Reciclaje
Bioplásticos: un prefijo que confunde

Los biopolímeros se perfilan como sucesores de los plásticos convencionales. Sin embargo, pocas personas saben qué son y demasiadas idealizan sus cualidades.

Bioplástico
Mensajes en dos post-it hechos con bioplástico. Foto de Thornet.
3 mar 2018 07:34

Hace más de un siglo, el científico belga Leo Hendrik Baekeland sintetizó un material de propiedades únicas hasta el momento: se podía moldear con facilidad hasta convertirse en sólido rígido, no conducía la electricidad, era insoluble al agua y otros solventes, y además era ligero. Se trataba del primer plástico sintético, la baquelita, y uno de los precursores de la revolución tecnológica moderna. Desde entonces se han producido aproximadamente 8.300 millones de toneladas de diferentes polímeros.

Pero los plásticos, tal y como los conocemos, tienen los días contados: el recurso fósil con el que se fabrica la mayoría, el petróleo, es limitado, y a corto o medio plazo, dependiendo del experto al que se consulte, su extracción será inviable. Al mismo tiempo, cada vez generan un mayor impacto ambiental: son materiales difíciles de biodegradar y reciclar que se están acumulando en el entorno y convirtiendo en el alimento de todo tipo de seres vivos. Según un reciente estudio en 30 años habrá más plásticos que peces en el mar. Además, su fabricación y eliminación liberan cantidades ingentes de gases de efecto invernadero que aumentan la contaminación y la temperatura del planeta.

Para lidiar con esta problemática, la industria del plástico ya ha encontrado un sustituto: los bioplásticos. Una diversa familia de materiales, en principio menos contaminantes que los plásticos convencionales, y la mayoría renovables, que pretenden satisfacer la demanda de aquellos consumidores cada vez más comprometidos con el medioambiente.

Sin embargo, la Agencia Alemana de Recursos Renovables asegura que los usuarios no entienden qué son los bioplásticos y tienden a idealizar sus propiedades. Y no es de extrañar, ya que el prefijo “bio” agrupa a una gran variedad de polímeros.

La mayoría de personas creen que todos son biodegradables y que, en caso de acabar el medioambiente, la ‘naturaleza’ los descompondrá. Pero no es así: sólo se degradan de forma biológica el 23,2%, como el poliácido láctico (PLA) o el polihidroxialcanoato (PHA), que se emplean en aplicaciones de vida útil corta. Además, prácticamente ninguno se descompone en condicionales naturales, sino industriales, mediante la acción de microorganismos y en condiciones ambientales específicas.

En 2016, los biopolímeros ya representaban el 1% de las 320 millones de toneladas de plástico fabricadas cada año en el mundo

También se tiende a pensar que proceden exclusivamente de plantas o de la actividad de microorganismos, y tampoco es correcto: los fabricados a partir de recursos fósiles que se pueden biodegradar a nivel industrial, aunque son una minoría, también son considerados bioplásticos.

¿Son la solución a la crisis del plástico?

Más allá de los malentendidos y las falsas expectativas, la cuestión fundamental es si los biopolímeros son una alternativa sostenible al impacto medioambiental que generan los plásticos convencionales. Desde European Bioplastics, una asociación que representa los intereses de más de 70 compañías vinculadas a la industria bioplástico, creen que sí.

“Al sintetizarse a partir de biomasa reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, sustituir la demanda global de polietileno (PE) por bioPE evitaría expulsar a la atmósfera más de 42 millones de toneladas de CO2 cada año. También aumentan la eficiencia del reciclaje —se les puede dar un nuevo uso, incinerar para producir energía renovable y, en algunos casos, integrar al compost industrial—. Además, reducen el desvío de desechos orgánicos a los vertederos”, explica Constance Ibrücker, jefa del departamento de medioambiente de European Bioplastics.

Para Carlos Arribas, responsable del Área de Residuos de Ecologistas en Acción, las medidas medioambientales deberían ir en otra dirección: “Los biopolímeros existentes siguen sin asegurar una rápida degradación en el medio natural. Por ello tenemos que apostar por reducir el consumo de plásticos, sobre todo aquellos de un solo uso, en vez de promover únicamente la sustitución de materiales”.

