Sáhara Occidental
El conflicto del Sahara Occidental, cuando la dignidad se hace protesta

Diez años después, los activistas presos tras el desmantelamiento de Gdeim Izik siguen cumpliendo una condena injusta, mientras sufren constantes represalias y se encuentran en un estado de salud de especial vulnerabilidad por los continuos abusos y torturas recibidas, tanto por parte de las fuerzas de ocupación como por otros presos.

Campamento Gdeim Izik
Campamento Gdeim Izik. Foto: Quepo
Federació ACAPS
8 nov 2020 09:07

Hace 10 años, un grupo de jóvenes saharauis iniciaron una protesta pacífica en las afueras de El Aaiún, en los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental, que acabó reuniendo a decenas de miles de saharauis. Fue el inicio del denominado Campamento de la Dignidad de Gdeim Izik.

En pocos días desde su inicio, en Gdeim Izik había más de 20.000 haimas y se llegaron a reunir 28.000 saharauis de los Territorios Ocupados. Aproximadamente uno de cada diez saharauis participaron en la protesta.

Durante el violento desalojo miles de haimas fueron quemadas, se detuvieron a centenares de saharauis y se registraron miles de heridos y más de una decena de fallecidos.

Tras un mes durante el cual el campamento no paró de crecer, Marruecos, ocupante ilegal del Sàhara Occidental, envió al ejército y la policía para intervenir. Desmantelaron el campamento utilizando impunemente la fuerza y con total brutalidad, dando lugar a uno de los episodios más violentos que se conoce en el conflicto saharaui desde que en 1991 el Frente Polisario y el Reino de Marruecos firmaron el alto al fuego.

Durante el violento desalojo miles de haimas fueron quemadas, se detuvieron a centenares de saharauis y se registraron miles de heridos y más de una decena de fallecidos. Se produjeron también actos de violencia en El Aaiún y durante las semanas siguientes las autoridades marroquíes persiguieron y detuvieron a centenares de saharauis acusados de participar en las protestas.

Unas reclamaciones históricas

El campamento de la Dignidad empezó para reclamar el acceso de los saharauis a sus recursos y el fin de la marginación y precariedad que viven desde hace décadas bajo la ocupación marroquí.

Los saharauis se reunieron para protestar contra las malas condiciones políticas, económicas y sociales, como la precariedad laboral, la falta de vivienda digna o la cobertura sanitaria, y reclamar de forma pacífica ayudas sociales, especialmente vivienda y trabajo. El objetivo era expresar y visibilizar su rechazo hacia una política marroquí que les somete y les niega sus derechos más básicos.

El fin de la explotación de sus recursos naturales en los Territorios Ocupados, principalmente la pesca y los fosfatos, es otra de las reivindicaciones históricas de la causa saharaui. Estos recursos, son dos riquezas de las que los saharauis no se benefician, pese a que la legalidad internacional establece que su explotación por parte de Marruecos es ilegal. En los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental, la potencia ocupante marroquí utiliza la falta de oportunidades y el expolio ilegal de sus recursos naturales, para empobrecer y marginar a la población saharaui, limitando así sus opciones y someterla a una dependencia económica, social y política de Marruecos.

Con el tiempo, la explotación de los recursos naturales en el Sáhara Occidental y el reclamo saharaui sobre el control de los recursos naturales de su territorio, se ha convertido en una de las cuestiones de fondo que ha enquistado el conflicto saharaui, junto con la falta de organización de un referéndum que garantice su derecho legítimo a la autodeterminación.

Derechos encarcelados

Tras la fuerte represión y el violento desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik por parte de las fuerzas de ocupación marroquíes, El Aaiún se convirtió en una ciudad fantasma, las saharauis no salían de sus casas por miedo a las represalias y a detenciones arbitrarias. Centenares de saharauis fueron detenidos y sometidos a torturas y todo tipo de abusos, ante la mirada silenciosa y la inacción de las Naciones Unidas y la comunidad internacional.

Marruecos condenó, con falta de pruebas y tras cometer graves abusos, torturas y malos tratos, a más de 20 activistas y líderes sociales saharauis en el proceso de Gdeim Izik. Cuatro fueron puestos en libertad, un activista falleció cumpliendo condena y otro consiguió asilo en España. El resto, fueron condenados a cadena perpetua o cumplen penas de 20, 25 y hasta 30 años de prisión. A pesar de ser civiles y ejercer un derecho fundamental, como es el derecho a la protesta pacífica, fueron juzgados por un tribunal militar.

Tras la fuerte represión y el violento desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik por parte de las fuerzas de ocupación marroquíes, El Aaiún se convirtió en una ciudad fantasma

Los años han pasado y el grupo de activistas presos en el caso de Gdeim Izik siguen cumpliendo una condena injusta, mientras sufren constantes represalias y se encuentran en un estado de salud de especial vulnerabilidad por los continuos abusos y torturas recibidas, tanto por parte de las fuerzas de ocupación como por otros presos.

