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“Una operación de intimidación política”. Así califican desde la Francia Insumisa la espectacular operación policial que se produjo este martes contra el movimiento referente de la izquierda francesa. La policía judicial realizó trece inspecciones en la sede de esta formación y en los domicilios de sus principales dirigentes. Un amplio despliegue policial que sorprendió por su espectacularidad y por su carácter probablemente desproporcionado ante las investigaciones preliminares que afectan a Francia Insumisa: una sobre un presunto caso de empleos ficticios en el Parlamento Europeo y otra sobre supuestas irregularidades en las cuentas de la campaña presidencial de Mélenchon.
A través de un vídeo en Facebook live el líder de la Francia Insumisa denunció el registro que se estaba produciendo en su domicilio personal desde las siete de la mañana. Otras inspecciones tuvieron lugar en las sedes de la Francia Insumisa, del Partido de la Izquierda —otra formación fundada por Mélenchon en 2009— y en los hogares de la responsable de comunicación, Sophia Chikirou, y de otros dirigentes insumisos.
“Están inspeccionando en casa de todo el mundo. Es decir, de la secretaria general del grupo en la Asamblea Nacional, de mis anteriores asistentes que han visto como los policías se presentaban en su casa a las 7 de la mañana, les cogían los teléfonos, les quitaban los ordenadores...”, denunció Mélenchon.
En su mensaje a través de la red social, el líder de la Francia Insumisa también pidió “a todos mis amigos ocupar las sedes” de sus respectivos partidos.
Unas horas después del comienzo de los registros se producían imágenes de tensión en la sede de esta formación en el norte de París. Mélenchon y otros diputados insumisos intentaron entrar por la fuerza en las oficinas del partido. “Soy parlamentario, ¡usted no me toca! ¡No podéis impedirme entrar en mi local!”, lanzó indignado el líder de la formación ante los agentes de la policía judicial que les impedían acceder de la sede mientras se producía el registro. “La República, ¡soy yo! ¡Yo soy parlamentario! ¿Ustedes son la policía republicana o una banda? ¡Hundid la puerta camaradas!”, añadía un indignado Mélenchon, en una escena grabada por medios franceses.
“Se trata de un golpe de fuerza policial y judicial para hacer callar a los opositores”, aseguró indignado unos minutos después el diputado y secretario nacional del Partido de la Izquierda, Eric Coquerel, durante una rueda de prensa que los dirigentes insumisos improvisaron delante de la sede del partido. “Se trata de una forma de intimidar a los opositores. Nos oponemos a estos métodos del poder político. ¡Nuestras cuentas han sido validadas!”, añadió Coquerel.[#Thread]
— Quotidien (@Qofficiel) 16 de octubre de 2018
Après la #perquisition menée à son domicile, Jean-Luc Mélenchon s’est rendu au siège de la France insoumise, également perquisitionné.
Voici la scène hallucinante devant la porte de son propre local. ⬇#Quotidienpic.twitter.com/c661VAxp5q
“No protesto por el hecho de que me registren sino porque no estamos ante un procedimiento judicial normal. Mi abogado no puede venir a mi casa. Se producen diez registros al mismo tiempo, nos quitan todos los ordenadores”, ha criticado Mélenchon este miércoles por la mañana durante una entrevista radiofónica en RMC, una de las principales emisoras francesas. “Un registro no debe ser una humillación, sino que debe servir para mostrar la verdad”, ha añadido el líder de los insumisos.
Dos investigaciones incipientes
El amplio despliegue policial de este martes resulta sorprendente ante el carácter incipiente de las investigaciones preliminares que afectan la Francia Insumisa. La primera de ellas se debe a las presuntas irregularidades financieras de la campaña presidencial de Mélenchon. A finales de mayo, la Fiscalía de París inició una investigación preliminar sobre las cuentas del candidato de la Francia Insumisa para “efectuar verificaciones sobre una eventual violación” de las reglas de financiamiento electoral.
Esta investigación, realizada por la Oficina central de la lucha contra la corrupción, se centra en 434.939 euros de gastos que pueden ser objeto de litigio. En concreto, estudia las elevadas subvenciones electorales que recibieron dos de los principales actores de la campaña de Mélenchon: la asociación la Era del pueblo, que impulsó el movimiento de la Francia Insumisa antes de que se convirtiera en un partido y que facturó 440.027 en las cuentas de su candidato; y la empresa de comunicación Mediascop, propiedad de Chikirou, consejera de comunicación de Mélenchon, cuyas facturas alcanzaron los 1,61 millones de euros.