El ecologista también critica que la mayoría de bioplásticos se sintetizan a partir de cultivos alimentarios, como el maíz o la caña de azúcar, que entran en competencia directa con los que se venden para consumo humano. “Lo ideal sería que procediesen de plantas no comestibles”, apunta.

Ibrücker no comparte este parecer, y argumenta que “el terreno que ocupan los cultivos alimentarios para producir biopolímeros es muy pequeño (0,0056% en 2015) comparado con el que se utiliza para alimentar a las personas y al ganado”. Además, asegura que la industria del bioplástico está invirtiendo en la investigación de otras materias primas renovables.

Convertir residuos orgánicos en biopolímeros

Algunas de estas líneas de estudio trabajan en fabricar bioplásticos a partir de desechos orgánicos industriales. Por ejemplo, el centro tecnológico Ainia, uno de los pioneros europeos en este ámbito, ha conseguido sintetizar envases de PHB compostables —el homólogo de origen biológico del polipropileno— a partir de la fermentación microbiana de excedentes alimentarios, como el suero de leche (un subproducto de la producción del queso), o los azúcares que contienen las aguas residuales de la industria del zumo. Del mismo modo, otros equipos de investigación también están desarrollando bioplásticos con cascaras de fruta o restos de poda.

Aun así, para Arribas seguimos estando lejos del biopolímero ideal: aquel que provenga de recursos renovables, sea duradero y se integre rápidamente en el medioambiente. “Conseguir este material es una ecuación difícil de resolver, y esperemos que algún día los avances tecnológicos lo logren. Mientras tanto hay que asumir las limitaciones de los que disponemos”.
En cambio, European Bioplastics destaca que gracias a estos avances, hoy, existen bioplásticos alternativos para la mayoría de polímeros convencionales que favorecen el constante crecimiento del sector.

En 2016, los biopolímeros ya representaban el 1% de las 320 millones de toneladas de plástico fabricadas cada año en el mundo, y en 2021 se espera que la producción aumente un 50%. Pero para que entren de lleno en el mercado todavía deben superar algunos inconvenientes.

“El principal desafío es reducir su coste económico, que suele ser tres o cuatro veces superior al de los polímeros usuales”, señala Luis Gil, técnico del Departamento de Tecnologías del Envase de AINIA. Aunque también hay otros retos pendientes como “encontrar más materias primas que no compitan directamente con los cultivos alimentarios o la necesidad de desarrollar nuevos sistemas de gestión de residuos que identifiquen claramente los materiales biodegradables”.

Desde la Asociación Española de Plásticos Biodegradables y Compostables (Asobiocom) añaden que también hace falta un marco legislativo que fomente y regule su producción. Por ejemplo, en Europa no existe ningún acuerdo respecto a qué porcentaje mínimo de material ‘bio’ debe tener un biopolímero para ser clasificado como tal.

Finalmente, a todos estos retos se suma otro fundamental: comprender la naturaleza de los bioplásticos. De tal manera que no se repitan los errores cometidos con los polímeros convencionales y se tome conciencia de la necesidad de producir y usar estos nuevos materiales de forma sostenible.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Galicia
Medio ambiente La planta de reciclaje más eficiente de Galicia se desmorona en silencio
El complejo industrial de Nostián (A Coruña) recibe 550 toneladas diarias de residuos que, tras años de advertencias de especialistas, trabajadores y ecologistas, corre el peligro de quedar excluidos del mejor circuito gallego de reciclaje.
Residuos
RESIDUOS PLÁSTICOS Envases, una pieza más en la sostenibilidad del producto
Es necesario avanzar, desde el sector de los productores y distribuidores ecológicos, en la reducción de envases y en el empleo de alternativas más sostenibles.
Infhidro ¨Soluciones en Plástico Hidrosolubles¨
9/3/2018 15:34

