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Partido Popular
La reinvención del bipartidismo: entre primarias, elecciones y tertulias
El bipartidismo está más vivo que nunca, ha incorporado a otros partidos, ha visibilizado corrientes internas dentro de los mismos.
¿Y usted qué cree que hará Pablo Casado ahora que es oficialmente el nuevo líder del PP? ¿Continuará con el mismo discurso de orgullosa y desacomplejada derecha, de rebeldía hacia las imposiciones progresistas? ¿O moderará su retórica para que una base social más amplia que la de los hooligans de su facción de referencia le haga presidenciable?
Acuda a su casa de apuestas más cercana: ¿cuál será el próximo desarrollo de la política nacional? Casado: ¿radicalización o moderación? Para qué limitarse a la especulación improductiva en columnas, bares y redes sociales. Cada vez hay más partidos políticos, citas electorales y primarias, ¿qué es la vida política si no una forma de competición crecientemente imprevisible y trepidante? Hagan ya sus apuestas. Rentabilicen su capacidad de análisis, acudan a su politólogo de referencia. Apuesten fuerrrrrrte.
Ganó el PP muy español y mucho español, el que mientras que deglute derechos económicos y sociales con cara de responsable dolor, tritura derechos civiles y políticos
Ganó el sector más derechista en el PP. El que reivindica más trumpianamente sus señas de identidad: conservador en lo social, neoliberal en lo económico, corrupto en lo ético, bocachanclista en lo comunicativo. Ganó el PP muy español y mucho español, el que mientras que deglute derechos económicos y sociales con cara de responsable dolor, tritura derechos civiles y políticos, con pose sensatamente autoritaria.
Ay, me he hecho un lío, ya no sé de qué PP venía hablando, ¿era el de Casado o el de Rajoy? Es que me cuesta diferenciarlos. Primarias internas: o de cómo un mecanismo en principio de profundización democrática puede convertirse en un ingenioso artilugio para generar antagonismos ficticios, y de pronto, oh, gracias a la inercia dualista en el que vivimos entrampadas, una parte del PP pasa a ser moderada. Hubo un tiempo en el que salimos a la calle a gritar PSOE, PP la misma mierda es. Ahora hasta que PP, PP la misma mierda es, hay que ir recordando.
En fin, queríamos superar el bipartidismo y lo hemos hecho, con dos pares. Dos pares de partidos, vaya. De un lado Ciudadanos y el PP, del otro PSOE y Podemos. Y en todos lados, señores juveniles de alta telegenia modernizando las formas.
Si algo estamos aprendiendo estos últimos tiempos en Europa es que hay maneras muy modernetas de avanzar hacia el fascismo, que se puede avalar el empobrecimiento de media sociedad luciendo sonrisas profiden, promover la mercantilización de los cuerpos con aires de empoderamiento femenino, o avalar la muerte cotidiana de seres humanos con mirada cándida y campechana. Si algo parece que estamos desaprendiendo, es que el fascismo que se viene no fue la causa de que nuestras vidas sean peores, de que nuestra democracia sea un chiste, de que el mediterráneo sea una tumba, o de que la desigualdad asesina sea nuestro sistema económico.
El fascismo es una consecuencia. La ulterior derechización a la que se van todos los partidos juntitos, los de derecha, pero también los de izquierda, es una consecuencia. Para que el sistema se reproduzca es fundamental seguir caminando, arrastrándonos, hundiéndonos hacia la derecha. Y en esta caída al vacío, la única vía de salida, es antisistema. Porque el sistema sigue siendo anti nosotras, cada vez con menos disimulo.
Queríamos superar el bipartidismo y lo hemos hecho, con dos pares. Dos pares de partidos, vaya. De un lado Ciudadanos y el PP, del otro PSOE y Podemos
Es verdad que cuando decíamos, PSOE, PP la misma mierda es, eran otros tiempos. Si ya costaba insistir en el mismomierdismo después de la ley mordaza, de Wert, de Gallardón, del impuesto al sol, del violento nacionalismo español del gobierno de Rajoy, ahora con la rehalconización retórica de Casado, más difícil va a ser, que obnibulados por las disputas entre ambos partidos, nos concentremos en lo que les sigue acomunando: el entramado de intereses económicos que los alimenta, la política al servicio de la acumulación de capital que priorizan, su incapacidad de dar otra respuesta a la crisis sistémica que cerrar fronteras, empobrecer trabajadoras y mimar multinacionales y bancos.
Casado es otra consecuencia de este corrimiento a la derecha, no tiene nada de nuevo, es un eslabón más en un proceso de corrimiento de los marcos de los pensable y lo discutible. Posibilita que ahora la socialdemocracia parezca una apuesta revolucionaria y El País un periódico de izquierda.
Volvemos a la derecha dóberman, y al PSOE con buenas notas en las políticas de reconocimiento. Así, mientras unos se apresuraban por entrar por la ventana de oportunidad, los otros reforzaban las paredes del edificio. El bipartidismo está más vivo que nunca, ha incorporado a otros partidos, ha visibilizado corrientes internas dentro de los mismos. Es un bipartidismo más acorde a nuestros tiempos, con un mercado más amplio donde elegir, dos partidos a la derecha, dos a la izquierda, corrientes internas en cada partido que a efectos de competición se acaban dualizando. Tan entretenido anda este bipartidismo de múltiples actores que cada vez se parecen más entre sí mismos, que no nos queda tiempo para mucho más que para seguir su retransmisión en directo.
Dijimos que no nos representan. Tomaron nota. Pensaron, diversifiquemos el producto a ver si alguno de estos os acaba por representar. Dijimos, democracia no es votar cada cuatro años. Entendieron. Ahora podemos votar mucho más a menudo. Señalamos que la política institucional estaba desconectada de las calles. Bien pensado, empezar a apostar sobre los resultados de las competiciones políticas puede ser una forma de acercarse a los barrios, esos lugares llenos de gente que no llega a fin de mes y de sucursales de Codere.
No subestimemos la capacidad del sistema de interpretar creativamente nuestros reclamos. Entonces diga. Pablo Casado: ¿moderación o radicalización? Ya en su casa de apuestas de confianza.
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El PP se está poniendo su traje más ultraderechista para cuando el año que viene gobierne PsoE con C's y otros partidos peperos periféricos (PNV, CiU o como se llamen hoy, etc...) de ahí que el PsoE esté haciendo dos o tres cosas "de izquierdas" -sin inversión monetaria significante- para así volver a disimular.
Está todo atado y bien atado.
el problema es votar, no hay que votar al mal menor, es mejor abstenerse, es lo que más daño le hace al sistema capitalista
Si claro, están los del régimen del 78 temblando, como también están temblando Trump, en EEUU vota alrededor del 50% y el candidato de Uribe en Colombia que también vota alrededor de ese porcentaje.
Podemos la muleta tricornier del régimen. Madrid nos roba. Y nos muele a palos.
No me digas, no sabia que Puyol era de Madrid, o todos los recortes que han hecho los racistas de PdeCat o es que no te acuerdas, que poca memoria y que poca vergüenza, que Artur Mas tuvo que entrar en HELICOPTERO en el parlament porque se iban a hacer unos impresionantes recortes y tampoco te acuerdas las ostias que daban los Mosos con consejeros de los partidos del régimen catalán, así que, un poquito de imaginación, Ah por cierto para cuando la República Socialista de Cataluña.
Muy buen análisis para recordarnos que no perdamos la perspectiva.