We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Galicia
Dos años a la espera de reparación tras sufrir lesbofobia en un registro en Galicia
“No me vais a decir que no, pero sois una familia anormal”. Son las palabras que un funcionario de un registro civil de la provincia de Pontevedra utilizó para responder a una pareja de dos mujeres cuando fueron a inscribir al hijo de ambas, en junio de 2023, según recoge la queja presentada por la pareja.
El niño había nacido el sábado y, tras recibir el alta, el lunes acudieron al registro de su localidad, un municipio de menos de 10.000 habitantes de la provincia de Pontevedra. Allí se dieron de bruces con una persona que dijo ser “quien más sabe de Registro Civil” y que les ofreció tres opciones: que la madre gestante inscribiera al niño para iniciar luego un proceso de adopción —que podría o no ser aceptado, les advirtió—, que se casaran en los próximos días y la madre no gestante aceptara a la criatura como hijo previo al matrimonio, o casarse al día siguiente e inscribir al niño.
Ninguna de las opciones se ajustaba a sus deseos ni a lo que dice la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, que modificó la ley de registro civil para permitir la filiación no matrimonial en parejas de mujeres lesbianas, puesto que, hasta entonces, solo se preveía la matrimonial.
“Yo me quedé en shock, rota por dentro”, dice Antía, una de las madres de la criatura, a El Salto. Tras este encontronazo en el registro, la pareja tenía cita con la matrona, a quien informaron de lo ocurrido. Ella les recomendó acudir al Centro de Información de la Mujer. La pareja habló también con la alcaldesa del municipio al tiempo que contactaba con la asociación Nos Mesmas, que se ofreció asesorarlas y les facilitó un argumentario con el que acudir de nuevo al registro. “Teníamos argumentos para volver, pero yo no me sentía preparada, estaba con una cesárea que se me complicó, psicológicamente no podía”, dice Antía.
Después de que un registro de un municipio de Pontevedra se negara a filiar al hijo de Antía y su pareja por no estar casadas, ellas acudieron a Vigo, donde no hubo ningún impedimento
Por eso decidieron acudir a inscribir a su hijo al registro de Vigo, localidad en cuyo hospital había nacido el bebé. Allí, el trato fue “exquisito” y, dice Antía, hasta les pidieron perdón por no tener actualizados los documentos, donde seguía poniendo “padre” y “madre” en el lugar donde debía poner “progenitor 1” y “progenitor 2”.
Con el apoyo de Nos Mesmas, decidieron poner una queja en la Dirección Xeral de Xustiza, en julio de 2023. En la queja, se expone cómo el funcionario les indicó que “de ninguna manera podemos registrar un bebé siendo dos mujeres y sin estar casadas” y cómo, ante tales afirmaciones, ambas le hicieron saber que el derecho las asistía. Entonces, cuenta Antía, el mismo funcionario les dice que, de haberse producido el embarazo mediante el método ROPA (Recepción de Óvulos de la Pareja), sí podría inscribirlo —algo que no contempla la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y LGTBI y que tampoco se menciona en la Ley de Reproducción Humana Asistida—. No contento con eso, el funcionario del registro también les aseguró que el niño no podía llevar primero el apellido de la madre no gestante, tal y como ellas habían decidido.
En la queja, alegan que este trato supone una práctica discriminatoria según en el artículo 14 de la Constitución Española —el que proclama la igualdad—, algo que atribuyen a “una clara conducta homofóbica con objeto de impedir la inscripción del hijo común recién nacido”.
“El denunciado, de forma consciente y deliberada no aplicó la normativa vigente que permite a inscripción de menores entre parejas de mujeres, sin requerir que la madre no gestante adopte recién nacido o requerir el matrimonio de ambas mujeres, negándose los derechos de ambas denunciantes y la igualdad de derechos de la familia LGTBI constituída por las denunciantes y su hijo”, recoge el escrito.
