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Teatro
Ramón Fontseré (Els Joglars): “El Me Too, o lo que le ha pasado a Woody Allen, es una barbaridad”
Considera Ramón Fontseré, director de Els Joglars, que el teatro es un espacio supremo de libertad. En el afán por hacer efectiva esa máxima, su nueva obra, Señor Ruiseñor, sitúa al grupo de comediantes en un territorio inédito, el de la carcajada desacomplejada y el aplauso atronador de la derecha, que hasta hace poco torcía el gesto con cada estreno de la compañía fundada por Albert Boadella. Aunque no toda, cabe precisar: a una parte de la derecha catalana no le ha hecho ninguna gracia este montaje.
Casualidades de la vida: la entrevista a Ramón Fontseré, director de Els Joglars, tiene lugar el 11 de septiembre, cuando se celebra la Diada, la fiesta nacional en Cataluña. Resulta complicado imaginar una fecha más apropiada para preguntar al director de la veterana compañía de teatro catalana acerca de Señor Ruiseñor, un montaje estrenado en 2019 que se puede ver hasta el 20 de septiembre en los Teatros del Canal (Madrid).
Con una brocha excesivamente gruesa, Els Joglars pintan en escena un fresco satírico sobre lo sucedido en Cataluña durante la última década, retratando al independentismo como racista —defensor de la frenología, al menos—, excluyente y alucinado, una fábula engañabobos que promete la arcadia feliz de la república catalana mientras sus dirigentes se llenan los bolsillos. De las condenas de prisión a los cargos públicos que impulsaron la celebración del referéndum o de las hostias por parte de la policía a quienes fueron a votar aquel 1 de octubre de 2017 no hay rastro en la representación.
Frente a este movimiento que parodian como egoísta y alérgico a la inteligencia, la obra de Els Joglars sitúa a Santiago Rusiñol, artista catalán activo durante la bisagra entre los siglos XIX y XX que cultivó la pintura modernista y la literatura, en prosa y en verso. La recuperación de su figura —bohemio, adicto a la morfina, enamorado del arte y opuesto a todos los males que atribuyen al independentismo— aporta los momentos más destacados del espectáculo. El propio Fontseré, que lleva las riendas de Els Joglars desde 2012, cuando tomó el relevo a Albert Boadella, se encarga de dar vida a un personaje que, en su opinión, “representaba esa Cataluña abierta, plural, cosmopolita”.
Hoy es 11 de septiembre, no se puede encontrar una fecha mejor para entrevistar al director de Els Joglars sobre la obra Señor Ruiseñor.
Señor Ruiseñor es un producto, un reflejo, de la sociedad actual, y como artistas, como cómicos, tenemos que ponerlo sobre un escenario. El teatro es el reflejo de la sociedad, por tanto nos ha parecido que era un deber de artistas hacer una reflexión sobre la identidad, sobre los ideales, a través de este personaje tan fantástico, este catalán, Santiago Rusiñol, un ciudadano magnífico, un hombre que representaría la inducción a la vida sensual, un hombre de espíritu renacentista, porque no solamente era pintor, también coleccionista, dramaturgo, actor, cómico, él introdujo los grecos junto a Zuloaga. Es decir, representaba esa Cataluña abierta, plural, cosmopolita. Era un hombre destinado precisamente a ser un burgués, es hijo de la burguesía catalana, y él elige la libertad, elige el arte. Hacemos esta figura frente a las patrias identitarias.
Poner en solfa los tabúes de la sociedad es lo que tenemos que hacer los cómicos, con el máximo ingenio, la máxima astucia y también la máxima malicia¿La obra es la misma en Cataluña y fuera de allí?
Sí, sí, sí, sí. La obra es exactamente igual. En Cataluña lo hemos hecho tres veces. Poco, pero es lo que hay. La reacción es catártica, muy positiva. Sobre todo, yo creo, porque es una obra de sentido común. Poner en solfa los tabúes de la sociedad es lo que tenemos que hacer los cómicos, con el máximo ingenio, la máxima astucia y también la máxima malicia. Hay mucha gente que coincide plenamente con lo que ve en el escenario y por eso esta obra tiene esa cosa tan magnífica del teatro que es la catarsis.
