Españolismo
Un estado de ánimo

La autora evidencia los límites de la mirada centralista madrileña, por no llamarla unionista, para aceptar y entender la diversidad, y su incapacidad para enriquecerse con la conexión con otras regiones y culturas.

Banderas España franquista
Una bandera preconstitucional el día del referendum de Cataluña en un calle en el centro de Málaga David F. Sabadell
Comunicadora Social, activista y migrante
15 nov 2017 13:22

¿Qué escribir cuando ya parece todo escrito, dicho y sentenciado? ¿Qué aportar para mejorar el ánimo de una sociedad que ve ninguneada una y otra vez sus derechos? Tanto si es aquí o allá. Si es sur del sur, sur del norte o sur del sur del norte. Soy una consumidora de distopías pero nunca vi una tan poco detectada como la realidad. Me atrevería a mencionar Brazil, la película de Terry Gilliam, en la que no llegas a saber qué es cierto hasta la oscuridad final, pero no, me quedo corta. La realidad actual carece del toque fantástico o creativo, también de guión, y a gatas podemos quedarnos con un par de imágenes que se repiten en bucle en distintos dispositivos. Es algo que va por abajo, un monstruo como el de Stranger Things que te perturba desde adentro. Es una mafia que crece silenciando y del miedo se alimenta.

El ánimo lo marca la marca. Una marca, la marca España. ¿Quién se siente español/a? ¿En qué consiste? Me lo pregunto y pregunté mil veces como migrante, mientras aprendía cosas que no venían a cuento solo por sentirme un poco menos desarraigada y no sentir en mis pieles la discriminación cotidiana de Madrid. ¿Es hablar un castellano perfecto? Siendo el castellano perfecto el que hablan las personas nacidas en Madrid, entonces miles de migrantes no lo hablamos. La riqueza que hay dentro de las diversas formas que adopta una lengua hablada en distintos territorios es de un valor incalculable, pero la ignorancia aniquila la riqueza cultural.

El otro día una amiga madrileña me decía que iba a empezar a aprender catalán, después gallego y por último vasco. Con asombro me decía, intercalando palabras en catalán, cómo podía ser que esas lenguas fueran oficiales pero no se enseñarán en Madrid. Se sentía inculta. Sólo por plantearlo me pareció la más culta de todo Madrid.

El mensaje centralista entra con una metralleta en las cabezas, sin conocer ni conectar las realidades del conjunto, ni del mundo, ni de la península. Ni siquiera de la periferia madrileña
Madrid es el ombligo de la marca España. En un ombligo, además de mugre, hay una conexión que se cerró. Ser el centro de algo es un chute de adrenalina pero también un peligro de miras. El ombligo tiene una función vital antes de que nacemos, pero cuando vemos el mundo, el ombligo pierde su función y esta ahí sólo para juntar pelusas. Indica también que no somos androides. Como no-androides exiges tus derechos básicos, fundamentales, sociales…, derechos humanos. Los androides también tienen derechos pero eso ya lo dejo para otro cuento.

¿Qué significa para una ciudad ser el ombligo de un país, ser el centro? ¿Cuánto se sabe de otras regiones de la península en Madrid? ¿Cuáles son los códigos para comunicarse? ¿Qué tipo de información se transmite? ¿Qué iniciativas sociales hay? ¿Cómo se mueve la gente por cada territorio? El mensaje centralista entra con una metralleta en las cabezas, sin conocer ni conectar las realidades del conjunto, ni del mundo, ni de la península, ni siquiera de la periferia madrileña, desgraciadamente tampoco de su interior. Es algo que pasa en muchas capitales, sean pequeñas, medianas o grandes. Qué diferente sería si desde una capital se tuviese más conexión y contacto con lo que pasa en las otras regiones. Mundo globalizado de escasez e ignorancia. Hay desconocimiento, desconexión y lo importante es que bajo el silencio esos territorios sigan haciendo crecer el estatus capitalino. La desigualdad adentro y afuera.

Si la unión 'Española' es aumentar la desigualdad y darle más poder a la capital, la capital de unos pocos, avergüenza que hagan un llamado a la unidad
Estamos viendo reducidos día a día nuestros derechos para potenciar una ciudad que nos succiona la energía, el ánimo, no nos mira, ni conoce, ni entiende y nada nos devuelve. Si la unión 'Española' es aumentar la desigualdad y darle más poder a la capital, la capital de unos pocos, avergüenza que hagan un llamado a la unidad. Nos quitan otra palabra y le cambian el significado. Nada será igual, no se lo perdonaré jamás.

El ánimo nos marca a fuego que la protesta se paga con cárcel, nos marca que pensar, opinar o trabajar se castiga con censura, nos marca que debemos obedecer una constitución interpretada por algunos y que es sucesora del franquismo. Un manuscrito que ni criticó, ni revisó y mucho menos juzgó los crímenes de la Dictadura. Sin punto final, la constitución vigente es una constitución de los vencedores y los que se hicieron con el poder. La marca es callar, no quejarse, no apoyar ni solidarizarse con la persona de al lado, seguir para adelante como burros y burras aunque nos fundan a latigazos, volver al feudalismo. El sueño húmedo de Franco se esta haciendo realidad.

