Iraq
La caída del régimen o el caos: miradas revolucionarias en Irak

En octubre de 2019, un movimiento de protesta sin precedentes sacudió Irak. Será aplastado de manera sangrienta. Tres años después, se cierne sobre el país la sombra de un enfrentamiento armado entre facciones chiíes políticamente poderosas y súper armadas. Un escenario preocupante que refuerza a los activistas en sus posiciones: solo un cambio de régimen podrá salvar a Irak de sus demonios.
Tahrir plaza
La plaza de Tahrir en Baghdad, repleta de gente durante los primeros días de noviembre de 2019. Foto Mohmmed Abd. (CC BY-SA)
12 nov 2022 06:00

No verán sus caras. Algunos darán sus nombres reales, otros no. Como gran parte de los activistas del movimiento de protesta que sacudió el país entre octubre de 2019 y febrero de 2020, tratan de no llamar demasiado la atención sobre ellos. Estos jóvenes, una vez roto ese hielo inicial, se entregan voluntariamente a la causa: “Queríamos alertar al mundo sobre lo que estaba sucediendo en Irak. Pacíficos, nos enfrentamos a un gobierno, a Estados, a organizaciones armadas. Solos.”

Esas palabras son de Amani. Empleada en una ONG, la activista de 26 años esconde tras sus ojos negros una ira inagotable, y, como una inmensa parte de la población iraquí hoy, el temor de ver a su país caer en el caos. Hace unas semanas, ella y sus compañeros presenciaron desde lejos el recrudecimiento de la violencia extrema en el corazón de la capital. Enfrentamientos de envergadura, en directo por televisión, entre dos facciones chiíes rivales en lucha por el poder. La corriente encarnada por el tempestuoso Moqtada al-Sadr, que se reivindica como el heraldo del soberanismo iraquí, y el Marco de coordinación, una alianza de partidos y milicias en la órbita iraní, parecen irreconciliables.

Y si bien las armas se silenciaron rápidamente, el problema político de fondo persiste. El reciente nombramiento de un presidente de la República y de un primer ministro, después de un año con ambos cargos vacantes, no parece una salida a la crisis.

Graffittis en Irak 2
Pintada conmemorativa de las protestas de octubre de 2019. Laurent Perpigna Iban

“Tishreen”, o la revolución asesinada

El país se ve ante un escenario de intensas crispaciones que los activistas iraquíes querían evitar, los mismos que, en los primeros días de octubre de 2019, asaltaron las calles de Bagdad y de varias grandes ciudades del sur de Irak.

En un contexto de crisis económica y social, superada por décadas de corrupción así como de dominación extranjera, una parte de la juventud desheredada —muy mayoritariamente chiíta— va a reclamar la caída del régimen, el fin del sistema confesional, así como una verdadera democracia. “Las anteriores oleadas de protestas reivindicaban los servicios básicos, como la electricidad, mientras que este movimiento iba mucho más lejos. Reflejaba el hecho de que nos sentíamos casi extranjeros en nuestro propio país, controlado por otras potencias”, afirma Amani.

En la órbita iraní desde la caída del régimen de Saddam Hussein en 2003, el territorio no ha encontrado ni estabilidad ni prosperidad. Y si desde la derrota de la organización Estado Islámico (EI), parece reinar una calma relativa, Irak sigue siendo un país con riquezas considerables, pero todavía poblado de pobres.

Iraq
El trío de las Azores A 18 años del inicio de la guerra de Iraq, Aznar sigue sin rendir cuentas
El expresidente del PP no ha pedido perdón, como Bush y Blair, por las mentiras que llevaron a la guerra de Iraq. Tampoco ha tenido que pasar por ningún tipo de comisión de investigación ni proceso judicial por impulsar una guerra que provocó cientos de miles de muertos.

Aya solo tenía 17 años en 2019. Como muchos otros jóvenes de su edad, esta estudiante se unió a las filas de la protesta sin que su familia lo supiera. ¿Cómo podría haber sido de otra manera? Desde las primeras horas de este levantamiento iraquí, el poder hizo uso de la fuerza contra los manifestantes, pacíficos, con el fin de silenciar sus voces. “El primer día, en la plaza Tahrir [epicentro de la protesta], escuché las detonaciones. Pensé que era el último día de mi vida. Pero sabía que debía continuar, así que volví al día siguiente”, explica.

