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Pensamiento
Abecedario de Daniel Bensaïd
De la b de Blanqui a la z de Zapatismo. Una introducción al pensamiento de Daniel Bensaïd a través de sus artículos, entrevistas en prensa y textos fundamentales.
Filósofo, militante y dirigente de la LCR (Ligue Communiste Révolutionnaire), Daniel Bensaïd nos dejó el 12 de enero de 2010. Definirle como “troskista” sería reducirle a una parte de su pensamiento, y sin embargo, ¿qué nos queda de él hoy en día? Conservamos su exigencia “del doble rechazo y del frente doble”, una exigencia “reduccionista, y a menudo peligrosa”. Su “apuesta arriesgada” por una lucha política y melancólica que, jalonada por más derrotas que victorias, merece siempre la pena. Y por último, su pluma, la de un pensador con alma de escritor.
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Blanqui: «Existe en la historia del socialismo francés una corriente subrepticia, herética, marginada y desterrada que representa una sensibilidad oculta de las tendencias imperantes en la izquierda desde finales del siglo XIX hasta nuestros días […] Si contemplamos la historia del socialismo desde el ángulo de la ruptura entre la primera y la segunda izquierda (centralista, estatista y anticapitalista, la primera, y más social, reformista y democrática, la segunda), estaríamos ante una tercera izquierda, mucho más radical, posicionada desde el principio fuera del juego político (parlamentario y gubernamental). No estamos ante un grupo o una tendencia organizada, ni siquiera un partido: se trata, más bien, de una constelación intelectual y política, cuyas estrellas más visibles serían Auguste Blanqui, Georges Sorel, Charles Péguy y Bernard Lazare».
Auguste Blanqui, communiste hérétique, con Michael Löwy, en Les Socialismes français à l’épreuve du pouvoir, Textuel, 2006
Colonialismo: «Atormenta especialmente al inconsciente colectivo de la potencia derrotada que es Francia, afligida por ver su puesto amenazado en la jerarquía mundial e incapaz de llevar a cabo el indispensable duelo colonial. Ya sea con respecto a la trata de esclavos o a las masacres coloniales de Sétif o de Madagascar, de las Antillas o de Tonkín, de Argelia o de la Françafrique, Francia necesita cerrar esa herida».
Fragmentos descreídos, Barcelona: Icaria, 2010
Compromiso: «Pronto cumpliré cuarenta años de compromiso militante. Nunca me he definido como un intelectual comprometido, sino más bien como un comprometido intelectual, un activista que intenta reflexionar, un militante en definitiva. Militar nunca me ha evocado una imagen de reclutamiento, de adoctrinamiento alienante, militar o religioso, sino más bien de una ética elemental para la política (de la misma forma que la docencia tendría que ser la ética del pensamiento o de la investigación), su base de realidad y de humildad, un nexo que alimenta la teoría y la práctica, la creación diaria de una singularidad colectiva».
On est embarqué, archivos personales, 26 de diciembre de 2003
Cuestión feminista: «Al elaborar una crítica de las relaciones de género, el nuevo movimiento feminista ha conseguido deshacer la trampa esencialista aferrada a una representación puramente biológica de la relación de sexos. El reconocimiento, a través de la noción de género, de la dimensión histórica y social de los antagonismos sexuales, anima a pensar la conciencia de clase y la conciencia de género no como resistencias paralelas y mutuamente excluyentes, sino como convergentes en una alianza estratégica conflictiva. La mujer es el futuro del fantasma [comunista]. Y a la inversa».
La sonrisa del Fantasma. Cuando el descontento recorre el mundo, Barcelona, Sequitur, 2012
Dios: «A un ateo no le está todo permitido. Con más razón si cabe. Los otros sólo son responsables ante Dios. El ateo lo es ante sí mismo. Sin redención, purgatorio o cualquiera otro tipo de perdón».
Les douleurs du présent, Globe Hebdo, 25 de enero de 1994, bajo el título original Éloge du Che
Elecciones: «La contradicción que nos habita es que vivimos contra este sistema, contra el principio de las elecciones y, sin embargo, estamos obligados a entrar en este juego, aun denunciándolo, porque es un elemento vertebrador en la correlación de fuerzas del que podremos sacar provecho».
Tout est encore possible, La Fabrique, 2010
Expectativas: «Época opaca. Triste tibieza. No es la utopía lo que está en crisis, sino el contenido del ideal. En los estertores de este sombrío siglo, los motivos de esta crisis son múltiples y bastante evidentes: el desengaño del progreso, el fracaso de un futuro burocráticamente administrado, la necesidad acuciante de supervivencia en un presente precarizado. Tantos factores que trabajan por la desaparición del horizonte de expectativas. Sin embargo, ¿cómo afrontar una vida sin interrogantes?»
