Francia
La última maniobra para no votar la edad de jubilación precipita la derrota del movimiento social

Macron ha vuelto a impedir el voto legislativo sobre la edad de jubilación, acercando al movimiento social impulsado por los sindicatos franceses desde hace cinco meses a un punto y aparte con tintes de derrota.
Emmanuel Macron
El presidente francés Emmanuel Macron. Foto:Jonathan SARAGO / MEAE

La batalla final para evitar el alargamiento de la edad de jubilación en Francia debía darse esta semana en la Asamblea Nacional. El jueves 8 se iba discutir y votar una propuesta de ley presentada por el grupo centrista de oposición LIOT, con el objetivo de eliminar la edad mínima de jubilación a los 64 y volver a los 62 años anteriores a la última reforma. No ha sido posible, ya que la presidenta de la cámara, Yaël Braun-Pivet, anunció la víspera que no habría votación, declarando la proposición “no recibible”. Tras un fuerte cruce de acusaciones y apelaciones al reglamento de la cámara, el grupo opositor ha retirado su propuesta, dando por concluida la posibilidad de hacer valer por vía parlamentaria la principal reivindicación que agita Francia desde hace cinco meses.

El débil bloque gubernamental ha impedido que llegue a la cámara, tras haber logrado en la comisión de asuntos sociales vaciar el contenido del artículo

Tan solo dos días antes, la decimocuarta jornada de huelga general congregó entre 280.000 y 900.000 personas en las calles de todo el país, según se atienda a las cifras del Ministerio del Interior o a las de la Confederación General del Trabajo (CGT). Desde enero, un sólido y continuado movimiento social se ha opuesto a la reforma que pretende alargar la edad de la jubilación. Impulsada por el presidente de la República Emmanuel Macron, se ha desarrollado por el Gobierno de la primera ministra Élisabeth Borne hasta su adopción por la fuerza en marzo.

El jueves se ha repetido esta negación autoritaria del parlamentarismo en favor de los intereses de un Ejecutivo que exprime al máximo los resquicios normativos de la cámara, escapando de nuevo al voto del aspecto más controvertido de la reforma de pensiones.

Crisis democrática tras la última batalla parlamentaria

La posibilidad de haber por fin votado esta medida se encontraba en que cada grupo parlamentario de oposición tiene derecho a un “nicho parlamentario” por año, o sea un día para presentar sus proposiciones de ley –con la medianoche como límite para discutirlas, enmendarlas y votarlas–.

El nicho parlamentario del grupo LIOT, acrónimo de “Libertades, independientes, ultramar, territorios”, ha sido este jueves 8 de junio. Este pequeño grupo parlamentario, de creación circunstancial para obtener más recursos, tiempo y posibilidades de acción política en la Asamblea, agrupa a diputados de centro-derecha no macronistas con diputados y diputadas de departamentos de ultramar como Mayotte, además de un regionalista bretón, independentistas corsos y, por último, unos diputados y diputadas de centro-izquierda opuestos a la NUPES. Con todo esto, buscaban ocupar una posición central en el tablero político y su proposición de ley podría haber recibido los votos tanto de la NUPES como del Rassemblement National de Marine Le Pen y de una parte de los diputados de derecha de Los Republicanos, partido dividido sobre esta cuestión.

Los macronistas no tienen mayoría en la Asamblea nacional, por lo que esta proposición de ley podría haber encontrado apoyos suficientes para prosperar. Por eso, el débil bloque gubernamental ha impedido que llegue a la cámara, tras haber logrado en la comisión de asuntos sociales vaciar el contenido del artículo que pretendía abrogar el paso a los 64 años.

Tras una batalla parlamentaria feroz a golpe de artículos del reglamento interior de la Asamblea y especialmente del articulo 40 de la Constitución, se ha impuesto el carácter “no recibible” de la medida propuesta, ya que está permitido bloquear proposiciones y enmiendas cuya adopción implicaría una disminución de los recursos o un aumento de las cargas públicas.

