We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Elecciones generales del 28 de abril
Podemos no quiere ser un juguete roto
Las encuestas siguen situando a Unidas Podemos por debajo del 15% de los votos, lo que limitaría sus posibilidades de participación en el Gobierno. La dirección del proyecto presentó el sábado una campaña para mejorar sus expectativas.
Había expectación en la vuelta de Pablo Iglesias a la actividad pública, pero la plaza del Reina Sofía en Madrid no estaba llena hasta la bandera. En Youtube, miles de personas se conectaron al acto. En la plaza, un par de miles largos de personas entregadas, esperaban en un ambiente de incertidumbre. El desgaste de Podemos, la persistente sensación de hundimiento, afecta también al rocoso suelo del partido. Abundaron los aplausos, se siguió cantando que sí se puede, pero el tono era bajo y no se contagió a las últimas filas.
El entusiasmo que el partido morado desplegó en enero de 2015 no volverá a reproducirse. Eso no quiere decir que Podemos esté muerto. Como se ocupó de recordar la diputada Noelia Vera en los primeros compases del mitin, enterrar a Podemos antes de tiempo sale muy barato. Aún así, la noche transcurría un poco lenta, sin demasiada gracia.
La ráfaga de discursos cortos se llenó de agradecimientos. Una pensionista, un afectado por los fondos buitre y una estudiante conmovieron con la certeza de sus denuncias. Las confluencias —PCE, IU, Iniciativa, En Comú, En Marea, Equo— agradecieron también. Llamaron a la no resignación.
Ausentes y no nombrados
En la vuelta de Pablo Iglesias a los escenarios se destacaron dos hechos. Un ramillete de diputados y excandidatos, de personas del equipo inicial del partido, y quizá del electorado, ha roto definitivamente con el centro de mando del partido. Las rupturas más evidentes, aunque distintas la una de la otra, son las de Íñigo Errejón y Pablo Bustinduy. Ninguno de los dos fueron nombrados en el mitin. Ni en el escenario ni en los alrededores hubo gente de la disidencia interna, de Anticapitalistas, o ya extramuros. El mensaje era que la remontada —en la que, a día de 24 de marzo, confía la dirección del partido— se hará sin ellos, incluso a pesar de ellos. Por más que la campaña abrirá un periodo de tregua cortés y con fecha de caducidad.
El discurso de Iglesias tuvo ritmo. Empleó retóricas ajustadas a la ocasión e introdujo emociones sin ramplonería. Hubo calambrazos pero nada sonó estridente, todo funcionaba en base a una lógica y a un ritmo, menos musical, menos teatral que en anteriores ocasiones. El ambiente era propicio, pero Iglesias confirmó que la sensación plomiza tenía sentido, que no se podía fingir mucho tiempo más que la del sábado era una noche como otra cualquiera hace cuatro años.
El secretario general de Podemos reconoció la vulnerabilidad del equipo dirigente: los errores cometidos han lastrado el proyecto cuando sus posiciones políticas tenían efecto (moción de censura, salario mínimo). Pero tanto él como su equipo han recorrido demasiado camino en una cuesta abajo organizativa que siempre se ha resuelto a favor de las demandas de cierre y concentración de las decisiones en un entorno reducido. De nuevo, la campaña, y la suspensión de la autocrítica que ésta demanda, se supedita a las soluciones en el nivel organizativo. Es posible esperar que el reconocimiento de esos errores, de esas vulnerabilidades, permitan una apertura en términos democráticos del partido. Habrá que verlo. Sobre eso hubo pocas pistas el pasado sábado. El secretario de organización, Pablo Echenique, no dio ninguna.
