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Venezuela
Mario Isea, embajador de Venezuela: “Si se oponen a una intervención militar deben actuar en consecuencia”
Mario Isea, embajador de Venezuela en España, denuncia una campaña global de sabotaje a la economía venezolana y el doble discurso que habla de diálogo pero avala una intervención militar.
Fue uno de los diputados constituyentes encargado de redactar la Constitución de 1999 y ejerce como embajador de Venezuela en España desde 2013. Mario Isea Bohórquez recibe a El Salto en la Embajada, unas oficinas en el edificio Eurocentro con vistas privilegiadas al estadio Santiago Bernabéu.
Se muestra cauto en elegir las palabras que describen la tensa relación con el Gobierno español. Una relación que se mantiene de facto, pese a que el presidente español, Pedro Sánchez, reconoció este 4 de febrero a Juan Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela. Según Isea, todas las relaciones entre ambos países se siguen realizando a través de la Embajada y los consulados que él coordina. El embajador en España designado por Juan Guaidó, Antonio Ecarri, no ha obtenido el reconocimiento deseado por el presidente autoproclamado de Venezuela y para el Gobierno de España no pasa de ser un “representante oficial” de Guaidó. Este 7 de marzo, Ecarri anunciaba su intención de recurrir a los tribunales para que el Estado español congele las cuentas y activos de Venezuela en España, entre ellas las oficinas de la Embajada.
“Cada vez que sale una encuesta que muestra cuáles son los principales problemas que le preocupan a las sociedad española, sale a relucir el tema de Venezuela”Mario Isea denuncia una campaña global de sabotaje a la economía venezolana que incluye acaparamiento, “inflación inducida”, “secuestro” de fondos y activos en el exterior y, más recientemente, un “ataque” directo —según palabras del Gobierno venezolano— al suministro eléctrico. El embajador de Venezuela en España denuncia el doble discurso y el “cinismo” de algunos países: “Los gobiernos no pueden ponerse de perfil y mantener un discurso de que se promueve la paz y el diálogo, pero se hace la vista gorda mientras Estados Unidos y Colombia hacen el trabajo sucio, provocando en la frontera, buscando un incidente que genere una confrontación entre hermanos o promoviendo una supuesta situación de alarma para tratar de buscar una excusa para una intervención militar”.
Cada vez que se habla de Venezuela en España se hace como si fuera un tema de política nacional, ¿a qué cree que se debe?
Es un expediente al que vienen recurriendo, y no solo en España. Esto pasó con [Mauricio] Macri en Argentina, eso pasaba con [Juan Manuel] Santos y pasa con [Iván] Duque en Colombia, pasa en Perú, donde hay una cadena de presidentes corruptos —el ‘cholo’ [Alejandro] Toledo, Alán García, [Pedro Pablo] Kuczynski— cuyo tema siempre fue Venezuela, y terminaron siendo grandes corruptos que fundaron el Grupo de Lima, junto con el patrocinio aquí en España del señor Felipe González. Un cartel de presidentes cuyo propósito es burlar las necesidades de quorum en la OEA [Organización de Estados Americanos].
Venezuela no es clave electoral solo en España, sino que lo usa [Donald] Trump, lo usa Bolsonaro, para distraer de las atrocidades que cometen en sus propios países. En Brasil, por ejemplo, el atropello que se hizo a la democracia con la destitución de Dilma Rousseff, del encarcelamiento ilegal de Lula para eliminarlo como candidato presidencial. En el caso de Argentina, la gente está en la calle protestando por los recortes…
Y en el caso de España, ¿cuál es la atrocidad?
Y en el caso de España, nosotros hemos mostrado que cada vez que hay elecciones, cada vez que hay un tema álgido, un debate, cada que sale una encuesta que muestra cuáles son los principales problemas que le preocupan a las sociedad española, sale a relucir el tema de Venezuela. En lugar de debatir cómo se puede encarar la regeneración, cómo terminar con la corrupción que ha minado las bases de un partido tan importante como es el PP, sacan el tema de Venezuela. Sacar una bandera roja, un trapo rojo, permite obviar los problemas, sin mirar, por ejemplo, lo que está pasando en otros países de América Latina. Honduras se atreve a decirnos que nos envía ayuda humanitaria cuando hay una caravana de migrantes de hondureños que avanza hacia EE UU.