L’arc tendu de l’attente, Le Monde de l’éducation, de la culture et de la formation, 1997
Guerra del Golfo: «Esta guerra de la coalición bajo mando estadounidense es una guerra imperialista en la línea de las operaciones de reparto colonial y neocolonial. No es, en absoluto, nuestra guerra o nuestra causa. Y dado que vivimos en uno de los país beligerantes de la coalición, nuestra lucha buscaba impedirla, desobedeciendo como pudiéramos a su susodicha lógica, debilitando, en la medida de lo posible, la aportación francesa a la guerra».
La guerre et l’après, coloquio Paris-VIII Vincennes Saint-Denis, 14 de marzo de 1991
Historia: «La historia no es un largo río apacible. No tiene un final feliz garantizado. Si bien la crisis no es aún el acontecimiento, manifiesta su posibilidad tangible. El resultado no está determinado con antelación».
Désir ou besoin de révolution?, publicación desconocida, probablemente 2007
Internacionalismo: «Hay una necesidad clara de mayor internacionalismo. Los intercambios comerciales y la dominación imperialista son globales, por lo que la respuesta también debe serlo. Esta réplica debe abarcar un número mayor de tradiciones de lucha que en los tiempos de Marx, cuando la Internacional era solamente europea. Aunque se vuelva más complicada».
Un socialisme pour le XXIe siècle, SolidaritéS n° 9, 16 de mayo de 2002
Juana de Arco: «Traicionada por los suyos, abandonada por todos, al frente de un batallón minúsculo de 400 mercenarios que no forman un ejército, Jeanne en Compiègne es como Saint-Just tras la batalla de Fleurus, el Che en Bolivia. Su tiempo está contado […] Mujer y herética, traicionada y torturada, Jeanne formará parte para siempre del cortejo de los vencidos. Atrapada en el hielo de la historia, aguarda el deshielo de la memoria. Cada beso del presente supone un intento por despertarla de su pesadilla».
Jeanne l’irreprésentable, Libération, 3 de noviembre de 1999
Karl Marx: «Me preguntan a menudo cómo es posible seguir recurriendo a Marx hoy en día... ¡Qué estupidez! Sería mejor preguntar cómo alguien puede no invocarlo, al menos en cierto sentido y hasta cierto punto».
Karl Marx, pourquoi le retour?, Le Piment rouge n° 22, septiembre de 1996
Libertad: «El capitalismo global otorga al individuo la libertad (bajo vigilancia estrecha) de aceptar la lógica implacable de la globalización económica. ¿Qué libertad tiene el parado sacrificado sobre el altar de las cotizaciones bursátiles?»
Un nouveau théologien, B.H. Lévy, Lignes, 2008
Melancolía: «Una melancolía del quizá, donde el ser se define primero por sus posibilidades y por lo azaroso de su movimiento, es decir, por la apuesta y el riesgo. Una melancolía que no ignora el doloroso divorcio entre lo probable y lo posible, pero que se aferra a superarse, a pesar de todo, con y contra todo. Afronta el peso de la duda, con la firme convicción de la incertidumbre, sin poder librarse de ella. La esperanza se acompaña entonces con una dosis asimilada de pesimismo».
Une radicalité joyeusement mélancolique, Textuel, 2010
No: «Está su No y el nuestro, completamente incompatibles. El mismo Michel Rocard admitía piadosamente hace poco haber “despreciado el No al referéndum sobre el tratado constitucional europeo: no era un rechazo a Europa, sino un No a la desregulación del mercado de trabajo”. ¡Un poco tarde! Entre tanto, la construcción de una Europa liberal diseñada como una maquinaria para destruir los derechos sociales ha puesto en riesgo el ideal europeo de millones de trabajadores”»
Prenons parti, co Olivier Besancenot, Mille et une nuits, 2008
Ojos: «El vocabulario de la emancipación no ha salido indemne de los avatares del pasado siglo. Podemos decir que, como los animales de la fábula, no están todos muertos pero que todos han sido maltratados. Socialismo, revolución o incluso anarquía, no andan mejor que comunismo. El socialismo, embarrado con los asesinatos de Karl Liebknecht y de Rosa Luxemburgo, en las guerras coloniales y en la colaboración gubernamental hasta el punto de perder su contenido a medida que ganaba en extensión. A base de una campaña ideológica metódica se ha llegado a que, a ojos de muchos, se identifique a la revolución con la violencia y el terror. No obstante, de todas las palabras que antes canalizaban grandes promesas y sueños, es el comunismo la que más ha sufrido por su confiscación por la razón burocrática de Estado y su sometimiento a una empresa totalitaria. La cuestión sigue siendo saber si, de entre todos esos términos heridos, hay alguno que valga la pena reparar y volver a poner en marcha».
