Tribuna
Revolución ecosocial contra un Occidente en decadencia y sus alternativas distópicas

No estamos muy lejos de un ecofascismo aceleracionista del verdadero colapso, con sus ejércitos en las calles, con su consumismo controlado y con su apartheid hacia los sectores de la sociedad que no les gusten a los poderosos. En el famoso “socialismo o barbarie” estamos más cerca de lo segundo que de lo primero.
Muro fronterizo Estados Unidos-México
Tijuana, frontera entre México y Estados Unidos. Álvaro Minguito

@BlackSpartak

Militante de CNT Manresa

26 ene 2024 06:00

Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero a nosotros no nos dan miedo las ruinas porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Y ese mundo está creciendo en este instante.

Durruti

En los últimos años se habla bastante sobre la decadencia de Occidente. En parte es por la crisis de 2008, que ha afectado profundamente su autoconfianza como bloque histórico. Y en parte es por los errores geopolíticos y estratégicos que las potencias occidentales han cometido al seguir ciegamente la inepta dirección de Estados Unidos (Serbia, Somalia, Afganistán, Iraq, Libia, Siria, Ucrania… y ahora en Gaza y Yemen). ¿Alguien recuerda la narrativa de Bush de que la “guerra contra el terrorismo” duraría décadas?

Los grandes estados que se oponen al poder de Occidente se han organizado y hoy presentan un bloque cada día más homogéneo, que comienza a mejorar la vida de su ciudadanía muy notablemente, a pesar de su orientación antiliberal (ahora voy con eso). Ya tiene la capacidad de desafiar la hegemonía occidental. 

Que se esté terminando la era estadounidense, en principio, es una buena noticia. Tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se erigió como el ejército protector del capitalismo. Por consiguiente, se embarcó incondicionalmente en el proyecto de destruir el comunismo allá donde surgiese, utilizando todos los medios posibles —incluso la guerra nuclear, si hiciera falta—. Se metieron en docenas de guerras y nunca han dudado en invadir un país si se atreve a mirarlos mal. 

Al fin y al cabo, Estados Unidos está gobernado por el “complejo militar-industrial”, que es el que determina sus políticas de Defensa y Exteriores. Paradójicamente, el único presidente que siguió otra línea estratégica distinta fue Donald Trump. 

Gracias a ese poderío militar, se impusieron en medio mundo los valores de la superpotencia: el liberalismo político con su democracia representativa, con su individualismo, con su consumismo exacerbado… que resultó en la liquidación de la comunidad, de la lucha obrera y la uniformización de las sociedades a escala mundial. 

Paradójicamente, Asia se ha industrializado porque Occidente desmanteló parte de su propia industria y siguió con su nivel consumismo desaforado

Los intelectuales de izquierda —y cualquiera que siga las noticias internacionales— entienden que se está conformando un bloque alternativo (pongamos que se llama BRICS, pero no sólo es eso), que defiende un mundo multipolar. Es decir, un mundo formado por varias grandes potencias que crean entre ellas un equilibrio de fuerzas. Por ahora, le están yendo bien las cosas. Paradójicamente, Asia se ha industrializado porque Occidente desmanteló parte de su propia industria y siguió con su nivel consumismo desaforado. Todo el mundo le vende mercancías a Occidente. Ponga una Zona de Libre Comercio en su vida y le industrializarán el país. 

Derivado de lo anterior, está la guerra cultural actual. Esas potencias “alternativas” son igual de capitalistas que Occidente, pero han encontrado el lugar idóneo para atacar: el sistema de valores y creencias. Al crear el concepto de “democracia iliberal” (al estilo de Orban, Erdogan, Putin y compañía) sus think tank se centraron en la difusión de un “hombre de paja”, argumentativo según el cual el feminismo, la inmigración masiva y el movimiento LGTBI es lo que destruirá Occidente desde dentro. Según su punto de vista, cosas terribles como Hollywood, Wall Street, la ONU o el Vaticano son de izquierdas. 