Es raro encontrar artículos esclarecedores como este, porque en realidad los bioplásticos son un avance pero no una solución.
El consumidor cree que por ser un plástico de PLA de origen vegetal puede desecharlo incorrectamente que la tierra lo chupará y transformará , y no es así pues mal desechado es perjudicial como el PE o el PP con la desventaja que NO puede ser reciclado. Se lo presenta como BIO y con un logo bonito de una flor, arbolito,etc. intentando dar imagen de asociación a la naturaleza NO siendo 100% correcto. Algo similar ocurre con los Biobased e incluso con el plástico hidrosoluble. ¡Cuidado! no es que sean productos malos, son una evolución pero el error es no comunicar como deben ser desechados los plásticos correctamente. Hacemos incapié en culpar a los plásticos, cuando en realidad es un problema de como desechar los residuos de forma correcta, que hacerlo de forma colectiva es muy complejo. Por supuesto que los bioplásticos ayudan a disminuir el impacto de los residuos mal dispuestos, pero para esto creo que son mas propios los plásticos oxo tan mal desprestigiados con el argumento de la microplástica.

1
0
Álvaro
5/3/2018 17:02

Muy buen reportaje. La clave está en reducir drásticamente el uso de plásticos, y no sólo en fabricarlos bio

2
0
Irene
4/3/2018 19:22

Un artículo muy interesante.

2
0
Tribuna
Tribuna La Lotte en Mont-roig del Camp: ¿Todo vale en nombre de la transición verde?
La construcción de una fábrica de componentes para baterías por parte de una multinacional se quiere imponer en una zona de Tarragona ya históricamente castigada.
Feminismos
Andrea Proenza “Debemos aproximarnos a nuevos horizontes feministas en nuestra forma de amar”
‘Cartografías del deseo amoroso’ es el título de un ensayo intimista sobre chicas que quieren ser Bravo y buscan no solo el amor, sino un buen relato.
Alimentación
Soberanía Alimentaria ¿Cómo hacer más accesible la alimentación sostenible a población en vulnerabilidad?
Existen proyectos en España que están intentado informar, sensibilizar y mostrar buenas prácticas en alimentación sostenible a personas en situación de inseguridad alimentaria, en los barrios o desde la infancia.

Últimas

There Is Alternative
There Is Alternative There Is Alternative #2: de supermercados, las cosas del comer y todo lo que no sea Juan Roig
Segundo episodio del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre el lado oscuro de los supermercados, las grandes superficies y sus alternativas cooperativistas.
1 de mayo
1º de Mayo ‘Contra la guerra y el capitalismo’ en este Primero de Mayo interseccional de Madrid
Decenas de colectivos exigen en la calle acabar con el militarismo creciente, las violencias transversales y un espacio para todos los colectivos en la lucha de clase.
1 de mayo
1º de Mayo Euskadi se moviliza contra la 'patronal explotadora' este 1º de Mayo
Además de los temas laborales, ha habido otras reivindicaciones y recuerdos a favor del Euskera, los presos o el genocidio israelí en Palestina.
Más noticias
El Salto Radio
El Salto Radio 600 señales
Señales de Humo cumple 600 emisiones y hace memoria: propuestas, prioridades y gente que ha ayudado a mantener el sueño de una comunicación transformadora.
Laboral
1º de Mayo Inmigración y sindicatos: derechos universales o derrota colectiva
Los líderes sindicales no pueden ofrecer soluciones realistas para la situación de las personas migrantes, porque parecen asumir la vieja tesis de que la inmigración perjudica a la clase trabajadora en su conjunto.

Recomendadas

Cómic
Fabien Toulmé “Hablar de trabajo es menos sexy que hablar de amor o de guerra”
En su libro ‘Trabajar y vivir’, el autor francés recorre distintas realidades reflejando cómo las personas se relacionan con ese mandato ineludible de hacerse con un empleo para sostenerse económicamente.
Empresas recuperadas
Natalia Bauni “En este primer año del Gobierno de Javier Milei casi no hubo empresas recuperadas”
Natalia Bauni es coordinadora del Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Eléctricas
Sistémica eléctrico Del lobby nuclear a la burbuja de las renovables: comienza la pugna por encontrar al culpable del apagón
Un crecimiento desmedido de las renovables guiado por intereses corporativos y una red eléctrica que no ha sido actualizada a la nueva realidad energética son algunas de las causas señaladas del apagón del 28 de abril.