Aniversario Incendio Badalona - 4
Dentro de una habitación de un piso ocupado en Gorg, un joven vive sin suministros, lucha para tener papeles y sobrevive sin derechos sociales cubiertos. Gian Marco Benedetto

Fronteras
A un año del incendio de Badalona: el cuerno de Europa

El 9 de diciembre de 2020 se incendiaba una nave en Badalona. Murieron cinco personas entre las 200 que vivían en ese edifico ocupado. Un año después, entre el olvido y el racismo institucional, los supervivientes que no fueron expulsados continúan viviendo en otros espacios ocupados del barrio, expuestos a nueva tragedia.
9 dic 2021 10:42

“No comas mierda del suelo”. Mamadou (37 años, Mali) golpea a Coffy, su perra para que no olisquee los restos de comida. Con la soledad del personaje de Will Smith en Soy Leyenda, recoge las latas de cerveza, las mete en una bolsa de basura, y la pone en uno de los carros de Alcampo de los chicos que trabajan la chatarra. Ayer se celebró una barbacoa en la antigua carnicería embargada, un lugar ocupado en el barrio de Gorg (Badalona, área metropolitana de Barcelona). Los residentes comieron arroz y carne, y los restos de la fiesta todavía están en el suelo: decenas de colillas, paquetes de tabaco, latas de cerveza, comida y limones usados.

Mamadou se levanta a las siete y media para montar una terraza de restaurante a cambio de cien euros al mes, un bocadillo, un refresco y un paquete de tabaco cada dos días. Desde 2018, trabajó en un almacén en la misma calle, pero sin contrato y lo despidieron cuando llegó la pandemia. Al estar sin papeles, no recibió ninguna retribución como trabajador de la empresa y se quedó sin nada. Alquiló una habitación por 400 euros en la nave de la calle Guifrè, la del incendio del 9 de diciembre de 2020 y donde murieron cinco personas: Baye Gueye (Senegal), Fatoumata Drammeh (Gambia), Djoulde Allah (Gambia), Mame Thierno Wagne (Senegal) y Boubacar Hanne (Senegal). 

Meses antes del incendio, Mamadou se marchó de la nave, llegó a la antigua carnicería con un par de amigos, donde viven unas treinta y cinco personas: casi todo hombres, menos tres mujeres y tres menores. El residente de la antigua carnicería coge todos los utensilios que hay sobre una cocina que sacaron a la entrada hace unos días y los acerca a un desagüe a ras de suelo y se mete para dentro: una olla con un mejunje ocre pastoso, al lado, un saco de comida para perro, una bandeja de carne, una tabla para cortar, otra olla, dos sartenes y dos paellas. Todo amontonado encima de los fogones. 

La empresa eléctrica cortó la luz y los residentes de la nave de Gorg pincharon la electricidad de la calle, algo común en los espacios ocupados. Tampoco tenían agua, un hecho que puede evitar la rápida propagación de las llamas

Antes de que salga, otro chico se anticipa ante la improvisada pica a ras de suelo y se agacha con un cepillo de dientes y una botella de agua. En cuclillas ante el agujero, el veinteañero musculoso, con barba de tres días, unas manos enormes y profundamente serio, frota con rabia sus encías. Toma un sorbo de agua, la retiene unos segundos y la escupe por el desagüe. Mamadou vuelve con más ollas, el mistol y un estropajo. Su cuerpo gigantón y atlético, de casi metro noventa con pantalón corto y pañuelo azul en la cabeza, se agacha y comienza a enjabonar en cuclillas las ollas y sartenes. “Todavía no está hecho el fregadero. Esto lo hago cuando lo veo acumulado, cada dos o tres días, o una vez a la semana, cuando huele mal. Un sitio como este es muy difícil mantenerlo limpio. Mucha gente viene y se va. Los que vivimos aquí, debemos mantenerlo limpio”.

Por encima de su cabeza, a lo lejos, se ve el futuro del barrio de Gorg. Las grúas del futuro ambulatorio y una promoción de viviendas residenciales sobrevuelan en el horizonte. Los obreros recogen el material de construcción al final de cada trayecto de las grúas y encajan las piezas en el suelo a toda velocidad. Las naves y pisos ocupados por residentes en la periferia de las grandes ciudades son pequeños barrios propios situados entre un proceso de gentrificación. La transformación urbanística de las zonas humildes de las áreas metropolitanas ha limitado aún más el acceso a la vivienda a todas estas personas excluidas. En la misma calle coinciden la antigua carnicería y una promoción de viviendas residenciales en proceso de construcción.

