Opinión
El hambre ilustrada

La última vez que vi a Emilio él salía de hacer la compra. Sintió envidia de la fila de cajeros, con sus contratos fijos, con sus chalequitos iguales, con su salario minúsculo y estable. Deseaba ser cajero.

Compra Barrio Tetuan
Una calle del barrio de Tetuan, en Madrid. David F. Sabadell
Paula Llaves
25 jul 2019 06:32

Hacía tiempo que no veía a Emilio. Habíamos estudiado juntos y teníamos una relación cálida cuando nos veíamos, pero ignorábamos nuestra propia existencia cuando la vida no nos juntaba. Nos daba alegría encontrarnos, nos brotaban sonrisas verdaderas cuando nos cruzábamos por casualidad en algún evento, en alguna ponencia que no se cobraba o en la presentación de algún libro que no se vendía. En la facultad jugábamos a una bohemia extinta, tratando de darle una pátina poética a una rutina lamentable. Usábamos a Bordieu para dibujar mapas en las humedades de las paredes y a Jeff Buckley para amortiguar los colchones puestos en el suelo. Fumaba Lucky Strike. “Como Kerouac”, me decía. Y yo, como Truman Capote, le respondía: “Eso no es escribir, es teclear”. Entonces se ponía muy serio, con esa pose de enfant terrible y decía cualquier cosa especialmente soez, pero en francés, y nos reíamos recordando quiénes somos.

Emilio (digamos que se llama Emilio) es un muchacho que pudiera ser de Móstoles o de Cornellá, es decir, de algún lugar sin tradiciones ni arraigo. De una de esas ciudades-dormitorio, todas iguales del Atlántico a los Cárpatos a la que las noches con el grupo de amigos en torno a un banco le devolvían la belleza arrebatada por las fachadas de ladrillo visto y los coches aparcados en doble fila. Teníamos también en común la carencia de apellidos compuestos y ser la primera generación de toda nuestra estirpe en pisar aula universitaria, y eso nos alimentaba el ego por goteo mientras nuestros amigos del parque entraban en Aceralia, se compraban un Ibiza o se hipotecaban, porque podían, y nosotros los veíamos los fines de semana desde el otro lado de la barra en la que poníamos copas.

El caso es que Emilio, ese dandi de extrarradio, más disciplinado que yo y más persistente, hizo su máster y después su tesis de doctorado sobre no recuerdo qué minucioso y fascinante estudio acerca de una diminuta faceta de la naturaleza humana, si es que eso existe, o sobre un humano diminuto, o una diminuta manifestación de la creación humana. Dio clases en la universidad, sumergiéndose en océanos insondables de burocracia española. Tras varios años de esfuerzo a 350 euros mensuales, pagándose el autónomo cuando le rescindían el contrato de teleoperador para perseguir una zanahoria que llevaba ya varios años mostrándose bastante más seca que lozana, el lustre social de la Academia dejaba de compensarle tanta miseria.

La última vez que nos vimos él salía de hacer la compra. Café, leche, espaguetis, tomate frito, dos botes de garbanzos. Marca blanca. Total: 5,31 euros más la bolsa. Y sintió envidia de la fila de cajeros, con sus contratos fijos, con sus chalequitos iguales, con su salario minúsculo y estable. Deseaba ser cajero. Anhelaba de verdad que le aceptasen de una vez en un almacén de logística, en una empresa de transportes, y le dejasen firmar su sentencia vitalicia… Quería sumergirse por fin en la clase obrera, pero se sentía, en cierto modo, confinado a sus márgenes. Fue camarero y promotor de conciertos, y administrativo, y ha sido becario en empresas donde facturaba en bebidas para el catering en un evento, tres veces su salario, que no llegaba al mínimo. Y ahora lleva un año en el paro. Busca pero no encuentra. La sobrecualificación no es lo que están buscando en los almacenes y le sobran años para poner copas. Le han dicho las dos cosas, no se lo inventa.

