Ley Trans
Expulsadas de la luz del día

Las personas trans venimos de una guerra interminable que llevamos librando desde que se pierde la memoria y este 22 de diciembre, con la aprobación de la Ley Trans en el Congreso de los Diputados, vimos el principio del final de la misma.
Irene Mar Ley trans
Concentración en las escaleras del Congreso para celebrar la aprobación de la ley trans. Dani Gago
Activista histórica y Presidenta de la Federación Plataforma Trans
27 dic 2022 12:35

Eran finales de los 80, ya bien entrada la democracia. La ley de escándalo público, vigente hasta el 88, todavía daba con nuestros cuerpos en las comisarías, escuchábamos a Nacha Guevara y todas nos llamábamos por nuestro nombre verdadero. Éramos unas con otras, la familia que nos había abandonado, NosoTrans, deseadas de noche, repudiadas de día. Para quien la sociedad solo permitía una existencia clandestina, expulsada de la luz del día.

Eran finales de los 80 y a mis casi 30 años perdí a dos amigas víctimas de la heroína, en la que muchas cayeron para llenar ese agujero negro del desarraigo familiar, de amantes nocturnos que nunca tenían rostro de día, de sentirse desnudas ante la mirada de gente extraña que en la cola de un aeropuerto, en el banco o al alquilar una vivienda te miraban porque el nombre en los documentos no era el “verdadero”. De ir por la calle y aguantar como la gente se giraba con cara de sorpresa o de sorna, de escuchar insultos.

Murieron a miles de kilómetros de su hogar y entre las amigas tuvimos que hacer una colecta para repatriarlas y que descansaran en sus ciudades de nacimiento. Ninguna superó los 30 años, se fueron de esta vida sin ver reconocidos sus nombres, sin acceder a tratamientos médicos o quirúrgicos teniendo que recurrir a la autohormonación, a inyectar en sus cuerpos sustancias para cumplir con los cánones que la estética dictaba al servicio de la erótica masculina. Condenadas al frío de la noche en una esquina, para poder subsistir, pagar sus intervenciones y en muchos casos ayudar a aquellas familias que después, acabado el dinero, acabaron el vínculo.

Eran finales de los 80 y NuesTrans vidas eran tinieblas.

En el 91, la extrema derecha nos arrebató a la compañera Sonia Rescalvo, que fue asesinada en Barcelona a base de patadas de los Skin Head pero también de una sociedad que a patadas nos condenaba a los márgenes, sin protección ni derechos

Y entramos en los 90. En el 91, la extrema derecha nos arrebató a la compañera Sonia Rescalvo, que fue asesinada en Barcelona a base de patadas de los Skin Head pero también de una sociedad que a patadas nos condenaba a los márgenes, sin protección ni derechos. Este hecho propició la primera toma de conciencia en nuestra comunidad. Empezamos a organizarnos: nace en Madrid la Asociación AET Transexualia y en Barcelona el Colectivo Transexual de Catalunya (CTC), con el objetivo de conseguir una ley que por primera vez nos reconociera en derechos y nos dotara de protección.

Desde 1987 podíamos rectificar nuestro nombre y sexo en el DNI previa cirugía genital costeada por nosotras mismas y un procedimiento judicial, también costeado por nosotras mismas. El montante total podía alcanzar los 18.000 euros de ahora. No todas tuvieron la suerte de reunir esa suma, ni muchas quisieron pagar la dignidad de ser nombradas por su nombre con el coste de una cirugía genital. El Estado le puso precio a nuestro derecho a ser.

Y así, en plena democracia, 20 años hasta llegar a 2007, donde de nuevo, no desde la voluntad política, sino desde la presión, se consiguió la Ley administrativa 3/2007 para la rectificación del nombre y sexo de las personas trans. Si bien esta ley ya no exigía una cirugía genital, lo que suponía un salto cualitativo, nació con fecha de caducidad, excluyendo a menores y personas migrantes, exigiendo entre sus requisitos dos años de tratamiento hormonal, lo que supone una esterilización química forzosa. De nuevo el Estado le puso precio a nuestro derecho a ser. 