Un año del incendio 

“Es evidente que el Ayuntamiento de Badalona no puede estar pagando el hospedaje eternamente de nadie y menos a personas que estaban ocupando”. Estas palabras las pronunció Xavier Garcia Albiol, alcalde de Badalona durante la tragedia, y uno de los rostros más conocidos del racismo institucional.

Aniversario Incendio Badalona - 3
Bomberos rescatando el cuerpo del primer fallecido encontrado el 10/12/2020 Adrià Salido

Pasadas las ocho de la tarde del 9 de diciembre de 2020, un incendio se produjo en la nave ocupada de la calle Guifrè donde vivían cerca de 200 personas. Años atrás, la empresa eléctrica cortó la luz y los residentes de la nave de Gorg pincharon la electricidad de la calle, algo común en los espacios ocupados. Tampoco tenían agua, un hecho que puede evitar la rápida propagación de las llamas. Ante la electricidad pinchada, hay un riesgo elevado de que se produzca un cortocircuito en el cuadro eléctrico y la corriente continúe circulando hasta que dé vida al incendio. Eso pasó en aquella tragedia. 

Ha pasado un año desde el incendio de Badalona y lo único que reciben los vecinos de los almacenes del barrio de Gorg son visitas de la policía, miradas de la sociedad civil, constantes amenazas de desahucio

El fuego comenzó en la planta baja y los residentes quedaron atrapados en las dos plantas superiores, con colchones, chatarra, neumáticos, construcciones de madres y otros materiales con facilidad para arder. Los bomberos tardaron unos veinte minutos en llegar y tuvieron dificultades en las tareas de rescate por un muro que había en uno de los puntos de acceso a la nave. Algunas personas atrapadas subieron al techo, por encima del tercer piso, para saltar al vacío: parecía la única forma de salvar sus vidas. “Yo estaba arriba [el tejado desde donde la gente saltaba], tenía un dron encima de mi cabeza. Estaba ahí apoyando a la gente. ‘¡No saltéis! Respirad tranquilos’. Yo fui el último en bajar con los bomberos. En mi habitación murieron dos personas”, cuenta Batman (no es su nombre real, pero todos le llaman así), uno de los fundadores hace más de diez años de la nave del incendio. Hasta altas horas de la madrugada, el fuego no se controló y se confirmaron los primeros fallecidos. 

Aniversario Incendio Badalona - 2
Un joven de origen ghanés, muestra el estado de una parte del transformador roto que utilizaban en una de las naves ocupadas Adrià Salido

Ochenta sobrevivientes del incendio de Gorg terminaron en albergues, también se hizo una acampada y otros ocuparon nuevos lugares. Seis meses después (junio de 2021), la mitad de las personas que se encontraban en los albergues de recepción fueron expulsadas por la administración pública, alegando que no había suficientes recursos para ayudarlos a todos. Solo se quedaron unos cuarenta y el resto volvieron a los espacios ocupados. Un año después no lo han solucionado. En julio, se paró un desahucio a escasos días en un almacén del barrio donde viven unas sesenta personas, la mayoría gambianos. El 2 de diciembre, esa misma nave tenía una nueva orden de lanzamiento, que también se logró detener. Esa es la mayor reacción de la administración ante la situación de emergencia humanitaria que sufren los residentes del casi centenar de espacios ocupados que hay en el área metropolitana de Barcelona. 

Aniversario Incendio Badalona - 5
‘Stop desahucios’ escrito en la valla metálica de un solar destinado a la construcción de nuevos edificios en Gorg, a 100 metros de la nave incendiada. Gian Marco Benedetto

¿Qué más hacen las administraciones públicas ante tales situaciones que se ven en el centro y periferia de las ciudades europeas? ¿Qué pasa con los cuerpos de los difuntos (de Gorg) que nadie reclama? ¿Qué pasa con las casi doscientas personas que vivían en el almacén de Gorg? ¿Y la familia que no pudo salir de la oficina bancaria del centro de Barcelona? ¿A qué se debe la falta de oportunidades y la falta de conciencia?