Quand ils ne chient pas dans la bouche, on se pisse dans le cul [Cuando no se cagan en la boca, se mean en el culo].
—Nunca podremos agradecer al Estado una universidad y una ciudad tan funcionales [versión de un fragmento del ensayo situacionista De la miseria en el medio estudiantil, de Mustapha Khayati].

Se ríe, pero no se ríe. Llegado a este punto la voz se le corta. Dice que las fuerzas no acompañan, las sienes ya clarean y la vida sigue zozobrante. Confiesa que no sabe en qué ha fallado, que cree que es un problema de carácter, que a lo mejor es él que no vale para nada, que se esfuerza y no le sale nunca, que se siente un inútil, un tarado en el sentido literal de la palabra, una cosa insuficiente, que si al menos supiera qué le falta… Y se enreda repensando una partida de ajedrez imaginada para descubrir en qué momento hizo el movimiento errado, olvidando por un instante que, por muchas jugadas que estudiemos, nosotros jugamos solo con peones.

Sé lo que se siente porque a mí me pasa, así que, en vez de consolarle, le digo lo que pienso.

—Vete a la mierda, Emilio. Lo de la idealización del proletariado se te ha ido de las manos. Cerraron Aceralia, despedir a un carretillero cuesta dos pesetas, y te piden idiomas hasta para poner sellos ¿De verdad crees que tú eres el que está peor? Anda, levanta la mirada de tu ombligo, que sabes perfectamente que esto que te pasa no tiene que ver solo contigo.

Sonríe. Dice:
Nous, bourgeois, sommes comme des cochons. Plus on devient vieux, plus on devient cons [Nosotros, los burgueses, somos como cerdos. Cuanto más envejecemos, más idiotas nos hacemos; versión, también llevada a la primera persona, de la canción “Les Bourgois” de Jacques Brel].

Nos reímos.
— ¡No te das aires!
—Es que no tengo abuela. Ahora en serio, es desesperante. Este rato quiero encontrar una rendija para poder colarme. Al otro, convencer al mundo de aliarse para derribar esa puerta que nos cierra el camino.

Le empujo con el codo.
—Pides poco…

Y sentados en un banco del parque usamos a Bordieu como un palito con el que dibujar mapas en la arena, jugando a encontrar en el suelo del parque una respuesta para todos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cádiz
Derechos laborales La lucha sigue: miles de trabajadores del metal en Cádiz se niegan al preacuerdo de UGT y continúan la huelga
Los trabajadores se niegan a aceptar el preacuerdo firmado entre la UGT y la patronal que el resto de agrupaciones sindicales consideran que podría desembocar en “el peor convenio” de la historia del metal
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Los bomberos forestales, sin soluciones, plantean una huelga en temporada alta de incendios
El conflicto laboral se está enquistando y los trabajadores valoran aumentar la presión ante la falta de respuestas por parte de la empresa y de la Comunidad de Madrid
Cádiz
Derechos laborales Más de 25.000 trabajadores se unen a la huelga del metal de Cádiz en su primera jornada
Los sindicatos apuntan que el 95% de los trabajadores del sector se han unido a la huelga para denunciar la situación laboral y los abusos laborales de compañías como Airbus, Navantia o Dragados Offshore.
JASB
26/7/2019 3:03

Solo puedo decir "chapeau" por el artículo.

Firmado: Un camarero "ilustrado" con dos másters, cada vez más idiota y con esa misma sensación de haber errado en cada encrucijada.

Qué bien sienta reírse de las penas de uno mismo; tal vez sea la manera más sana de mirarse el ombligo.
Aunque como dices en el artículo: "esto que te pasa no tiene que ver solo contigo".

¡À bientôt!

