Música
Sobre Mi Gata: “Quizás sea hora de empezar a pensar más allá de otro colapso posible”

En su primer disco, el cuarteto barcelonés Sobre Mi Gata invita a bailar sin perder de vista la crisis climática y los estragos del sistema capitalista.
El grupo Sobre Mi Gata
El grupo Sobre Mi Gata no quiere ser la banda sonora del colapso.

Del grupo Pogo Sobre Mi Madre y un gato que se llama Cumbia surge Sobre Mi Gata. Neus, Maite, Maru y Guido son los integrantes de esta banda que navega entre la electrocumbia, el drum&bas y la música mákina. No quieren ser la banda sonora del colapso, sino hacer un llamamiento a contrarrestar esa resignación que bloquea, recuperar futuros perdidos. En las 14 canciones que componen su primer disco, Calor del colapso, reflexionan sobre la crisis del sistema capitalista, el clasismo que atraviesa ciertos productos culturales o el legado colonial.

¿Cómo surge Sobre Mi Gata? ¿Cuál es vuestra trayectoria y cómo llegáis al estilo que definís como postcumbia maquinera?
G.: Sobre Mi Gata nace a partir de un encuentro y de unos viajes por las tierras valencianas. Salir de Barcelona, mirarnos desde la distancia para enfocar mejor nuestros sueños, contradicciones y duelos. La pandemia del covid nos ofreció el privilegio del tiempo. En un momento que todo estaba parado, Sobre Mi Gata nacía y crecía muy rápido. Quizás durante la peor época para los músicos, decidimos que era el momento para esta apuesta felina. Armadas de todo tipo de tecnología musical prestada y reciclada, montamos un pequeño estudio en una de nuestras casas en el barrio de Vallcarca. Al mismo tiempo empezábamos una inmersión total, que aún no se ha acabado, en el mundo de la música electrónica. Nos gusta recordar al que fue nuestro mentor y profesor de producción musical, Vema Diodes. Fue un productor superviviente de la escena rave del Baix Llobregat que nos dio las primeras herramientas para empezar a construir nuestra música.

N.: Nuestra idea inicial era montar un grupo de electrocumbia. Algunas de nosotras veníamos de anteriores grupos donde habíamos explorado ritmos latinos como la cumbia y la bachata, pero estábamos interesadas en trascender estos estilos. El reguetón lo queríamos evitar, a pesar de que nos gusta. Al mismo tiempo nos movían varios estilos musicales como el drum&bass y el dub. Un guiño a la música mákina nos recordó que hubiera molado también meterle un rollo noventero. Al final de electrocumbia quedaba poco: así acuñamos la postcumbia makinera. Queríamos que la gente bailara a altas horas de la noche, pero con un contenido político que no fuera demasiado explícito y panfletario.


Hace unos meses Christo Casas publicaba en Catarsi Magazine un artículo en el que revisaba con perspectiva de clase la Ruta Destroy, popularmente conocida como la Ruta del Bakalao. ¿Vuestra adopción de la música makina tiene algo de disputa del relato hegemónico?
Ma.: El análisis de Christo Casas es necesario. Lo que se fraguó entre las discotecas diseminadas por los campos de arroz de la Albufera ha hecho nacer y crecer una escena musical y cultural que ha marcado lo que escuchamos, componemos y bailamos hoy en España. La música mákina ha representado una alternativa que ha intentado arrebatar al relato hegemónico el proceso de producción del deseo: la combinación de la música mákina, sus drogas y parquineos, hizo posible la desintegración del ego y el rechazo hacia un sistema de producción aborrecedor que nos quiere infelices, intuyendo así la inminente extinción humana, desde la pista de baile.

G.: Nosotras, como amantes de la nocturnidad y de la música electrónica, hemos querido hacer un guiño a la música mákina: aquí encontramos algo de hedonismo, de decadencia y al mismo tiempo de colapso. Popular y oscuro. Volvemos a citar a nuestro querido Vema Diodes: “No es lo mismo producir música techno en Berlín que en Cornellà de Llobregat. Berlín sonará más limpio, más perfecto y agradable, vistas las condiciones económicas y sociales que tendrás. El techno de Cornellá será más difícil, más precario, un poco enfadado y más industrial”.

Nuestro “estilo” de vida obviamente se sostiene porque nuestro bienestar se basa en el colapso de gran parte del mundo. Ahora tenemos miedo a perder algún privilegio de tantos que tenemos

El leitmotiv de vuestro primer LP, al igual que el de vuestro primer single, es el colapso. ¿Cantáis desde la derrota o desde la esperanza de ponerle freno?
N.: El colapso es una ocasión para definirnos. Después de dos años de “miedo total” durante la pandemia, ahora nos bombardean con otro miedo: la posibilidad de un colapso climático, económico, social. Colapsistas y políticos pregonan corte de luz y suministros, reducciones de gastos energéticos, probables desabastecimientos y más cosas terribles. Otra vez somos las mismas que pringarán, las mismas que durante la crisis del 2008 habíamos gastado por encima de nuestras posibilidades. Las mismas responsables de contagiar un virus mortal hasta hace un par de meses.

Ma.: Parece que este colapso nos da un poco de miedo. Pero nos olvidamos de que el capitalismo para funcionar ya ha colapsado muchos países. Nuestro “estilo” de vida obviamente se sostiene porque nuestro bienestar se basa en el colapso de gran parte del mundo. Ahora tenemos miedo a perder algún privilegio de tantos que tenemos. Al mismo tiempo, tanto miedo al fin del mundo nos puede volver aún más capitalistas, individualistas, olvidándonos de las que siempre están más oprimides.