Una represión sangrienta que llevó el sello de ex paramilitares mayoritariamente vinculados a Irán, las Unidades de Movilización Popular (PMF, o Hachd al-Chaabi). Una coalición de milicias integradas en el aparato de seguridad iraquí tras su papel determinante en la lucha contra el EI. Y estos últimos no retrocederán ante lo que perciben como una amenaza para el poder establecido. Los francotiradores están posicionados en los tejados de las arterias estratégicas: “Con mi mejor amigo, corríamos juntos para huir de los disparos. Se puso trás de mí para proteger mi espalda, y fue alcanzado por un francotirador. Nunca olvidaré su mirada cuando murió”, recuerda Aya, con una seguridad desconcertante.

Sin embargo, contra todo pronóstico, las manifestaciones no cesan; más aún, se amplifican. Este movimiento de masas lleva ahora un nombre, Tishreen (octubre en árabe), y pronto llevará también decenas de mártires. En realidad, es un baño de sangre.

“En Irak puedes morir en cualquier momento. Mejor que sea en el lugar correcto, con las personas adecuadas, y por las causas justas”

Salah, de 23 años, es también uno de los revolucionarios de la primera oleada. Al evocar estos momentos, el delgado joven de ojos claros se pierde en sus pensamientos. Recuerda que fue seguido hasta su casa al regresar de una manifestación y que se vio obligado a cambiar de ruta cada día. “En realidad, la represión ha reforzado el movimiento. Si en Irak nos dejamos atrapar por el miedo, entonces no podemos seguir viviendo.”

En las calles, muchas chicas muy jóvenes llenan las protestas. “Tishreen estaba lleno de mujeres fuertes, que no tenían miedo a nada, que iban hasta el final con sus ideas”, continuó Aya. “Era como una familia, todos cuidaban de todos. El miedo no nos afectó. En Irak puedes morir en cualquier momento. Mejor que sea en el lugar correcto, con las personas adecuadas, y por las causas justas”.

Después de tres meses de protestas, el asesinato en enero de 2020 del comandante de la fuerza al-Quds de los Guardianes de la Revolución iraníes, Qassem Soleimani en un ataque estadounidense en Bagdad, fue un primer punto de inflexión. Considerado como el arquitecto de la política exterior de su país, la desaparición del general iraní fue celebrada por una parte de los revolucionarios, que veían en él a uno de sus verdugos.

Celebraciones inaceptables para el líder chiíta Moqtada al-Sadr, cuya corriente se había mostrado hasta entonces cercana a los manifestantes, y que acabó sumandose a la represión. Solo contra todos, Tishreen recibió el golpe definitivo con la pandemia de Covid-19. Un ciclo de manifestaciones históricas que terminó con un pesado balance de 600 muertos, 30.000 heridos y otros tantos arrestos. Durante varios meses más, las figuras del movimiento de protesta serán abatidas, a veces hasta en la puerta de su domicilio.

Graffittis en Irak 2
Graffittis en Irak. Laurent Perpigna Iban

Ni un bando ni el otro

Tres años después, el contexto que condujo a la aparición de este movimiento perdura. Peor aún, los dos grandes polos políticos del chiísmo iraquí que se unieron para destruirlo —la corriente pro-iraní y los sadristas—, están en oposición frontal, y dejan caer el fantasma de una confrontación de envergadura.

No es de extrañar que, en estas condiciones, los activistas y simpatizantes de Tishreen se encuentren en una ecuación indespejable. “Ambas partes han contribuido a hacer nuestras vidas miserables, una existencia que nadie querría”, afirma Aya. Y si bien la corriente sadrista intenta acercarse a los manifestantes de 2019, este intento no parece estar funcionando. “No tenemos nada en común ni objetivo compartido con los sadristas, representamos un nuevo camino para Irak y, por lo tanto, nos oponemos a estas personas que solo viven para un poder armado”, explica Amani.

“Para nosotros está claro que no es ni un lado ni el otro”, dice Salah. “Y sabemos que, sea quien sea el ganador de su batalla, una vez que las hostilidades hayan terminado, vendrán a por nosotros”

Dos grandes partidos que, en sus proyectos de dominación, arrasan ampliamente en el seno de una comunidad chiíta muy vulnerable, como subraya el investigador franco-iraquí Adel Bakawan: “En una gran provincia como Nassiyirah [en el sur del país], la tasa de desempleo de los menores de 30 años llega al 74%. En Basora, la ciudad que suministra aproximadamente el 80% del petróleo iraquí, esta riqueza es invisible. Hay que comprender la terrible miseria en la que se encuentran estos jóvenes”.

