Garamendi: trabajar poco y cobrar muchísimo

Por mucho que organismos y expertos internacionales reconozcan la buena marcha de la economía española y la alta rentabilidad de sus empresas, la banca y la patronal de la piel de toro no cejan de insistir en acusar a sus empleados de trabajar poco y sin ganas.
Garamendi Fátima Báñez CEOE
13 oct 2025 14:06

De todos los presidentes que ha tenido la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ninguno se ha distinguido por su apego al trabajo físico, a ese duro ejercicio al que están sometidos millones de personas que dejan su vida a mayor gloria y más capital de las empresas adheridas a la gran federación patronal. De hecho, la mayoría ni siquiera procedían de ese sector de empresarios que están todos los días al pie del cañón, intentando que sus pymes salgan adelante y puedan pagar salarios, impuestos y facturas todos los meses. Más que de empresarios su vocación es de dirigentes del empresariado.

Para no repasar la vida y milagros de todos los gerifaltes de la patronal española nos vamos a centrar en el actual presidente, en el huraño Antonio Garamendi, que cada vez que habla es para exigir más esfuerzo y sacrificios a los trabajadores. En contra del falso tópico que habla de estos personajes resaltando que se han hecho a sí mismos y han levantado un imperio de la nada, en el caso de Garamendi ha sido su buena estrella la que ha guiado tan fulgurante carrera.

Y es que hasta para nacer tuvo suerte, porque lo hizo en Getxo -en la margen derecha de la ría de Bilbao- donde nacen los ricos; de haber venido al mundo en la margen izquierda, por ejemplo en Barakaldo, lo habría hecho en el seno de una familia de clase trabajadora. La cuna marca, ya lo creo. Su padre fue presidente de la naviera Marítima del Nervión y consejero de otras empresas. Pero es que su abuelo y su tatarabuelo fueron destacados arquitectos que construyeron las elegantes mansiones que jalonan la playa de las Arenas.

Con ese elitista entorno no es extrañar que el chico se licenciara en derecho por la Universidad de Deusto y que se dedicara con éxito al mundo de la empresa, primero en los negocios familiares y a continuación en los consejos de administración de las más prestigiosas corporaciones del parqué bursátil. Pero su verdadera vocación ha sido encabezar organizaciones empresariales hasta acabar en la cima de la CEOE.

Su verdadera vocación ha sido encabezar organizaciones empresariales hasta acabar en la cima de la CEOE.

Lejos de seguir la costumbre de sus predecesores, que cobraban por su cargo a la organización patronal mediante facturas como autónomos, Antonio Garamendi cambió el estatus de la presidencia para ponerse en la nómina de la organización con un sueldo de unos 400.000 € anuales. Un evidente contraste esa generosidad a la hora de fijar las retribuciones personales frente a la tacañería de que hace gala cuando negocia las subidas salariales de los trabajadores.

Bajo su batuta la CEOE se ha situado en una posición de intransigencia ante unos sindicatos mayoritarios que si por algo se distinguen es por su moderación en las demandas y por su infinita paciencia en las negociaciones. Pero ni por esas; Garamendi no quiere oír hablar de reducir la jornada laboral (algo que en toda la UE se viene realizando desde hace años) o de subir los salarios al mismo ritmo que los precios de alimentación, vivienda o energía.

No conforme con ser un hueso duro de roer en la mesa de negociación, el portavoz de los empresarios se descuelga muy a menudo con declaraciones ofensivas para cualquier persona que sepa lo que es vivir de un jornal. No hace mucho se atrevió a comparar la poca vocación que achaca a los obreros con el esfuerzo y los largos entrenamientos a que se someten Carlos Alcaraz y el resto de los deportistas de elite.

De haber trabajado en un curro de verdad, pongamos una obra, un invernadero o una cadena de montaje, este y otros personajes de su catadura no serían tan frívolos como para menospreciar a quienes cada día durante ocho horas (y muchas veces más) se dedican a producir la riqueza de la que luego solo perciben una ínfima parte.

El resto, la parte del león, se va para la casta de Garamendi y los que como él viven del sudor ajeno. Y no es hablar por hablar, puesto que en 2024 los directivos de las empresas del Ibex 35 cobraron como 55 veces el salario medio de sus empleados.

Sobre este blog
Alkimia es un espacio de reflexión donde miembros o personas afines al Anarcosindicalismo dan su punto de vista sobre temas de interés general. En una sociedad en la que los medios de desinformación moldean la realidad al antojo de los poderes económicos y políticos, cualquier nueva vía de contrainformación se hace necesaria para lograr que se pueda conocer la realidad de la vida cotidiana de las personas a la vez que pueda servir para su transformación.
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