Incendios
Arde Galicia

Una oleada inusual de incendios arrasa miles de hectáreas y deja cuatro víctimas mortales

Galicia arde 2
SOCIÓLOGO EN CIERNES. COLUMNISTA Y COORDINADOR EN NUEVA REVOLUCIÓN
16 oct 2017 09:00

"Un día llegan unos hombres al bosque y plantan un poste de telégrafos. Los árboles acogen con sorpresa la llegada del nuevo invitado, pues lo consideran uno más entre ellos. Se sienten deslumbrados por su aspecto: consideran que los hilos telegráficos son sus ramas interminables; frutos los aisladores de cristal, tronco esbelto y liso, el poste fruto de carpintería. Estos árboles son seres bondadosos e inocentes, a los que les gusta abrigar nidos de pájaros entre sus ramas, cantar melodías que imitan el fragor del mar contra las rocas, la marcha de un tren de vapor o el murmullo del viento, e invitan al poste telegráfico a realizar este tipo de cosas para que se sienta como uno más de ellos".

El bosque animado, Wenceslao Fernández Flórez

"Se Galicia arde, é porque lle prenden lume". Esa será la explicación más habitual que uno se encuentre al aventurarse a improvisar un pequeño estudio sociológico por las diferentes tabernas y mercados de Galicia, lugares estos a los que sin duda se debe acudir si pretende captar la pulsión de gran parte de la sociedad rural gallega. Tras esa primera respuesta, comenzarán a darse cuenta de que eso ni mucho menos significa que los gallegos, al igual que gran parte de sus políticos, crean ciegamente en ese falso mito que apunta como principal causa de los incendios a una comunidad de pirómanos que en nuestra tierra se encuentra especialmente activa. La conciencia gallega de los incendios provocados no se trata de eso,  aunque tampoco termina de descartarlo del todo.

Galicia posee aproximadamente un millón y medio de hectáreas forestales distribuidas en su mayor parte en minifundios privados que hacen del bosque gallego un conglomerado de pequeñas parcelas desorganizadas únicamente homogeneizadas por la negra sombra del eucalipto, una especie invasora que a lo largo de los años ha hecho de la superficie forestal del país un erial especialmente inflamable. Si a eso le sumamos la realidad de un rural totalmente abandonado y una flagrante falta de prevención y abandono de ese medio por parte de la Xunta de Galicia, el resultado es una selva de maleza dispuesta para la acción de quienes ven en los incendios forestales sus propios intereses.

"Con nosotros no moría gente en los incendios, y con ellos, cuatro personas", declaró el entonces presidente de los populares gallegos durante el mismo verano de 2006 en el que el PP de A Coruña dictó a sus alcaldes la instrucción de posponer la constitución de las brigadas contra incendios para poder acusar al Gobierno de PSdeG y BNG de lentitud en su gestión

Puede que como algunos propagan con una mezcla de malicia e ignorancia, los gallegos en ocasiones no tengamos demasiado claro si subimos o si bajamos (en realidad suele ser el resto el que no parece tenerlo demasiado claro), pero lo que sí parecemos alcanzar a comprender es que nuestros bosques no arden solos, sino que alguien está provocando que ardan.

Culpar de ello exclusivamente a los pirómanos o a las mafias madereras resulta por lo menos tan estúpido como hablar del fuego como "la herramienta rural por excelencia que forma parte de la cultura y simbología gallegas". Una idea esta última que resulta especialmente espuria al llegar al menos un par de décadas tarde, la Galicia de los numerosos fuegos "controlados" como método para limpiar y regenerar sus montes desapareció con la popularización de las herramientas mecánicas destinadas a la realización de esas tareas. Pese a que a muchos les pueda parecer increíble, los gallegos también nos adaptamos a los tiempos.

Curiosamente, cuando el fuego era un elemento común en el rural gallego, los grandes incendios no suponían una constante para nuestros bosques. El rural vivo, el que durante siglos supuso la principal seña de identidad territorial de Galicia, era un rural engranado dentro de su profunda desorganización y división, un medio cuidado y protegido por sus propios habitantes, quienes veían en su entorno inmediato no solo una fuente económica, sino también un hogar, una parte irrenunciable de su identidad. Ese supone el motivo principal por el que a nadie que conociese medianamente la dinámica del rural gallego se le podría pasar por la cabeza señalar al conjunto de sus vecinos o a sus costumbres como posibles causantes de un incendio de tal magnitud. Es el profundo desconocimiento del rural gallego por parte del gran público lo que hace que todavía hoy sobrevivan mitos no menos fascinantes y artificiales que el Camino de Santiago o la Queimada.

Las causas de los incendios son muchas, aunque posiblemente entre todas ellas destaque especialmente la rápida pérdida de conciencia acerca del rural y su incomprensión. El cambio climático, el propio abandono del campo y el caótico desarrollo urbanístico, totalmente ajeno a la tradicional distribución del terreno en Galicia, resultan motivos de peso que han provocado que los incendios en tierras gallegas se tornen especialmente virulentos e incontrolables. De igual modo que tenemos que hablar de pirómanos cuando existen personas que intencionadamente plantan fuego a nuestros bosques, también debemos hacerlo de políticas incendiarias cuando estas son en parte responsables de la gravedad de la situación.