Un error que deja indefensas a las madres lesbianas
El funcionario denunciado respondió a esta queja en un escrito en el que reconoce que se negó a inscribir al bebé. Pero “salvo a miña negativa a inscribir, o resto é unha sucesión de medias verdades ou directamente falsidades”, responde. El hombre señalado en la queja argumentó que de ninguna forma incurrió en una inaplicación de la ley y añadió, que, de existir discriminación, esta tendría su origen en la ley y no en su actuación.
“O meu razoamento foi que non, que lle podía dar a negativa por escrito e que a menos que o meu superior mo ordenase, non podía proceder á inscrición, pois a redacción da lei non o permite”. Sobre por qué en Vigo se procedió a la inscripción sin problema, asegura en su respuesta que “non me corresponde cualificar as inscricións doutros rexistros”.
Pese a que el espíritu de la ley trans y LGTBI es permitir la filiación en condiciones de igualdad, el texto remite a una ley de 2006 que vincula este derecho al matrimonio
Lo que permitió esta actuación del funcionario es un error en la redacción de la ley LGTBI y trans. El problema es que se da una incoherencia: el espíritu de la ley es permitir la filiación de hijos nacidos en parejas de dos mujeres en igualdad de condiciones que las parejas heterosexuales, tal y como recoge de forma explícita en su preámbulo. Para ello, la Ley 4/2023 modificó el Código Civil para facilitar el acceso igualitario a la filiación, pero el artículo 44 de la Ley del Registro Civil continúa remitiendo a la Ley de Reproducción Asistida de 2006, que vincula este derecho al matrimonio. “Esta falta de armonización jurídica perpetúa inseguridades jurídicas y desigualdades, especialmente para parejas no casadas”, alertaba a finales del año pasado la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+).
Paula Iglesias, presidenta de esta organización, explica a El Salto que esta situación “genera inseguridad para la familia que se encuentra con esta situación y que quizás no conoce que efectivamente ese requisito se ha eliminado por la ley”. “La inseguridad jurídica y legal que supone de repente pensar que no puedes filiar a tu hijo, además con el contexto sociopolítico que estamos viviendo genera mucha inseguridad en estas familias y también por supuesto una desigualdad”, explica Iglesias. Al final, lamenta, se da una arbitrariedad en la que depende del funcionario que te toque que se aplique o no la ley.
Por eso, la FELGTBI+ comunicó al Ministerio de Igualdad en diciembre este error, que Igualdad se comprometió a enmendar. Preguntado en marzo de este año por el recorrido de este compromiso, Igualdad no dio ninguna respuesta a este medio. Preguntado de nuevo a comienzos de junio, tampoco ha respondido.
Petición de responsabilidad al Ministerio de Justicia
“Todo esto me afectó a nivel emocional y psicológico, afectó a la lactancia, mi hijo perdió mucho peso, me encontraba en una vulnerabilidad absoluta”, dice Antía. Pero esto no solo le afectó a ella sino que esta madre cree que las consecuencias alcanzaron también al recién nacido: “Mi hijo perdió mucho peso hasta el punto de diagnosticarle desnutrición por parte de la pediatra que lo atendió”.
“Al final, nos casamos por el niño para evitar cuestionamientos, y para ello tuvimos que ir a junto de esa persona a pedir que iniciara los procesos de matrimonio”. “Este hombre ha tenido opciones para rectificar y no lo ha hecho”. Por eso, tras recibir la respuesta que despachaba su queja, Antía y su pareja decidieron acudir a pedir responsabilidades Ministerio de Justicia, de quien dependen los registros.
La Reclamación por responsabilidad patrimonial consiste en solicitar una indemnización por un daño que sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos. Esta queja se interpuso en junio de 2024. La abogada de Nos Mesmas Irene A. Francés explica que en ella se pide una reparación por daños al entender que hay una vulneración de derechos fundamentales —en concreto, del artículo 14 de la Constitución— y un incumplimiento de una ley en vigor. Además, piden medidas contra el funcionario por entender que se trata de una falta grave.