Sin embargo, el uso de este tipo de maniobras está debilitando aún más un Parlamento francés ya de por sí subordinado a los poderes del Presidente. Los macronistas logran así, con el apoyo de la mayoría de los diputados Republicanos, alcanzar su objetivo de impedir la votación. “Un puro escándalo político”, consideró hace días la nueva secretaria general de la CGT Sophie Binet al planteársele esa posibilidad en una entrevista con el periódico Journal du dimanche. Considera que “nunca ha habido una traba de esta envergadura contra una proposición de ley”, que es “inédita y constituye un grave precedente”. En efecto, la líder sindical, “muy preocupada por la subida de la extrema-derecha”, teme que “si [la extrema-derecha] llega al poder mañana, estas maniobras autoritarias podrán crear escuela”.

A más corto plazo, si las oposiciones juzgan que sus derechos no han sido respetados, LIOT podría presentar una nueva moción de censura. Teniendo en cuenta que solo faltaron nueve votos para que no triunfara la moción de marzo, los cuatro años que quedan hasta el final del mandato de Emmanuel Macron, sin mayoría en la Asamblea, se prevén largos y no es descartable que, tarde o temprano, una moción de censura derroque al Gobierno o que el Presidente disuelva la Asamblea para convocar nuevas elecciones.

Tras el nuevo atropello de los macronistas para escapar por segunda vez de la decisión legislativa, François Ruffin, diputado de la LFI (La France Insoumise, plataforma fundada por Mélenchon que lidera el conjunto de partidos integrados en la NUPES) declaraba el jueves por mañana en la radio France Inter: "Cuando  Yaël Braun-Pivet [la Presidenta de la Asamblea nacional] viene a decir “haremos barrera”, ¿barrera a que?, ¡barrera al voto!, cuando tienen miedo del voto, es un signo de debilidad por su parte. Cuando recurren al artículo 47.1, al artículo 49.3, al artículo 40, o sea a todos los artificios jurídicos [de la Constitución] para que este debate no se tenga, esto quiere decir que saben que somos nosotros quienes somos fuertes y ellos débiles”.

Para la cegetista Binet, “hemos marcado puntos cruciales: hemos ganado la batalla de las conciencias, vuelto a poner el sindicalismo en el centro y hecho perder a Emmanuel Macron toda mayoría social y política”

En un tono mucho más colérico, la diputada del mismo partido Clémentine Autain, acusaba a la presidenta Braun-Pivet de “miserable correa de trasmisión de una alucinante aprobación por la fuerza”, interpelándole públicamente “porque no hay una mayoría de la representación nacional para retrasar dos años la edad de jubilación, el rey está desnudo y la presidenta de la Asamblea nacional, a las órdenes del Elyseo [palacio presidencial], asume no ser garantía de los derechos del Parlamento”.

Por su parte, Laurent Berger líder del sindicato moderado CFDT afirmaba que, tras 14 jornadas de huelga general en plena unión intersindical “el partido contra la reforma de las pensiones está a punto de concluir”. Si se confirma esta previsión, tras la negación del debate legislativo y la represión y desprecio a la legítima protesta democrática, parece que, además de la opción insurreccional, solo quedará la vía electoral que pudiera llevar al poder a las fuerzas de la NUPES, con su propuesta de adelantar la edad mínima de jubilación a los 60 años, dentro de un conjunto de medidas de revalorización salarial, democratización económica y transformación social y ecológica.

Victorias importantes a pesar de todo

Después de cinco meses de un movimiento social que ha logrado ser el más fuerte desde las huelgas del otoño de 1995 en defensa de la jubilación y la seguridad social, es momento de hacer un balance de la acción impulsada por los sindicatos y su relación con la necesaria oposición que está llevando a cabo un amplio y plural grupo de electos parlamentarios, especialmente pero no solo por la NUPES.

Para la cegetista Binet, “hemos marcado puntos cruciales: hemos ganado la batalla de las conciencias, vuelto a poner el sindicalismo en el centro y hecho perder a Emmanuel Macron toda mayoría social y política”. De hecho, el liderazgo firme en sus posiciones de la intersindical unida ha renovado la imagen de estas organizaciones ante los trabajadores y trabajadoras.