Sus think tank se centraron en la difusión de un “hombre de paja”, argumentativo según el cual el feminismo, la inmigración masiva y el movimiento LGTBI es lo que destruirá Occidente desde dentro

Dejando a un lado su reaccionarismo moral, en realidad, su punto de vista está respaldado por una cuestión muy sencilla, pero importante. A nadie se le escapa que Europa no tiene soberanía política respecto a la política exterior estadounidense. Nuestros estados y nuestros pueblos son meros peones —sacrificables— en esta guerra eterna. Y justo quien más ruido mete para reivindicar la soberanía nacional es la ultraderecha. 

Esa derecha se ha centrado en marcar esta agenda desde mediados de los 2000 y ha tenido como resultado el movimiento alt-right y la nueva extrema derecha populista que ya es la tercera fuerza política a nivel europeo desplazando a liberales, verdes y post-comunistas. El covid y la Guerra de Ucrania han mejorado mucho sus posiciones y es probable que, con la victoria rusa en Ucrania y el posible triunfo electoral de Trump en Estados Unidos, todavía las mejoren más. Incluso se está jugando la carta de la izquierda rojiparda (de origen post-estalinista, que ha encontrado su papel en este mundo) como alternativa a la nueva derecha. 

La pregunta es si el ecofascismo nos lo impondrá el liberalismo imperante en Occidente o un gobierno “iliberal” semi-fascista

No estamos muy lejos de un ecofascismo aceleracionista del verdadero colapso, con sus ejércitos en las calles, con su consumismo controlado y con su aparheid hacia los sectores de la sociedad que no les gusten a los poderosos. La pregunta es si el ecofascismo nos lo impondrá el liberalismo imperante en Occidente o un gobierno “iliberal” semi-fascista. 

Y sin embargo hay luz

El mundo está en un momento clave. 

Seamos conscientes de que se puede reaccionar y darle una vuelta a nuestra forma de vida. No vamos a convertirnos en criptobros millonarios del bitcoin. No vamos a poder mantener una industrialización a gran escala de forma indefinida. No se van a poder industrializar esos países que ahora lo están haciendo. El planeta muestra signos evidentes de colapso ambiental. Nos va la vida reaccionar y vemos con impotencia como se destruye Gaza sin que nadie haga nada. En el famoso “socialismo o barbarie” estamos más cerca de lo segundo que de lo primero. 

Sin embargo, hay millones de personas que no están de acuerdo en que nuestras sociedades caigan bajo la influencia moral de Rusia, de China, de Arabia Saudí o de Irán. O que no quieren que les gobierne la AfD, Le Pen o Meloni (ya gobierna)… ni tampoco Milei o Abascal. 

Se vota a la socialdemocracia y al progresismo, como fórmula meramente defensiva. Pero no es suficiente

Por ahora el consenso es defender el “estado del bienestar” que se está cargando el turbocapitalismo neoliberal y defender las conquistas de derechos sociales y civiles ganados en las últimas décadas, realmente en peligro hoy en día. Por eso se vota a la socialdemocracia y al progresismo, como fórmula meramente defensiva. Pero no es suficiente. 

No nos gusta

Ante este panorama tan oscuro, el movimiento obrero y popular tiene algo que decir. Ni nos gusta el turbocapitalismo occidental, que nos vende a un fondo buitre y nos echa del trabajo o de nuestro hogar mientras nos vende basura y datos, ni nos gusta la alternativa autoritaria y moralista reaccionaria (multipolar, eso sí) que se nos viene encima ni tampoco nos convence la alternativa progresista de dejarlo todo igual, pero en plan guay, verde y sostenible. 

Hay un gran “no” que debemos gritar bien alto. No a todo lo anterior. Impugnación total. Es la distopía. 

Pero hay muchos otros síes que podemos construir: sí a la vida, sí a la libertad, sí a la socialización de la riqueza y, en definitiva, sí a vivir en un planeta al que respetemos, cuidemos y reparemos. 

