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Ha llegado. Está aquí. Creíamos que íbamos a poder controlarlo. Que íbamos a sobreponernos, que teníamos límites éticos, que al final triunfaría la información sobre el marketing en el mundo social. Pero no, el odio ha venido para quedarse. Ha roto derechos, marcado fronteras y desprotegido a todo un colectivo (esto si pensamos que alguna vez supimos protegerles). Pero, sobre todo, ha tatuado en la cara de la necesidad un término cargado de odio, de “sin recursos”, de “sin respuestas” de “sin valor”. Han marcado la cara todo un colectivo de adolescentes que no superan los 18 años, con una frase “sin futuro”.
MENA.
Eso es lo que eres. Te voy a quitar tu humanidad, tu condición de infante, de sujeto vulnerable, porque total: si te trato como un concepto administrativo será más fácil marearte, engañarte o pensarte como un número, como una plaza, como un problema. Porque hemos llegado al fondo del asunto: eres un puto problema. Pero no eres un problema nuevo. La infancia en desprotección en España siempre ha sido un problema.
Les has venido de perlas para cargarte con el muerto: el de un sistema colapsado, olvidado y privatizado
Eres la infancia invisible. No se te ve. No se te oye. No das guerra. Siempre detrás de las instituciones, en manos de congregaciones religiosas, de fundaciones con escasos recursos, privatizadas y relegadas a los últimos puestos de los presupuestos. Sin renovar, sin dinero, sin profesionales bien remunerados. No saben quiénes eres, y no saben qué hacer contigo.
En este panorama has irrumpido tú: migrante, pobre y menor. Han hecho de ti una bandera. A veces eres bueno, te integras y eres un caso de éxito, de su éxito. Algo que vender a los periódicos. Pero casi siempre eres malo: drogadicto, terrorista, ladrón. Entonces ellos hablarán de tus fracasos, de tus carencias, y dejaran a un lado su falta de medios, su falta de interés. Entonces serás tú, y será tu responsabilidad. Aunque tengas 14 años, tuya será la culpa. Nadie te entenderá. Y lo peor, nadie te atenderá.
Les has venido de perlas para cargarte con el muerto: el de un sistema colapsado, olvidado y privatizado. Porque tu eres el mismo problema pero con otro envoltorio. Tu piel es mas oscura, tu idioma es raro, tu fe distinta y tu pobreza imposible de esconder.
Contigo, el odio sale fácil, sale rápido y sale bien. Y, además, les calma.
Por eso nunca volverás a ser un niño: siempre será tu culpa.
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Sabiendo que no son huérfanos en su mayoría, también sabiendo que son mayoritariamente de orígen marroquí, comento dos interesantes noticias de este mismo año. En marzo pasado, el gobierno de Marruecos compró 24 aviones de combate F16, por un valor de más de 4700 millones de dólares. En noviembre, el mismo gobierno compró 36 helicópteros de guerra, modelo Apache, por un importe de 4250 millones de dólares. Mientras, aquí nos hacemos cargo de la desatención de estos jóvenes por parte de su país, habiendo, además, dejado irse hace cuatro días a miles de jóvenes españoles para los y las cuáles no había decente porvenir. Qué les vamos a ofrecer cuándo cumplen 18 años oficialmente ?
Yo defendía lo que se dice en el articulo asta que un grupo abuso de mi y ademas me robo...será culpa de la sociedad o mía
Llamarles niños, a unos jóvenes de 1,75 o más de media en la mayoría de los casos, me parece interesado e incorrecto. Es una pena que en los medios se silencie habitualmente lo que opina mucha gente que ni cae en sencillos sentimentalismos, ni tiene nada que ver con la ultraderecha y sus espúreas intenciones.