La falta de oportunidades está fundamentalmente relacionada con el racismo institucional. Es un factor que hay que tener en cuenta a la hora de valorar la situación de exclusión permanente que viven los residentes de las naves, departamentos y oficinas bancarias ocupados. La mayoría de las víctimas de incendios no provienen de Europa occidental, sino de países de África occidental (Gambia, Ghana, Guinea, Malí, Senegal), pero también de otros Estados africanos, América Latina, Asia meridional y comunidades romaníes (como la caso de la tragedia de la semana pasada).

Estas personas pueden recibir alimentos de algunas entidades y particulares, algunos pueden trabajar, incluso pueden tener papeles (la mayoría no ha podido regularizar su situación después de años en Europa), e incluso un porcentaje muy bajo puede tener algún tipo de cobertura sanitaria. Sin embargo, hay un activo que ninguno de estos seres humanos tiene: un hogar (una vivienda).

Un año después, el terreno donde estaba la nave es un lugar árido, vacío y vallado, con unos cuantos matojos de hierba seca y tierra. Se ha convertido en un solar más en Gorg, de esos que forman parte del proceso de transformación urbanística del barrio
La falta de conciencia es evidente. Ha pasado un año desde el incendio de Badalona y lo único que reciben los vecinos de los almacenes del barrio de Gorg son visitas de la policía, miradas de la sociedad civil, constantes amenazas de desahucio y la inacción de los políticos. Los supervivientes del incendio —además de muchas otras personas— continúan viviendo en otros espacios ocupados de Gorg, expuestos a nueva tragedia.

Una familia muere en una oficina bancaria ocupada

Escasos centímetros separan la oficina bancaria ocupada de EVO Banco de la Plaza Tetuán donde se produjo un incendio y la entrada de un edificio residencial en el distrito de l’Eixample, en el centro de Barcelona. Esa distancia entre la finca y los cristales rotos, el color negro tizón y las cinta de precinto colocadas por los bomberos y la policía es un muro insalvable, existente en todos los lugares de la capital catalana donde hay espacios ocupades por personas sin acceso a una vivienda y los vecinos de los edificios colindantes.

Aniversario Incendio Badalona - 1
La puerta abierta de una comunidad de vecinos con a su lado la puerta cerrada y destruida por el incendio del banco ocupado donde vivían las víctimas del incendio de la plaza Tetuán. Gian Marco Benedetto

Delante, está situado el punto de homenaje para Shaky (40 años de origen pakistaní), Violeta (40 años, de Rumanía), Arsalan (3 años) y Zhara (apenas meses). La familia entera murió tras el incendio del local ocupado donde vivían desde septiembre de 2020. El punto de homenaje es un árbol con decenas de velas encendidas alrededor, cartulinas y una pelota dedicada: “Disculpa por no haber creado un mundo donde tú pudieras hacerte grande. Te recordaremos”. Al lado, la foto de un niño sonriente con su bata de cuadros del colegio. Es Arsalan. Es el rostro del dolor. Es el rostro de las personas sin vivienda. Es el rostro de ese tipo de vida. Es el rostro de la pobreza. 

Pobreza
Barcelona Una familia con dos niños pequeños fallece en un incendio en una antigua sede bancaria de Barcelona
El incendio se ha desatado a las 6h, tras una de las noches más frías del año. Dos de los cuatro fallecidos eran menores de edad: un bebé de un año y un niño de tres.

La familia vivía en la oficina bancaria ocupada junto con otra pareja rumana, tres personas de origen marroquí y otra de Argelia. El padre (Shaky) se dedicaba a la chatarra, iba con su carro buscando material en la basura. Un compañero de trabajo confirmó que frecuentaba una chatarrería en Vila Olímpica, donde iba y volvía en bici y allí dejaba atado su carro. El niño (Arsalan) tenía tarjeta sanitaria, estaba escolarizado en un colegio cercano, el Santa Ana, y jugaba a fútbol con los alumnos de l’Escola Sagrat Cor. Según Roxana, una ciudadana que se ha acercado al árbol y vive en la zona, tenían luz (pinchada) y recibían alimentos de Cruz Roja, además de lo que les daban. Sin embargo, la ayuda nunca es suficiente porque, como en Gorg, continúa faltando el bien básico que evita este tipo de tragedias: la vivienda.