No, no, las reacciones son muy iguales, no hay diferencia. Lo que ponemos sobre el escenario es tan obvio y tan reconocible que la gente reacciona en los mismos momentos del espectáculo.
No creo que sea insultante, creo que nos quedamos cortos. El teatro es el reflejo de la sociedad, ponemos sobre el escenario lo que realmente está ocurriendo, esa farsa, ese delirio, esa huida de la realidad. Santiago Rusiñol, a pesar de ser artista, bohemio, y de tener una vida libre, era un hombre de un gran sentido común. Su mujer y su hija decían que ellas no habían cometido muchas tonterías gracias a los consejos de él. Creo que lo que ponemos sobre el escenario es lo que tiene que hacer el artista.
Hay una frase cojonuda en Hamlet cuando Hamlet le dice a Polonio, al llegar a su castillo la troupe de cómicos que luego representarán la muerte de su padre, “cuida bien a los cómicos, que no les falte de nada, porque ellos son el compendio y breve crónica de los tiempos”. Es la misión que tenemos los artistas. Y creo que lo hemos hecho con mucha sutileza, es un espectáculo en el que hay mucha belleza. Señor Ruiseñor tiene la sátira necesaria. Un sitio donde se tiene que ser provocador es el escenario, es un sitio supremo de libertad. Tiene la sátira del Ubú president y la belleza del Daaalí.
Pienso que dividir a la sociedad, crear ese mal rollo entre familias, esas reacciones emocionales, ese decir que somos los mejores... No le veo ninguna ventaja. Hace cuatro días en Yugoslavia pudimos ver lo que era el nacionalismo. No creo que aporte nada nuevo. Soy partidario de la unión de los distintos, creo que es mucho más positivo en todos los sentidos, en la vida, en la política, en todo. Esto es lo que a mí me gusta.
¿Desde qué lugar está escrita esta obra?Desde el teatro, el humor, la sátira, el distanciamiento, desde un sitio en el que se puede desacralizar las cosas que nos hacen los poderosos y los políticos, gracias también a los medios que bombardean constantemente. El humor es indispensable, es lo que nos diferencia de los animales. Bueno, creo que hay algún animal que… [risas].
También, puede ser, pero no está escrita desde un sitio grotesco sino desde un sitio con mucho arte. Es un plato cocinado, no un plato así como así.
Es una reacción. Es lo más esencial que tenemos. Cuando ibas a la escuela y algún profesor te consideraba como un bicho, lo que te quedaba es el sentido del humor, intentar tomártelo así. Sin sentido del humor no hay sentido común.
No creo que… [duda]. El poder de los cómicos es el poder del humor, un poder higiénico, el poder de hacer pensar a la gente, presentarle o desvelarle una realidad insospechada que se oculta o el seductor mensaje de los políticos, de los poderosos. Desvelamos esa realidad tanto en Cataluña como aquí a través del teatro. Esto del procés no ha afectado solo allí sino a toda España. Queremos que la gente vea la otra cara, que reflexione, o al menos que dude, que piense “igual estábamos equivocados” o, al contrario, que salgan totalmente convencidos. Pero, como mínimo, que salgan con la certeza de que aquello que han visto igual no es tan cierto, a través del humor, entreteniendo.
No, no. Hemos hecho bolos y no he notado esto.
Cuanto más público venga, mejor. Sean de Ciudadanos o de donde sea.
No sé el tipo de público… El aplauso es general. Ha habido épocas y épocas, y ahora estamos en esta. La gente que aplaude la obra es porque acepta el mensaje. El mensaje de Rusiñol es uno con el que poca gente puede estar en desacuerdo. La verdad, la virtud, la belleza, el arte, frente a la patria universal. Es un discurso que tiene poca duda.