Galicia posee aproximadamente un millón y medio de hectáreas forestales distribuidas en su mayor parte en minifundios privados que hacen del bosque gallego un conglomerado de pequeñas parcelas desorganizadas

El despido de 436 brigadistas apenas dos semanas antes de los incendios, la falta de una prevención adecuada, la laxitud a la hora de aplicar la normativa en vigor y la rápida privatización de parte de las labores contra incendios son solo algunas de las causas por las que a día de hoy ya podemos comenzar a hablar de responsabilidades políticas tras una de las mayores olas de incendios que se recuerdan en Galicia. No basta con culpar a Portugal o a supuestos incendiarios por ahora no identificados. Un gobierno gallego cuya gestión prometía labores antiincendios "más eficientes" y "más baratas", y que sin embargo ha terminado haciendo de las brigadas un negocio, además de un arma electoral, debe asumir responsabilidades.  

La precariedad de los Brigadistas de Seaga y el "mal planteamiento" de la política rural por parte del Gobierno autonómico son la cara visible de una política forestal diseñada durante el pasado siglo desde Madrid por una derecha que a lo largo del tiempo se ha centrado exclusivamente en favorecer los intereses de las multinacionales españolas de la industria de la pasta de papel y más recientemente a un sector energético descontrolado en su ordenamiento en Galicia.

La puesta en marcha por el Partido Popular de una "Ley de Montes" que facilita la recalificación de terrenos quemados pasados 30 años (tiempo más que asumible para la especulación urbanística) y directamente abre la puerta a la privatización de los montes públicos para cultivos forestales intensivos, supone simplemente un paso más en una serie de políticas altamente irresponsables de los populares en Galicia. Actuando como un partido autárquico en sus planteamientos, el Partido Popular se jactaba con sus actuaciones de despreciar a las organizaciones ecologistas, sindicales y numerosos expertos que le indicaban desde hace varias semanas que su política contra los incendios en Galicia estaba equivocada. Tan solo han sido necesarias las fatídicas y ya célebres condiciones de 30 grados de temperatura, menos del 30% de humedad y vientos de más de 30 kilómetros por hora, para desgraciadamente darle la razón al mundo en su litigio contra el señor Feijóo.

El rural vivo, el que durante siglos supuso la principal seña de identidad territorial de Galicia, era un rural engranado dentro de su profunda desorganización y división, un medio cuidado y protegido por sus propios habitantes, quienes veían en su entorno inmediato no solo una fuente económica, sino también un hogar, una parte irrenunciable de su identidad

Sea o no casualidad, todas las leyes ambientales del Partido Popular guardan numerosas excepciones que si bien pueden no estar pensadas para promocionar la acción criminal, sí parecen poder producir confusión en los delincuentes a la hora de vislumbrar posibles ventajas económicas en sus acciones. Por tanto, uno no puede señalar con certeza la incidencia de leyes como esta en los incendios que asolan Galicia, pero sin lugar a dudas resultan totalmente innecesarias y un claro retroceso en materia medioambiental.

Todavía recuerdo, haciendo un poco de memoria, la precampaña de las elecciones municipales de 2007 cuando el que es hoy presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, utilizó sin pudor alguno a las víctimas del fuego como arma arrojadiza para criticar la gestión del gobierno del bipartito en Galicia. "Con nosotros no moría gente en los incendios, y con ellos, cuatro personas" declaró el entonces el presidente de los Populares gallegos, durante el mismo el verano de 2006 en el que el PP de A Coruña dictó a sus alcaldes la instrucción de posponer la constitución de las brigadas contra incendios para poder acusar al Gobierno de PSdeG y BNG de lentitud en su gestión. Una decisión claramente politizada, que ha salido a la luz mediante una misiva firmada por quien sería la futura alcaldesa de Betanzos, María Faraldo.

En el mismo momento que termino este artículo son ya tres los muertos y miles las hectáreas calcinadas en los incendios que cubren toda Galicia, mientras las esperanzas de todos los gallegos se depositan casi exclusivamente en las previsiones de lluvia. Esperanzas que al contrario de lo que puedan creer fuera de estas tierras, no se fundamentan en la superstición celta o en su milenario contacto con la tierra y los elementos, sino simplemente en la firme conciencia de quienes se saben abandonados por su gobierno. 


P.D. Apenas pasadas las cinco de la mañana, el ruido de la lluvia al golpear  el cristal de mi ventana me hace pensar en todos aquellos que se juegan la vida por salvar un pedazo de mi tierra, de nuestro hogar. A ellos, eternamente agradecido.

