La profesión y los cuidados

El pasado 4 de mayo, tras unas elecciones regionales en una comunidad que tiene por capital una villa, un ex vicepresidente del Gobierno que se presentaba encabezando una lista electoral anunciaba el abandono de la política activa.
23 may 2021 18:10

Mucho se ha especulado sobre el motivo de su salida de la vida pública. A mí lo primero que se me ocurrió, debido a mis prejuicios derivados de tener la licenciatura de Ciencias Políticas, fue que el líder de la izquierda partidista del país se iba porque había errado como politólogo. Pablo Iglesias creía, al igual que yo y todos los politólogos, que, con poco más de cuarenta años, estamos completamente trasnochados, que si había un aumento considerable de la participación electoral, el conjunto de las izquierdas ganaría en esas elecciones regionales de la comunidad con capital villana. Situación que no se produjo, por tanto, el joven líder, al equivocarse al predecir el comportamiento electoral, decidió retirarse de la primera línea política, a pesar de haber cumplido sus objetivos electorales de partido, sacar más votos y diputados que en los anteriores comicios.

Sin embargo, tras ver los comentarios de los canales de televisión, las radios, los periódicos, los políticos, politólogos, todólogos y gente del entorno, me di cuenta de que casi todos pensaban que el líder se iba porque tenía otra cosa más interesante que hacer, algo que podía estar relacionado con los medios de comunicación. Pablo Iglesias, desde luego, es un auténtico animal mediático, y esta explicación podía ser plausible.

Pero, yo que soy padre de familia antes que cualquier otra cosa, lo que se me ocurre es que Pablo claro que tiene otras cosas que hacer, tiene tres hijos pequeños a los que cuidar junto a su compañera. Compañera que tiene un trabajo, llevar un ministerio, al que hay que dedicar muchas horas y que no hace posible la conciliación familiar y laboral, a no ser que consideremos conciliar a pagar a otro u otra para que cuide tu prole, desde luego un ministro no tiene problemas económicos para pagar a otros las tareas de los cuidados.

Planteé este cuestión a varias personas de mi entorno familiar cercano y la respuesta fue que eso no era posible, ¿cómo Pablo Iglesias iba a dejar la política de primer nivel para dedicarse a cuidar a sus tres hijos pequeños?, que para eso está el dinero. No sé si se piensa lo mismo si el protagonista es una mujer. Me da la sensación de que, a partir de ciertos niveles económicos, la delegación de los cuidados está plenamente asumida. Está claro que para cuidar a la prole no sólo es necesaria la participación de toda la familia, sino también de toda la tribu o comunidad. Pero, la delegación de los cuidados, ¿es algo natural?

Lo de menos en el planteamiento que realizo son los protagonistas de esta historia, pero los he utilizado porque se encuentran en el imaginario colectivo actual.

Creo que es una labor política indispensable plantearse que los cuidados son una labor indispensable en la vida, mucho más allá de otras materias que la pueden realizar profesionales de diferentes sectores: fontaneros, electricistas, pintores... Pero, no existe la profesión de padre o madre, eso es algo que va mucho más allá de unos estudios, unos conocimientos o unas competencias.

No existe la profesión de padre o madre, eso es algo que va mucho más allá de unos estudios, unos conocimientos o unas competencias.

Se ha abierto el debate sobre la violencia de género, gracias a la aparición de personajes públicos y se está extendiendo la idea de que un buen posicionamiento económico no libra a las mujeres de sufrir violencia por parte de sus parejas.

Quizá sea necesario que entre en la agenda pública la necesidad de poner los cuidados de la prole por encima de las aspiraciones profesionales y laborales. Hay colectivos que lo están haciendo, como PETRA Maternidades Feministas, pero queda un largo camino por andar. Si por encima de todo están nuestros hijos e hijas, ¿por qué nos cuesta tanto priorizar sus cuidados, incluso en nuestro esquema mental?

Sobre este blog
Alkimia es un espacio de reflexión donde miembros o personas afines al Anarcosindicalismo dan su punto de vista sobre temas de interés general. En una sociedad en la que los medios de desinformación moldean la realidad al antojo de los poderes económicos y políticos, cualquier nueva vía de contrainformación se hace necesaria para lograr que se pueda conocer la realidad de la vida cotidiana de las personas a la vez que pueda servir para su transformación.
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