La abogada entiende además que Antía y su pareja se han visto perjudicadas por estrategias de dilación. “O que nos dixo a Dirección Xeral de zustiza foi que os feitos poderían dar lugar a unha infracción cualificada como leve, pero acordan o prazo de arquivo das dilixencias informativas, por superar un prazo de prescrición. É dicir, cualifican a infracción como leve. Se cualificasen a infracción como grave, non concorrería este prazo de prescrición. Presentamos un recurso potestativo de reposición en marzo de 2024. Este recurso potestativo se interpuso contra la resolución que acordó el archivo de las diligencias informativas tras la denuncia presentada por la pareja contra el funcionario que negó la filiación no matrimonial y que solicitaba la investigación de los hechos para, en su caso, la apertura de expediente disciplinario.
Irene A. Francés, abogada de Nos Memas: “É unha discriminación institucional total, é LGTBfobia. Temos unhas leis que dan dereitos, pero que non se queren aplicar por parte de una institución pública”
Además de este procedimiento, se inició una queja ante el Ministerio de Justicia, donde se interpuso una solicitud de reclamación de responsabilidad patrimonial por estos hechos.
“Hai unha vulneración do arquivo 14 da Constitución porque non se permitiu filiarlle as mesmas condicións que a unha parella heterosexual, aínda que a lei o permite. É unha discriminación institucional total, é LGTBfobia. Temos unhas leis que dan dereitos, pero que non se queren aplicar por parte de una institución pública”, razona.
“O dano moral neste caso, é o impacto, un sufrimento psíquico ou espiritual, que desencadea a conduta discriminatoria” , dice Irene A. Francés, que forma parte del programa de Nós Mesmas + visibles -violencia, de empoderamento para loitar contra a violencia contra as mulleres LBT e persoas non binarias cofinanciado por la Unión Europea y EuroCentralAsian Lesbian* Community.
La abogada también señala los impedimentos que se están dando para pedir un reconocimiento del daño, ya que una solicitud que debía haber sido resuelta en seis meses no había tenido respuesta en la fecha del 10 de junio, mientras se terminaba de escribir este texto, y cuando ha pasado casi un año de su presentación y dos de los hechos que la motivaron.
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo

“Non me ides dicir que non, pero sodes unha familia anormal”. Son as palabras que un funcionario dun Rexistro Civil da provincia de Pontevedra utilizou para responder a unha parella de dúas mulleres cando foron inscribir ao fillo de ambas, en xuño de 2023, segundo recolle a queixa presentada pola parella.
O neno nacera o sábado e, tras recibir a alta, o luns acudiron ao rexistro da súa localidade, un municipio de menos de 10.000 habitantes da provincia de Pontevedra. Alí déronse de bruzos cunha persoa que dixo ser “quen máis sabe de Rexistro Civil” e que lles ofreceu tres opcións: que a nai xestante inscribise ao neno para iniciar logo un proceso de adopción —que podería ou non ser aceptado, advertiulles—, que casasen nos próximos días e a nai non xestante aceptase á criatura como fillo previo ao matrimonio, ou casar ao día seguinte e inscribir ao neno.
Ningunha das opcións se axustaba aos seus desexos nin ao que di a Lei 4/2023, de 28 de febreiro, para a igualdade real e efectiva das persoas trans e para a garantía dos dereitos das persoas LGTBI, que modificou a lei de rexistro civil para permitir a filiación non matrimonial en parellas de mulleres lesbianas, posto que, ata entón, só se prevía a matrimonial.
“Eu quedei en shock, rota por dentro”, di Antía, unha das nais da crianza, a O Salto. Tras este encontronazo no rexistro, a parella tiña cita coa matroa, a quen informaron do ocorrido. Ela recomendoulles acudir ao Centro de Información da Muller. A parella falou tamén coa alcaldesa do municipio ao tempo que contactaba coa asociación Nós Mesmas, que se ofreceu asesoralas e lles facilitou un argumentario co que acudir de novo ao Rexistro. “Tiñamos argumentos para volver, pero eu non me sentía preparada, estaba cunha cesárea que se me complicou, psicoloxicamente non podía”, di Antía.