¿Qué explicación tiene que un Gobierno teóricamente progresista en Europa como el de Pedro Sánchez se alinee con las opciones de la extrema derecha en Venezuela?
Creo que hay una lectura equivocada de la situación en Venezuela que viene siendo alimentada desde hace muchos años, favorecida por la derecha española, que sacaba rédito electoral de eso. Nosotros veíamos con beneplácito que el Gobierno del señor Sánchez se planteaba una diferencia importante: priorizar el diálogo, la búsqueda de salidas pacíficas e hizo una propuesta en el seno de la UE hacia el diálogo y esbozó la idea del grupo de contacto, y cuando a ese debate se van sumando países, y México, Uruguay, Bolivia y la comunidad de países del Caribe se distancian del Grupo de Lima y plantean un mecanismo distinto, el mecanismo de Montevideo, en ese momento nosotros esperábamos que el Gobierno español sacase rédito de que la política del diálogo se estaba abriendo paso, pero extrañamente se autoproclama el señor Guaidó, Estados Unidos lo reconoce y España hace lo mismo. Yo creo que eso ha sido un error.
“Cuando uno observa los acontecimientos, registra que todas las relaciones diplomáticas y consulares entre Venezuela y España se realizan a través de nuestra Embajada y nuestro consulado”Decía en una entrevista reciente que usted no ha sido nombrado embajador en Twitter, en referencia a Antonio Ecarri, embajador en España designado por Juan Guaidó. ¿Hasta qué punto todo esto que ha ocurrido desde el 23 de enero se ha quedado en el terreno de lo simbólico?
Cuando uno observa los acontecimientos, registra que todas las relaciones diplomáticas y consulares entre Venezuela y España se realizan a través de nuestra Embajada y nuestro consulado. Tenemos cinco consulados acreditados en España que están funcionando en su plenitud de funciones. Por otro lado, las propias autoridades españolas han dicho que hay una relación con el Estado venezolano y que quien ejerce las funciones en el Estado venezolano es el Gobierno de Maduro y su equipo. Es un hecho real. Hay un intento mediático por mostrar un liderazgo que no se expresa en hechos reales. Primero porque no tiene legitimidad el señor Guaidó. Y, en segundo lugar, porque no tiene seguimiento del pueblo venezolano. Lo más reciente, su retorno a Venezuela después de protagonizar un show en la frontera, con la simulación de la ayuda humanitaria. ¿Qué clase de presidente tiene que ir a una taquilla como cualquier ciudadano a mostrar su pasaporte para ingresar en el país?
Se trataba de crear la imagen de que iba a ser agredido, de que corría riesgo y peligro, pero no lo estaba persiguiendo nadie, no lo acosó nadie. Entró como cualquiera y luego se reunió con un conjunto de seguidores en algún lugar de Caracas. No hay ningún liderazgo, nadie le fue a recibir al aeropuerto, más allá de un grupo de embajadores que lamentablemente se prestó a ello.
El Gobierno de España reconoció a Guaidó y hace poco el ministro Borrell decía que no apoyaría una intervención militar… y ahora mismo la única opción de que Guaidó pueda ejercer como presidente es con una intervención militar. ¿Cómo se come esa incoherencia?
Creo que hubo precipitación reconociendo a una persona que no tenía legitimidad. Recuerdo la frase textual que se utilizó: su “horizonte” era convocar elecciones en 30 días. Bueno, no hay ninguna convocatoria de elecciones. No hay ejercicio real de Gobierno. Si se está opuesto a una intervención militar debe actuarse en consecuencia y facilitar el diálogo, los gobiernos no pueden ponerse de perfil y mantener un discurso de que se promueve la paz y el diálogo, pero se hace la vista gorda mientras EE UU y Colombia hacen el trabajo sucio, provocando en la frontera, buscando un incidente que genere una confrontación entre hermanos o promoviendo una supuesta situación de alarma para tratar de buscar una excusa para una intervención militar. Esa excusa no la van a conseguir, porque el pueblo venezolano y el Gobierno venezolano han aprendido.
