Lobbies
Los tentáculos de las cuatro grandes auditoras en la política fiscal europea
Un informe desvela las influencias y relaciones de PWC, Deloitte, Ernest & Young y KPMG con los órganos europeos encargados de luchar contra la elusión y evasión fiscal.
"¿Si estas empresas trabajan tan duro para socavar el poder del Gobierno por qué les concedemos contratos públicos?". Esta pregunta fue lanzada por Richard Murphy, de la Tax Research Network, una organización que se dedica a investigar y denunciar los sistemas fiscales a nivel mundial, tras investigar la gran influencia que tienen las grandes firmas de auditoría sobre la toma de decisiones de los órganos europeos y supranacionales encargados de luchar contra la evasión fiscal, al mismo tiempo que diseñan sistemas y estructuras fiscales para sus clientes que sirven para evadir esas mismas normas.
El informe Auditar para influir publicado por Corporate Europe Observatory (CEO) ha desvelado cuáles son las vías usadas para ejercer esa influencia por parte de estas empresas, y no son pocas, al mismo tiempo que han ingresado millones de euros en contratos públicos en materia fiscal encargados por esas mismas instituciones europeas.
Solo durante el mes de enero de 2018 tres de las grandes auditoras, PWC, Deloitte y KPMG recibieron 10,5 millones de euros para realizar estudios sobre “cuestiones fiscales y aduaneras”, sin tener en cuenta los conflictos de intereses que puede suponer el hecho de que estas compañías trabajen directamente para las mismas empresas que intentan evitar a toda costa esas barreras fiscales y aduaneras. CEO denuncia algunos de los casos más llamativos, como el contrato a Deloitte para realizar estudios sobre la fijación de precios de transferencia, una de las principales prácticas de elusión fiscal, a pesar de que la consultora asesora a sus clientes sobre este mismo tema y había utilizado su posición dentro de varios lobbies para presionar en contra de que se abordaran medidas más estrictas para la lucha contra estas prácticas.
Solo durante el mes de enero de 2018 tres de las grandes auditoras, PWC, Deloitte y KPMG recibieron 10,5 millones de euros para realizar estudios sobre “cuestiones fiscales y aduaneras”
En el informe le han puesto nombre a esas herramientas de presión sobre los que deben legislar en Europa, los lobbies. El registro de transparencia de la Unión Europea, en el que se deben registrar las empresas que ejercen de lobby en Bruselas, muestra que Deloitte tiene diez entidades diferentes registradas, de nueve supuestas procedencias diferentes. Además han declarado en ese mismo registro que se gastan entre 975.000 y 1.400.000 euros al año en este tipo de prácticas.
PWC es sin duda la empresa con una mayor influencia sobre algunos de los grandes lobbies. La consultora con sede en el Reino Unido dirige la European Business Initiative on Taxation, una organización dedicada a presionar sobre la legislación fiscal europea y que cuenta con miembros como BP, Pfizer o Airbus. La Accountancy Europe, la federación de profesionales de la auditoría, tiene un consejo repleto de figuras de las cuatro grandes y a PWC presidiendo su grupo de política fiscal. Esta empresa auditora también preside la Cámara Americana de Comercio con la UE, una asociación de lobbies para multinacionales estadounidenses como ExxonMobil, Facebook y Monsanto, y firme opositor a los movimientos europeos hacia una mayor transparencia fiscal. El registro de transparencia contempla que PWC tiene 11 lobistas y un gasto de entre 700.000 y 800.000 euros anuales en estas prácticas. Este mismo registro también muestra que Ernest & Young (EY) y KPMG tiene seis lobistas cada una y gastan alrededor de medio millón de euros anuales en ejercer presión sobre las instituciones europeas.