Hacia 2014 ya teníamos muy claro que la autodeterminación de género y la despatologización de nuestras identidades eran las herramientas imprescindibles para alcanzar la igualdad y el reconocimiento en derechos y dignidad

En 2014 llegó el impulso de la Ley Trans andaluza, que reconoció por primera vez en España y Europa el principio jurídico de la autodeterminación de género y despatologizaba las identidades trans (dos años antes lo fue en el mundo Argentina) y que tampoco contó en su haber con la voluntad política, pero si con la lucha organizada del sujeto político, las personas trans a través de la Asociación Trans de Andalucía (ATA-Sylvia Ribera). En ese momento ya teníamos muy claro que la autodeterminación de género y la despatologización de nuestras identidades eran las herramientas imprescindibles para alcanzar la igualdad y el reconocimiento en derechos y dignidad. Los principios pioneros que recogía esta ley han sido replicados y se han extendido hasta en un total de 14 comunidades autónomas.

Y con este impulso, los colectivos trans específicos nos organizamos en la primera Federación de colectivos trans específicos de toda la historia de la democracia, la Plataforma Trans. Uno de los objetivos principales era promover la aprobación de una ley de ámbito estatal que superara los techos competenciales que tienen las CC AA, como la rectificación del nombre y sexo legal en los documentos identificativos, persiguiendo que —aunque las competencias en salud, educación, trabajo, etc, estén transferidas a las comunidades autónomas— desde un marco estatal se marcaran unas líneas generales del modelo de atención sanitaria, de protocolos educativos, así como concretar políticas activas en el empleo. Una ley también que, de manera simbólica, reparara tantos años de violencia que ha perpetrado el Estado por acción u omisión.

Y en esas hemos estado los colectivos trans y de familias dejándonos la piel, ante un fenómeno desatado estos últimos tres años, la reacción no solo de los sectores ultraconservadores, sino sobre todo y de manera sorpresiva la asimilación a estos discursos reaccionarios y anti derechos trans de una parte de la progresía y la perniciosa influencia que han tenido en la deriva del PSOE, socio mayoritario del Gobierno que, lejos de frenar a tiempo el ascendente anti derechos trans en sus filas, lo dejó campar y engordar para usarlo como una herramienta de desgaste hacia un Ministerio de Igualdad que ya no estaba en sus manos, sino en la de quienes lejos de ver cómo sus socios, veían como rivales. No es nueva la estrategia de pretender usar al fascismo como un instrumento, pero siempre se ha demostrado que es el fascismo quien usa. Al daño auto infligido como partido cuya bandera ya nadie reconoce se suma, mucho más grave aún, por el que nos han hecho pasar a las personas trans. El daño humano y social es incalculable.

Al daño auto infligido como partido cuya bandera ya nadie reconoce se suma, mucho más grave aún, por el que nos han hecho pasar a las personas trans. El daño humano y social es incalculable

En esas hemos estado haciendo frente, trabajando por aunar fuerzas parlamentarias que nos permitieran llevar a cabo estrategias para desbloquear y doblegar las feroces resistencias, haciendo de la necesidad virtud, como cuando a través de los grupos del bloque de los derechos trans llevamos la ley al Congreso para “ganar perdiendo”, también luchando en las calles, medios de comunicación que teníamos disponibles, con los limitados recursos que tiene un colectivo como el nuestro, pero con la infinita fuerza para no decaer que también tiene un colectivo como el nuestro, el que sabe que no tiene ya nada que perder.