Empecé en Els Joglars en los años 80, con el primer gobierno de Felipe González. El público que venía a vernos lo hacía como una especie de acto de afirmación, pero nuestra intención era que nuestros espectáculos abarcaran a cuanta más gente, mejor¿Existe algo como el público objetivo al que Els Joglars os habéis querido dirigir?
No. Yo empecé en Els Joglars en los años 80, con el primer gobierno de Felipe González. El público que venía a vernos lo hacía como una especie de acto de afirmación, pero nuestra intención era que nuestros espectáculos abarcaran a cuanta más gente, mejor. Nuestro objetivo ha sido siempre llegar al mayor público posible.
Primeramente tendríamos que ver si se ríen con esta obra, yo no tengo ni idea. Pero si pasan por taquilla y pagan, ningún problema.
No tengo ninguna mala conciencia si alguien de Vox viene a ver la obra, como si lo hace alguien de Podemos, a mí no me importa¿Te preocupa que algunos de los gags de esta obra puedan ser usados por la extrema derecha?
No tengo ninguna mala conciencia si alguien de Vox viene a ver la obra, como si lo hace alguien de Podemos, a mí no me importa. No tengo ningún problema con que sea de Vox o de Ciudadanos o socialista. Al contrario, igual ha reflexionado y ha entendido alguna cosa o le ha dejado alguna duda.
No, no es esa la intención, es una obra que se ha pensado mucho y que refleja un momento, un compendio, es una crónica de los tiempos actuales. No creo que sea así.
Sí, y también con esto. Esto es una pequeña anécdota, creo que hay toda una sustancia en el espectáculo que es mucho más profunda. Eso de Carlitos Puigdemente yo lo he oído en Cataluña, es popular, corre por ahí. Nos pareció que en ese diálogo podría aparecer.
Fuera de las cuestiones catalanas, en la obra hay alusiones despectivas sobre manifestaciones o acciones de protesta, de desobediencia civil, y también sobre algunos temas planteados por los feminismos, que aparecen ridiculizados. ¿No es apoyar los ataques, en este caso con la burla, que desde el poder se lanzan contra movimientos que persiguen cambiar las cosas?Depende de qué feminismo. ¿No se puede hacer humor con el feminismo ahora?, ¿es el nuevo puritanismo? Hay un feminismo que ha luchado toda la vida por las mujeres, pero yo creo que el Me Too, o lo que le ha pasado a Woody Allen, es una barbaridad. A ver si estamos perdiendo el sentido común, metiéndonos en ese neopuritanismo. Lo hacemos con humor, no creo que nadie se pueda molestar por esto. Pero bueno, es una de las cosas del teatro. El teatro, chico, es un espacio supremo de libertad, y eso se tiene que entender. Y nada más. Para eso estamos. Es un espacio supremo de libertad, es un sitio para hacer esto, no inventamos nada nuevo, es lo que hacía Aristófanes o Shakespeare o Molière o los cómicos de la Comedia del Arte, poner en solfa los tabúes de la sociedad.
Las cosas tienen que cambiar con un cierto sentido común y para bien, no es que pidamos nada más. Tampoco entiendo la pregunta que me haces, la verdadNo lo preguntaba porque alguien se pueda molestar con la obra, sino porque si desde un escenario te ríes de los feminismos, que pretenden y han cambiado las cosas, de algún modo te alineas con lo que al poder le conviene, que es que las cosas no cambien.
Bueno, mira, cambiar las cosas, qué cosas… Yo creo que las cosas tienen que cambiar con un cierto sentido común y para bien, no es que pidamos nada más. Tampoco entiendo la pregunta que me haces, la verdad.
En Cataluña, Albert Boadella, creador de la compañía y mi referente. Ha habido Plás, Dalís, personajes muy potentes, pero sí que harían falta más. Creo que con Santiago Rusiñol la cantera se extinguió. Boadella ha sido una especie de Santiago Rusiñol, un artista que ha sabido luchar por la sociedad, ponerla sobre el escenario para mostrar los fallos y desvelar, lo que te decía antes, la otra realidad insospechada.