Los vínculos de confianza se han reestablecido y reforzado, tal y como han demostrado no solo las amplias movilizaciones, sino también el fuerte aumento de la afiliación de la que dan cuenta todos los sindicatos. La dirigente nacional de la CFDT Lydie Nicol reivindica unos 40.000 nuevos afiliados desde el principio del año y explicaba la semana pasada en el periódico del sindicato que supone un aumento de 15% de las afiliaciones respecto al mismo periodo de años precedentes.

En Fuerza Obrera (FO, la tercera organización sindical más grande del país), las afiliaciones habrían aumentado un 30%. En esta misma dinámica, Catherine Giraud, responsable de las nuevas afiliaciones en la CGT, afirmaba el Primero de mayo para la radio France Bleu que “más del 35% de las nuevas afiliaciones son de menores de 35 años y el 47% de mujeres”.

Habrá que ver cómo se consolida esa dinámica, si se confirma finalmente el fracaso de la lucha liderada por los sindicatos para derrocar la reforma de la jubilación. Desde la década de 1990, solo uno de cada diez personas asalariadas en Francia es afiliada de un sindicato, la tasa de sindicalización más baja de entre los principales países europeos. Si la afiliación a los sindicatos aumentara significativamente, podría constituir una baza importante para encontrar en el futuro unos pocos millones de huelguistas suplementarios que han faltado esta vez para bloquear realmente la economía del país.

Otro aspecto novedoso es la politización de una parte de la juventud, así como también la reunificación del movimiento popular. En estos meses ha quedado clara la vigorosidad de una izquierda social que constituye una red territorial muy densa, tal y como han demostrado las manifestaciones en ciudades pequeñas y medianas, una de las características diferenciales de este movimiento.

Cada día de huelga general se han realizado por todo el país manifestaciones en más de 300 ciudades diferentes. Para consolidar esa socialización política, cruzada de las afiliaciones sindicales diversas que le son necesarias, se requiere también de experiencias de victoria, saber que es posible ganar, tal como lo hicieron antes las generaciones de jóvenes que lucharon y lograron en 2006 impedir el Contrato Primer Empleo (que permitía despedir a los menores de 26 años de un día para otro, sin justificación ni indemnización, durante los dos primeros años de contrato) o las que resistieron contra el proyecto de aeropuerto internacional en Notre-Dame-des-Landes hasta que su construcción fuera abandona en 2018.

Por ahora, la batalla por la edad de jubilación sigue hasta que la semana que viene la intersindical decida la estrategia para un cambio de ciclo en el movimiento, ya que las organizaciones representativas del mundo del trabajo ya han anunciado que pretenden usar su posición de fuerza actual para intentar obtener alcances sociales en otros ámbitos tales como los salarios, la protección social o la representación de los trabajadores asalariados en las empresas, está última debilitada en 2017 por decretos-ley que aprobó con su llegada al poder el propio Emmanuel Macron.

El futuro nos dirá si la pretensión de las grandes confederaciones sindicales a negociar en “posición de fuerza” con el Gobierno se concretiza, al menos, en que el movimiento social haya logrado “no retroceder más”, no perder más derechos y conquistas sociales.

Tampoco es descartable que, por contra, el gobierno siga derechizando su acción con el apoyo de una parte del bloque de derecha agrupado en LR. El tinte de los próximos proyectos gubernamentales deja por ahora serias dudas de que la autocracia neoliberal macronista este debilitada por la dura contienda de los últimos meses. Macron ha anunciado un plan de lucha contra “el fraude” a las ayudas sociales, recortes de 5% sobre los presupuestos de todos los ministerios el año que viene, así como una enésima ley sobre inmigración, lo que va a atacar también a la población jubilada, ya que se pretende obligar a su parte extranjera a vivir por lo menos nueve meses al año en el territorio nacional para conservar sus derechos sociales adquiridos, frente a los seis meses actuales.


La inflación, los salarios que no la acompañan, el desafío del cambio climático, la degradación de servicios públicos esenciales, tales como los hospitales, la educación pública o el mal funcionamiento de las guarderías infantiles y las residencias de mayores, son todos ellos problemas que han ganado visibilidad durante los últimos meses, gracias a la convergencia de luchas consustancial a los movimientos de huelga general. Habrá que ver si permanecerá en el seno de las clases populares el sentimiento que es posible obtener victorias, de que “la lucha paga” o si, por contra, solo se difunde la rabia o incluso peor la desesperación.

