Líbano
“Si la resistencia abandona los campos del Líbano, ocurrirá otra masacre como la del 82”

Con la ofensiva israelí golpeando todo el territorio libanés, el trauma de las matanzas de Sabra y Shatila resurge entre las personas refugiadas palestinas.
Líbano Aitor Molina - 7
Mausoleo víctimas Shatila. Aitor Molina
1 oct 2024 17:07

El campo de Shatila concentra todas y cada una de las dramáticas problemáticas que sufren las refugiadas palestinas en todo el Líbano. En este campo de un kilómetro cuadrado viven más de 20.000 personas, siendo el campo de refugiados más denso del país y trágico testigo de una de las masacres más crueles de la historia de la humanidad.

Al adentrarse a Shatila por el norte, atravesando la entrada principal de donde cuelgan decenas de fotografías de mártires y emblemas de diferentes facciones palestinas, se encuentra un estrecho callejón lleno de gente y tiendas de alimentación. Esa vía estrecha y atestada es una de las arterias principales del campo y, por lo tanto, casi la única por donde pueden entrar vehículos con suministros. Saliendo de esta calle, se empieza a remontar un entramado de callejones mucho más estrechos por donde sólo cabe una persona, con un recorrido arbitrario y aleatorio que va conectando todas las viviendas.

Líbano Aitor Molina - 2
Callejón de Shatila. Aitor Molina

Cuando se creó el campo en 1949 se plantaron 500 tiendas provistas por la UNRWA, pero a causa de la perdurabilidad de la ocupación y las diferentes oleadas de desplazamientos posteriores, esta cantidad ha aumentado vertiginosamente. El campo ha multiplicado por diez su capacidad, a pesar de que el estado libanés nunca ha permitido ampliar el espacio. De este modo, las casas se amontonan una encima de la otra sin ningún plan urbanístico, en una especie de chabolismo vertical. Lo que al comienzo eran tiendas, a lo largo del tiempo se han ido convirtiendo en edificios autoconstruidos de dos o tres pisos.

La oscuridad es prácticamente absoluta, ya que la luz del sol no llega por culpa del hacinamiento de los edificios, lo cual también provoca que el suelo esté completamente encharcado. Muchas aguas residuales se abocan desde los pisos superiores directamente a la calle, que prescinde de sistema de alcantarillado. Las vecinas y trabajadoras de la entidad local Beit Aftal Assomoud (Casa de los Hijos de la Resistencia), que ofrece servicios sociales a los niños del campo, advierten constantemente del peligro de los cables eléctricos, que cuelgan masiva e indiscriminadamente a la altura de los hombros.

Líbano Aitor Molina - 1
Cableado eléctrico Shatila. Aitor Molina

Jom Marwan, nacida en el campo, vive en otra de las arterias principales del campo, donde se sitúa el mercado. Es una mujer de 65 años que tenía 23 años durante la masacre de Sabra y Shatila y que entonces acababa de parir un bebé de 12 días en un sótano del barrio comercial de Hamra, donde estuvieron escondidas durante tres meses. “En esta calle que se ve por la ventana es donde se amontonaron más cadáveres, al volver a casa nos encontramos nueve cuerpos dentro del comedor [...] Asesinaron a mi hermano, a mi padre y a mi primo”.

Líbano Aitor Molina - 5
Jom Marwan. Aitor Molina

El 14 de septiembre de 1982, durante la Guerra Civil del Líbano, Israel había invadido el Líbano y el ejército controlaba Beirut. Las fuerzas de la resistencia palestina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dirigidas por Yasir Arafat, fueron evacuadas hacia Túnez. Esta evacuación aconteció bajo la supervisión de las grandes potencias internacionales, en cumplimiento del alto el fuego que había patrocinado Estados Unidos y que obligaba al ejército israelí a no invadir Beirut Occidental y garantizar la seguridad de las refugiadas palestinas en los campos, que ya no contaban con la protección de los milicianos de la OLP, ni de la Fuerza Multinacional dedicada a esta misión concreta.