10
1
Francia
Francia ¿Unas primarias de la izquierda francesa? La idea seduce a socialistas y verdes pero Mélenchon la rechaza
El PS, los Ecologistas y sectores disidentes de la Francia Insumisa defienden recuperar el espíritu de la coalición unitaria del Frente Popular y presentar a un solo candidato en las elecciones presidenciales de 2027.
Extrema derecha
Extrema derecha Estados Unidos declara la guerra contra los pobres con la ley “grande y bella” de Trump
VV.AA.
La norma presupuestaria, que contempla más de un centenar de disposiciones, convierte a ICE en el cuerpo de seguridad del Estado más financiado y es un cheque en blanco para las grandes contaminantes.
Fútbol
Fútbol El equipo de fútbol femenino decidido a construir un nuevo Sudán desde el exilio
Un equipo de fútbol de desplazadas sudanesas en El Cairo lucha por continuar con el sueño de jugar. En el exilio, continúan entrenando.
La vida y ya
La vida y ya Calma
Pienso en la cotidianidad en una ciudad grande. En la ausencia de calma que cubre casi todos los espacios.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Una “victoria moral” da alas a la Plataforma STOP Planta de Biogás en Colmenar y Tres Cantos
La aprobación en el último pleno de una moción para revertir la declaración de utilidad pública del proyecto infunde ánimos a la plataforma, que ya ha denunciado el procedimiento ante los tribunales.
Notas a pie de página
Notas a pie de página ¡Parecían tan buenos!
La desaparición de niñas y niños de las calles tuvo lugar a la vez que se construía un relato idílico sobre la infancia. En ‘República luminosa’, Andrés Barba retrata su vuelta como grupo inquietante.

Últimas

Laboral
Laboral Yolanda Díaz asegura que el Gobierno tramitará el indulto a las Seis de la Suiza
La ministra de Trabajo reconoce sentirse “escandalizada” tras la reunión con las sindicalistas condenadas y asegura que no va a “aceptar retrocesos” en los derechos laborales
Palestina
Palestina Albanese presenta su informe ante la ONU: “Gaza es el escenario de un crimen”
El Consejo de Derechos Humanos atiende al reporte sobre el lucro de empresas y bancos en el actual genocidio de Gaza. The Guardian califica de “posible crimen de guerra” el ataque contra una cafetería en la que murieron 39 personas.
Opinión
Opinión Sirat y las zonas temporalmente autónomas
En la película de Olivier Laxe prevalece el relato sobre la deserción del mundo que una mirada a la propia creación de la comunidad que surge en torno a las raves.
Más noticias
Política
Política Feijóo radicaliza al Partido Popular en medio del terremoto Cerdán con la vista puesta en las elecciones
Miguel Tellado será el nuevo secretario general del partido. Un movimiento con el que Feijóo consigue el control casi absoluto del PP y le come espacio del discurso ultra a Vox, pero que lo aleja de eventuales pactos con PNV y Junts.
Galicia
Galicia Galicia elige el rumbo de la lucha contra Altri en las elecciones a la directiva de la plataforma Ulloa Viva
Vecinos y vecinas de la comarca más afectada presentan dos listas separadas tras no llegar a una propuesta de consenso. Por un lado concurre una candidatura continuista y, por el otro, una alternativa que se acerca más al nacionalismo institucional.
Madrid
Madrid Vecinas de Tribulete 7 presentan demanda colectiva por acoso inmobiliario contra Elix Rental Housing
Es la primera demanda colectiva que se presenta en España contra una socimi. El inquilinato quiere conservar sus hogares e impedir que se desarrolle el plan de pisos turísticos que pretende el propietario.

Recomendadas

Laboral
Laboral Reivindicar los derechos laborales en microempresas, el reto de los sindicatos
Nuevas estrategias hacen frente a realidades como las de los falsos autónomos o los puestos en remoto, mientras el PP quiere restringir aún más los comités de empresa.
En el margen
En el margen Aisetou Kajakeh: “Nosotras no estamos rompiendo techos de cristal, sino sorteando muros”
Esta socióloga española asegura que las asociaciones gambianas en España mantienen un vínculo directo con el lugar de origen, lo que hace que nunca pierdan la conexión con las raíces.
Salud mental
Laura Martín López-Andrade “La psiquiatría es una profesión potencialmente muy peligrosa”
La psiquiatra granadina defiende desde Málaga otro tipo de psiquiatría que huye de los diagnósticos y de la jerarquía y cambia la palabra tratamiento por acompañamiento.