Despois de que un rexistro dun municipio de Pontevedra se negara a filiar ao fillo de Antía e a súa parella por non estar casadas, elas acudiron a Vigo, onde non houbo ningún impedimento
Por iso decidiron acudir a inscribir ao seu fillo ao Rexistro de Vigo, localidade onde está o hospital onde nacera o bebé. Alí, o trato foi “esquisito” e, di Antía, ata lles pediron perdón por non ter actualizados os documentos, onde seguía poñendo “pai” e “nai” no lugar onde debía poñer “proxenitor 1” e “proxenitor 2”.
Co apoio de Nós Mesmas, decidiron poñer unha queixa na Dirección Xeral de Xustiza, en xullo de 2023. Na queixa, expóñese como o funcionario lles indicou que “de ningunha maneira podemos rexistrar un bebé sendo dúas mulleres e sen estar casadas” e como, ante tales afirmacións, ambas lle fixeron saber que o dereito as asistía. Entón, conta Antía, o mesmo funcionario dilles que, de se ter producido o embarazo mediante o método ROPA (Recepción de Óvulos da Parella), si podería inscribilo —algo que non contempla a Lei para a igualdade real e efectiva das persoas trans e LGTBI e que tampouco se menciona na Lei de Reprodución Humana Asistida—. Non contento con iso, o funcionario do Rexistro tamén lles asegurou que o neno non podía levar primeiro o apelido da nai non xestante, tal e como elas decidiran.
Na queixa, alegan que este trato supón unha práctica discriminatoria segundo o artigo 14 da Constitución Española —o que proclama a igualdade—, algo que atribúen a “unha clara conduta homofóbica co obxecto de impedir a inscrición do fillo común recén nacido”.
“O denunciado, de forma consciente e deliberada non aplicou a normativa vixente que permite a inscrición de menores entre parellas de mulleres, sen requirir que a nai non xestante adopte o recén nacido ou requirir o matrimonio de ambas mulleres, negándoselles os dereitos de ambas denunciantes e a igualdade de dereitos da familia LGTBI constituída polas denunciantes e o seu fillo”, recolle o escrito.
Un erro que deixa indefensas ás nais lesbianas
O funcionario denunciado respondeu a esta queixa nun escrito no que recoñece que se negou a inscribir ao bebé. Pero “agás a miña negativa a inscribir, o resto é unha sucesión de medias verdades ou directamente falsidades”, responde. O home sinalado na queixa argumentou que de ningunha forma incorreu nunha inaplicación da lei e engadiu que, de existir discriminación, esta tería a súa orixe na lei e non na súa actuación.
“O meu razoamento foi que non, que lle podía dar a negativa por escrito e que a menos que o meu superior mo ordenase, non podía proceder á inscrición, pois a redacción da lei non o permite”. Sobre por que en Vigo se procedeu á inscrición sen problema, asegura na súa resposta que “non me corresponde cualificar as inscricións doutros rexistros”.
Aínda que o espírito da lei trans e LGTBI é permitir a filiación en condicións de igualdade, o texto remite a unha lei de 2006 que vincula este dereito ao matrimonio
O que permitiu esta actuación do funcionario é un erro na redacción da lei LGTBI e trans. O problema é que se da unha incoherencia: o espírito da lei é permitir a filiación de fillos nacidos en parellas de dúas mulleres en igualdade de condicións que as parellas heterosexuais, tal e como recolle de forma explícita no seu preámbulo. Para iso, a Lei 4/2023 modificou o Código Civil para facilitar o acceso igualitario á filiación, pero o artigo 44 da Lei do Rexistro Civil continúa remitindo á Lei de Reprodución Asistida de 2006, que vincula este dereito ao matrimonio. “Esta falta de armonización xurídica perpetúa inseguridades xurídicas e desigualdades, especialmente para parellas non casadas”, alertaba a finais do ano pasado a Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuais, Intersexuais e máis (FELGTBI+).
Paula Iglesias, presidenta desta organización, explica a O Salto que esta situación “xera inseguridade para a familia que se atopa con esta situación e que quizais non coñece que efectivamente ese requisito se eliminou pola lei”. “A inseguridade xurídica e legal que supón de repente pensar que non podes filiar ao teu fillo, ademais co contexto sociopolítico que estamos vivindo xera moita inseguridade nestas familias e tamén por suposto unha desigualdade”, explica Iglesias. Ao final, lamenta, dáse unha arbitrariedade na que depende do funcionario que che toque que se aplique ou non a lei.