Ese mismo día, una explosión en el cuartel general de las falanges libanesas durante una reunión de mando mató al presidente Bashir Gemayel, el líder cristiano de las Fuerzas Libanesas en el cual Israel había depositado todo su apoyo. Las falanges libanesas, un grupo paramilitar de la ultraderecha cristiana, sembraron el caos por las calles de Beirut clamando venganza contra los musulmanes, especialmente contra los palestinos; a pesar de que el atentado había sido cometido por Habib Shartouni, otro cristiano maronita que trabajaba por el servicio de inteligencia sirio.

A la mañana siguiente, el ejército israelí había invadido Beirut Oeste y rodeaba el campo de Shatila, estableciendo su puesto de mando en la azotea de la embajada de Kuwait, un edificio de siete pisos con vistas panorámicas sobre el campo. En una reunión donde participó Ariel Sharon, ministro de defensa y la jefatura del ejército, el Mossad y el Shin Bet, se decidió que serían las falanges libanesas las que entrarían en el campo para “purgarlo”, protegidas e iluminadas con bengalas por el ejército israelí. Mientras tanto, los soldados israelíes se asegurarían que nadie pudiera salir del campo.

Líbano
Líbano A los refugiados palestinos en Líbano les duele Gaza
La ofensiva israelí contra el enclave palestino provoca impotencia y rabia en centenares de miles de refugiados en suelo libanés, que continúan exigiendo el cumplimiento de su derecho a regresar al territorio de la Palestina histórica.

La comunidad de refugiadas, entonces integrada únicamente por civiles, mayoritariamente mujeres, niños y adultos mayores, decidió enviar una delegación de cuatro hombres, Abu Zluaid (62 años) Abu Hamad Ismail (55 años), Tewfik Abu Hashmeh (64 años) y Abu Ahmad Raid (65 años) con una bandera blanca a la embajada de Kuwait para pedir al ejército israelí que les permitiera escapar del campo, pero ninguno de ellos volvió con vida.

Durante las siguientes 72 horas, las falanges libanesas, armadas con hachas, cuchillos, pistolas y algunos fusiles israelíes masacraron a la población del campo de Shatila. Según el testimonio de los corresponsales Ralph Schoenman y Mya Shone enviado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 8 de diciembre de 1982 y el informe de la Cruz Roja Libanesa, se hallaron más de 3.000 cadáveres. Muchos cuerpos se encontraron completamente mutilados, con un crucifijo tallado en el pecho y sin la cabellera.

Líbano Aitor Molina - 4
Cartel conmemorativo de la masacre Sabra y Shatila. Aitor Molina

A Marwan le preocupa la situación actual que vive el Líbano. Teme que el ejército israelí vuelva a invadir el Líbano y la resistencia palestina vuelva a ser evacuada o derrotada. “Ya vimos lo que pasó en 1982; trece días después de que los combatientes de la resistencia palestina se marcharan, entraron en el campo sin oposición y nos masacraron”. Esta conversación tuvo lugar un día antes del comienzo de los ataques israelíes en el Líbano, con casi 1.247 muertos y 5.000 heridos en 72 horas.

Nawan solo tenía 6 años en septiembre del 82 y su casa es incluso más modesta que la de Marwan. Con una dicción muy dificultosa explica que su hermana tenía 19 años por aquel entonces y era muda, “estaba embarazada y cuando encontramos su cuerpo en la puerta de casa, le habían desgarrado la barriga y le habían extraído el bebé”. Nawan perdió a 16 familiares durante la masacre. Entre lágrimas relata que “la gente que murió durante aquellos días ahora descansa en paz, pero lo que yo viví quizás es peor y me acompañará toda la vida. Vi cuerpos sin piel, mujeres violadas y fusiladas, partes mutiladas por todas partes. En un momento cogí fuerzas para empezar a tapar los cuerpos, pero un falangista se acercó y me dijo que si continuaba me mataría allá mismo”.