El programa es el mensaje
Entre la masa de votantes que se ha mantenido en torno al secretario general, el personalismo funciona, o eso se aseguró cuando unos y otros decidieron que la cara de Iglesias era más reconocible que el logo de Podemos para las Europeas de 2014. Funciona en la medida en que, los otros cuatro partidos que concurren a las elecciones en todo el territorio, han optado por el mismo esquema: núcleos pequeños en torno a un líder carismático y organizaciones empequeñecidas en el día a día, especialmente con respecto a las “baronías” territoriales. Más comunicación que cuadros. Podemos no es más personalista hoy que PP, PSOE, Ciudadanos o Vox, es que el sistema de partidos está programado así.
El mensaje del sábado sitúa al posible electorado de Podemos donde se cruzan los caminos entre la indiferencia cosechada desde 2015 —quizá por ese personalismo, quizá no— y el vértigo de una mayoría de derechas que abra una fase de involución, apuntada por PP y Vox con líneas rectas: intervención bestia de Catalunya, amenazas y desprecios a otras comunidades históricas, antifeminismo, antiinmigración, y recrudecimiento de la dialéctica de los impuestos bajos y los permisos de armas.
La línea del discurso de Iglesias, consecuentemente, fue de confrontación con el “poder” puro, no con sus intermediarios. Se desarrolló desde una denuncia de “las 20 familias” que tienen más capacidad de decisión que los diputados, y la promesa de que el voto a Unidas Podemos devolverá el control del país a la gente a través de la justicia social. Un mensaje republicano que tiene corto recorrido sin organización y movimientos que lo encarnen pero que, según insistió Iglesias en su discurso, se presenta como una oferta constituyente ante el bloqueo de régimen producido en torno a la gestión del 1 de octubre.
El programa, que recoge una melodía antisistémica que emparenta a Unidas Podemos con el origen del proyecto en 2014 más que con la experiencia de gobierno de Syriza, queda supeditado al objetivo de la entrada en el futuro Gobierno. Campaña de perfil radical, más orientado hacia las periferias y los barrios empobrecidos —por la devaluación salarial, del poder adquisitivo de las pensiones, el precio de los alquileres y los recortes de servicios públicos— que al fantasma de las clases medias.
Es un plan que desembocará —si Unidas Podemos consigue cumplir con su parte— en una encrucijada para el PSOE y, en mayor medida, para Ciudadanos, que puede ser reprogramado para evitar la llegada de Iglesias al Gobierno aun a costa de incumplir la promesa electoral de no pactar con Sánchez.
“Estamos más cerca que nunca”, repitieron en la noche del sábado Irene Montero y Pablo Iglesias. El plan: alejarse del centro durante la campaña para optar a entrar con vigor en un Gobierno de Sánchez o, al menos, devolver la crisis de régimen al interior del PSOE. El desenlace, el 28 de abril.
la calculadora
Desde febrero, el Centro de Investigaciones Sociológicas sitúa a Unidas Podemos (desglosada en Unidos Podemos, En Comú, Compromís y En Marea) por debajo del 15%, a seis puntos de su resultado en 2016. Se trata de un límite importante por cuanto, en el sistema de circunscripción única actual, la mediana de obtención de un diputado por provincia es del 15,74%. Es decir, por encima de ese porcentaje en el cómputo global, cualquier partido se asegura un suelo de representación de entre 40 y 50 diputados. Un resultado inferior a eso envía al partido a la zona que ocupó Ciudadanos desde 2016, con 32 diputados, el 13% de los votos, y fuera del reparto en 32 de las 52 circunscripciones.
Actualmente, los sondeos de El País (con una muestra de 1.500 encuestas) y GAD3 (mil encuestas) sitúan lejos de esos dígitos a Unidos Podemos, en el 12,3 y el 11,8 respectivamente. El CIS de febrero, con una base de casi tres mil encuestas, también situaba a UP por debajo de ese umbral, en el 14,5%.
