Opinión
“¿Por qué lloras?”, cuando ejercer el derecho al aborto se complica

La posibilidad de sufrir un aborto incompleto está contemplada y aparece en el consentimiento informado que una firma cuando solicita una interrupción voluntaria del embarazo. Pero nadie te explica lo que viene después.
28 sep 2025 06:00

“¿Por qué lloras?”. “Es que esta prueba es un poco brusca, pero tiene que ser así”. “Niña, ¿tú ves que quede algo?”. “Bueno, cuéntanos, ¿a qué has venido?”. “Si sangras mucho más de lo normal, ya vuelves a Urgencias…”. “Mejor no te quites la píldora, porque…”. “¿Por qué has abortado?”. Estas son algunas de las frases que he tenido que escuchar a lo largo de tres meses. A veces, algunas de ellas me resuenan como un eco. 

El 2 de junio realicé una interrupción voluntaria del embarazo. Quizás te preguntes por qué. ¿Quería ser madre y me arrepentí? ¿Nunca lo quise? ¿Fue una situación no consentida? No eres la única persona que se lo pregunta. Pero, ¿es tan importante el por qué? ¿O estamos abordando la cuestión sobre el ejercicio de un derecho? Es necesario darnos cuenta de los prejuicios que colocan las experiencias dolorosas en un lugar u otro.

Quince días después de abortar, el sangrado y el dolor no cesaban. Decidí acudir a Urgencias. En esa visita supe que el aborto estaba incompleto porque habían dejado restos de embarazo durante el legrado

Pasó y parecía que todo había ido bien. Pero, quince días después, el sangrado y el dolor no cesaban. Tampoco con medicación. Así que decidí acudir a Urgencias. En esa visita supe que el aborto estaba incompleto porque habían dejado restos de embarazo durante el legrado. 

“Esta ya es la última” fue la última frase que recuerdo escuchar antes de que me sedaran. Quizás tenían prisa por acabar.

La negligencia también es violencia institucional

Mi experiencia, que comparto con seudónimo, está situada en la ciudad de Madrid. Para realizar este proceso por la Seguridad Social no me dieron otra opción que elegir una de las diferentes clínicas privadas con quien tienen alianzas. En 2023, más del 81% de las interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) en España se realizaron en centros privados, según el informe anual del Ministerio de Sanidad y a pesar de los cambios introducidos en la reforma de la ley del aborto para que sea un servicio sanitario accesible en centros públicos. En Madrid, son hasta el 99% los que se hacen en clínicas privadas.

En este proceso, he pasado en manos y miradas de más de 25 profesionales en dos hospitales, dos centros de especialidad y la clínica por la que se gestiona este derecho sexual que, aunque gratuito, no tiene cabida en los centros públicos del sistema de salud. 

He pasado en manos y miradas de más de 25 profesionales, de las que solo una me preguntó cómo estaba mi salud mental, y solo otra se leyó mi historial antes de entrar en consulta

De todas estas personas, solo una me preguntó cómo estaba mi salud mental, y solo otra se leyó mi historial antes de entrar en consulta. De todas estas personas, muy pocas de ellas me anticiparon qué iban a hacerme y para qué, antes de hacerlo. Y, en momentos de toma de decisiones, sus propuestas diagnósticos y propuestas de tratamiento fueron dispares y contradictorias. La desinformación es un ejercicio de poder que puede llegar a ser muy delicada en situaciones de vulnerabilidad.

Nadie conocía mi historia previa y lo que estaba sucediendo a mi alrededor. Pero puedo afirmar que el trato que te da quien viste una bata blanca en su profesión puede dejar una huella o impacto tan importante como el motivo por el que se está allí. 

La forma de estar presente no puede ser neutral. O sientes una forma de estar compasiva o sientes un juicio con forma de rechazo. A veces no es más que la forma de observar o el tono de la pregunta. 

Derecho a no ser madre

Hoy puedo nombrar que mi experiencia, más allá de sentir que mi salud física y emocional corría un riesgo, estaba atravesada por la violencia institucional y obstétrica que no solo sucede en las paredes del hospital, sino que también se extiende a las farmacias o a tus propios espacios naturales de red de apoyo a través de interrogantes que escuecen, duelen y cuestionan tus decisiones. Es un sistema que, cómplice, busca castigarte por no seguir el legado natural biológico de la reproducción, con independencia de que la norma de tu país hable en términos de derechos y estar en una situación de complicación negligente. 

Hoy 28S, Día Internacional de los Derechos sexuales y reproductivos, deseo para mí y las que vienen que podamos sentir los espacios seguros para que no tengamos que ocultar una parte de nuestras vidas

Si llevamos tantos años de tabú, silencio y rabia contenida, hoy 28S, Día Internacional de los Derechos sexuales y reproductivos, deseo para mí y las que vienen que podamos sentir los espacios seguros para que no tengamos que ocultar una parte de nuestras vidas, que podamos afrontar esta adversidad desde la sororidad y no desde la soledad y que nuestra salud no esté en juego por el mero hecho de ser mujeres.

Tras esta experiencia, pienso, me resueno y escribo por todos los cuerpos de tantas mujeres que han sido o son mirados como si no habitaran un alma humana. Recordando, por todas nosotras, que el deseo de no ser madre también es un derecho humano. 

*Gracias a mi madre y aquellas amigas que sí supieron estar en todo momento y sin quienes probablemente hoy no estaría contando todo esto.

Los artículos de opinión no reflejan necesariamente la visión del medio.

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