Gestación subrogada
Gestación subrogada, neoliberalismo y cuidados: bioeconomías en expansión

Pensar y debatir sobre la participación de terceras personas en lo reproductivo es necesario, ¿cuál es el papel que queremos que tenga el mercado en los nuevos modelos?

Ovocito para ICSI
Ovocito para ICSI - Foto de ZEISS Microscopy // https://www.flickr.com/photos/zeissmicro/27771482282/
18 dic 2017 20:50

A veces nos falta contexto al pensar: planteamos preguntas demasiado amplias e imprecisas (¿a favor? ¿en contra?) y, encima, las respondemos a trazo grueso, como absolutos, como si las situaciones y las personas flotasen en el aire, como si no existiese un contexto múltiple pero clave. Llevamos ya un tiempo dándole vueltas al debate sobre la gestación subrogada y nos quedan muchas que darle, juntas. Aquí vuelco algunas ideas a modo de "contexto" en línea con las presentadas en dos encuentros sobre "gestación subrogada", uno primero dentro del marco del Orgullo Crítico 2017 (aquí el audio) y un segundo debate que desde las Jornadas Transmaribibollo y junto con la UNEDI, hicimos a principios de este mes en el CS La Ingobernable. Ambos fueron junto a Martu (como este artículo) y en los dos hubo mucho debate posterior, que, espero, también pueda producirse en este formato.

Intentando no caer en un "a favor" o "en contra" genérico, sí podemos tener posiciones fuertes sobre la necesidad de poner coto a la mercantilización de todo, incluido el cuerpo, el material y los procesos biológicos, los cuidados. Sí sobre la necesidad individual y colectiva de afrontar los límites (de la vida, del deseo, de los cuerpos). Detrás de muchos debates o formas de pensar la gestación subrogada o los vientres de alquiler se está ocultando un debate mucho mayor y potente, mucho más interesante y vivo: ¿Qué reproducción queremos?, ¿qué vida(s)?, ¿qué parentesco? Hablar de gestación subrogada es necesario ahora, pero no debemos perder de vista esas otras preguntas, cuestiones importantes aunque surgidas hoy como si fuesen menos urgentes. El texto que aquí sigue pretende contribuir a un espacio de debate sobre la gestación por sustitución, para ir poniéndole palabras, contextos, textos, sentires y posicionamientos concretos a algunas de las propuestas que hay encima de la mesa en torno a las bioeconomías reproductivas en la actualidad.

Habitamos un mundo caracterizado por la expansión de lógicas y políticas neoliberales, un mundo marcado por la globalización, la deslocalización, la diferencial regulación de flujos de cosas y personas. En las últimas décadas todo esto ha implicado procesos fuertes de individualización y mercantilización, solo posibles en un marco de desigualdad profunda que se aumenta con -y aumenta la propia lógica de- esa globalización neoliberal. En este contexto surge la gestación por sustitución y no debemos perderlo de vista al pensarla.