El contexto de la tormenta atroz que hemos vivido y la endiablada correlación de fuerzas han impuesto finalmente que parte de nuestras demandas hayan sido en la actualidad inalcanzables: se han quedado fuera del reconocimiento de derechos realidades trans, no ha llegado la autodeterminación para menores de 14 años, no hay reconocimiento para las personas no binarias, ni protección para las personas migrantes trans más vulnerables. Esto supone un dolor inmenso para muchas personas que en pleno siglo XXI se ven despojadas por parte del Estado de algo con lo que ya nacen: la dignidad y el libre desarrollo de la personalidad. Es imperativo que sean incluidas y reconocidas, pongámonos desde ya a construir con nuestras manos, después de la tormenta, el país que queremos y merecemos. Aprovechemos que siempre, siempre, después de la tormenta sale el arco iris.

Las personas trans venimos de una guerra interminable que llevamos librando desde que se pierde la memoria y este 22 de diciembre, con la aprobación de la Ley Trans en el Congreso de los Diputados, vimos el principio del final de la misma. Escuchamos las palabras de Irene Montero, Ministra de Igualdad, desde la tribuna: “Esto que voy a decir quiero que conste en el diario de sesiones, las mujeres trans son mujeres”, como quien escucha el “último parte de guerra” exhaustos nuestros huesos pero pletóricas de esperanza y de orgullo, inhalando el futuro y exhalando el pasado, como un suspiro de alivio y al mismo tiempo, de recuerdo por quienes no pueden ver esto: el mayor avance para las personas trans en 44 años de democracia. Por quienes murieron sin ver reconocido su nombre.

No quiero terminar sin agradecer todos los apoyos que hemos recibido de Grupos parlamentarios como PODEMOS, ERC, EH BILDU, Más País, Junts x Cat, CUP... Agradecer a Irene Montero haber apostado desde el principio por nuestros derechos y dignidad, con todo lo que había en contra, a su equipo en el Ministerio de Igualdad. A todos los medios de comunicación que nos habéis dado voz, cuando nadie más lo hizo. A todas, todes y todos quienes nos habéis acompañado en el lado correcto de la historia, ¡sentir orgullo!

Esto está dedicado a todas las expulsadas de la luz del día: por fin amaneció con vuestros nombres escritos en todas las paredes de nuestro país.

Archivado en: Ley Trans
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

LGTBIAQ+
CARTA A VARIOS ORGANISMOS Colectivos piden que se investigue la acción organizada de policías y militares para defraudar la ley trans
La Federación Plataforma Trans y Euforia Familias Trans-Aliadas han enviado cartas a diferentes organismos por el supuesto cambio registral de sexo de 37 integrantes de Fuerzas y Cuerpo de Seguridad que podría ser fraudulento.
LGTBIAQ+
Consejo de Ministros El PSOE reincide en su afrenta a las personas trans al nombrar a Carmen Calvo presidenta del Consejo de Estado
La designación de Calvo se produce un mes después de que la ministra de Igualdad colocara a Isabel García, también señalada por sus posiciones transexcluyentes, como directora del Instituto de las Mujeres.
Violencia sexual
Clara Serra “Legislar el sexo con arreglo al deseo es la vía directa al punitivismo”
En ‘El sentido de consentir’, Clara Serra defiende que el concepto de consentimiento es precario y ambiguo. Pese a su utilidad jurídica para hacer leyes, argumenta, no puede convertirse en la receta mágica.
Opinión
Opinión La guerra cada día más cerca
Se condena y reprocha a Irán el ataque con drones y misiles a Israel, pero no se condena con la misma intensidad el ataque hace dos semanas al consulado de Irán en Damasco, donde murieron dos generales y diversos funcionarios y guardias iraníes.
Genocidio
Mkhaimar Abusada “Israel quiere quedarse en Gaza”
En esta conversación el doctor gazatí de Ciencias Políticas, Mkhaimar Abusada aborda la popularidad de Hamás en Gaza, las probabilidades de éxito israelí en la lucha por extinguir la insurgencia palestina o el futuro político del enclave.
Ecuador
Crisis diplomática El asalto a la Embajada de México, el naufragio diplomático de Ecuador
El país sudamericano queda cercado por la crítica internacional tras la detención por la fuerza del exvicepresidente Jorge Glas, asilado por el Gobierno mexicano en su sede en Quito.
Arte
Arte Guerra, crisis migratoria y Unión Europea: el arte crítico de Avelino Sala en la primera Bienal de Malta
El salón español de la Bienal de Arte de Malta está ocupado por cinco creaciones del artista gijonés Avelino Sala en las que representa las similitudes entre las guerras pasadas y presentes, los estallidos sociales o la hipocresía de la ONU.