La segunda corresponde a una investigación preliminar sobre presuntos empleos ficticios de tres de los asistentes parlamentarios de Mélenchon en el Parlamento Europeo. Iniciada en julio del año tras una denuncia de la eurodiputada del Frente Nacional (ahora rebautizado como Reagrupamiento Nacional), Sophie Montel, que unos meses más tarde abandonaría esta formación por discrepancias con la dirección, esta afecta a eurodiputados de todas las formaciones, desde Los Republicanos (derecha), los verdes franceses y también de La República en Marcha (el partido del presidente francés, Emmanuel Macron).
Además, en Francia hay dos otros casos aparentemente más graves por el empleo ficticio de asistentes de parlamentarios en la Eurocámara. Por un lado, el caso que afecta la formación ultraderechista de Marine Le Pen, que ha sido imputada por este escándalo junto con el número dos del Reagrupamiento Nacional, Nicolas Bay, y el compañero sentimental de Le Pen, el diputado Louis Aliot. Por otro, el escándalo que afecta el MoDem, el partido centrista de François Bayrou que gobierna en coalición con Macron. A raíz de este, dimitieron en junio de 2017 tres de los ministros del primer gobierno de Macron. Entre ellos, el mismo Bayrou.
Solidaridad de la izquierda europea
Tanto las sedes del Reagrupamiento Nacional como del MoDem en París ya fueron registradas el año pasado. La policía judicial también inspeccionó en agosto las oficinas de La República en Marcha, tras la imputación del exresponsable de seguridad de esta formación, Vincent Crase, implicado en el escándalo de las agresiones contra manifestantes del guardaespaldas de Macron, Alexandre Benalla. Tampoco resultan ninguna novedad los registros judiciales en el domicilio de un dirigente político. Estos ya se produjeron en el caso del excandidato conservador François Fillon, el diputado macronista Thierry Solère o el diputado de Los Republicanos, Serge Dassault.
En el caso de Mélenchon, sin embargo, sorprende la espectacularidad del despliegue policial por dos investigaciones tan incipientes. “Salvando las distancias, observo una analogía entre los ataques de las élites político-judiciales en Brasil contra Lula y el Partido de los Trabajadores y las acciones policiales contra la Francia Insumisa”, asegura en declaraciones a El Salto el politólogo Thomas Guénolé, responsable de la escuela de formación de la Francia Insumisa.
Tras los registros contra la izquierda insumisa, mostraron su solidaridad la mayoría de los dirigentes de la izquierda francesa, desde los comunistas, los verdes, el socialdemócrata radical Benoit Hamon (Génération·s) o el anticapitalista Olivier Besancenot. Estos denunciaron el carácter desproporcionado y la escasa ejemplaridad formal de las inspecciones. Estas fueron realizadas sin la entrega de ningún proceso verbal y sin que se permitiera a los responsables administrativos de la Francia Insumisa y de la asociación de la Era del pueblo estar presentes durante los registros.
“El día en el que Macron hace frente a una crisis gubernamental, la policía se presenta en el domicilio de Mélenchon, el líder de la oposición parlamentaria. Lo nunca visto en Europa. Todo mi apoyo a los camaradas insumisos”, tuiteó Pablo Iglesias, quien cuestionó la casualidad de que las inspecciones se produjeran en el mismo momento en que el Elíseo anunciaba los cambios en el gobierno de Macron —una remodelación anunciada en un momento de gran debilidad del presidente francés que tras aplazar durante dos semanas estos cambios ha sido incapaz de incorporar dirigentes de peso en su ejecutivo— . También se solidarizaron con Mélenchon dirigentes del Bloco portugués, que también participa en la alianza europea ¡Ahora el pueblo!, junto con Podemos, Francia Insumisa y otras formaciones progresistas.
Le jour où Macron fait face à la crise de son gouvernement, la police se presente chez @JLMelenchon, leader de l’opposition parlamentaire. Du jamais vu en Europe. Tout mon soutien aux camarades insoumis.
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 16 de octubre de 2018
Curiosamente, los registros policiales del martes sirvieron para que la izquierda francesa dejara de lado sus divisiones. También reforzaron la unidad en el seno de la Francia Insumisa, un movimiento amenazado por crecientes tensiones internas debido a diferencias estratégicas —entre los partidarios de mantener una estrategia populista y los que defienden la necesidad de nuevas alianzas en la izquierda— y por discrepancias ante la crisis de la gestión migratoria.
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A ver, coño, aunque sean de izquierda e insumisos no significa que puedan defraudar por encima de los demás
Los miembros de la Assemblée Nationale francesa son considerados parte de la institución republicana, es por esto que dice "Yo soy la República", aunque a nosotros nos suena un poco rancio, en verdad.