Con la entrada de Vox en el escenario electoral, el escenario para Unidos Podemos se complica aún más, no por el trasvase directo de votos al partido de Abascal —escaso— sino por la dificultad extra para entrar en posibilidades de representación en provincias de las dos Castillas, Extremadura y varias circunscripciones de Andalucía. Son territorios clave para una victoria del PSOE de Pedro Sánchez —lo que aumentará las llamadas al “voto útil contra la derecha”— y también aquellos puntos en los que los socialistas impidieron el rebasamiento por parte de Podemos en 2015. En 2016, Unidos Podemos no consiguió ningún escaño en 15 circunscripciones electorales. El PSOE solo falló en tres, Lleida y las dos ciudades autonómicas, donde solo se reparte un escaño.
Si es difícil recuperar una opción de escaños en esos territorios, la clave más bien será no perder pie —mantenerse en torno a ese 15%— allí donde Unidos Podemos entró en el reparto en 2016. Diputados por provincias como Burgos o Badajoz, donde obtuvo representación, parecen perdidos a comienzo de la campaña. De esta manera, la confluencia sería extremadamenre dependiente de sus previsibles buenos resultados en Catalunya —aunque En Comú puede ceder votos al PSC-PSOE— y País Vasco —donde el PNV apunta como ganador—, así como en Valencia, Baleares, Sevilla o Cádiz.
Dos territorios que en 2016 fueron propicios, Madrid y Galicia, son claves para comprobar si Unidos Podemos supera el desencanto que lo lastra desde comienzos de año, ya que se trata de los principales focos del desmembramiento de la organización.
El espacio que comenzó a dibujarse con el nacimiento de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) en 2012, en el que estuvo implicado el propio Iglesias, ha quedado roto en Galicia, donde las disputas internas han dado lugar a varios episodios imposibles de seguir para el ojo humano entre los espacios dentro de Podemos, de las confluencias y del sector municipalista. En Marea es la confluencia que más pierde en los sondeos con respecto a los resultados de 2016.
En Madrid, el adelanto electoral evita a Unidas Podemos depender excesivamente de la revalidación de resultados en locales y autonómicas. Aún así, entraría dentro de lo sobrenatural que Iglesias consiguiese repetir como segundo candidato más votado. Sánchez apunta como el ganador en la circunscripción y la campaña determinará qué partido se hace con el “voto útil” de la derecha. Pablo Casado parte con ventaja.
¿Se puede o no se puede?
Podemos no quiere ser el juguete roto de la izquierda española del siglo XXI. Sin embargo, la pregunta no es tanto si puede apurar la campaña electoral para auparse por encima del 15 o 16% si no si el artefacto político, tal y como se propuso en 2014, tiene capacidad para una regeneración no traumática (que no termine con un “el último que apague la luz”) o si siempre va a depender de estados de ánimo, alertas y decisiones de último recurso. Una circunstancia que, como el estrés excesivo o trabajar los domingos, acorta la vida.
La primera premisa, mantener los resultados de 2016, es una condición a corto plazo para que se pueda producir la segunda: que la organización se transforme en algo distinto a una trituradora de cuerpos, espíritus y proyectos. Quizá por eso Iglesias se esforzó en reaparecer en plena forma, dispuesto a dar su mejor discurso. En la noche, que pintaba plomiza, el “sí se puede” volvió a sonar en cientos de gargantas. Algo más cascadas y dubitativas que hace cuatro años, eso sí.
Relacionadas
Congreso de los Diputados
Congreso de los Diputados El Congreso aprueba el paquete fiscal tras el acuerdo de última hora entre Gobierno y Podemos
Opinión
Opinión Cuando fuimos los peores
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda “Comiendo espetos frente al tsunami”: fuego amigo tras la comparecencia de la ministra de Vivienda
Fuera de Cataluña y el País Vasco no va a votar a Podemos ni el tato. La política de Podemos ha sido dar más importancia a tener contento al nacionalismo periférico que tener un proyecto colectivo para el resto de España. Las elecciones no se ganan en Cataluña, se ganan en Extremadura, en Castilla-La Mancha, en Aragón. Cómo vais a arreglar el 30% de paro que tenemos. Entre el chalet y Cataluña si Podemos llega al 10% fuera de los votos prestados por los nacionalistas se pueden dar con un canto en los dientes.
