El rechazo de Sánchez acerca elecciones, mientras Iglesias le exige negociar

Unidas Podemos le ha enviado al PSOE un documento programático y con propuestas claras de gobierno, que Pedro Sánchez ya ha rechazado aduciendo que no confía en la formación morada.

Pablo Iglesias y Pedro Sánchez en la moción de censura a Mariano Rajoy
Dani Gago Pablo Iglesias y Pedro Sánchez durante la moción de censura a Mariano Rajoy.
21 ago 2019 07:00

Tres semanas después de la última investidura fallida de Pedro Sánchez, la formación de Pablo Iglesias parece haber vuelto de vacaciones para meditar sobre lo ocurrido y presentar un documento programático con cuatro posibles gobiernos de coalición entre ambos partidos políticos. En los dos intentos anteriores, Unidas Podemos votó abstención a un gobierno de Pedro Sánchez, debido a la falta de acuerdo con los socialistas y, según declaró ayer Iglesias en una entrevista en Antena 3, para “abrir la puerta a futuras negociaciones”.

No parece que el PSOE se lo vaya a poner fácil, se dedujo ya a principios de agosto de las palabras de Pedro Sánchez en una entrevista, donde aseguraba “desconfiar” de Unidas Podemos. No fue, sin embargo, la coalición izquierdista la que modificó digitalmente un documento para cambiar la palabra “propuestas” por la de “exigencias”, aunque sí se mantuvo vehemente en conseguir ciertos ministerios sabiendo que el PSOE no cedería, como el de Trabajo, que ahora también reclaman en dos de las cuatro posibilidades de gobierno que presentan.

Este enquistamiento incluso le valió reproches de sus propios socios de Izquierda Unida, que instaban a Pablo Iglesias a aceptar la oferta del PSOE, cosa que finalmente no ocurrió porque, a pesar de lanzar la última oferta en medio del atril, Iglesias recibió calabazas por parte de Pedro Sánchez al reclamar las políticas activas de empleo, como le había recomendado el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.

La propuesta que Unidas Podemos presenta para investir a Pedro Sánchez en septiembre ahonda en políticas laborales orientadas a un despido más protegido, eliminación de situaciones laborales legales que abren la puerta a la explotación —como las becas de prácticas de dimensión laboral en las que se sustituye un puesto de trabajo— o la penalización a las empresas que ‘contraten’ en régimen de falso autónomo. Y seguir incrementando el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta llegar a los 1.200 euros mensuales. Tras este preludio, la medida ocho es la punta de lanza de lo que Unidas Podemos quiere que sea un gobierno de coalición con el PSOE: derogación de la reforma laboral de 2012.

Es precisamente este punto uno de los que más fricción provoca entre ambos partidos políticos, a pesar de que el PSOE no lo explicita públicamente si puede evitarlo. Pero, por su parte, su hasta ahora ministra de Economía, Nadia Calviño —que suena fuertemente en las quinielas para dirigir el FMI—, declaró antes de verano que la reforma laboral se debía modificar, pero no derogar.

Uno de los mayores temores de los socialistas es que “haya dos gobiernos en un mismo consejo de ministros”, según declaran. Es precisamente lo que ocurre en países como Alemania, donde la Gran Coalición entre democristianos y socialdemócratas lleva rigiendo el país desde 2013. Pablo Iglesias, quien había dado un paso a un lado por el veto del PSOE a que formase parte del futuro gobierno, no ha rebajado la cifra de tres ministerios y una vicepresidencia, a pesar de que esa era la oferta que en julio les ofreció Pedro Sánchez.

El símil alemán ha alimentado todo tipo de tertulias televisivas estos dos meses. Sobre esto, hay que decir que no es significativo el tiempo que se tardó en negociar el gobierno (varios meses), porque inicialmente Angela Merkel quería formar coalición con los liberales. Ante su negativa, lo intentó con los socialdemócratas. En este sentido, sí son notorias las carteras que el Partido Socialista ya ha dicho que no va a ceder por ser “ministerios de Estado”, pero que la canciller germana sí cedió. 

Merkel otorgó al SPD la Vicecancillería, la cartera de Trabajo y Asuntos Sociales, Economía y Energía, Medio ambiente, Justicia, así como Familia y mujeres. Además, los socialdemócratas le pusieron dos líneas rojas: establecer un salario mínimo que nació en 2015 y se va incrementando progresivamente cada año y doble nacionalidad para hijos de inmigrantes. Merkel jamás exigió a ningún líder del SPD que se apartase de un futuro gobierno. Ni siquiera cuando el líder del SPD era Martin Schulz, quien previamente había dicho que solo pactaría una Gran Coalición si él era el Canciller y después tuvo que dimitir para no incumplir sus palabras, con el peor resultado de su partido hasta la fecha. Es más, en las elecciones de 2017, con un SPD ya prácticamente hundido electoralmente, Merkel incluso les otorgó las carteras de Educación, Finanzas y Exteriores.

No se le puede exigir a España que esté a niveles germanos en cuanto a pactos y coaliciones, pues aquí nunca ha habido un gobierno de coalición. Es precisamente este terreno virgen el que PSOE y Unidas Podemos deben explorar para garantizar que su acuerdo llega a buen puerto, si no quieren una repetición electoral. Iglesias habla de que no van a dar el gobierno a Sánchez “gratis” y declaró ayer que “si el Psoe quiere elecciones, que lo diga ya”.

Otro punto a tener en cuenta es que la mayor parte del documento de Unidas Podemos —tremendamente expansivo en lo laboral y social—, es contrario a los intereses de la Unión Europea actual. Si se cumpliesen la mayor parte de esas medidas, Bruselas podría enmendar los presupuestos españoles, cosa que no suele hacer cuando hay contracción fuerte del gasto público.

La estrategia actual de Pedro Sánchez pasa por no confrontar con la nueva UE surgida de las elecciones del 26 de mayo, una cámara que ha dado la bienvenida a partidos ultraderechistas de toda Europa, pero que sigue con un rumbo continuista tras la elección de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea. El propio Sánchez dijo que von der Leyen era la mejor opción para la UE, sabedor de que el ministro Josep Borrell iría en ese mismo pack si la alemana salía elegida, como así ha ocurrido con su nombramiento como jefe de la diplomacia europea a principios de julio.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tienen menos de un mes para ponerse de acuerdo. Las próximas semanas sabremos si en septiembre hay recuperación, repesca, derechos laborales o elecciones generales.

Cargando valoraciones...
Ver comentarios 6
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...
Cargando portadilla...
Comentarios 6

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...