Dos días después de que se cumpliera el aniversario de la catástrofe de la dana, que arrasó con la vida de más de 220 personas en la provincia de Valencia, un grupo de activistas se ha colgado del que fue bautizado como Puente de la Solidaridad, sobre el antiguo cauce del río y la V-30, para reclamar medidas frente a la crisis ecosocial. En la acción, que ocurrió este viernes sobre las 17 horas, han participado activistas de los colectivos https://extinctionrebellion.es/, Rebelión Científica, Arrels del Canvi, Rccoon y Youth Climate Save.
Entre sus reclamos, estos movimientos sociales climáticos han exigido la creación de un Parlamento Climático Ciudadano Permanente y estructuras populares autoorganizadas para encontrar alternativas viables a los problemas causados por la interconexión de crisis ecológica, climática, de biodiversidad y social. Las medidas propuestas bajo el lema ¡Escolteu el poble, escolteu la ciència: Autoorganització i Parlament Ciutadà Climàtic ja! tienen como objetivo “permitir la participación ciudadana en la toma de decisiones de mitigación y adaptación a la crisis climática y encontrar nuevas formas de vivir desde una perspectiva colectiva, decrecentista y basada en la justicia climática”, según han explicado.
Desde estos movimientos han criticado en repetidas ocasiones el Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática que el Gobierno pretende aprobar por “no ser representativas de la sociedad”. Un Parlamento Climático Ciudadano Permanente, tal y como reclaman estas organizaciones ecologistas, formado por una Asamblea Ciudadana y un Consejo del Clima, “permitiría la participación ciudadana efectiva en el diseño y supervisión de las medidas necesarias para realizar una transición ecosocial justa”, argumentan los activistas.
También han insistido en la importancia de mantener y seguir creando más estructuras horizontales de base para afrontar la crisis ecosocial. “La actuación solidaria de miles de personas y la creación de redes de apoyo mutuo permitió hacer las labores de limpieza y ayuda urgentes, recordaron, en comparación con la lentitud de las instituciones competentes y la priorización del beneficio empresarial frente a las necesidades tras la catástrofe”, han señalado. Además, han recalcado la importancia de las organizaciones de base para afrontar los desastres climáticos y cubrir las necesidades sociales mediante “la gestión colectiva y dentro de los límites planetarios”.
“El lugar elegido representa la cooperación ciudadana surgida ante una catástrofe agravada mortalmente debido a la incompetencia del gobierno de Mazón”, explican los activistas
El lugar elegido no es casual. El que fue bautizado como Puente de la Solidaridad separa la ciudad de Valencia con los pueblos afectados por la riada y se convirtió en la pasarela por la que cientos de voluntarios cruzaban a diario para ayudar en las tareas de limpieza y reconstrucción. “El lugar elegido representa la cooperación ciudadana surgida ante una catástrofe agravada mortalmente debido a la incompetencia del gobierno de Mazón”, explican los activistas. “Ocultar la crisis ecosocial, tratar a la comunidad científica y experta como chivos expiatorios, y perseguir a quienes quieren esclarecer la verdad, por difícil que sea, es un acto de negligencia que retrasa las soluciones y transformaciones sociales que urge aplicar”, ha declarado una de las activistas.
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