del 2025, La Libertad Avanza, el partido de Javier Milei, fue la fuerza más votada a nivel nacional. A pesar de la crisis económica, despidos, cierres de empresas, caída de la actividad industrial y familias que se endeudan para comprar alimentos, el oficialismo obtuvo el 40,66% de los votos. El kirchnerismo, con diferentes partidos peronistas aliados, se quedó con el 33,6%.

Mientras en la Cámara de Diputados se renovaron 127 escaños (de un total de 257), en el Senado fueron 24 (de 72). En los dos años de mandato, el Gobierno contó con 37 diputados, y en estas elecciones ponía en juego ocho. Gracias al triunfo, no solo mantuvo ese número, sino que también sumó 56 escaños más. En el Senado, donde no corría peligro de perder ningún escaño, sumó 13. 

Fuerza Patria, el frente kirchnerista, perdió cuatro diputados. Mantuvo 44 de los 48 que ponía en juego. En la Cámara Alta, se quedó con cinco de los 15 senadores que renovaban.

Los resultados sorprendieron tanto al Gobierno nacional como a la oposición, más cuando en las elecciones locales de la provincia de Buenos Aires del 7 de septiembre, el kirchnerismo, encabezado por el gobernador Axel Kicillof, había ganado a La Libertad Avanza por 14 puntos. Además, el país se encuentra en una grave crisis económica. El Centro de Economía Política Argentina (CEPA), relevó que en el primer año y medio del gobierno de Milei hubo más de 250.000 despidos.

“Hay un enojo y un descontento muy fuerte, que no se dimensiona, con la clase política que dirigió los destinos de nuestro país desde 2007 para acá; ese enojo es casi irreconciliable”

En medio de una crisis económica y social, donde el Gobierno responde con ajuste, crueldad y represión, ¿cómo se entiende la victoria de Javier Milei? 

“Hay un enojo y un descontento muy fuerte, que no se dimensiona, con la clase política que dirigió los destinos de nuestro país desde 2007 para acá; ese enojo es casi irreconciliable”. El que habla es Matías Mora Cáceres, politólogo y militante peronista de Villa Fiorito, el barrio donde nació y se crió Diego Armando Maradona. En una entrevista preelectoral, había sentenciado: “Mis amigos en la villa están más mileístas que nunca”.

Ya con los resultados conocidos, donde La Libertad Avanza ganó en 15 de las 24 provincias, este politólogo explica: “Predomina más el enojo con la clase dirigente del peronismo. Hay gente que dice ‘quizás estoy más ajustado ahora, pero yo con lo otro no quiero saber absolutamente nada y me la puedo seguir bancando [aguantando] hasta que el peronismo se renueve’, pero no creo que esa renovación vaya a pasar a corto plazo”.

Quien comparte esta opinión de Mora Cáceres, y también comparte el barrio, es Ricardo Monfilio. Tiene 30 años y trabaja en una metalúrgica hace más de diez: “Es cansancio; el kirchnerismo estuvo mucho tiempo, prometió un montón de cosas que a la larga no pudo solucionar. No sé si necesitaban más tiempo, no sé si no lo querían hacer, no sé si había gente capaz de resolver”. 

Ricardo, o Richard, como lo conocen sus amigos, fue militante peronista durante muchos años: “En mi casa nunca se habló de política, siempre se habló de trabajo y de trabajar, nada más, pero un día llegaron los chicos de la Juventud Peronista al barrio, donde no teníamos agua potable, tendido eléctrico y asfalto, y nos fascinó la política. Empezamos a conocer a Perón, empezamos a ir los festejos, íbamos a las marchas del 24 de marzo [marcha anual en conmemoración de la Memoria, Verdad y Justicia, contra el golpe de Estado de 1976], fuimos a diferentes actos de Cristina [Fernández de Kirchner]. Nos empezamos a meter en la política, a hacer cosas por el barrio. El kirchnerismo era nuestro estandarte, nos sentíamos identificados. Pero eso hoy ya no pasa, no me siento identificado ni por el kirchnerismo ni por el peronismo”. 

Ante la pregunta sobre cuándo empezó a alejarse del kirchnerismo, Richard puntualiza: “Era una locura que el peronismo presentara a Sergio Massa como presidente [en 2023]. Él, con Alberto [Fernández] y Cristina, fueron responsables de devaluar al 200%. En el último tramo de Gobierno la veníamos pasando re-mal. Fue todo bastante incierto, no sabíamos qué iba a pasar con los trabajos. Como no se estabilizaba nunca el dólar, en la metalúrgica no podíamos comprar chapa. Mi patrón tampoco podía vender porque hoy estaba un precio y mañana estaba otro. También les pasaba a mis amigos que tenían negocios chiquitos. Era todo inestable. El Gobierno de Alberto, Cristina y Massa fue terrorífico, muy malo. Por eso, cuando apareció Milei, lo voté”.

“No estamos dimensionando lo instalado que está Milei. Puede perder la elección de 2027, pero capaz vuelve en 2031 porque logró algo que solo lo había logrado el peronismo”

¿Por qué un joven que militó tantos años en el peronismo decidió apoyar a Javier Milei? Es la pregunta que se les podría hacer a varios, pero el que responde es Richard: “Ya siendo presidente, empieza a controlar el sistema económico y empieza de alguna manera a acomodarse, creo que fue ahí fue donde su imagen empezó a tener más fuerza en el pueblo. Lo mejor que hizo Milei fue frenar la inflación”. 