“Los gobiernos no pueden hacer la vista gorda mientras EE UU y Colombia provocan en la frontera, buscan un incidente que genere una confrontación entre hermanos o buscan una excusa para una intervención militar”El Gobierno español reconoce a Guaidó como presidente, pero luego cuando Guaidó nombra a su propio embajador en España, Antonio Ecarri, el Gobierno español se niega a reconocerlo. ¿Hay una marcha atrás o un reconocimiento de ese error?
Yo soy un embajador nombrado en función de lo establecido en el derecho diplomático reconocido mundialmente, la Convención de Viena, pasando por todos los requisitos de ley dentro del país y del derecho internacional. No es así en el caso de un representante designado por alguien que no tiene competencias para hacerlo. Y en el caso de que tuviera legitimidad, lo que le han reconocido es una competencia para convocar elecciones en 30 días, algo que no hizo. Ni siquiera cumplió ese cometido ilegítimo, de forma que cualquier acto que esté realizando el señor Guaidó como presidente es ilegítimo, es ilegal y no tiene ningún efecto.
En el caso de que Guaidó convocara elecciones es poco probable que el Gobierno de Maduro las aceptara…
No hay ninguna voluntad de convocar elecciones. El presidente Maduro le retó a que las convocara. El señor que está ahí es un títere y no pretende convocar elecciones. Su pretensión es establecer un Gobierno provisional de facto con una provisionalidad que no está acotada en el tiempo para desmontar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para desmontar los programas sociales, entregar las reservas petroleras de Venezuela a transnacionales del petróleo, entregar concesiones de oro, diamantes, coltán, nuestra biodiversidad, desmontar la gratuidad de la educación pública, la gratuidad de la sanidad pública... De eso se trata, al estilo Temer.
“Aquí cabe una reflexión global, no solo sobre las equivocaciones en el tratamiento del caso venezolano, sino sobre cómo se ha hecho la vista gorda con verdaderas crisis humanitarias que han durado décadas, como en el caso de Colombia”De modo que aquí cabe una reflexión global, no solo sobre las equivocaciones en el tratamiento del caso venezolano, sino sobre cómo se ha hecho la vista gorda con verdaderas crisis humanitarias que han durado décadas, como en el caso de Colombia: ¿cuántos colombianos tuvieron como huir a Venezuela, refugiados por la guerra? Quien está detrás de todo esto son las mismas fuerzas que están detrás del uribismo paramilitar en Colombia. No les interesa la democracia, lo que les interesa es controlar de facto los recursos naturales. Es EE UU intentando reconquistar su patio trasero. A EE UU no le importan para nada —lo han dicho con mucha claridad grandes personajes y personeros del mundo— los derechos humanos, la democracia. EE UU no tiene sino intereses.
Antes comentaba que la Embajada y los consulados de Venezuela en España están operativos, ¿cuáles son las funciones que realizan en el día a día?
La Embajada tiene a su cargo las relaciones bilaterales entre ambos países en todos los aspectos, con todas las instituciones del Estado. Y hay trámites rutinarios que se hacen a través de la Embajada y el Ministerio de Asuntos Exteriores, y esos están fluyendo. Todos los trámites de los ciudadanos venezolanos, que tienen que ver con su registro, que tienen que ver con su tramitación de pasaporte, se hacen en los consulados.
Es decir, ¿hay una colaboración cotidiana entre las instituciones españolas y la Embajada venezolana?
Hay una relación permanente en términos institucionales, de Estado a Estado, a través de esta Embajada. No hay otra Embajada de Venezuela en España que no sea esta.
¿Ha recibido algún tipo de notificación oficial sobre el desconocimiento de su figura como embajador?
No hay ninguna notificación. En medios hay especulaciones, decires, declaraciones de particulares, políticos, que tienen su intención, su interés… pero, oficialmente, el único embajador de Venezuela ante el reino de España soy yo.