La alternativa comunalista tiene este punto de vista, de montar unas sociedades “al margen”, que puedan resistir el hundimiento de la civilización

Entonces nos encontramos con dos alternativas: 

La arqueología está llegando a la conclusión de que no pocos pueblos indígenas de las Américas son descendientes del colapso de civilizaciones pasadas. La alternativa comunalista tiene este punto de vista, de montar unas sociedades “al margen”, que puedan resistir el hundimiento de la civilización. El “Go Croatan” del que hablaba Hakim Bey tiene sentido. Son sociedades de naturaleza reducida, comunitaria y generalmente horizontales. Seguramente este es el modelo preferido por el ecologismo social y de buena parte del activismo de los movimientos sociales. 

La segunda alternativa es el decrecimiento bajo el ecosocialismo

La segunda alternativa es el decrecimiento bajo el ecosocialismo. Para no irnos al garete hay que tener el control de los medios de producción y ponerlos a funcionar bajo un plan general que tenga en cuenta los recursos menguantes y la escasez. Vale, genial, pero igual para que esto se dé hace falta un poquito de soberanía y no depender de un gobierno de chupatintas.

Quienes conocemos la teoría del decrecimiento, entendemos que los estados en los que vivimos irán abandonando sus funciones y dejarán de prestar servicio a nuestras comunidades más humildes. Mucha gente quedará completamente a su suerte. Además, en ese escenario de liquidación del “estado del bienestar”, la economía privada tendrá serios problemas para sobrevivir.

Desde el anarcosindicalismo, como el de CNT, se entiende que nuestra tarea es preparar los sindicatos para la autogestión de las empresas

Desde el anarcosindicalismo, como el de CNT, se entiende que nuestra tarea es preparar los sindicatos para la autogestión de las empresas. Esta autogestión en muchos casos implica reconversión hacia una producción acorde con las necesidades colectivas. Por otro lado, también los sindicatos son espacio de socialización y creación de comunidad. Pueden ser los lugares en los que se articulen nuevos proyectos (escuelas, cooperativas, comedores populares, centros organizativos de jóvenes, de mujeres o de gente mayor, espacios culturales, de apoyo mutuo, etc.). Tened en cuenta que todo eso y mucho más ya se puede hacer desde el sindicalismo, sin tener que montar colectivos específicos aparte. 

Evidentemente una sociedad articulada así, constituye un “Pueblo Fuerte”, que podrá resistir el ecofascismo. Es lo que tendremos enfrente. Ni siquiera nos libraremos de ello incluso aunque nos gobierne la supuesta socialdemocracia o el social-liberalismo. Nuestra fuerza provocará su respuesta. Matemática pura. 

Y es que, lo queramos o no, la única alternativa que tenemos es la revolución. Esta revolución se debe hacer por nuestro futuro y por el del planeta. Como anarquistas y sindicalistas no podemos dejar en la estacada nuestra gente. La revolución es responsabilidad. Por ello hay que superar la apatía y la impotencia y ponerse a construir el futuro: desde tu comunidad, desde tu barrio, desde tu sindicato. 