Este desarrollo neoliberal, que ha sido en mayor detalle estudiado y mejor contado por muchxs otrxs(1) ha implicado, entre otras cosas, la pérdida del sujeto político común/colectivo y una cada vez mayor incapacidad para identificar lo común de los problemas que nos acechan a cada una en su individualidad, llevándonos a resolverlos parcial y precariamente en ese nivel. Es decir: no somos capaces de agarrar la base común de los problemas que podría dar claves para buscar soluciones más globales, más reales, más compartidas. Pasa en múltiples cuestiones y pasa, también, en el ámbito de la crianza y la reproducción. Para entender y analizar esta dinámica podemos servirnos de los análisis feministas en torno al empleo de hogar y, sobre todo, a las cadenas globales de cuidado, ámbito dentro del cual podríamos quizás incluir algunos mercados reproductivos. En el caso de la crisis de cuidados existe un problema común -la falta de reconocimiento del derecho al cuidado, la ausencia de responsabilidad colectiva por la sostenibilidad de la vida- y a las consecuencias visibles del mismo (falta de cuidados, necesidad de resolver necesidades vitales básicas) se desarrolla una respuesta parcial, limitada y limitante, que ayuda a algunas a resolver en el concreto ciertas necesidades haciendo imposible que todas las resolvamos de igual manera (como se ve en las distintas formas del empleo de hogar). Es decir, se ataja el problema de unas personas en base a la desigualdad de acceso a recursos, generando una mayor desigualdad de acceso, en este caso, a los recursos de cuidados. ¿Nos sirve este ejemplo para pensar en la gestación subrogada e, incluso, en la donación de óvulos? Creo que sí, que nos sirve, en definitiva, para pensar las transferencias de capacidad reproductiva que se han hecho posibles tras sacar la fecundación del cuerpo con la fecundación in vitro, y que se han adaptado a un mundo estratificado y han tomado forma en él. Nos sirve, en concreto, para ver la forma global que
están tomando los tratamientos reproductivos que implican a terceras personas (donaciones de gametos y gestación por sustitución), y para ver la forma concreta que toma en países donde las lógicas de comercialización están teniendo más fuerza, sean o no directamente denominadas así.

En este contexto se están reformulando a una velocidad pasmosa las nociones de libertad y derecho. Se leen hoy desde una idea mercantilizada de ambas, atravesada por el privilegio, que no contempla que si no es para todxs, no es libertad, que si sólo es accesible para unxs cuantxs, no es un derecho sino un privilegio. Sin un sujeto político colectivo claro, el individual “yo” se convierte en el sujeto político de referencia, desde el que se construyen políticas individuales, individualistas, restringidas y que no nos sirven en el marco de la búsqueda de ese delicado equilibrio entre el acceso universal y el reconocimiento singular. ¿Cuál es el sujeto colectivo que puede responder a las preguntas de qué reproducción queremos?, ¿cuál el que puede enfrentar la cuestión de la crianza desde una perspectiva distinta a la de posesión?

Cuando desde el feminismo se habla del derecho de todas al cuidado (pero todas, todas, todas), se señala, por un lado, que no hay una responsabilidad colectiva de sostener la vida, que el acceso al cuidado está estratificado y las vidas de unxs se cuidan, respetan y reconocen más que las de otras. Pero se señala, además, que la base de lo que queremos para nosotras tiene que ser igual para todas: el derecho al cuidado para todas implica saltar por los aires los arreglos que actualmente están resolviendo las necesidades de cuidados de forma asimétrica (donde unas cuidan por tiempo o dinero en detrimento de su autocuidado y del cuidado de los suyos(2)).

Para pensar hoy la bioeconomía de la reproducción resultan clave estas trazas de contexto: el neoliberalismo, el individualismo, la mercantilización de (casi) todo (incluida la sanidad), y la expansión y transformación de las cadenas globales de cuidado. En este contexto podemos ver las bioeconomías y su expansión en las últimas décadas con una luz particular. Dicen algunas autoras que la bioeconomía es un proyecto de expansión de lógicas y políticas neoliberales (3). Si miramos a las relacionadas con los cuerpos de las mujeres, podemos pensar que también expanden un régimen heteronormativo de lectura y valoración diferencial de lo masculino y lo femenino, en particular de las tareas o trabajos feminizados o masculinizados.

La idea de la bioeconomía se utiliza para referenciar a todos esos procesos o materiales biológicos que, en términos generales, son puestos al servicio de la acumulación de capital. En este sentido, los avances en biotecnología y biomedicina han permitido una ampliación de lo que podemos intercambiar (a nivel biológico o corporal). En este marco, una de las preguntas políticas fundamentales que tenemos que hacernos es dónde y cómo limitar ese intercambio. Necesitamos, pues, pensar si los modelos actuales a través de los que hemos pensado nos sirven: venta o donación, trabajo o altruismo. ¿Qué régimen queremos colectivamente que se aplique a la transferencia de sangre?, ¿y a la de embriones?, ¿qué pasa con las células madre?, ¿y los órganos?, ¿y los ensayos clínicos? Y ahí, con una idea un poco más clara de todo esto, sí pensar, discutir y dar vueltas en torno a estas otras preguntas: ¿qué significa gestar para una misma?, ¿y para otrxs?, ¿qué modelos sociopolíticos queremos para los nuevos intercambios posibles biomédicamente?, ¿cómo y dónde establecemos los límites del mercado reproductivo?

