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El speed, ¿la cocaína de los pobres?
La cocaína y el speed son similares en muchos aspectos, pero el efecto de este último es entre cuatro y seis veces mayor. Sin embargo, su facilidad de producción y su síntesis relativamente sencilla, lo convierten en una droga más barata.

PREGUNTA: ¿Por qué el speed es mucho más barato que la cocaína? ¿Es más peligroso para la salud? ¿Cuál sería la forma más segura de tomarlo?
B.M.M. Bilbao.
La cocaína y el speed (metanfetamina) son drogas parecidas en muchos aspectos. Las dos son drogas ilegales que suelen encontrarse en el mercado negro en forma de polvo. La vía de administración más común para las dos es la intranasal (esnifar) aunque también pueden fumarse o inyectarse. Su mecanismo de acción es muy similar, incrementando los niveles del neurotransmisor cerebral dopamina. Las dos producen un efecto estimulante (claridad mental, energía, disminución del cansancio, euforia, locuacidad...) e incrementan la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Los efectos adversos (dificultad para conciliar el sueño, irritabilidad, taquicardia, ansiedad, etc.) y tóxicos (problemas cardiovasculares, psiquiátricos...) que pueden aparecer con el uso intenso o continuado en el tiempo son asimismo prácticamente los mismos. Ambas sustancias, finalmente, son capaces de producir dependencia en algunas personas.
La diferencia más importante entre el speed y la cocaína se encuentra en la duración de sus efectos. Una raya de coca por vía intranasal produce efectos entre 45 y 90 minutos después de su administración. Pero la duración del efecto de una raya de speed puede ser entre cuatro y seis veces mayor. Los consumidores deben tener este hecho muy en cuenta a la hora de adecuar el ritmo de consumo: si alguien se administra speed como si fuera coca, el riesgo de presentar efectos adversos y/o tóxicos es muy elevado.
Los distintos precios del speed y la cocaína se explican fundamentalmente por elementos económicos. La metanfetamina puede fabricarse partiendo de precursores muy accesibles, como la pseudoefedrina o el fósforo, con un proceso de síntesis relativamente sencillo para alguien con conocimientos de química. Así, los laboratorios clandestinos pueden fabricar grandes cantidades en cualquier lugar del mundo. Sin embargo, la materia prima de la cocaína, la hoja de coca, está limitada a los países productores de la planta, y los gastos de transporte y distribución encarecen el producto final de forma importante.
Por último, a pesar de que la variabilidad es muy amplia, las muestras de speed suelen estar más adulteradas que las de cocaína. Las sustancias que se incorporan suelen suponer poco riesgo añadido (paracetamol, suero fisiológico, lidocaína...), aunque la forma de presentación (en polvo) hace que los intermediarios puedan añadir cualquier producto. Por eso es importante, en el caso de los consumidores, contar con un proveedor de confianza y ser muy cuidadoso ante un producto del que se desconoce su origen y composición.
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