Recuerda: una clase trabajadora organizada y unida hará que tiemble el mundo. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Laboral
Laboral Trabajar para vivir, morir por trabajar
El 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo con la necesidad de la implementación de medidas ante la siniestralidad laboral, que dejó en el país en 2024 la muerte de 796 personas.
Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Ayuntamiento de Madrid
Huelga de residuos La huelga de recogida de residuos entra en su primer fin de semana, sin solución a la vista
El consistorio ha impuesto una sanción de 1,6 millones a las concesionarias de basuras. Sin embargo CC OO ha denunciado al propio consistorio y a las empresas por vulnerar del derecho a huelga de los trabajadores con actuaciones fuera de ley.
Antimilitarismo
Rearme El gasto militar mundial se dispara
El gasto militar en el planeta aumentó en 2024 un 9,4% respecto a 2023, lo que supone el mayor incremento interanual desde la Guerra Fría.
Eléctricas
Sistémica eléctrico Del lobby nuclear a la burbuja de las renovables: comienza la pugna por encontrar al culpable del apagón
Un crecimiento desmedido de las renovables guiado por intereses corporativos y una red eléctrica que no ha sido actualizada a la nueva realidad energética son algunas de las causas señaladas del apagón del 28 de abril.
Electricidad
Apagón Pedro Sánchez: los protocolos de emergencia siguen activos y se abrirá una investigación
El presidente del Gobierno ha comparecido ante los medios de comunicación tras presidir la reunión del Consejo de Ministros para explicar las cuestiones abordadas en relación con la crisis eléctrica.
Energía
Energía El gran apagón de abril | El suministro de energía se recupera al 99%
Pedro Sánchez explica que se produjo una “pérdida” del 60% de la electricidad a las 12:33h: “15 gigavatios se han perdido súbitamente del sistema en apenas 5 segundos. Aproximadamente el 60% del sistema eléctrico”.
Pobreza energética
Energía Apagón crónico: lugares donde no volverá la luz, a pesar de la restauración del sistema eléctrico
Miles de personas en el Estado español viven día a día apagones y falta de suministro en lugares como Cañada Real (Madrid), la Zona Norte de la ciudad de Granada o los asentamientos de jornaleras y jornaleros migrantes en Huelva y Almería
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.
Energía
Energía La ley marca permisos retribuidos para situaciones como el apagón eléctrico
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 37.3, protege a la plantilla cuando no es posible llegar a su puesto de trabajo o desarrollar con normalidad su tarea en situaciones como no tener electricidad durante horas.
Electricidad
Apagón ¿Qué le puedo reclamar a la empresa eléctrica y al seguro tras el apagón?
Tras el incidente con la electricidad de este lunes 28 de abril, los consumidores deben conocer qué pueden reclamar a las compañías de la luz o a sus seguros.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
València
València La jueza de la dana acorrala al relato político de Mazón
El president viaja a Estados Unidos la semana en la que el PP europeo celebra su congreso en València y no acudirá a la multitudinaria romería de Santa Faz.
Crisis climática
Informe Las diez empresas más contaminantes del país son responsables de un quinto de las emisiones españolas
Repsol mantiene el podio gris de empresa más contaminante que le arrebató a Endesa en 2020. Completan el top 10 de compañías más emisoras energéticas, cementeras y siderúrgicas, que copan entre ellas el 56% de las emisiones del mercado de carbono.
El Salto Radio
El Salto Radio Desmantelando E2 I El racismo institucional y sus grietas
Las redes de apoyo mutuo y la actitud de compartir privilegios son herramientas imprescindibles para combatir los impactos del racismo estructural.
Comunidad de Madrid
Energía El apagón en Madrid, en imágenes
En Madrid, la gran urbe ha permanecido incrédula al pasar de las horas, entre rescates en el Metro, en el Cercanías y en ascensores, donde han quedado atrapadas algunas personas.
Opinión
Opinión La luz de lo público durante el gran apagón
El fundido del sistema eléctrico ahonda en las grandes preocupaciones del siglo XXI. También en el diagnóstico fundamental de necesidad de refuerzo de los servicios públicos.
Más noticias
Economía
Inflación El IPC baja al 2,2% en abril y el PIB crece un 0,6% en el primer trimestre
La economía crece una décima menos que el último trimestre de 2024 y la inflación subyacente sube cuatro décimas hasta el 2,4%.
Opinión
Opinión La hostilidad del fin del mundo
Me da por pensar qué tal vez estoy haciendo algo mal, que tal vez tuve que aprovechar las cuatro horas atrapado en un coche para grabar un documental o un reel sobre la necesidad de parar.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Arranca el segundo día de huelga en la educación madrileña
Hoy están llamados a la jornada de protesta en los ciclos de Infantil, Primaria, Secundaria, FP y Educación Especial. Se planea una nueva fecha para la manifestación conjunta con universidad que no pudo celebrarse ayer por el apagón.

Recomendadas

Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.
Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña y Ourense compraron material policial a Israel por medio millón de euros en solo cuatro años
El alcalde ourensano, Gonzalo P. Jácome, adjudicó un contrato por 70.000 euros días después del siete de octubre. Abel Caballero firmó otro de más de 200.000 euros y la alcaldesa de A Coruña siguió la estela con un contrato de 170.000 euros.