Resulta, por último, importante pensar las bioeconomías de la reproducción sin perder de vista que estas forman mercados en torno a un binarismo sexual que refuerzan con su existencia. Que son mercados generados en torno a tareas feminizadas, reproductivas, de cuidados. Esto hace que sean bioeconomías distintas a las que se dan en torno a las células madre o las semillas (más caracterizadas, quizás, por su financiarización): estas bioeconomías mercantilizan cuestiones íntimas y lo hacen aprovechando un sistema económico que se sostiene sobre la invisibilidad de ciertas tareas como trabajo y mediante la valorización de las tareas o funciones masculinizadas. Pensemos, pues, la gestación subrogada en el contexto de la expansión del neoliberalismo como algo vinculado a las dinámicas clasistas, individualistas y heteronormativas de resolución (parcial) de los problemas. Pensemos, pues, la gestación subrogada dentro de un marco más grande en el que atrevernos a imaginar otras reproducciones posibles, otras crianzas.


****


(1) Dos ejemplos: Laval y Dardot (La nueva razón del mundo: ensayo sobre la sociedad
neoliberal, 2013 - Barcelona: Gedisa) y Sandra Ezquerra (Acumulación por desposesión, género y crisis en el Estado español, 2012 - Revista de Economía Crítica, 14: 124–147)
(2) Amaia P. Orozco y Silvia L. Gil (Desigualdades a flor de piel: cadenas globales de cuidados. concreciones en el empleo de hogar y políticas públicas. Madrid: ONU Mujeres).
(3) Vincenzo Pavone y Joanna Goven (The Bioeconomy as Political Project: a
Polanyian Analysis, 2015 en Science, Technology & Human Values 40(3): 302–337 y el libro Bioeconomies: Life, technology and capital in the 21st Century, 2017 - Palgrave Macmillan)


Sobre este blog
Hoy, en medio de una de las tantas tormentas de la lluvia ácida del capital, mezclamos voces, deseos y miradas feministas para interrogar la realidad desde otros lugares que no sean el sujeto obrero-blanco-heterosexual-urbano que hace tiempo dejó de representarnos. Aquí nos encontramos amaia orozco, Haizea M. Alvarez, Martu, Sara LF y Silvia L. Gil, partiendo de nuestros cotidianos para conversar entre nosotras y con otras en las fugas y resistencias que visibilizan conflictos y generan otras formas de vida.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Feminismos
June Fernández “Estoy abierta a reconocer modelos en los que haya personas cuyo rol sea gestar”
La periodista June Fernández publica ‘Sueños y vasijas’, un volumen sobre la gestación subrogada que no quiere sacar a nadie de su posición, pero sí sumar elementos para analizarla con perspectiva feminista.
Análisis
Gestación subrogada Ana y los tres (intentos de fraude de ley)
¿Qué consecuencias puede tener la rocambolesca decisión de Ana Obregón para la bebé afectada si la Fiscalía decide tomar medidas y oponerse a su inscripción en el registro civil en los términos solicitados?
Sobre este blog
Hoy, en medio de una de las tantas tormentas de la lluvia ácida del capital, mezclamos voces, deseos y miradas feministas para interrogar la realidad desde otros lugares que no sean el sujeto obrero-blanco-heterosexual-urbano que hace tiempo dejó de representarnos. Aquí nos encontramos amaia orozco, Haizea M. Alvarez, Martu, Sara LF y Silvia L. Gil, partiendo de nuestros cotidianos para conversar entre nosotras y con otras en las fugas y resistencias que visibilizan conflictos y generan otras formas de vida.
Ver todas las entradas
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.

Últimas

Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Más noticias
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.