Normas de transparencia para asesores fiscales
En junio de 2017, la Comisión Europea presentó una propuesta de nuevas normas de transparencia para los asesores fiscales que les obligaba a informar a las autoridades financieras de los sistemas fiscales “agresivos” de los que se valen estas mismas empresas y sus clientes para evitar pagar impuestos. Según el informe de CEO, las dos auditoras con un mayor poder, KPMG y PWC, presionaron a favor de que se estableciera un criterio voluntario. Cuando esto fracasó, los esfuerzos de los grupos de presión se centraron en el Consejo Europeo, donde el acuerdo final diluyó la propuesta de manera que se parecía mucho a las exigencias de PWC.
Esta misma empresa también sugirió que se redujeran los criterios de lo que se considera “agresivo”, para suavizar las exigencias de transparencia y que se reportaran menos fraudes. También presionaron para que se requiriera un voto unánime para agregar o cambiar estos criterios.
Informe país por país
Una de las principales herramientas propuestas por las autoridades fiscales y organizaciones comprometidas con la justicia fiscal ha sido el informe país por país. Con este método se pretende exigir a las grandes corporaciones que hagan públicas sus ganancias en todos los países en los que operan, desgranando cuánto y cómo se obtiene de cada uno de los territorios por separado. Con esta técnica se intenta evitar el uso de paraísos fiscales o ingeniería fiscal en ciertos territorios para disminuir su factura fiscal global. Antes de que la Comisión Europea realizara una propuesta en abril de 2016, las cuatro auditoras presionaron en contra de que esa información se hiciera pública ya que, como dijo EY, es “información comercialmente sensible”. Deloitte por su lado presionó para que el enfoque de estas normas siempre sea de carácter voluntario. La publicación de los Panama Papers endureció la propuesta final de la Comisión.La publicación oportuna de los documentos de Panamá significó que la propuesta final de la Comisión fue más fuerte de lo esperado. Los esfuerzos se trasladaron al Parlamento Europeo, donde, tras un aluvión de presiones corporativas, los eurodiputados añadieron una cláusula de salida que permite mantener en secreto los datos “sensibles desde el punto de vista comercial”, lo cual puede dejar las cosas exactamente como estaban antes.
Relacionadas
Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Región de Murcia
Belinda Ntutumu
“La violencia racista no parará mientras Vox pueda presentarse a elecciones”
Palestina
La coordinadora europea contra el antisemitismo dice que los informes sobre la hambruna en Gaza “son rumores”
Palestina
Más de mil caras conocidas de la cultura exigen al Gobierno que cese la venta de armas a Israel
El Salto n.79
La celulosa o la vida: periodismo situado y lucha social para frenar un ecocidio
Castellón
El BDS Castelló pide al FIB que facilite la devolución de entradas por su vinculación con KKR
Opinión
Torre Pacheco: el síntoma de un sistema agroexportador podrido
Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Violencia machista
El 30% de los feminicidios íntimos se producen en verano pero no es el calor, es el patriarcado
Últimas
Opinión
Cuando una huertana llora: saquen sus racistas manos de nuestra región
Análisis
La crisis por el ‘caso Cerdán’ empuja al PP y Vox por encima de los 200 escaños
Cómic
Gotham como estado mental
Opinión
Día Internacional de las Personas No Binarias: no pedimos nuevos derechos, exigimos los que tenemos
Palestina
La masacre se intensifica en Gaza, donde 800 personas han sido asesinadas mientras esperaban alimento
Estados Unidos
Donald Trump amenaza a la Unión Europea con aranceles del 30% a sus productos a partir de agosto
Murcia
Colectivos antirracistas denuncian la impunidad de la ultraderecha en Torre Pacheco, donde sigue la violencia
Economía social y solidaria
¿Dónde está la juventud en la Economía Social y Solidaria? Un relevo que se teje entre retos y oportunidades
Río Arriba
Javier Guzmán: “Desde la izquierda falta la visión de que el derecho a la alimentación es un tema básico”
Recomendadas
Feminismos
Patricia Reguero
“Mis relatos están escritos al lado de otras, arropada por la escucha de otras”
LGTBIAQ+
Mana Muscarsel
“La amistad da más juego para salir de la lógica de la familia porque tiene menos reglas"
Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
Medios de comunicación
El futuro del periodismo no lo está escribiendo una máquina
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!