Sin punto final, la Constitución vigente es una Constitución de los vencedores y los que se hicieron con el poder
Tenemos el ánimo por los suelos y desde la izquierda tampoco se presentan soluciones con garra. Tímidas propuestas poquito posicionadas y que son planteadas por personas con las que muchas de nosotras no nos sentimos identificadas. Las miradas centralistas se ven un poco menos pero también se ven en esa izquierda fraccionada en mil chiquicientas partes. ¿Por qué no se pueden juntar en un frente amplio? ¿Qué diferencia ideológica los separa tantísimo? ¿Será simplemente que unos son de capital y otros no? La unión –¡tomemos las palabras!– de los frente amplios que habitan en muchas partes del mundo es que son tan diversos como las formas de hablar castellano. Trotskistas, maoístas, tupamaros, artiguistas, bolivarianos, comunistas, anarquistas, etc. Sí acá, la diferencia les marca, menudo negocio acaban de hacer los del otro lado. Se quedan con la 'unión' y la izquierda con la diferencia y la separación. Un chollo para las futuras generaciones del 2039, que no vean cómo lo van a agradecer.
Además de las regiones de la península, la diversidad que hay dentro de Madrid es un crisol de culturas y realidades, un mosaico del mundo que pierde derechos diariamente, y está invisibilizada. Si la capital conectará más, no tendrían que hacerse manifestaciones contra el racismo y la discriminación. Un indicador de que en la capital hay mucha gente que lo sufre y lo vive a diario. Habitamos, convivimos pero no somos parte del conjunto. No aparecemos en ningún discurso, no integramos listas, no somos parte de programas electorales, ni estamos dentro de los partidos. Y la vida se complica, perdemos derechos y perdemos la libertad de caminar. Todo lo que esté fuera y 'dentro' si no pertenece a los grupos de élite, mejor calladito y sin derecho a réplica. Ser centralista es integrar una élite, es ser parte del poder. El centro es la marca, la marca es Madrid, y España, señores y señoras unionistas, deja de lado y suprime los derechos de la mayoría, aparta al pueblo que conforma el conjunto. Y sí, todo eso nos entristece y nos da rabia. Crece la bola que esta en los estómagos de la masa. Alimentándola con un ombligo que cumple su función primaria. No, no tengo nada para aportar a la comunidad. Em sap greu, sólo un estado de ánimo, ahora y espero que por mucho tiempo desde Catalunya.

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Eres Rafita
16/11/2017 23:55

Madrid es el centro de España, se opone a la diversidad y fomenta el centralismo. Más simplista no puede ser. Otra peli de buenos y malos. Esta paja mental/pedrada no merece un lugar en un medio serio. Perdéis muchos puntos así.

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Madrileña Catalana Gallega Vasca e Insular
16/11/2017 17:47

Gracias Andrea! Me siento muy identificada con esa amiga madrileña!! Companys i companyes no deixeu de perseguir els vostres somnis!! Anim!! Bona tarda!!!!

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#3198
16/11/2017 18:00

Me ha gustado mucho este artículo! Refleja historia pasada y presente desde los sentires que seguro se estan viviendo en Catalunya por personas de diferentes orígenes que se sienten de aca y de alla!! Andrea has portavoceado lo que muchos y muchas madrileñas y madrileños sentimos y seguro que vallesoletanos/as, extremeños/as y andaluces/as también!! Ay que bonito si toda la gente buena se juntara!! Ojalá!! Mis felicitaciones por el artículo!! Sigue escribiendo sis plau!! Adeu

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Iñigo Arispe
16/11/2017 1:18

Pues sí, el estado de ánimo por los suelos. El ánimo político, diría, que es esa ilusión y necesidad de mejorar la vida, de recuperar derechos civiles, de hacer el bien a los que pasan cerca, de comunicarse, de hablar, de respetar, querer y amar.
Bueno, muchas de esas cosas las hacemos habitualmente en nuestros pequeños mundos, al margen de los procesos unionistas, represores, centralistas, etc. Es la lucha digna, desde abajo, que solo depende de nosotros. Quizás ese es el único camino, y tendríamos que transitarlo con más dedicación, lamentándonos menos de los procesos patológicos que nos oprimen, y sobre todo, que anulan a las personas más desprotegidas. Y es que la izquierda hay que mamarla, enseñarla, mostrarla y ponerla en práctica todos los días. No creo que la izquierda esté disgregada, es que creo que es minoritaria. Lo otro es zona de privilegio, y ahí la izquierda es una mentira. Gracias

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Anónima
15/11/2017 21:56

Ni que Madrid fura el coco , serán sus políticos

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