Els Joglars tiene una ética y una estética y yo las he intentado mantener, con mi personalidad y la de mis compañeros. La personalidad artística de Albert Boadella es muy potente y yo tengo otra. Hemos intentado que esta cosa tan fantástica de hacer teatro de esta manera tan especial, a 100 kilómetros de Barcelona en una cúpula, apartados del mundanal ruido, no se pierda y dure lo máximo posible. Pero es diferente, claro.
Me gustaría que se hiciera un teatro ecléctico, para todos los públicos y todas las clases, realmente un teatro popular al que pudiera venir todo el mundo, que se hicieran espectáculos desde zarzuelas a ballets, desde teatro de bulevar a teatro vanguardistaHace unos meses, el hispanista francés Gérard Brey, que ha estudiado lo que llama el teatro de la huelga, representado en España entre 1890 y 1923, me dijo que “la clase obrera y sus luchas ya no interesan a las clases medias, las que todavía van al teatro y de las que proceden los autores”. ¿De qué modo la clase social es un factor que influye en lo que se representa?
A mí me gustaría que se hiciera un teatro ecléctico, para todos los públicos y todas las clases, realmente un teatro popular al que pudiera venir todo el mundo, que se hicieran espectáculos desde zarzuelas a ballets, desde teatro de bulevar a teatro vanguardista. Esto es lo que tendría que pasar, ser atractivo para todos los tipos de público y todas las clases sociales.
Pero si quien escribe novelas, dirige películas u obras de teatro solo pertenece a la clase alta, ¿cómo afecta a lo que se puede leer o ver en las carteleras?Creo que no depende de la clase social sino del talento y la manera en la que se hace, no sé si vas por ahí. Cuando Chaplin hace El gran dictador, lo importante es la manera en la que lo hace para que sea para inteligible y atractiva para todos. No creo que la clase influya, me imagino que lo que un creador quiere es que su obra llegue a la mayor cantidad de gente.
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Iba a decir que esta entrevista parece más bien un interrogatorio de la Policía del Pensamiento, pero al enviar el comentario leí que iba a ser moderado porque no se admiten comentarios "sexistas, racistas, homòfobs,...." y perdí la cuenta de las cosas que no se pueden decir. Pues ya está todo dicho y claro, esta es la izquierda de hoy día, más represión y tabús que con Franco
Esto en vez de una entrevista parece un interrogatorio de la Policía del Pensamiento. El entrevistador/a parece pertenecer a un comité de censura. "¿No le da vergüenza decir esto o lo otro? ¿Qué siente sabiendo que hay personas que no piensan lo que deberían disfrutando de su obra?". Buuuaargsss, me hace vomitar. La caza de brujas debía parecerse a esto. Me asquea la gente que se cree en una posición moral superior, especialmente cuando pretenden ser" de izquierdas ". Qué asco
Todo lo hipócrita y horrible que es la derecha catalana no hace bueno a este pollaviejismo ofendidito.
Una entrevista llevada con maestría que destripa al entrevistado hasta demostrar que lo que interesa a este homorista por encima de todo es el arte transversal de la recaudación..
A ver, es que ya nos da una pista de la autoimagen que esta persona tiene (y la realidad de su personaje) cuando cita el pasaje de Hamlet sobre q hay q cuidar a los cómicos para, en la siguiente pregunta, responder que "independentismo no, que me asuto y divide a las familias".
Seguro que la comedia que montó Hamlet era para estrechar lazos con su tío y su madre, seguro que sí ¿No véis?, no es más que una cita para ir de 'cultureta' porque ni quiere entender la obre ni su mensaje, solo le viene bien para meter la cuña de "dame perricas que yo soy LA CULTURA."
Un buen retrato de la cultura de la transición que, en el fondo, deja mal parados a los nacidos a partir de la década de los 80. Que a estas alturas no hayamos disecado a esa generación transicionera,..