En una época y una región donde la salud mental era ridiculizada y estigmatizada, Nawan sufrió un post trauma severo que le ha dificultado el habla, un trastorno que también arrastra su hijo de 5 años, que permanece sentado a la silla del pequeño comedor con el móvil a todo volumen. En los últimos cuatro años ha recibido tratamiento psiquiátrico para evitar las pesadillas que le hacen revivir las imágenes de la masacre, pero desde hace unos meses, cuando ve lo que está sucediendo en Gaza, las imágenes de la masacre de Sabra y Shatila grabadas a la retina le vuelven a su mente.

Su testigo coincide con el de la periodista norteamericana Janet Lee Stevens, que en una carta a su marido explicaba que vio “mujeres muertas en sus casas con las faldas subidas hasta la cintura y las piernas abiertas; docenas de hombres jóvenes fusilados después de haber sido colocados en fila contra la pared de una calle; niños degollados; una mujer embarazada con sus tripas abiertas y sus ojos todavía abiertos por completo, con su cara oscurecida gritando en silencio por el horror; así como incontables bebés y niños pequeños que habían sido apuñalados, destrozados y lanzados a pilas de basura”.

El campo de Burj Barajneh, construido en 1948 para acoger a 3.500 personas desplazadas de la ciudad de Acre, actualmente aloja a 43.000 personas en el mismo kilómetro cuadrado

Cuatro kilómetros más al sur, entre los barrios chiíes de Beirut, se encuentra el campo de Burj Barajneh. Construido inicialmente por la Cruz Roja en 1948 para acoger a 3.500 personas desplazadas de la ciudad de Acre, actualmente aloja a 43.000 personas en el mismo kilómetro cuadrado (23.000 palestinos, 16.000 sirios, 2.000 palestinos sirios y 2.000 otras nacionalidades). Dos miembros de la Fuerza Unificada de Seguridad Palestina, que integra 165 combatientes de las diferentes facciones presentes en el Líbano como Fatah, Hamas o Asbat al-Ansar, acompañan la visita a las familias del campo. La visión del campo es estremecedora, se trata de una jaula tapada por cables eléctricos a baja altura y cañerías de agua que se entrelazan; una trampa donde cada año mueren entre 7 y 8 personas por electrocutamiento. Las habitantes solo disponen de 13 pozos autoconstruidos y que solo suministran agua salada y sucia. La UNRWA tiene un pequeño hospital de atención primaria con 2 médicos y un dentista, así como cuatro escuelas (situadas fuera del campo por la falta de espacio) que atienden además de 2.000 niños.

En la sede del BAS, que también ofrece servicios sociales en esta área, dos familias esperan para explicar sus vivencias sobre la masacre. Una joven llamada Nour sostiene un marco con el retrato de sus cuatro tíos. “Durante la masacre se llevaron a mis tíos en una camioneta, mi abuela intentó acompañarlos para darles de comer, pero no la dejaron y la camioneta desapareció por una esquina. Después de aquello nunca más nadie los ha vuelto a ver, ni siquiera se han encontrado sus cuerpos”.

Con la mano izquierda, Nour muestra en el móvil la fotografía de su abuela, que dedicó todos los años posteriores a averiguar la verdad sobre lo que le pasó a su familia y a tantas otras. Durante ese tiempo contactó con innumerables organizaciones internacionales (Cruz Roja, Amnistía Internacional, etc.) sin éxito, hasta que murió hace dos años. Ahora, esta joven de 31 años ha tomado su relevo. La familia Sanah Dirawi luchará para siempre por encontrar la verdad.

Líbano Aitor Molina - 8
Retratos de la familia Sanah Dirawi. Aitor Molina

En la medida que la masacre se llevó a cabo durante la Guerra Civil Libanesa, nunca se ha llegado a esclarecer el número real de muertos y desaparecidos; a pesar de que el citado informe de la Cruz Roja expresa que se encontraron más de 3.000 cadáveres, este no tiene en cuenta los cuerpos enterrados en las diferentes fosas comunes que las excavadoras fueron cavando y cubriendo durante los dos últimos días de la masacre. Por otro lado, las autoridades libanesas expidieron 1.200 certificados de defunción, sólo para aquellas personas que podían acreditar con 3 testigos que su familiar había desaparecido.