No es la primera vez que hay un intento de forzar un cambio de Gobierno con apoyo exterior. ¿Qué diferencia este caso de los anteriores?
En el golpe de Estado de 2002, que fue apoyado por George W. Bush y José María Aznar, no se tenía claridad de cuán comprometida estaban las fuerzas armadas. Allí se evidenció que no se parecen en nada a los carabineros de Pinochet. Tienen extracción popular y mucha conciencia, mucho apego a la Constitución, a mantener la democracia y la defensa de la soberanía. Se asumen como bolivarianos por eso.
Aparte de ello, en esa oportunidad, las fuerzas que estaban detrás del golpe tenían a su favor el control de Petróleos de Venezuela, e inmediatamente después llevaron adelante un sabotaje de la industria petrolera. Eso es importante en la actualidad, porque evidencia que hay una guerra económica que no ha cesado. No es que haya una guerra económica a partir de la llegada al Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Esa guerra económica comenzó con la llegada del presidente Chávez, con el acaparamiento, el contrabando de extracción, la especulación con la moneda, herramientas de sabotaje que se han ido incrementando con el tiempo y se intensifican en distintos momentos.
“Se trata de bloquearnos y sancionarnos permanentemente para que el Gobierno venezolano no tenga recursos para afrontar la dificultades económicas provocadas por el propio sabotaje, por el propio bloqueo que ellos mismos generan. Es un discurso cínico, ¿no?”
La doctora Pascualina Curzio ha analizado cómo se mueve la presión de la inflación inducida en los periodos preelectorales y en cada ofensiva violenta de la derecha con apoyo internacional. En esta oportunidad estamos en presencia de una prolongada guerra global que combina distintas fórmulas de ataque, guerra asimétrica, guerra de cuarta generación, aunque diría que es más bien de quinta o sexta generación, porque se combina toda una ofensiva política con amenazas de guerra con sabotaje económico, que pasa por bloqueo financiero, pasa por secuestro de recursos —nuestras reservas en oro en Reino Unido, por ejemplo, o dinero que hemos consignado para comprar medicamentos y alimentos, sencillamente es decomisado o congelado en algún lugar de la institución que tiene la responsabilidad de llevar adelante la transacción financiera—. Cerca de 30.000 millones de dólares —entre cuentas congeladas, activos congelados, dinero secuestrado, reservas internacionales— están ahora impedidos de ser usados por el Gobierno venezolano para resolver los problemas del país.
Se trata de bloquearnos y sancionarnos permanentemente para que el Gobierno venezolano no tenga recursos para afrontar la dificultades económicas provocadas por el propio sabotaje, por el propio bloqueo que ellos mismos generan. Es un discurso cínico, ¿no?
“Tuvimos problemas serios de corrupción, que trataron de ser combatidos a través del poder público correspondiente. Ahora se están ventilando de manera abierta los casos, que tanto daño hacen a cualquier proceso”¿Qué errores se han cometido desde el Gobierno venezolano que han llevado al aumento de la corrupción o de los índices de pobreza en los últimos años?
Nuestro Gobierno, desde la época de Chávez, ha hecho ejercicio de la autocrítica. Chávez se criticaba en público y criticaba a sus ministros, les llamaba la atención en público en su programa Aló Presidente en vivo, delante de todo el pueblo venezolano, y Maduro mantiene esa tónica. Tuvimos problemas serios de corrupción, que trataron de ser combatidos a través del poder público correspondiente. Ahora se están ventilando de manera abierta los casos, que tanto daño hacen a cualquier proceso. Y puede haber otras cosas que se podrían haber hecho mejor. Pero la razón fundamental de las dificultades económicas de Venezuela es la guerra económica, es la especulación con la moneda, una hiperinflación inducida, con mucha complicidad del Gobierno colombiano y del Gobierno de EE UU, entre otros. Nosotros, con mucho sacrificio, estamos intentando zafarnos de la dependencia del dólar. Porque esa dependencia ha creado una economía deficitaria en el mundo que tributa al monopolio financiero. Hay una máquina de hacer billetes, y que tiene la deuda interna más alta del planeta, pero ¿quién se la va a cobrar? En el fondo, su valedor son los misiles, su capacidad nuclear.