Inflación es la palabra clave. A lo largo de estos dos años de Gobierno, Javier Milei insiste que, gracias al ajuste realizado durante su gestión, evitó una hiperinflación “del 15.000% anual”. Diferentes organismos y economistas rechazaron este dato, y explicaron que el Gobierno anualizó los datos de la inflación de diciembre de 2023, que fue del 25,5%, producto de la propia devaluación que llevó a cabo el Gobierno entrante. Hasta el mismo Fondo Monetario Internacional, uno de los actuales aliados principales del gobierno de Milei, desmintió la “hiperinflación”. En octubre de 2023, proyectó que la inflación de 2024 sería del 69,5%.

A pesar de la falacia de evitar una hiperinflación, el Gobierno de Javier Milei logró desacelerar la escalada de los precios. “Nos podemos sentar a debatir si hacen las cosas bien o si hacen las cosas mal, pero económicamente está todo más estable que en el último año de Massa como ministro de Economía”, afirma Richard.

También Iván, un joven de 24 años, afirma que “la estabilidad de precios” ayudó a que volviera a ganar el Gobierno de Javier Milei: “Trabajo con tela, hace un año que tengo la misma lista de precios. Antes los proveedores cambiaban todo cada tres días, o directamente frenaban ventas porque no sabían qué iba a pasar con el dólar. Hoy eso no pasa. Eso para mí es un indicador directo, tangible, del cambio”.

En comparación con Richard, Iván no tiene una historia política, pero también votó al partido de Milei en 2023 y 2025: “En estas elecciones no sabía quién iba a ganar exactamente, pero yo no quería volver atrás. Era importante seguir un camino de cambio y no volver a modelos que ya demostraron lo que generan. Fueron los únicos que pudieron mostrar en un formato claro y simple lo que realmente estaba pasando con la inflación, la pobreza, los planes sociales, y la destrucción de valor que venía pasando hace años. Mi foco está todo el día en trabajar, crecer y construir. No soy un fanático de la política, y tengo épocas donde me interesa mucho y otras donde me desconecto. Pero eso no es falta de interés: es que priorizo trabajar. Creo profundamente en que si uno actúa, si uno produce, si uno crea valor, eso vuelve. No me quedo esperando que el Gobierno me resuelva la vida”. 

Más allá de la política, cuando a Iván se lo consulta por el ajuste en diferentes áreas como a los jubilados, él replica: “Creo que hay una confusión general. El problema de los jubilados no es de ahora, es de administración y corrupción estructural de muchos años. No se puede pretender que un gobierno que lleva dos años solucione décadas de desastre en un minuto. Hay decisiones que llevan tiempo, y creo que este Gobierno es más responsable en no prometer algo inviable solo para sumar votos rápido. Yo prefiero ver un plan a largo plazo, no un parche momentáneo que rompe todo”.

El politólogo Matías Mora Cáceres explica de dónde provienen varios de los militantes de La Libertad Avanza y por qué se diferencia de otras expresiones de derecha: “En el armado libertario hay mucho exmilitante de la izquierda, del kirchnerismo y del peronismo, que ven en Milei una figura, un líder mesiánico. A diferencia del macrismo, tenés una base muy sólida de militancia. Mauricio Macri no tenía militantes, tenía gente que era adepta y que lo bancaba y punto. Acá vos tenés gente que en su casa tiene un sticker de Milei en el termo. No estamos dimensionando lo instalado que está Milei. Puede perder la elección de 2027, pero capaz vuelve en 2031 porque logró algo que solo lo había logrado el peronismo”.

Más allá del “voto duro”, hay simpatizantes del oficialismo que no comparten ni toda su ideología política ni todas sus políticas públicas. Así lo define Mora Cáceres: “Muchos no están de acuerdo con que hay que pegarle a los jubilados, o el desfinanciamiento de las universidades, pero es parte de la trampa de la velocidad y lo ínfimo de las redes sociales. Hay cosas que no terminan de conectar, pero no es un problema porque sean poco inteligentes, sino porque muchas veces no asocian cosas. Es como cuando dicen que en el peronismo somos todos negros, villeros, choriplaneros, y la realidad es que en el peronismo hay más intelectuales que sectores populares. Sí asocian, por ejemplo, que en la universidad vive la gente de la política, eso sí le parece que está bien, que hay que recortar el Estado. Pero toda otra subestimación es parte del progresismo que está dentro del peronismo, la de ‘son todos unos imbéciles sus votantes’. 

“Hay una desconexión de la sociedad con la política y hay una desconexión de la política con la sociedad. Es así, inversamente proporcional”, dice Matías Mora Cáceres, politólogo y militante peronista de Villa Fiorito

Mora Cáceres duda de las posibilidades de que el peronismo pueda volver a dirigir el país en el corto plazo: “Hay una desconexión de la sociedad con la política y hay una desconexión de la política con la sociedad. Es así, inversamente proporcional. ¿Qué es lo que puede llegar a conectar? No sé, los intendentes, los referentes barriales, los movimientos sociales. A priori, que la política le resuelva los problemas cotidianos. Difícilmente sea hacerlo siendo opositor. Tuvimos la oportunidad de hacerlo siendo gobierno, no lo hicimos, por eso el fracaso, por eso perdimos. Lo que hay que construir es una propuesta que proyecte eso, ‘con nosotros vas a vivir mejor, vas a tener más tiempo libre, vas a poder irte de viaje, vas a poder cambiar el auto, tus hijos van a poder ir a la escuela, a la universidad’. El otro día hablaba con una compañera militante y me decía ‘no lo puedo entender, votan como el orto’. Le pregunto: ‘¿Vos hablás o tenés amigos que hayan votado a La Libertad Avanza?’. ‘No, ni los pienso tener’, me responde. Y, bueno, ahí está el problema. Así, como ella, piensan los dirigentes del peronismo. Si vos querés ganar la elección, tenés que ser mayoría. Y para ser mayoría tenés que sentarte y convencer. No se hace política esperando que vengan a pedirte ‘por favor’ de rodillas”.