Después de leer la entrevista, me queda la sensación de que el entrevistado tiene una auto-imagen de Robin Hood cuando, la verdad, es que está más cerca del Sheriff de Nottingham
De ideas interesantes o sentido crítico no anda muy sobrado el entrevistado pero de autoestima no le falta. Creerse un creador iconoclasta o compararse con Shakespeare o Chaplin por hacer sátira de brocha gorda carente de matices y chispa ilustra lo alejado de la realidad que vive tanto el entrevistado como cierto sector de la "intelectualidad" de la transición. En fin, si le hubiesen hecho sentir más cómodo en la entrevista se hubiese revelado aún más despreciable, le hizo un favor el entrevistador.
A este paso y con el incremento de casos tras la pandemia van a salir muchas mas empresas de este tipo. Dos calles detrás de mi casa ocuparon una vivienda de una señora viuda hospitalizada cuatro días y gracias a los servicios sociales no durmió en la calle mientras le usurparon la casa, la vivienda fue recuperada por desocupa. No se porque es tan complicado que el estado defienda la propiedad pero se que ya no se atreve a salir casi de casa
Eso no es ocupación (usurpacion es el término legal), eso es allanamiento y tiene una solucion judicial y policial muy rápida
Enseñaban un contrato falso...se las saben todas. No hay diferencia de ocupas igual que no hay diferencia de los propietarios. Una ocupación es delito.
Véndele a fontseré la peli esta, que se ve que el "hinteleztual de la tranzizión" se apunta a todo.
Mejor paguita que cobrar 0,0004 cts de Securitas direct.
Por lo menos me dá para ir al bar y no chorar el wifi del ayuntamiento como tú, liberal.
Un entrevistador debe tomar un nivel razonable de distancia de su propia ideología, no hablo de equidistancia, por supuesto, pero la beligerancia del entrevistador le aleja de ejercer su profesión del modo adecuado.
No estoy de acuerdo con algunas de las opiniones de Fontsere pero cualquiera que conozca su trayectoria sabe que es una persona respetada en su profesión y lejos de ser una persona ideologicamente reaccionaria. El entrevistador debía haber sido más respetuoso con el entrevistado y el trabajo realizado revela más del que pregunta que del interrogado, con lo cual es evidente que no cumple su función.
Como subscritor de El Salto en sus dos primeros años he sentido vergüenza ajena por la falta de educación del periodista-protagonista.
Estás muy equivocad, ls periodistas tienen que apretar las tuercas a sus entrevistads, respuestas a preguntas difíciles es lo que yo quiero oir.
Lo otro, se llama propaganda.
Pffff
Hace más de un año que vi la obra, en Huesca; me pregunto cuántas opiniones aquí vertidas vienen de alguien que la haya visto.
Coincido en lo de "brocha gorda" en muchos casos, pero creo que transmite muy bien el mensaje: la patria es usada por los poderosos para confundir y seguir llenándose los bolsillos, y es más noble aspirar a una patria universal.
Además, hay referencias críticas al origen de fortunas burguesías usando mano de obra esclava en las américas, y también a lo fácil que era para Rusiñol estar en la bohemia y aspirar a estos fines elevandos gracias a vivir, literalmente, de las rentas familiares y no tener que preocuparse de ganar un sustento.
Respecto a la ultramontanía, pues creo que si se ríen es porque no han pillado que la burguesía "españolísima" les está haciendo la misma jugarreta. La obra está enfocada en la burguesía "catalanísima" por contexto, pero una mente lúcida puede ver que se trata de la misma realidad. Lo que pasa es que gente corta de luces piensa que por meterse explícitamente con "el enemigo" no se están metiendo con ella...
Coincido en echar en falta una referencia al movimiento independentista de base que la burguesía pretende rentabilizar (y en parte creo que lo ha conseguido)...aunque acaso fuera difícil cuadrar algo así en la obra.
Por finalizar, la cuestión del feminismo me hizo sentir incómodo, pero valoro aquello que me hace salir de mi zona de confort (mejor a través del humor) para reflexionar. En todo caso, extraer el titular de algo tan accesorio en el conjunto de la obra y de la entrevista me parece inadecuado.
En resumen, se agradece la entrevista, pero agradecería más una mayor amplitud de miras y una entrevista más abierta y provocadora antes que dirigida y confrontadora.