Puissances du communisme, 2010
Ostentosos: «La ley contra los signos religiosos ostentosos (o más bien contra el velo islámico) en el colegio debe ser rechazada por sus consecuencias discriminatorias para las personas originarias del mundo árabe, sin banalizar sin embargo la opresión religiosa que sufren las mujeres. Se trata de una lucha en un doble frente, pero sobre terrenos y temporalidades diferentes: lucha política inmediata contra una ley represiva, por un lado, y lucha social a largo plazo por la transformación de los hábitos y la secularización del mundo, por el otro».
Blessures et travaux de mémoire, Contretemps n° 5, enero de 2010)
Política: «Un arte del conflicto, una organización conflictiva de las relaciones sociales en el espacio y el tiempo. El arte de desplazar las líneas (modificar la relación de fuerzas) y de romper el eje temporal».
Éloge de la résistance à l’air du temps, Textuel, 1999
República: «No existe la República, sino los republicanos. No existe Francia, sino Francias. Y no sólo dos, la exiliada en Londres y la colaboracionista en Vichy, sino muchas más: la Francia de los campos de concentración de Gurs y de Vernet, la del Cartel Rojo y la del maquis de Vercors. A partir de junio de 1848, decir la República sin adjetivos no es suficiente. Sentimos entonces la necesidad de definirla: la República social es la República inacabada, seudónimo de la revolución permanente de la que ya se hablaba en 1830. Sin esta lealtad a su elemento fundacional, la República se asienta, se apoltrona y desaparece».
Lionel qu’as-tu fait de notre victoire? Leur gauche et la nôtre, Albin Michel, 1998
Sionismo: «El terrorismo sionista es un terrorismo de Estado que dispone de un ejército regular, de una policía y de los servicios secretos de un Estado burgués sostenido por el imperialismo. Frente a esta opresión, apoyamos incondicionalmente los derechos nacionales de los palestinos».
La question juive aujourd’hui, archivos personales, años 1980
Trotsky: «Trotsky es un maestro. Lo que no significa que sea una referencia devota o exclusiva. Al contrario, nuestra tarea es transmitir una memoria plural del movimiento obrero y de los debates estratégicos que lo atraviesan. Sin embargo, en ese paisaje y pasaje peligroso, Trostky nos aporta un punto de apoyo fundamental».
Mémoire: il y a 70 ans, l’assassinat de Trotski”, Hebdo Tean 67, 2 de septiembre de 2010
Unión Europea: «Cuando los trabajadores y los pueblos resisten, cuando la ley liberal no avanza, la Unión Europea invoca al poder judicial para forzar las resistencias y autorizar al mercado a dictar su ley».
Prenons parti, con Olivier Besancenot, Mille et une nuits, 2008
Víctimas: «La solidaridad internacionalista se distingue de la caridad cristiana en que no implica la subordinación culpable de las víctimas. Exige, al contrario, la igualdad y el respeto mutuo. ¡La libertad de crítica es la condición!»
Fragmentos descreídos, Barcelona, Icaria, 2010
Walter Benjamin: «Walter Benjamin murió como un perro, suicidándose con cuarenta y nueve años, al final de un camino que no llevaba a ningún parte, absolutamente vencido, en un tiempo en el que los vencedores dejaban mucho que desear».
Walter Benjamin, sentinelle messianique, Les Prairies Ordinaires, 2010
XXI: «Nadie puede decir cómo serán las revoluciones del siglo XXI. Como sistema dominante, el capitalismo apenas tiene unos siglos. No es eterno. Terminará, para lo bueno y para lo malo. Porque entramos en una crisis de civilización de larga duración, en la que la reducción del mundo a una dimensión comercial es cada vez más irracional y miserable. Lo fundamental es darle una oportunidad a la parte evitable de la historia».
Personne ne sait à quoi ressembleront les révolutions du XXIe siècle, entrevista con Libération, 2001
Zapatismo: «Esta [nueva] generación hace lo que puede, en condiciones políticas radicalmente diferentes de las que nosotros conocimos. Sus motivos de politización son diferentes de los nuestros. Una tendencia libertaria, que se ilustra con la referencia al zapatismo, se expresa claramente. Nosotros estábamos saturados de Marx, Lenin y Trostky. Y está claro que no es ahí donde esta nueva generación está buscando sus referentes».
Complice de l’utopie, entrevista para Le Courrier, 8 de mayo de 2004
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