Iraq
Guerra de Iraq La venganza a toda costa de las milicias iraquíes
Un año después del asesinato a cargo de los Estados Unidos de Qassem Soleimani, los Hachd al-Chaabi han ampliado su autonomía: algunos grupos actúan hoy fuera de todo marco iraquí e... iraní.

En consecuencia, en una parte importante del sur iraquí, las milicias Hachd al-Chaabi se han convertido a veces en el primer empleador regional: “Para una juventud necesitada de todo, estas organizaciones proponen un salario, un estatuto, un reconocimiento social, y sobre todo una protección nada despreciable en una región donde al menos 80 milicias se reparten el territorio”, continúa el investigador.

Así, muchas familias acaban por romperse, ya que los jóvenes revolucionarios se ven obligados a “cortar los lazos con primos que se muestran demasiado amenazadores”, como subraya Amani, que recuerda, por otra parte, el peso familiar y tribal que recae sobre la sociedad iraquí: durante los meses de revuelta, los jóvenes cuya acción política no les gustaba a sus padres no tuvieron más opción que pasar varias semanas en tiendas de campaña en los lugares de ocupación.

¿Cuales son las perspectivas?

En un café literario en el corazón de Kerrada, un barrio de Bagdad, los coloquios van bien. Pese a abordar el tema de maneras distintas, Ali, Hassan, Mohtada y Safaa (todos activistas, entre 25 y 35 años de edad) están de acuerdo en un punto: la extrema probabilidad de que las dos grandes facciones chiías resuelvan sus diferencias por las armas. “Es cierto que habrá una guerra civil. Lo sorprendente es que no haya estallado ya. Para mí, lo único que hacen es alargar el plazo, pero es inevitable”, dice Safaa. Una opinión que es absolutamente unánime en torno a la mesa, y que es compartida por Salah, Aya, y Amani.

“Salvar a Irak requerirá un gobierno fuerte y mucha suerte. A menos que se produzca un levantamiento en Irán. Si la República Islámica cae, también lo hará el régimen iraquí”

Es cierto que, desde la retirada política de Moqtada al-Sadr a finales del verano, el país está en llamas. Esta retirada, abrió de par en par la puerta a sus adversarios, que heredaron el cargo de Primer Ministro. Mientras se designaba al nuevo hombre fuerte de Irak, nueve cohetes del tipo Katyusha caían sobre la Zona Verde.
El clan pro-iraní en el poder, los sadristas, no ha dicho su última palabra y están afinando sus armas. “Todo dependerá de lo que diga Sadr. Un tweet, y miles de personas irán a la batalla”, explica un joven revolucionario que vive en Sadr City, bastión de Moqtada.

“Salvar a Irak requerirá un gobierno fuerte y mucha suerte. A menos que se produzca un levantamiento en Irán. Si la República Islámica cae, también lo hará el régimen iraquí”, afirma Salah. Naturalmente, las miradas se dirigen hacia el este, donde las manifestaciones que sacuden al vecino Irán desde la muerte de la joven Mahsa Amini suscitan mucho revuelo entre los jóvenes revolucionarios. “Estoy muy orgullosa de todas estas mujeres, de su valor. Me dan esperanza”, afirma Aya.

Entonces, ¿podría Tishreen, en este contexto ardiente, renacer de sus cenizas?

“Nadie lo sabe. Quizá mañana, quizá dentro de varios años” responden de corazón los interesados.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