Espero que esto sirva para reflexionar, no para enfrentar.
Salud.
Es que estamos opinando sobre la entrevista. A la que sí tenemos acceso.
Ehem...
Venía justo a decir esto. Ahora hay que hacerse un máster en la obra del entrevistado para echar un mísero comentario en internet. En fin, los expertos y los permisos de opinión.
No he visto una obra de Els Joglars en mi vida. No conozco bien la figura de Boadella, y nada la de este Fontsere.
Pero la entrevista me ha parecido la esperable de El Salto, lo cual es bueno, y el prestarse a ella del entrevistado bastante valiente.
Me ha gustado. Se puede hablar con respeto desde la diferencia.
Qué pena de entrevistador y de entrevistado. Se podía haber dejado al entrevistado retratarse a sí mismo, en vez de entrar al trapo y caer igual de bajo (implícitamente, confirmando su imagen del independentismo...)
En fin. Un "crítico del poder" que se cree que el independentismo es el enemigo a abatir, y un periodista que está dispuesto desde la primera línea a hacer el papel de ese enemigo imaginario.
No da la impresión de ser independentista el periodista, simplemente no parece comprar la visión maniquea y simplista del entrevistado. Igual le puede la exasperación ante otro ejemplo de "desfachatez intelectual" de los antiguos autodenominados izquierdistas enranciados por la proximidad al poder, pérdida de protagonismo y la testosterona mal llevada tipo Savater, Boadella, Dragó...
Boadella, como muchos otros, vive desfasado. Se ha quedado atrapado en una realidad inexistente.
La falta de sensibilidad o capacidad de autoanálisis son palpables.
Pero lo más evidente, lo que esta entrevista deja claro es que no tiene nada que aportar o decir, que no haya aportado o dicho en el pasado y no es capaz de asumir crítica o contradicción interna.
La dicotomía Mad/Bcn sigue vendiendo por lo visto. Mucho. Así que hay que ordeñar esa vaca hasta que se quede seca y le sangren las ubres.
Y entre los señores de cierta edad (que son nicho de mercado también) defender a tipos repugnantes como Allen o Domingo, vende entradas.
Ser repugnante no es delito, cierto. Pero a lo mejor ya no queremos reirles las gracietas a tipejos asquerosos. Que lloren si quieren (Allen, Polanski, Spacey...) pero es lo que hay.
Siempre que veo a un varón defendiéndoles, asumo muchas cosas sobre ese varón, se retrata con cada excusa y cada lamento.
Boadella está finiquitado y no puede (aunque quisiera) parir nada nuevo o de valor hoy. Purita caspa.
"En Catalunya no nos alquilan" decía en ABC no hace mucho.
Y yo le respondo "tronco, tu receta ya la hemos comido, ya la hemos digerido y ya la hemos evacuado, si sigues vendiendo el mismo plato, en algún momento vamos a dejar de ir a tu restaurante, porque tu comida está fría, pocha y pasada"
Gila también hacía reir a los franquistas. Nivelazo el del periodista, pero fiel reflejo de una izquierda de postureo más preocupada x la reacción de la derecha que por los argumentos de la izquierda. Así nos va.
Muy buena entrevista. Las respuestas del tipo "la clase social no importa" o "lo que quiero es que pasen por taquilla" retratan muy bien al entrevistado.
Encomiable la paciencia de Ramón Fontseré ante las cortas luces de quien le entrevista. Una parte del pensamiento “de izquierdas” sigue sin comprender que la apelación a las “esencias nacionales” (sea lo que sea eso, y venga de quien venga tal apelación) está en las antípodas de ese pensamiento “de izquierda”, de la igualdad, de la democracia, ...en todas sus manifestaciones, desde la parlamentaria a la asamblearia. Sigue sin comprender que es una nueva religión laica, desde el siglo XIX. Y pocos instrumentos son más eficaces que el humor para desmontar toda sacralización.