Mu.: Así que, por un lado, queremos esperar el colapso bailando una música que al mismo tiempo haga reflexionar. Pero también queremos hacer un esfuerzo de imaginación, cantando y recuperando los futuros perdidos. Como decía el crítico literario Fredric Anderson, es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo. Nos han robado la capacidad de imaginar algo diferente que no sea capitalismo. Y quizás sea hora de empezar a pensar más allá de otro colapso posible.

Junto con el disco habéis publicado el videoclip de la canción “Benidorm”. ¿Qué historia hay detrás?
N.: Valencia y sus tierras nos han inspirado mucho. Hemos conocido el colapso del Cabañal, un antiguo barrio de pescadores devorados por la gentrificación, los planes urbanísticos, el turismo y Airbnb. Pero afortunadamente queda algún amigo que resiste por el barrio y siempre nos acoge al lado de la última discoteca de la ruta. El Cabañal es un barrio primo/hermano de Vallcarca, donde la especulación también ha hecho trizas muchas casas y desalojado muchas vecinas. Cantamos también alguna historia de resistencia, que nos inspiran las luchas de nuestros barrios.

G.: Llegamos a Benidorm empezando a cuestionar nuestras vacaciones y las soñadas destinaciones auténticas y tropicales. Después de la crisis, la gente empezaba a plantearse unas “vacaciones de proximidad”. Durante el covid directamente no te apetecía enfrentarte a una burocracia infinita con cuarentenas e imprevistos rocambolescos. Delante del inminente colapso energético y climático parecía que ya no quedaba queroseno para mover aviones.

N.: El impacto de nuestros privilegios de verano también es fuente de un colapso. Y por eso nos atrajo Benidorm. Cuando planteábamos unas vacaciones en la costa valenciana, nuestras amigas se reían un poco y eso nos generó más curiosidad. Decidimos ir a vivir unos días de vacaciones en Benidorm para reflexionar un poco más y ver dónde iba la clase obrera española a descansar: allí descubrimos los encantos de un lugar lleno de contradicciones. Ejemplo magistral de colapso turístico, nada queda de aquel pueblo de pescadores que fue hasta los primeros años 50.

Mu.: Benidorm ofrece unas vacaciones baratas para currelas españoles en una especie de macroresort donde hordas de energúmenos norteuropeos superan los límites del turismo de borrachera. Es evidente, pero que con los precios asequibles y las comodidades de Benidorm no es casual que el rango económico de las personas que veranean no sea muy alto, y que precisamente por eso Benidorm sea un destino motivo de mofa para las clases más altas. Entre una estética de fluorescentes ochenteros y edificios con matices futuristas, Benidorm nos pareció una mezcla digna de ponerle letra y música.


La cuestión del buen gusto y la legitimidad atraviesa muchas facetas de la vida cotidiana, desde las vacaciones hasta la música que escuchamos y dónde lo hacemos. El ocio, también. Durante las últimas semanas se ha hablado mucho sobre la rave en La Peza (Granada). De la desmercantilización de la fiesta y el disfrute a la alienación de la clase trabajadora. ¿Cómo lo veis vosotras?
Ma.: Hay que decir que también la cultura rave ha sido muy estigmatizada. Los medios de comunicación siempre intentan sacar alguna noticia sensacionalista. Este año con la rave de Granada ha sido casi cómico. Es curioso que nunca se hable del negocio de los festivales, de la masificación, de las condiciones de algún macroevento, sin agua ni suficientes duchas, sin sombra y con precios desorbitados. Si pagas, todo bien.

N.: El mundo de la rave se sustenta a partir de prácticas autogestionarias que nos resultan afines. Gracias a las raves también la música electrónica ha podido desarrollarse increíblemente. Pero, como todo evento masificado, no siempre pueden ser espacios seguros y hay mucho curro por hacer.

Música
Música Sé lo que hicisteis el último verano: pasarlo mal en un festival de música
El regreso de la temporada estival de festivales musicales está resultando accidentado. A las numerosas cancelaciones se suman las denuncias por el trato abusivo que recibe el público asistente.

N.: Detrás de Sobre Mi Gata hay muchas ganas de hacer las cosas bien hechas, crecer y cubrir un espacio que hemos visto vacío. Tenemos que agradecer a muchas colegas que nos han prestado material, tarjetas de sonido, previos de voz, micros, plug-ins, altavoces, que nos han permitido arrancar sin que nos faltara nada. Hemos grabado todas las partes de guitarra con BC Rich flying V, intercambiada en un mercadillo de punkis/hippies por un compresor. Hemos podido dar el salto gracias a un colega productor, Oriol Veas, que ha visto y moldeado nuestro potencial. Hemos conocido Chalart58 en un curso de Dub y a partir de esto empezamos a trabajar juntas. También haber aterrizado en el Atlantida Studio de Mario Patinyo, nos ha permitido encontrar el sonido que buscábamos, y por supuesto a nuestra amiga Marta , que hizo de super actriz en nuestro videoclip del tema “Magallanes”. Y a todas nuestras amigas, que nos apoyan en cada concierto. En la vida, para poder sobrevivir y por convicción, somos un poco piratillas.


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Culturas
Cultura Máis de 30 artistas esixen aos catro festivais galegos de KKR que cumpran coas demandas do pobo palestino
Bandas como Bala, Highpaw, O Leo de Matamá, Dakidarria, Zénit, Hugo Guezeta ou Teresa Ferreiro apoian publicamente as demandas da maior coalición da sociedade palestina contra o fondo proisraelí.
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.

Últimas

Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Más noticias
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.