Familiares y allegados de los activistas presos, con el apoyo del movimiento en defensa del pueblo saharaui, han hecho numerosos llamamientos a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional denunciando la parcialidad en sus juicios y condenas y reclamando su puesta en libertad, especialmente en el actual contexto de pandemia por el covid19. Estos llamados, se suman a las repetidas denuncias por parte de organizaciones internacionales que trabajan por la defensa de los derechos humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, para que se respeten y garanticen sus derechos fundamentales.

El conflicto estancado

El Campamento de la Dignidad y las protestas no violentas del pueblo saharaui, se han convertido, en los últimos años, en un ejemplo para muchas otras poblaciones que viven bajo una constante opresión y represión por parte de estados y gobiernos.

Según algunos expertos, como Noam Chomsky, la protesta que dio lugar al Campamento de la Dignidad es considerada una de las mayores protestas pacíficas realizada en el Sáhara Occidental y la precursora de la denominada ‘Primavera Árabe’. Gdeim Izik es un ejemplo de lucha no-violenta por la defensa de derechos fundamentales, que el pueblo saharaui logró mostrar al mundo.

Según algunos expertos la protesta que dio lugar al Campamento de la Dignidad es considerada una de las mayores protestas pacíficas realizada en el Sáhara Occidental y la precursora de la denominada ‘Primavera Árabe’

Pese a la imponente demostración de fuerza popular y de ejemplo de lucha no violenta que supuso Gdeim Izik, el pueblo saharaui sigue viviendo una vulneración constante de derechos por parte de las fuerzas de ocupación marroquíes, que actúan con total impunidad ante la pasividad de la comunidad internacional y las Naciones Unidas.

La sociedad civil saharaui lleva más de 30 años reivindicando sus derechos fundamentales, como es su derecho legítimo a la autodeterminación y a la explotación de sus recursos, ante la prolongación de un conflicto estancado que se sostiene con la inseguridad y el sufrimiento de la población saharaui.

La inacción por parte de la comunidad internacional y las constantes vulneraciones de derechos humanos y acciones ilegales ejercidas por las fuerzas de ocupación marroquíes, han llevado al pueblo saharaui a ejercer una nueva protesta pacífica ante el paso fronterizo de Guerguerat. Una protesta que suma ya dos semanas, y que decenas de saharauis han extendido a otras ciudades de los Territorios Ocupados como muestra de apoyo y solidaridad.

Las manifestantes saharauis quieren mostrar su rechazo a la ocupación ilegal marroquí en el Sáhara Occidental y a la falta de compromiso de la MINURSO, la única misión de la ONU que no incluye en su mandato la observación y denuncia de vulneraciones de derechos humanos y que, desde su creación hace ya 29 años, aún no ha cumplido con su compromiso de llevar a cabo un referéndum de autodeterminación, un derecho legítimo del pueblo saharaui.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Colonialismo
Laura Casielles “No se pueden entender los regímenes europeos del siglo XX sin pensar en el colonialismo”
En su libro ‘Arena en los ojos’, la periodista, poeta y escritora Laura Casielles recorre el mapa de las antiguas colonias españolas en el Norte de África, en busca de memoria y sentido.
Opinión
Opinión Actuar con responsabilidad y humanidad: el pueblo saharaui merece vivir con dignidad
De los 92 millones de euros que se requieren para cubrir las necesidades básicas de la población refugiada saharaui en 2024, solo se ha garantizado el 31%.
Sáhara Occidental
Sahara Occidental Hambrunas e inundaciones: la crisis humanitaria que asola los campamentos saharauis
Los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) atraviesan condiciones críticas, consecuencia de la reducción de las raciones alimentarias y las recientes inundaciones.
#73927
9/11/2020 23:31

Detrás de este conflicto indirectamente está Rusia, consiguió una base naval en el Mediterráneo, en Siria, apoyando al régimen dictatorial, ahora quiere otra en el Atlántico, la guerra fría nunca tuvo fin, como este conflicto, nunca tendrá un final.

0
1
#73926
9/11/2020 23:31

Detrás de este conflicto indirectamente está Rusia, consiguió una base naval en el Mediterráneo, en Siria, apoyando al régimen dictatorial, ahora quiere otra en el Atlántico, la guerra fría nunca tuvo fin, como este conflicto, nunca tendrá un final.

0
1
#73832
8/11/2020 13:16

Mientras el pueblo saharaui viva bajo la dominación colonial de la dictadura marroquí, es totalmente inviable que se respeten sus derechos humanos. Marruecos sigue usando su fuerza militar para intimidar al pueblo saharaui, a su vez sigue contando con el apoyo de la UE, los EEUU y demás potencias neoliberales, por el acceso al saqueo de los recursos naturales saharauis que les ofrece.
Y qué ha conseguido el pueblo saharaui tras casi 30 años de respeto máximo de todos los acuerdos de paz?? Nada más que palabras vacías. Mientras que Marruecos, que ha violado cada parte de los acuerdos, ha ganado legitimidad internacional. Hay que reconsiderar el tema de la paz, y si lucha armada es más eficaz para la descolonización legítima del Sáhara Occidental

5
4
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.

Últimas

Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.

Recomendadas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.