Ira popular

En este contexto, si el sentimiento dentro de las clases populares del “que paguen los ricos” es ampliamente compartido, falta por ahora un alcance a la altura para su traducción política. A diferencia de la unidad sindical, de esa izquierda social reconstituida en las calles desde enero, los partidos políticos de la NUPES trabajan juntos en la Asamblea pero siguen con dificultades para consolidar a más largo plazo esta alianza.

Con la mirada puesta en las elecciones europeas de la primavera de 2024, los insumisos han ofrecido a Europa-Ecología-Los Verdes la cabeza de una potencial lista única de la NUPES, mientras que estos habían ya votado en sus órganos internos que presentarán una lista propia, para promover así una línea más pro-UE que la que tiene LFI. Por su parte, los comunistas (PCF) han reafirmado la línea identitaria del secretario nacional Fabien Roussel en su congreso de abril.

Por último, lo que queda del Partido socialista (PS) se encuentra escindido en dos corrientes con una pequeña mayoría, alrededor del secretario general Olivier Faure, en favor de la dinámica unitaria de la NUPES, y una minoría considerable contra la unión de izquierdas, cargada de nostalgia por la época en la que el PSF era la fuerza central de la izquierda y gobernaba, o intentaba gobernar, con un programa centrista. Esa minoría amplia del PSF recibe el apoyo de algunos electos locales de suma relevancia, tales como la presidenta de la región Occitania Carole Delga o el alcalde de Montpellier Mickaël Delafosse. Por su parte, no se pueden obviar las turbulencias que viven los insumisos sobre cuestiones como la pluralidad, la gestión de las violencias sexistas o la gobernanza interna del movimiento fundado por Mélenchon, ahora que éste debe hacerse a un lado.

Mientras tanto, sigue siendo de vital urgencia efectuar un trabajo político para convencer a los sectores abstencionistas de la juventud y de las clases populares, indispensable si los partidos de la NUPES aspiran a presentar una opción ganadora para las elecciones presidenciales de 2027, también si hubiera que encarar una disolución anticipada de la Asamblea nacional anterior a esa fecha. Por ver la parte positiva, los principales peligros ya se han ido superando el último año de vida de la coalición. La dinámica unitaria de la NUPES se ha librado del social-liberalismo autoritario que había marcado el mandato presidencial de François Hollande (PS) entre 2012 y 2017 y, con paso firme y a buen ritmo, sigue construyendo un conglomerado plural y eficaz de izquierdas, con un centro de gravedad antiliberal y ecologista.

El reto es importantísimo. En la Sorbona, en un debate sobre “el segundo acto” de la NUPES organizado por el 50 aniversario del diario Libération, el diputado insumiso Alexis Corbière afirmaba que “o estará la extrema derecha o estaremos nosotros unidos”. Se lo pueden pensar, esperarlo o temerlo, pero mientras tanto, como decía Sophie Binet de la CGT llamando a una mayor sindicalización, “no esperemos que las cosas vengan de arriba”.