Últimas

Sanidad privada
Privatización Defensa adjudica a Quirón el servicio de vigilancia de la salud de su plantilla
Tras el escándalo, el principal cliente del novio de Ayuso gana el concurso para realizar exámenes de salud a la plantilla del Ministerio de Defensa, que hasta 2020 se realizaban en el Hospital público Gómez Ulla.
Opinión
Opinión Cuando los jueces se alían con los especuladores: anatomía de un desahucio en Alacant
El papel que juegan los jueces en los procesos de desahucios, que en algunos casos acaba favoreciendo al negocio de la especulación, es un asunto controvertido que no ocupa muchas portadas.
Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
Agroecología
Opinión Contra el desalojo del proyecto agroecológico Otxantegi Herri Lurra en Berango
El jueves 18 de abril pretenden expulsar un proyecto que ha recuperado campos de cultivo para ejecutar un PGOU que acabaría con 40 hectáreas de espacios naturales y suelos fértiles
Más noticias
Sequía
Feria de Abril Arte flamenco para luchar contra la sequía
Una acción de Juventud por el Clima Sevilla en la Feria de Abril se suma con unas sevillanas de denuncia a la Acción Global por el Clima del viernes 19 de abril, convocada por Fridays for Future.
Opinión
Opinión Ni un voto al genocidio contra el pueblo palestino
Conocemos el compromiso del Estado español con el statu quo imperialista, por lo que nuestra ingente tarea es forzar al gobierno español a hacer algo que no quiere hacer.
Genocidio
Genocidio Clamor entre empleadas de las big tech ante la complicidad de Google con el genocidio israelí en Palestina
El gigante tecnológico de Silicon Valley ha firmado este mismo año un acuerdo de colaboración con Israel que, según sus propios trabajadores, puede aumentar la capacidad de videovigilancia y selección de objetivos militares a través de Google Photos.
Sidecar
Sidecar El fin de la inocencia
¿Por qué las burguesías blancas están visceralmente del lado de Israel? Una respuesta sería que las burguesías occidentales consideran que la situación de Israel está íntimamente ligada a la suya.
Opinión
Regularización Iniciativas populares vs pactos institucionales: caminos colectivos frente a los callejones sin salida
Mientras el pasado martes la perseverancia de los colectivos migrantes se anotaba una victoria en el Congreso, el miércoles el Parlamento Europeo ratificaba de nuevo, como único horizonte, la razón securitaria.

Recomendadas

República del Sudán
Un año de guerra Sudán, la guerra del futuro que aplastó la revolución
La confrontación entre el ejército y las milicias en Sudán implica una guerra contra la población que se levantó por la democracia y ahora lucha por su supervivencia.
Violencia machista
Irantzu Varela “Es mucho más gozoso un espacio sin hombres”
En ‘Lo que quede' (Continta me tienes, 2024) la periodista Irantzu Varela lanza dardos contra todos los hombres que han ejercido violencia contra ella. Contra todos los hombres que han ejercido o ejercen violencia contra las mujeres.
Sector del juego
Decreto Garzón La apuesta errónea del Supremo
Mientras la ludopatía es una de las mayores adicciones del país y el juego el tercer motivo de suicidio, el Tribunal Supremo ha tumbado varios puntos del Decreto de la publicidad de las apuestas.