La entrada de naves y pisos ocupados: el lugar de la espera eterna

Un año después, el terreno donde estaba la nave es un lugar árido, vacío y vallado, con unos cuantos matojos de hierba seca y tierra. Se ha convertido en un solar más en Gorg, de esos que forman parte del proceso de transformación urbanística del barrio. Se pone a la cola de otros que ya tienen obreros construyendo las viviendas residenciales o los nuevos equipamientos del barrio y de aquellos solares también vacíos con el cartel de la empresa inmobiliaria. 

Aniversario Incendio Badalona - 6
Un obrero delimita el perímetro del solar de la nave quemada y demolida con vallas. En Europa, hay muchas más vallas de las que el trabajador sujeta con sus manos. Adrià Salido

Mamadou sigue fregando en un desagüe improvisado como pica a ras de suelo en la antigua carnicería. Los chicos empiezan a despertarse y salen a la entrada, el lugar de la eterna espera. El chaval que se ha cepillado los dientes no ha engañado al estómago con el dentífrico y coge el bocadillo de Mamadou. Hace un gesto para pedirle permiso. “Sí, coge, es lomo con queso”. Como si hubiera tocado un erizo, deja el bocadillo en la mesa porque lleva cerdo. Uno lo deja y otro lo coge porque la barra tiene nuevo dueño: un joven latino de la nave, que llega con dos amigas. Parte el lomo con queso con la mano y devora la porción hasta comerse casi un dedo. Para tragar, saca un par de litronas de una bolsa de plástico. Mamadou se levanta del desagüe y coloca tres copas de vino recién lavadas sobre la mesa para las cervezas. Las invitadas y el nuevo propietario del lomo con queso se echan cerveza en las copas y brindan por una mañana en compañía. La segunda litrona tiene dueño. Tras no parar en dos horas y ya con la entrada limpia para que los residentes pasen las horas charlando con sus amigos y con la mirada fija, clavada en un horizonte que lo único que tiene son grúas y falta de oportunidades Mamadou coge la botella de cerveza como se mece a un recién nacido, se espachurra en un sillón de ordenador, abre el tapón y bebe a morro en el lugar de la espera eterna, sabiendo que su jornada laboral ha terminado hasta la noche, cuando el restaurante se quede sin clientes y deba guardar la terraza.

Las entradas de las naves son el punto de reunión donde los residentes pasan la mayor parte del día y se ha convertido en un lugar de espera eterna. La falta de trabajo y las promesas vacías sobre la regularización de los papeles han llevado a cientos de personas a ocupar pisos, almacenes, naves y oficinas bancarias desde hace más de una década. La ausencia del bien de la vivienda obliga a los residentes de estos espacios a vivir en lugares sin condiciones de habitabilidad y sin suministros básicos: electricidad, agua, calefacción. Además, la convivencia resulta muy compleja, con muchas personas donde se juntan los problemas de unos y otros, donde crecen las tensiones internas y donde se produce un derrumbe psicológico (traumas del pasado y el presente, depresiones, adicciones)  que afecta gravemente a la salud mental de las víctimas. Y en las entradas, en esos puntos de reunión, se ve ese derrumbe psicológico: en las miradas pérdidas de los excluidos.