Por iso, a FELGTBI+ comunicou ao Ministerio de Igualdade en decembro este erro, que Igualdade se comprometeu a emendar. Preguntado en marzo deste ano polo percorrido deste compromiso, Igualdade non deu ningunha resposta a este medio. Preguntado de novo a comezos de xuño, tampouco respondeu.
Petición de responsabilidade ao Ministerio de Xustiza
“Todo isto afectoume a nivel emocional e psicolóxico, afectou á lactancia, o meu fillo perdeu moito peso, atopábame nunha vulnerabilidade absoluta”, di Antía. Pero isto non só lle afectou a ela senón que esta nai cre que as consecuencias alcanzaron tamén ao recén nacido: “O meu fillo perdeu moito peso ata o punto de diagnosticarlle desnutrición por parte da pediatra que o atendeu”.
“Ao final, casámonos polo neno para evitar cuestionamentos, e para iso tivemos que ir xunto desa persoa a pedir que iniciase os procesos de matrimonio”. “Este home tivo opcións para rectificar e non o fixo”. Por iso, tras recibir a resposta que despachaba a súa queixa, Antía e a súa parella decidiron acudir a pedir responsabilidades ao Ministerio de Xustiza, de quen dependen os rexistros.
A Reclamación por responsabilidade patrimonial consiste en solicitar unha indemnización por un dano que sexa consecuencia do funcionamento dos servizos públicos. Esta queixa interpúxose en xuño de 2024. A avogada de Nós Mesmas Irene A. Francés explica que nela se pide unha reparación por danos ao entender que hai unha vulneración de dereitos fundamentais —en concreto, do artigo 14 da Constitución— e un incumprimento dunha lei en vigor. Ademais, piden medidas contra o funcionario por entender que se trata dunha falta grave.
A avogada entende ademais que Antía e a súa parella víronse prexudicadas por estratexias de dilación. “O que nos dixo a Dirección Xeral de Xustiza foi que os feitos poderían dar lugar a unha infracción cualificada como leve, pero acordan o prazo de arquivo das dilixencias informativas, por superar un prazo de prescrición. É dicir, cualifican a infracción como leve. Se cualificasen a infracción como grave, non concorrería este prazo de prescrición. Presentamos un recurso potestativo de reposición en marzo de 2024”. Este recurso potestativo interpúxose contra a resolución que acordou o arquivo das dilixencias informativas tras a denuncia presentada pola parella contra o funcionario que negou a filiación non matrimonial e que solicitaba a investigación dos feitos para, no seu caso, a apertura de expediente disciplinario.
Irene A. Francés, avogada de Nós Mesmas: “É unha discriminación institucional total, é LGTBfobia. Temos unhas leis que dan dereitos, pero que non se queren aplicar por parte dunha institución pública”
Ademais deste procedemento, iniciouse unha queixa ante o Ministerio de Xustiza, onde se interpuxo unha solicitude de reclamación de responsabilidade patrimonial por estes feitos.
“Hai unha vulneración do artigo 14 da Constitución porque non se permitiu filiarlle nas mesmas condicións que a unha parella heterosexual, aínda que a lei o permite. É unha discriminación institucional total, é LGTBfobia. Temos unhas leis que dan dereitos, pero que non se queren aplicar por parte dunha institución pública”, razona.
“O dano moral neste caso, é o impacto, un sufrimento psíquico ou espiritual, que desencadea a conduta discriminatoria”, di Irene A. Francés, que forma parte do programa de Nós Mesmas + visibles -violencia, de empoderamento para loitar contra a violencia contra as mulleres LBT e persoas non binarias cofinanciado pola Unión Europea e EuroCentralAsian Lesbian* Community.
A avogada tamén sinala os impedimentos que se están dando para pedir un recoñecemento do dano, xa que unha solicitude que debía ter sido resolta en seis meses non tivera resposta na data do 10 de xuño, mentres se terminaba de escribir este texto, e cando pasou case un ano da súa presentación e dous dos feitos que a motivaron.