Toda la razón. Ve a explicar en Vietnam, Cuba o China que el socialismo no puede ser patriótico. Explicáselo bien desde aquí, q ni podemos hacer un presupuesto sin preguntar a Alemania.
Vaya asco de izquierdistas, colega.
Ja, ja, ja...ahora resulta que La Habana es una calle de L'Eixample. Mira a ver si te contratan Els Joglars, como cómico tienes futuro, ja, ja, ja...
Que va, home, lo que pasa es que el castellano es la lengua internacional del proletariado y españa, su última patrima e imperio generador. Esa peli SEGURO te la compran els joglars
La religión laica del nacionalismo no la hemos inventado los catalanes, ni siquiera los catalanes que nos sentimos nación.
Los españoles presumen de nación pero no son nacionalistas, como presumen de no ser racistas... Dime de qué presumes... y me vienes luego "a por ellos", lo más parecido al odio racista y supremacista de la rancia raza hispánica (película cuyo guión escribió Franco, guionista también de una guerra contra Cataluña la roja... Claro, como se cargó los rojos o los obligó al exilio, se ve que en Cataluña sólo quedaron la burguesía de derechas, que ahora quiere matar al padre con la independencia!
Y al grito de ¡Maldita burguesía (catalana)! coinciden los franquistas de ayer y de hoy con los izquierdistas de siempre (que tampoco encuentran el relato para el siglo XXI si no es hablando de universalismo, cosmopolitismo y lindezas sin sustancia que alimente el cuerpo (no sólo la mente)
Muy alarmante lo que entiende por arte el supuesto artista:
“Como artista, ¿te genera incomodidad que los votantes de Vox se rían con esta obra?
Primeramente, tendríamos que ver si se ríen con esta obra, yo no tengo ni idea. Pero si pasan por taquilla y pagan, ningún problema.”
Para pretender “desacralizar las cosas que nos hacen los poderosos y los políticos”, parece muy alineado con parte de ese poder, sus frases me recuerdan a cierta campaña de cierto partido…sentido común.
Habla de la libertad en la creación y con su creación ridiculiza la protesta. Pudiera resultar paradójico, pero no en su mundo, no en su cosmovisión, donde los distintos se unen en la unión perfecta, sin conflicto alguno, y se fusionan en un mismo ente.
Escalofriantemente reaccionaria su visión del feminismo y vomitivo lo que entiende como arte, humor o belleza, que parece ser llenar platós y ganar dinerito.
He leído con interés la entrevista, aún cuando el periodista lo podía haber hecho mejor. Quería saber qué quedaba de la estela del idiota de Boadella en Els Joglars, y el poso que dejan sus loas al citado payaso, es lamentable. Una pena.
“idiota de Boadella“ y muy buen humorista que saca los colores a los independentistas
Los colores se los saca, en todo caso, a la decencia. Por ejemplo defendiendo a Plácido Domingo en el caso de las reconocidas denuncias de abusos.
Que Placido Domingo fuera un ligón baboso no es que fuera un criminal
Hombre, Domingo no ha sido un asesino, probablemente tampoco un violador de callejón, de esos que salen en las películas. Fué un tipo que, al parecer, amparado en su situación de poder, probablemente intimidando con ello, intentaba follarse a cuántas mujeres le apetecía.
Boadella. en todo caso, brilló hace décadas. Yo he visto con agrado obras suyas. Eso es justo reconocer. Pero, como Savater, por ejemplo, no han sabido envejecer con dignidad. Para criticar los nacionalismos periféricos, no hace falta echarse en brazos de la derecha repugnante y franquista española. Además, sus reiterados silencios en otros asuntos de mayor importancia social, dice mucho de este tipo de gente. En mi opinión, con la formación intelectual que han tenido, han acabado por convertirse en unos personajes patéticos.
Vaya con el entrevistador, muestra mucha preocupación por a quién va a molestar la obra, si a los hinchas del barsa o a los del madrid... menudo nivel
En esta entrevista ha quedado más clara la opinión del periodista que la del entrevistado.
Curioso que se piense más en la reacción de la derecha que en la de la izquierda. Muy significativo.