Archivado en: Francia
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Francia
1 de mayo La policía carga violentamente contra la manifestación de CGT en París y detiene a 45 personas
Las cargas policiales extremadamente violentas, de la unidad BRV-M, dejaron decenas de heridos. Según CGT en la manifestación participaron más de 50.000 personas.
Sidecar
Sidecar Prioridades cruciales de la izquierda francesa
La única forma que el partido de Mélenchon prevalezca en esta coyuntura desfavorable y preserve su frágil hegemonía sobre los demás partidos progresistas es ampliar su base electoral de cara a las elecciones presidenciales de 2027.
O Teleclube
O teleclube 'O Teleclube' presenta 'La Bête' e estrea novo formato no seu décimo episodio
Bertrand Bonello reflexiona sobre Intelixencia Artificial, que é ser humano e os sentimentos na súa última película “La Bête” ou “A Besta”.
Genocidio
Genocidio La ONU advierte de que un ataque sobre Rafah colapsaría la distribución de ayuda en Gaza
Turquía suspende todo el comercio con Israel. El fiscal del Tribunal Penal Internacional advierte de que no admitirá “amenazas” después de que trascendiera que imputará a Netanyahu y los suyos.
Memoria histórica
Memoria histórica Relatores de la ONU piden a España que actúe contra las leyes antimemoria de tres autonomías
Los relatores internacionales denuncian las posibles vulneraciones de derechos de dos normas en proceso y una aprobada por los Gobiernos de coalición de Partido Popular y Vox en tres comunidades autónomas.
Periodismo
Periodismo Desinforma, que algo queda
En la fecha que se conmemora el Día de la Libertad de Prensa, hay que analizar sus dimensiones, la opacidad en el reparto de la publicidad institucional, la necesidad de la alfabetización mediática y qué medidas concretas pueden llevarse a cabo.
Educación pública
Educación a la madrileña Huelga de profesorado en Madrid o cómo organizar la protesta desde abajo
El profesorado madrileño convoca los próximos 8 y 21 de mayo dos jornadas de huelga para que se reviertan los recortes de la época Aguirre en una protesta que tuvo su génesis al margen de la mesa sectorial.
Rap
Rap Viaje a los orígenes del hip hop en España: “Nadie esperaba ganar dinero con el rap”
El historiador Nicolás Buckley y el periodista Jaime Valero, exredactor jefe de HipHop Life, publican Maestro de ceremonias, un libro sobre la historia de la cultura hip hop en España.
Análisis
Análisis No dejemos de hablar de Siria
La situación humanitaria en Siria se endurece en un contexto de inestabilidad regional, mientras que la ayuda internacional que el país recibe es muy inferior a la necesaria.

Últimas

Comunidad El Salto
Palestina La campaña de apoyo a Gaza de El Salto recauda más de diez mil euros para la UNRWA
El pasado 26 de febrero, tras más de cuatro meses de ofensiva militar de castigo por parte Israel sobre la Franja de Gaza, desde El Salto decidimos ir más allá del periodismo ante la gravedad de los hechos.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: Una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Represión
Represión La Policía detiene por segunda vez en 2024 al portavoz del SAT, Óscar Reina
La Policía Nacional ha detenido al Portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Óscar Reina, durante la mañana del jueves en Navarra. El líder del SAT es uno de los sindicalistas que más detenciones acumula dentro del Estado español.
Más noticias
Sindicatos
1 de mayo Cargas policiales mandan a una persona de 70 años al hospital en el 1 de mayo de Castelló
Desde CGT Castelló anuncian que tomarán medidas legales por las provocaciones y agresiones sufridas por los diferentes cuerpos policiales que han actuado en las cargas.
Francia
1 de mayo La policía carga violentamente contra la manifestación de CGT en París y detiene a 45 personas
Las cargas policiales extremadamente violentas, de la unidad BRV-M, dejaron decenas de heridos. Según CGT en la manifestación participaron más de 50.000 personas.
Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
PNV
CLIENTELISMO El Ayuntamiento de Bilbao coloca como interventor al cuñado de Josu Erkoreka por libre designación
Juan Mari Aburto explicó que Mikel Astorkiza, pareja de una hermana del vicelehendakari, “es el único candidato que cumple con los requisitos del puesto” para el control y fiscalización interna de la gestión económico-financiera.
Opinión
Opinión El debate europeo… contaminado
Hoy más que nunca necesitamos abrir un debate europeo que supere los lugares comunes y el regate corto porque es mucho lo que nos jugamos.

Recomendadas

Sidecar
Sidecar Las reglas del juego
Aunque es poco probable que el reciente intercambio de fuego entre Israel e Irán desemboque en una guerra total, este ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Israel en un momento político decisivo.
Arte contemporáneo
Artivismo Lara Ge: “A través de la práctica creativa nutrimos el espacio comunitario”
Ideadestronyingmuros desarrolla temas sobre feminismo, alternativas de vida al capitalismo y también sobre movimientos migratorios, con una fuerte posición transfronteriza.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.