A la derecha solo le votan guardias civiles y empresaurios, así que quedarán más o menos igual todos.
Jaja, casi escupo el café del mediodía por tu culpa. Uf! Cuidado con ese reduccionismo, si es en serio.
Es primo de "A la izquierda solo le votan porreros y pobres".
La derecha, al igual que la izquierda, tiene un arco electoral mas amplio de lo que nos pudieramos pensar de primeras. P.ej. La isla de la Palma tiene un gran número de gente de derechas, si no franquistas, que van desde gente mayor hasta jovenes veinteañeros. El callejero incluye "ilustres" como General Yagüe.
El motivo, por lo visto, es que el enano sangriento cabrón otorgó el estatus de Parque Nacional al 80% de la isla, protegiéndola de los abusos del "progreso".
Curiosamente, en democracia, muchos palmeros se sienten eternamente reclamando inversión estatal y defendiendose de intentos por parte de los gobiernos demócratas para deshacer La Palma.
Y Guardias Civiles de izquierdas, como las meigas, "haberlos hailos".
Un saludo y ánimo, internautas.
Bueno, por aportar otra imprasión de quién estuvo allí y que no lo vió por YouTube, las últimas filas (que era donde estaba yo, en el lado derecho) sí que gritó el Sí se puede. Y con ganas y ilusión.
Y el discurso de Echenique, lleno de ironías que pueden herir la sensibilidad los de piel fina, hizo mucha gracia entre la gente. Aunque si nos ponemos un poco quisquillosos, fue un pelín larga.
Acabo de ver la entrevista de Pablo Iglesias en Telecinco.
Ha sido un intento de que olvidemos que mintió o se desdijo o tuvo una iluminación burguesa respecto a donde quería vivir.
Es evidente que es una persona que funciona con y por los medios de comunicación masivos, y eso le conduce a una desconexión de las pequeñas (que son las que afectan el día a día) demandas de la calle.
Tiene tiempo de corregir esa impresión de cratófilo arrepentido que gusta de atacar lo macro, pero se olvida de los millones de micromiserias en las que vive la gente de a pié.
Confieso que estaba decidido a echa a perder mi voto y abandonar a UP en su canibalismo endogámico. Pero después de ver el resto del panorama, estoy dispuesto, a ponerme la escafandra, a perder un rato del domingo y a ver por encima de un capullo egolatra, para servir de algo a una causa a la que no puedo renunciar y que, en su mayor parte, representa UP.
No creo que el trasvase de votos de Podemos a Vox sea tan escaso como dice el artículo. Yo conozco a bastante gente que va a dar ese salto. En mi barrio mogollón de amas de casa están echando humo con el varonil de Abascal, las tiene loquitas.
El discurso, visto desde youtube, fue excelente pese a todo. Ni Garzón ni Uralde le llegan a la suela a Iglesias, si acaso Montero.
Otra cosa: Compromís no irá con Podemos por más que se empeñen las encuestas. Tenedlo en cuenta.
El hembrismo plurinacional, no es precisamente lo que alguien de izquierdas ande buscando (y de alguien neutral o de derechas susceptible de ser captado, probablemente tampoco). Quiza va siendo hora de buscar otras izquierdas entre los que no tienen representacion aun.
Por dignidiad, ningún hombre debería votar a Podemos, por inteligencia ninguna mujer
Esto debiera ir para el PSOE principalmente, pero también es válido para UP porque no encuentro nada de nada... ¿Y los parados de larga duración sin cargas familiares?¿Para cuándo? Somos el grueso de los desempleados y no tenemos derecho a ayudas. ¿No les parece un nicho electoral importante?