Texto: Daniel Seijo

Archivado en: Galicia Incendios
Sobre este blog
Periodismo alternativo, opinión política y concienciación social.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Medio ambiente
Medio ambiente A loita polo monte galego: lumes, eucalipto e ameazas á propiedade común
Galiza concentra un terzo dos incendios forestais rexistrados no Estado. Mentres a Xunta apunta aos montes veciñais, comuneiros e ecoloxistas denuncian unha estratexia política para favorecer a privatización e a expansión da industria madereira.
El Salto Radio
El Salto Radio Viaje hacia la destrucción
La ONU denuncia que las lluvias e inundaciones sin precedentes de Octubre pasado en España, se unen a una serie de catástrofes por inundaciones que han afectado a comunidades de todo el mundo.
Incendios
Crisis climática Los incendios de California se expanden: “Esto lo han hecho las petroleras”
La catástrofe se ha cobrado ya diez vidas, ha calcinado 14.000 hectáreas y ha provocado la evacuación de 180.000 personas. “Los incendios de Los Ángeles no son sólo una tragedia, son un crimen”, denuncia Jamie Henn, director de Fossil Free Media.
Sobre este blog
Periodismo alternativo, opinión política y concienciación social.
Ver todas las entradas
Naciones Unidas (ONU)
Genocidio El Informe Albanese denuncia ante la ONU a las empresas que se han lucrado del exterminio en Gaza
La relatora presenta un informe al Consejo de Derechos Humanos en el que detalla la responsabilidad de decenas de empresas en las políticas de ocupación, apartheid y genocidio que está llevando a cabo Israel en Palestina.
Movimiento BDS
Movimiento BDS Sidenor cede a la presión y anuncia que dejará de vender acero para las armas israelíes
La acerera vasca toma esta decisión después de que los sindicatos ESK, LAB y ELA requiriesen información y exigiesen acciones para frenar la complicidad con el genocidio.
Palestina
Palestina Israel bombardea un cumpleaños infantil y asesina a 39 personas en otra jornada mortífera en Gaza
Las Fuerzas Armadas de Israel siguen extendiendo la muerte por todo el territorio de Gaza. Un ataque contra una cafetería frecuentada por periodistas acaba con la vida de varios niños y niñas, un fotoperiodista y una artista plástica.
Fiscalidad
Impuestos España y Brasil se unen para proponer mayores impuestos a los superricos
La propuesta ha sido presentada en la IV Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo de la ONU que se celebra en Sevilla.
Justicia
Justicia Huelga de jueces y magistrados: ni servicios mínimos ni descuento de salario
Las asociaciones conservadoras convocan por primera vez un paro de tres días, una situación sin sustento legal según el Consejo General del Poder Judicial.
República Democrática del Congo
República Democrática del Congo La RD del Congo y Ruanda, mediados por Estados Unidos, firman un acuerdo de paz incierto
El acuerdo busca crear cadenas de valor en las que intervengan ambos países, con una mayor presencia de los Estados Unidos en la zona. La poca presencia de las víctimas del conflicto en las conversaciones genera dudas en la sociedad civil congoleña.

Últimas

Corrupción
Corrupción El juez decreta prisión provisional sin fianza para Santos Cerdán
El juez acepta la propuesta del fiscal y decreta cárcel contra el ex secretario de organización socialista por integración en organización criminal, cohecho y tráfico de influencias.
Análisis
Análisis Negar, polarizar, avanzar: el asalto de la ultraderecha a las políticas climáticas
El llamado Pacto Verde Europeo se ha convertido en el principal caballo de batalla de la guerra cultural del negacionismo climático, sobre el que anudar los diferentes discursos negacionistas de la extrema derecha.
Opinión
Opinión Feminismo de clase y lucha por la hegemonía cultural
Muchos espacios feministas suelen incorporar códigos simbólicos y culturales burgueses que deslegitiman a los de la clase obrera. Aparte de las condiciones materiales, es necesario abordar la hegemonía cultural que estructura esta exclusión.
València
València La Audiencia de Valencia confirma la imputación a Argüeso en el juicio de la dana
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial concluye que la resolución de la instructora “no es irrazonable ni arbitraria”, ratificando la imputación del ex secretario autonómico de Emergencias.

Recomendadas

Historia
Historia ‘Weimar’, y su eco
‘Tiempos inciertos’, la exposición dedicada a la República de Weimar en el CaixaForum de Barcelona, apenas se deja nada, pero vuelve a incurrir en la idea de las “dos Alemanias” contrapuestas.
Economía social y solidaria
Historia Lo que Franco arrebató al cooperativismo y a la economía social y solidaria
La dictadura franquista combatió de forma cruel el movimiento cooperativo fraguado en la II República, y durante la propia guerra con las denominadas colectividades, y pervirtió la idea de autogestión a través de los ideales falangistas.
Río Arriba
Río Arriba Yayo Herrero: “El holocausto nazi no es una excepcionalidad en la historia de Europa, es un modus operandi”
Nueva entrevista de Río Arriba en formato podcast y vídeo en el que hablamos de ecofeminismo, transiciones ecosociales justas, decrecimiento, colapso, poner la vida en el centro y mucho más.