La justicia y la verdad que reclaman las familias de las víctimas no ha llegado a día de hoy. Envuelta y discriminadamente escondida dentro de un periodo convulso de la historia del Líbano, la masacre de Sabra y Shatila va cayendo en el olvido sin que nunca nadie, en ningún país del mundo, haya sido juzgada por lo que la Asamblea de las Naciones Unidas definió como “acto de genocidio”.

Cuando el ministro de defensa israelí, Ariel Sharon, fue escogido primer ministro el 2001, las familias de las víctimas interpusieron una demanda a la justicia belga para que lo condenara en virtud de una ley de jurisdicción universal para casos de violaciones de derechos humanos. El Tribunal Supremo belga dictaminó en primera instancia el febrero de 2003 que Sharon podría ser encausado por los hechos, pero ante la presión diplomática a la que Bélgica se vio sometida, el 14 de julio se hizo una modificación de esta ley para que solo se aplicara en casos donde estuvieran involucrados ciudadanos belgas. La máxima responsable de la organización Human Rights Watch en Bruselas, Geraldine Mattioli, declaró que “con toda la presión de los Estados Unidos e Israel, hemos olvidado completamente el objetivo inicial de esta ley, que era brindarle justicia a las víctimas de crímenes horribles”.

Líbano Aitor Molina - 9
Túnel Shatila. Aitor Molina

Por su parte, Elie Hobeika, máximo mandatario de las falanges cristianas y principal responsable de la matanza, llegó a ser ministro del gobierno libanés del 1990 al 1998, pero murió en un atentado el enero del 2002, días después de haber dicho públicamente que estaba dispuesto a declarar en el juicio belga para explicar toda la verdad.

Desde el 2000, el Comité Internacional “Para no olvidar Sabra y Shatila”, creado por los periodistas Stefano Chiarino y Maurizio Mussolino, fallecidos en 2007 y 2016 respectivamente, junto con la asociación local Beit Aftal Assomoud y diferentes activistas, académicos y militantes palestinos e italianos, organizan cada año una delegación internacional para conmemorar la masacre y visibilizar la injusticia que todavía sufren las víctimas de aquellos actos impunes. En este contexto, la Associació Catalana per la Pau también participa activamente y este año ha enviado a cuatro colaboradoras para participar en esta delegación.

Líbano Aitor Molina - 6
Manifestación en la fosa común de Shatila el 16 de septiembre. Aitor Molina

El pasado viernes 20 de septiembre, 42 años después del inicio de aquel exterminio, se llevó a cabo una manifestación que salía desde la antigua embajada de Kuwait hasta la fosa común donde perecen miles de cuerpos de las familias de Shatila, en forma de homenaje a aquellas mujeres, niñas, adultas mayores y jóvenes que fueron asesinadas en uno de los actos más miserables de la historia contemporánea.

