We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Opinión
¿Qué somos?
La respuesta tenía que ver más con el presente de una chica adolescente que con explorar la condición humana desde una perspectiva filosófica. Qué somos. Qué éramos en los pasillos del instituto o en los autobuses yendo y viniendo, después de un día entero de excursión, en el que habíamos cruzado miradas y habíamos intentado sentarnos muy cerca, pero no justo al lado, en los asientos de terciopelo de la parte de atrás del autocar.
No tengo muy claro si por aquel entonces, con 13 o 14 años, llegamos a preguntarnos algo muy profundo. Tampoco sé si el hallar una respuesta temprana, o más temprana, habría servido para algo o para ver con más claridad algunos caminos. Lo cierto es que fuimos algo, con el primer beso tibio, con el primer paseo de la mano, con aquellas cartas secretas (que era mejor que nadie descubriera). Pero hasta mucho tiempo después, aquella pregunta que interrogaba por una especie de nueva condición no obtuvo respuesta.
Qué éramos cuando no teníamos referentes, además de bichos raros o de marimachos jugando al fútbol. Cómo pudimos ser sin tener ni idea de los nudos en el estómago, de los latidos arrítmicos del corazón tras un mensaje una noche de final de curso o de una despedida sin abrazo por temor a los ojos que sí sabían responder, sin dudas, a lo que eran las demás sin que ellas mismas hubieran resuelto el misterio.
El misterio de una pregunta y de una respuesta que teme ser dicha por una misma, pero que se sabe de memoria porque todas las variantes llevan al mismo sitio. A la chica que te miró, a la que te lanzó una bola de papel en clase con un dibujo indescifrable, a la que te llevó en moto por primera vez o a la que te rozaba la mano a oscuras, en el cine.
Por eso el otro día cuando escuche por primera vez la canción de Lola Índigo preguntando al aire lo mismo que yo me había preguntado unas cuantas veces siendo una adolescente me emocioné. Y la escuché de nuevo. Unas diez veces seguidas. La reenvié a mis amigas, que seguramente alguna vez también se habían hecho la ya famosa pregunta, pero habían necesitado años para responderla. Como para no. Porque saber quién eres cuando todavía vas al instituto es difícil, pero todavía es más difícil sin tener referentes de ningún tipo.
La conversación nos llevó a recordar la película Rosas Rojas y otro vídeo de Amaral. Y aunque lo de ahora ya no es como lo de antes, es curioso cómo una canción y una sola pregunta pueden hacer que todo se te tambalee por dentro.