La desesperación es mucha, ya con 30 años te ven mayor, y muchos nos lanzaríamos a los brazos de quien prometa ayudarnos. Porque la invisibilidad al respecto es total, parece que no existimos.
Por suerte, tengo el derecho a votar como cartucho.
Y preferimos Planes Laborales frente prestaciones sociales. Pero ambiciosos y, sobre todo, solemnes.
De nada nos sirve (ni para la estabilidad personal ni para inserción laboral) estos paripes que se marca el PPSOE a poco de las elecciones con campañas para 15/30 personas, por 3/6 meses y luego nada.
No le deseo a nadie tener que pedir ayuda para comprar productos de limpieza, comida...
Offtopic: Apuesten por el sector del videojuego, España es un dragón dormido en este campo. Tenemos materia prima para vivir un boom como país tecnológico si se tiene voluntad para remar hacia ello.
Los hombres no existimos para esta gente, y de existir explotadores todos
Me siento totalmente reconocido en ru comentario. Y veo como muchos y muchas jovenes (y no tan jovenes) estamos así o con trabajos muy muy precarios. Pero no veo realmente un programa psra atajar este modelo productivo que nos excluye. Es como si no existieramos. Y además, cuando comento esto con amigxs feministas o ecologistas me miran como si fuera un egoista. Yo es que de aire no vivo, y no me pueden pedir que piense en feminismo o en ecologismo, cuando nisiquiera se ya si algun dia podre tener una casa, aunque sea alquilada, un minimo de segurodad laboral y economica... En definitiva, si ni siquiera tengo oportunidades para emanciparme.
PD. Con esto no digo que no haya que apoyar otras causas tan importantes y necesarias como el feminismo o el ecologismo. Pero el paro , la precariedad, la falta de oportunidades para algo tan basico como ser autonomo..etc No se pueden olvidar.
Y al final el que esta en paro o sin oporrunidades vitales sufre ya sea hombre, mujer, cis, trans, migrante o autóctono. Y yo tengo la sensación que gran parte de la izquierda se ha olvidado de la gente y de la vida del dia a dia para hablar solo de geupos, multitudes y grandes discursos (aunque luego las propuestas no son tan grandes)
Se te entiende perfectamente, muchos nos vemos así.
Queremos apoyar infinidad de causas justas y necesarias para lo que personalmente entendemos como progreso humano. Pero el ruido de las tripas (no es dramatismo) y la ansiedad de pensar "qué frio hace, ahora estoy en una casa pero el mes que viene igual me lo trago a la interperie" nos impiden por falta de fuerzas dedicar, a veces, ni un segundo a pensar en dichas cuestiones.
Te quejas de ello en un lado con tus convicciones, te llaman rojo y te mandan a Cuba. Te quejas en el otro, te llaman fascista/machista/Thanos y te mandan a Arabia Saudí.
Al final, tienes una masa informe y sin cohesión. Manifestaciones masivas que no tienen mas efecto que el estético por falta de "las otras patas de la mesa", el clásico "Divide y Vencerás".
Le coges asco a toda la escena política, tan polarizada que la gente moderada queda fuera del debate y apestada. Hoy, lo mas alternativo y transgresor es ser moderado y de debate sosegado apoyado en argumentos y no eslógans.
Muchísimo ánimo, esperemos que la vida nos sonría pronto.
"No, No, NO! We're not gonna take it!" ~Sister Sledge
El Secretario de Organización es parte del problema. Y muchas secretarías de organización territoriales, son parte del problema. Había, y quizás hay, mucha gente esperando un giro, una refundación. Hay, y quizás habrá, mucha otra, que ya nos hemos cansado de esperar y hemos roto amarras.
Podemos puede regenerarse y ser la institución abierta y flexible que facilite la transformación radical del sistema. O no. Hay que crear, a partir de muchas cosas pequeñas, que ya existen, una red confederalista. O no. En cualquier caso, tendremos el corazón y la mente abiertos y la esperanza, como el fuego primigenio, bien alimentada.