Archivado en: Israel Palestina Líbano
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Palestina
Genocidio Israel asesina a cien personas en Gaza durante las últimas 48 horas
Esta semana comienza una vista oral en la Corte Internacional de Justicia que examina la ilegalidad de la decisión israelí de cortar la cooperación con la agencia de derechos palestinos de la ONU, UNRWA.
Genocidio
Genocidio Activistas crean la embajada de Palestina en Bruselas mientras Israel prosigue con su asedio en Gaza
Mientras los ataques de Israel sobre la Franja de Gaza ya han dejado más de 51.490 muertos, activistas han rociado de sangre un edificio que simula ser la embajada de Palestina, dejando un rastro de pintura roja hasta la embajada del Estado sionista.
Francia
Francia Militantes e intelectuales exigen la absolución de Anasse Kazib, perseguido por su apoyo a Palestina
El Estado francés utiliza el tipo penal de “apología del terrorismo” para perseguir a personalidades y colectivos que han mostrado su apoyo a Palestina y su repulsa al genocidio cometido por Israel.
Eléctricas
Sistémica eléctrico Del lobby nuclear a la burbuja de las renovables: comienza la pugna por encontrar al culpable del apagón
Un crecimiento desmedido de las renovables guiado por intereses corporativos y una red eléctrica que no ha sido actualizada a la nueva realidad energética son algunas de las causas señaladas del apagón del 28 de abril.
Pobreza energética
Energía Apagón crónico: lugares donde no volverá la luz, a pesar de la restauración del sistema eléctrico
Miles de personas en el Estado español viven día a día apagones y falta de suministro en lugares como Cañada Real (Madrid), la Zona Norte de la ciudad de Granada o los asentamientos de jornaleras y jornaleros migrantes en Huelva y Almería
Galicia
Galicia La Xunta aprobó la celulosa de Altri argumentando que su chimenea de 75 metros sería “icónica”
El Informe de Patrimonio Cultural, favorable a la multinacional, se emitió en base a dos encargos externos, contratados y pagados por la empresa al ex presidente y al actual tesorero de Icomos-España.
Electricidad
Apagón Pedro Sánchez: los protocolos de emergencia siguen activos y se abrirá una investigación
El presidente del Gobierno ha comparecido ante los medios de comunicación tras presidir la reunión del Consejo de Ministros para explicar las cuestiones abordadas en relación con la crisis eléctrica.
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Energía
Energía El gran apagón de abril | El suministro de energía se recupera al 99%
Pedro Sánchez explica que se produjo una “pérdida” del 60% de la electricidad a las 12:33h: “15 gigavatios se han perdido súbitamente del sistema en apenas 5 segundos. Aproximadamente el 60% del sistema eléctrico”.
Energía
Energía La ley marca permisos retribuidos para situaciones como el apagón eléctrico
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 37.3, protege a la plantilla cuando no es posible llegar a su puesto de trabajo o desarrollar con normalidad su tarea en situaciones como no tener electricidad durante horas.
Electricidad
Apagón ¿Qué le puedo reclamar a la empresa eléctrica y al seguro tras el apagón?
Tras el incidente con la electricidad de este lunes 28 de abril, los consumidores deben conocer qué pueden reclamar a las compañías de la luz o a sus seguros.
València
València La jueza de la dana acorrala al relato político de Mazón
El president viaja a Estados Unidos la semana en la que el PP europeo celebra su congreso en València y no acudirá a la multitudinaria romería de Santa Faz.
Crisis climática
Informe Las diez empresas más contaminantes del país son responsables de un quinto de las emisiones españolas
Repsol mantiene el podio gris de empresa más contaminante que le arrebató a Endesa en 2020. Completan el top 10 de compañías más emisoras energéticas, cementeras y siderúrgicas, que copan entre ellas el 56% de las emisiones del mercado de carbono.
Más noticias
El Salto Radio
El Salto Radio Desmantelando E2 I El racismo institucional y sus grietas
Las redes de apoyo mutuo y la actitud de compartir privilegios son herramientas imprescindibles para combatir los impactos del racismo estructural.
Comunidad de Madrid
Energía El apagón en Madrid, en imágenes
En Madrid, la gran urbe ha permanecido incrédula al pasar de las horas, entre rescates en el Metro, en el Cercanías y en ascensores, donde han quedado atrapadas algunas personas.
Opinión
Opinión La luz de lo público durante el gran apagón
El fundido del sistema eléctrico ahonda en las grandes preocupaciones del siglo XXI. También en el diagnóstico fundamental de necesidad de refuerzo de los servicios públicos.

Recomendadas

Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.
Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña y Ourense compraron material policial a Israel por medio millón de euros en solo cuatro años
El alcalde ourensano, Gonzalo P. Jácome, adjudicó un contrato por 70.000 euros días después del siete de octubre. Abel Caballero firmó otro de más de 200.000 euros y la alcaldesa de A Coruña siguió la estela con un contrato de 170.000 euros.