Aniversario Incendio Badalona - 7
En las entradas de las naves de Gorg, los habitantes se convierten en seres humanos invisibilizados, en sombras sin nombre ni rostro. Gian Marco Benedetto
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Regularización Iniciativas populares vs pactos institucionales: caminos colectivos frente a los callejones sin salida
Mientras el pasado martes la perseverancia de los colectivos migrantes se anotaba una victoria en el Congreso, el miércoles el Parlamento Europeo ratificaba de nuevo, como único horizonte, la razón securitaria.
Industria armamentística
Banca armada El Banco Sabadell financia con más de 70 millones de euros la industria de las armas nucleares
La entidad financiera concede préstamos y realiza inversiones en empresas que fabrican armamento nuclear saltándose la legalidad internacional y en compañías que hacen posible la militarización de las fronteras de Europa.
Fronteras
Migración La criminalización de la solidaridad con las personas migrantes en Europa marca un nuevo récord en 2023
La tendencia de criminalizar tanto la solidaridad con las personas migrantes, como el mismo hecho de atravesar fronteras de manera irregular, afianza un entorno hostil para quienes intentan llegar a la Unión Europea.
Especulación urbanística
Turistificación Canarias dice basta: activistas organizan una movilización histórica en las islas frente a la turistificación
Precarización, pobreza, desigualdad y dificultad de acceso a la vivienda, así como la enorme contaminación de los espacios naturales causada por el modelo turístico, son algunas de las problemáticas por las que Canarias sale a la calle el próximo 20 de abril.
Ley de Memoria Histórica
Memoria democrática La ofensiva legislativa de PP y Vox contra la verdad, justicia y reparación
Las asociaciones memorialistas del estado hacen frente común en la Unión Europea y no descartan acudir a los tribunales para defender los derechos de las víctimas del franquismo.
País Vasco
Los audios del PNV Las presiones de Unai Rementeria a un alcalde: “Le tienes que exigir que se pringue"
Hordago destapa nuevos audios sobre una operación del PNV para torcer el brazo de un funcionario de la administración local y un técnico de la Diputación Foral de Bizkaia y revestir de legalidad contrataciones públicas.
EH Bildu
Elecciones vascas EH Bildu se abre a un pacto abertzale en campaña electoral que no convence al PNV
Los ofrecimientos de la izquierda abertzale han sido constantes estas dos semanas y, frente a ello, los jeltzales han mantenido una postura beligerante. En la práctica, ambos partidos se han entendido en distintas materias.

Últimas

Personas sin hogar
Personas sin hogar “Una noche por todas sus noches” en protesta por las personas sin hogar en Granada
El cierre de un centro de acogida nocturno en el centro de la ciudad, que acogía a más de 50 personas, ha agravado la ya precaria situación de acogida de las personas sin hogar
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Formación El Salto
Formación El Salto Las Otras Economías: hay vida más allá del capitalismo
Entre el 14 de mayo y el 4 de junio, nuestra sección de economía El Salmón Contracorriente desarrolla un curso para aprender y practicar economías alternativas a la dominante.
Cine
Cine RTLM, la radio del odio que alentó el genocidio en Ruanda
Cuando se cumple el 30º aniversario de la tragedia en Ruanda, llega a las pantallas ‘Hate Songs’, que se estrena el viernes 19 de abril, una metaficción que transcurre en los estudios de la emisora controlada por los hutus.
Más noticias
Ciencia
Ciencia Ideología en la ciencia, y en su divulgación
La formación de una ciudadanía crítica también involucra aprender a identificar y cuestionar los componentes ideológicos enraizados en la práctica científica, y en la comunicación de la ciencia hacia los públicos no expertos.
País Vasco
Los audios del PNV El modus operandi del PNV en Mundaka: “Invita a tres personas, el resultado va a ser uno”
Hordago revela grabaciones exclusivas en las que el presidente de la Junta Municipal de la localidad de Busturialdea pide al entonces alcalde, Mikel Bilbao, que favorezca la contratación como asesor externo de un barón del partido.
Galicia
Altri Vecinos, ecologistas y científicos saltan a Bruselas para frenar la celulosa que amenaza el corazón de Galicia
Las plataformas de vecinas afectadas y ambientalistas han podido reunirse con altos funcionarios de la Comisión Europea especializados en normativa medioambiental aupados por la eurodiputada del BNG Ana Miranda para seguir defendiéndose de Altri.
Opinión
Opinión ¿Qué Europa queremos hoy?
Los resultados de las próximas elecciones europeas pueden derivar en un importante punto de inflexión para la razón de ser de la Unión Europea.

Recomendadas

Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
País Vasco
País Vasco “En Osakidetza nos la van a dejar morir, vámonos a la privada”
Las listas de espera que reconoce el Departamento de Salud en respuesta parlamentaria no se corresponde con las citas que ofrece. Tampoco hay coincidencia con el dato público del número de médicos que compatibiliza la sanidad pública con la privada.
Cárceles
Carabanchel Tele Prisión, memoria audiovisual de una cárcel
Además de varias películas que se han acercado a la cárcel de Carabanchel, Tele Prisión fue un canal de televisión interno en el que participaron numerosos reclusos y algunos educadores de esa prisión madrileña. Emitió de 1985 a 1987.
Historia
Historia Rubén Buren: “La memoria debe ser aquello que nos construye y nos une como ciudadanía”
El historiador y polifacético Rubén Buren coordina el libro 'La Segunda República', una oportunidad para dar a conocer este periodo a un público no especializado.