“No es un paraíso. Venezuela no es la perfección. Hay ineficiencias, hay limitaciones, como las hay en todos los países. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pero en Venezuela, el mayor pecado es el petróleo”Desde diversos sectores, también desde la izquierda del chavismo, se ha criticado la creación de una élite del proceso bolivariano a la que llaman “boliburguesía”, que se aprovecha de su cercanía con el poder y se ha enriquecido gracias a los negocios petroleros.
Se ha tratado de desprestigiar a la clase dirigente del país desde que llegó Chávez. Según eso, Chávez sería multimillonario, y yo también. Cualquiera de nosotros. Se han inventado incluso carteles de droga que no existen, que no están en ningún estudio serio. Han tratado de decir que Venezuela es un narcoestado. El Plan Colombia le dio 19.600 millones de dólares a Colombia para combatir el cultivo y tráfico de cocaína, y los resultados revelan que en esos años crecieron las hectáreas sembradas de coca y crecieron las toneladas de cocaína exportada hacia los EE UU. Los dos gobiernos que soportan más la producción y el consumo de cocaína en el mundo nos acusan a nosotros y nos quieren invadir. No es un paraíso. Venezuela no es la perfección. Hay ineficiencias, hay limitaciones, como las hay en todos los países. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pero en Venezuela, el mayor pecado es el petróleo, las reservas de otros minerales, es su situación geográfica.
“La maldición de la riqueza” la llaman.
No debería estar maldita la riqueza si se puede utilizar en beneficios de todos. Nosotros hemos dado un gran ejemplo al mundo con Petrocaribe, a través del que aportamos petróleo a los países del Caribe con facilidades de pago, y que pueden devolver con intercambios, por ejemplo, Cuba puede pagar con médicos o medicamentos, Nicaragua con alimentos… Incluso República Dominicana nos pagaba con acero para hacer vivienda. Eso no les gusta a los que creen que la integración se debe hacer en términos mercantiles. Nosotros tenemos un concepto de la solidaridad, la energía, la riqueza debe redistribuirse de manera que se creen condiciones para que todos tengan igualdad de oportunidades. Las leyes dicen que todos somos iguales ante la ley, ante Dios, pero cuando vamos a lo material, no tienen escuela los pobres, no tienen sanidad pública, no tienen acceso a la vivienda. ¿Cómo es posible que aquí [en España] todavía exista el desahucio, cosa tan inmoral y que se nos pretenda dar a nosotros lecciones de derechos humanos? En Venezuela no hay desahucios, a nadie le quitan una vivienda y lo dejan en la calle con sus hijos, pagando una deuda. Aquí no hay dación de pago. Eso, ¿a quién favorece? A la banca. Porque lamentablemente lo que está detrás de esto es el control del aparato industrial y financiero de los EE UU y de otras potencias que reivindican el colonialismo y el imperialismo como práctica.
“Por supuesto, otro Simón Bolívar no hemos tenido. Y Maduro no es Chávez II. Maduro es Maduro. Pero no es por casualidad que el presidente Chávez delegó en Nicolás la opción de ser electo por el pueblo venezolano”La construcción de proceso bolivariano se centró en el hiperliderazgo de Chávez. Los peores años del proceso, los de mayor conflicto, son los posteriores a su muerte. ¿Cuánto cree que influyó la desaparición de Chávez en la actual crisis venezolana?