LGTBIAQ+
Asexualidad Cinco vivencias asexuales para entender la orientación más invisible de la sociedad
Un grupo de personas asexuales hemos decidido redactar este escrito, donde contamos nuestras vivencias, nuestros anhelos o nuestros sentimientos, en el Día de la Visibilidad Asexual.
Extremadura
25-m, Día de Extremadura El 25 de marzo como ‘Día de Extremadura’ se celebrará este año en Los Santos de Maimona
La jornada se celebrará el próximo sábado 22 de marzo en el espacio de ‘La Fábrika detodalavida’, comenzando a las 10 de la mañana con charlas y debates y continuando por la tarde con conciertos.
Extrema derecha
Malismo Defender lo común para sobrevivir al delirio tecnomacho
Los antihéroes ultra se han convertido, a través de consignas y discursos plagados de violencia política, en los referentes ideológicos de miles de jóvenes.
Antimilitarismo
Rearme El gasto militar mundial se dispara
El gasto militar en el planeta aumentó en 2024 un 9,4% respecto a 2023, lo que supone el mayor incremento interanual desde la Guerra Fría.
Eléctricas
Sistémica eléctrico Del lobby nuclear a la burbuja de las renovables: comienza la pugna por encontrar al culpable del apagón
Un crecimiento desmedido de las renovables guiado por intereses corporativos y una red eléctrica que no ha sido actualizada a la nueva realidad energética son algunas de las causas señaladas del apagón del 28 de abril.
Electricidad
Apagón Pedro Sánchez: los protocolos de emergencia siguen activos y se abrirá una investigación
El presidente del Gobierno ha comparecido ante los medios de comunicación tras presidir la reunión del Consejo de Ministros para explicar las cuestiones abordadas en relación con la crisis eléctrica.
Energía
Energía El gran apagón de abril | El suministro de energía se recupera al 99%
Pedro Sánchez explica que se produjo una “pérdida” del 60% de la electricidad a las 12:33h: “15 gigavatios se han perdido súbitamente del sistema en apenas 5 segundos. Aproximadamente el 60% del sistema eléctrico”.
Pobreza energética
Energía Apagón crónico: lugares donde no volverá la luz, a pesar de la restauración del sistema eléctrico
Miles de personas en el Estado español viven día a día apagones y falta de suministro en lugares como Cañada Real (Madrid), la Zona Norte de la ciudad de Granada o los asentamientos de jornaleras y jornaleros migrantes en Huelva y Almería
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.
Energía
Energía La ley marca permisos retribuidos para situaciones como el apagón eléctrico
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 37.3, protege a la plantilla cuando no es posible llegar a su puesto de trabajo o desarrollar con normalidad su tarea en situaciones como no tener electricidad durante horas.
Electricidad
Apagón ¿Qué le puedo reclamar a la empresa eléctrica y al seguro tras el apagón?
Tras el incidente con la electricidad de este lunes 28 de abril, los consumidores deben conocer qué pueden reclamar a las compañías de la luz o a sus seguros.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
València
València La jueza de la dana acorrala al relato político de Mazón
El president viaja a Estados Unidos la semana en la que el PP europeo celebra su congreso en València y no acudirá a la multitudinaria romería de Santa Faz.
Crisis climática
Informe Las diez empresas más contaminantes del país son responsables de un quinto de las emisiones españolas
Repsol mantiene el podio gris de empresa más contaminante que le arrebató a Endesa en 2020. Completan el top 10 de compañías más emisoras energéticas, cementeras y siderúrgicas, que copan entre ellas el 56% de las emisiones del mercado de carbono.
El Salto Radio
El Salto Radio Desmantelando E2 I El racismo institucional y sus grietas
Las redes de apoyo mutuo y la actitud de compartir privilegios son herramientas imprescindibles para combatir los impactos del racismo estructural.
Comunidad de Madrid
Energía El apagón en Madrid, en imágenes
En Madrid, la gran urbe ha permanecido incrédula al pasar de las horas, entre rescates en el Metro, en el Cercanías y en ascensores, donde han quedado atrapadas algunas personas.
Opinión
Opinión La luz de lo público durante el gran apagón
El fundido del sistema eléctrico ahonda en las grandes preocupaciones del siglo XXI. También en el diagnóstico fundamental de necesidad de refuerzo de los servicios públicos.
Más noticias
Economía
Inflación El IPC baja al 2,2% en abril y el PIB crece un 0,6% en el primer trimestre
La economía crece una décima menos que el último trimestre de 2024 y la inflación subyacente sube cuatro décimas hasta el 2,4%.
Opinión
Opinión La hostilidad del fin del mundo
Me da por pensar qué tal vez estoy haciendo algo mal, que tal vez tuve que aprovechar las cuatro horas atrapado en un coche para grabar un documental o un reel sobre la necesidad de parar.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Arranca el segundo día de huelga en la educación madrileña
Hoy están llamados a la jornada de protesta en los ciclos de Infantil, Primaria, Secundaria, FP y Educación Especial. Se planea una nueva fecha para la manifestación conjunta con universidad que no pudo celebrarse ayer por el apagón.

Recomendadas

Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.
Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña y Ourense compraron material policial a Israel por medio millón de euros en solo cuatro años
El alcalde ourensano, Gonzalo P. Jácome, adjudicó un contrato por 70.000 euros días después del siete de octubre. Abel Caballero firmó otro de más de 200.000 euros y la alcaldesa de A Coruña siguió la estela con un contrato de 170.000 euros.