EE UU siempre ha planteado, cuando pretende cercenar un proceso de transformación de un pueblo, que bastaría con liquidar al líder. Eso se planteó varias veces con Cuba. Se intentó matar a Fidel varias veces. Finalmente murió, pero el pueblo cubano está de pie ahí con su revolución, a su manera, haciendo las cosas como los cubanos creen que las deben hacer. Están cambiando su Constitución, la aprobaron en un referéndum. En el caso de Venezuela, hubo varios intentos frustrados de magnicidio —contra Maduro hubo uno el año pasado—, y se ha demostrado que el liderazgo de Chávez sembró. Por supuesto, otro Simón Bolívar no hemos tenido. Y Maduro no es Chávez II. Maduro es Maduro. Pero no es por casualidad que el presidente Chávez delegó en Nicolás la opción de ser electo por el pueblo venezolano, porque tuvo que ir a las elecciones dos veces y las ganó las dos.
Cuando falló el paro petrolero se dieron cuenta de que no podían hacerlo de la misma manera, entonces inundaron el mercado de petróleo para abaratar los precios, aprovechando el fracking y la sobreproducción de Arabia Saudí para atacar a Venezuela, a Brasil, a Ecuador, a Rusia. En paralelo, EE UU nos declara “amenaza inusual y extraordinaria”, nos bloquean las transacciones financieras, las operaciones de deuda, a pesar de que todos los compromisos los pagamos puntualmente, y nos aumentan el riesgo país, para que no podamos contratar préstamos a bajo interés. Entonces nos cuesta reponer los equipos para mantener la producción petrolera, los bienes de capital para la industria, es un sabotaje integral.
“Debería llamar a la atención y servir de reflexión a todos los demócratas del mundo que quienes están dirigiendo la orquesta sean nada más y nada menos que Donald Trump y Bolsonaro. ¡Aquí se le tiene pánico a la ultraderecha fascista! ¡Y Bolsonaro ¿qué es?! Es un eje terrible”
Sin embargo, estamos demostrando, como Cuba en su periodo especial, que somos capaces de adaptarnos como pueblo, como país, como Gobierno, y tirar palante como dicen aquí. Nadie se esperaba que el Gobierno bolivariano sin Chávez resistiera con todo el ataque que ha sufrido su economía, todo el ataque político… Debería llamar a la atención y servir de reflexión a todos los demócratas del mundo que quienes están dirigiendo la orquesta sean nada más y nada menos que Donald Trump —que está acabando con el multilateralismo, que sacó a EE UU del acuerdo de París, que acabó con el acuerdo con Irán en términos de seguridad nuclear— y Bolsonaro… ¡Aquí se le tiene pánico a la ultraderecha fascista! ¡Y Bolsonaro ¿qué es?! Es un eje terrible: Trump, Bolsonaro y el uribismo paramilitar de Duque... ese es el eje que está dirigiendo todo esto.
¿Cómo se sale de esta crisis?
Cuando México se pronunció con Uruguay, con Bolivia, con el Caricom [la comunidad de países del Caribe], también el secretario general de la ONU planteó que la salida debía ser pacífica, se opuso a cualquier intervención y sostuvo que debería haber diálogo… Incluso la propuesta del Vaticano es que las dos partes se pongan de acuerdo… Hay condiciones para un diálogo. Pero hay actores que tienen que asumirlo conjuntamente con nosotros. Vamos a restablecer las condiciones para el diálogo, vamos a asumirlo. Como cantaba John Lennon, vamos a darle una oportunidad a la paz y al diálogo.
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Sr. Isea uno mas del regimen de la dictadura del genocidio contra el pueblo.
Me ha gustado la entrevista por varias razones:
1. Se le dá voz (por fin) a un representante legítimo.
2. Las preguntas son buenas y las respuestas correctas y honestas.
3. Se lee y es totalmente acertado 'Maduro no es Chávez II. Maduro es Maduro. Pero no es por casualidad que el presidente Chávez delegó en Nicolás la opción de ser electo por el pueblo venezolano'... Y añado, el liderazgo de Nicolás Maduro es incuestionable y su fortaleza también, ha soportado, encarado y afrontado una persecución inédita (a veces surrealista)... Y va a salir de pié, con lecciones para extraer y con mucha más fuerza para continuar con el proceso bolivariano. Nicolás Maduro es un gran líder y un dignísimo sucesor de Hugo Chávez, tiene un discurso compacto y cree firmemente en el proyecto bolivariano.