Entrada 17.3
Jürgen Habermas y Asef Bayat
Profesora de filosofía de la Universidad de La Laguna
30 sep 2025 01:02

Sobre la pandemia, todxs lxs intelectuales parecieron tener algo que decir. Es más, recuerdo sentir cierto bochorno al observar en algunxs compañerxs cómo se aprovechaba esa calma tensa propia del confinamiento en reactivar las fuerzas neoliberales del Publish or Perish, anclado en cierta urgencia por atinar acerca de la clave de los tiempos que corren, algo muy propio, por otra parte, de nuestro gremio, la filosofía. Refritos de Foucault, Agamben, Badiou… Cualquier cosa era válida con tal de intentar entender qué estaba ocurriendo. Sin embargo, no deja de resultar bastante llamativo el silencio tan ignominioso que está dejando entre nuestrxs compañerxs lxs intelectuales el mayor genocidio, al menos televisado, que ha dejado hasta el momento el presente siglo XXI.

Entrada 17.1

Las intervenciones públicas de nuestrxs colegxs se resumen a bastantes pocas (cada vez más por suerte, sobre todo por la incidencia internacional de la Global Sumud Flotilla, por ejemplo la última es la de Bifo Berardi el pasado 21 de septiembre o, incluso, el último libro de Pankaj Mishra en Galaxia Gutenberg). Sin embargo, también hay que reconocer que, al comienzo, después del brutal ataque israelí contra Hamas el pasado 8 de octubre de 2023 (cabe incidir aquí que han pasado dos largos años), desde el gremio la filosofía hubo una tímida respuesta el 1 de noviembre de 2023, llamada Philosophy for Palestine, que radicaba en una carta pidiendo el cese de violencia en la zona. Entre otrxs, esta carta fue firmada por Nancy Fraser, Judith Butler, Étienne Balibar, Raymond Brassier, Robert Chapman, Angela Davis, Ramon Grosfoguel, Alejandra Ciriza, entre otrxs. Cabe rescatar aquí, también, que entre compañerxs de la academia española también se encuentran lxs firmantes María José Guerra Palmero (ULL), Óscar Barroso (UGR), Antonio Campillo (UMU), Marta Jiménez Rodríguez-Valdés (UCM), Eduarzo Zazo (UAM), Agustina Varela-Manograsso (UMU) y Irene Ortiz (UAM). Yo misma lo firmé, pero para aquel entonces no tenía filiación académica, por lo que no sale recogido en los firmantes públicos de dicha carta.

Sin embargo, esta expresión del sano sentido común (diría yo tergiversando a Descartes) tuvo sus consecuencias, sobre todo, o más incidentemente, como fue el escandaloso caso de Nancy Fraser, quien fue cancelada en la Universidad de Köln (Alemania), institución que retiró su invitación a impartir la cátedra Albertus Magnus en mayo del pasado año precisamente como consecuencia a la firma de la carta mencionada Philosophy for Palestine, a pesar de que sus conferencias no tenían nada que ver directamente con el conflicto (todavía llamado así en aquel momento, concretamente hasta el día 16 de septiembre para la ONU) Israel-Palestina.

El caso de la academia alemana respecto a la cancelación ante respuestas frente al genocidio palestino (¿o censura? No creo que esté pasada de “moda”, como bien atestiguan estos sucesos) roza, desde luego, lo impúdico. También fue el escenario de la temprana respuesta (como siempre) por parte Zizek en la Buchmesse de Frankfurt. Concretamente el 18 de octubre de 2023 (recordemos que la respuesta israelí al acto terrorista de Hamas fue el 8 de octubre de ese mismo año, sólo 10 días después), evento donde el esloveno fue abucheado e interrumpido por asistentes y donde Uwe Becker, comisario de antisemitismo del estado de Hesse, acusó a Zizek de relativizar el terrorismo y comparar al Gobierno israelí con Hamas. Zizek, en ese momento, simplemente rechazó la comparación y habló de los “antecedentes palestinos” para poder comprender la escalada del, aquel momento, “todavía conflicto”. Zizek también criticó la “escandalosa” decisión de aplazar la entrega del premio LiBeraturpreis a la autora palestina Adania Shibli que estaba prevista durante la mencionada feria del libro: “estamos ante las paradojas de la cultura de la cancelación”, fue una de las declaraciones de Zizek ante el mencionado suceso. Hay que recordar que Zizek ya se había pronunciado al respecto el 13 de octubre de 2023 con el artículo “La real línea divisoria entre Israel y Palestina”, publicado en Project Sindicate en el que, a pesar de su temprana publicación (7-8 de octubre fueron los ataques de Hamas y su respuesta por parte de Israel, recordemos), Zizek ya atina a aseverar lo siguiente: “Hamas y los radicales israelíes son dos caras de la misma moneda. La elección no es entre una facción radical u otra; es entre los fundamentalistas y todos aquellos que aún creen en la posibilidad de la convivencia pacífica. No puede haber compromiso entre extremistas palestinos e israelíes, a quienes se debe combatir con una defensa enérgica de los derechos palestinos que vaya de la mano con un compromiso inquebrantable en la lucha contra el antisemitismo”.

Entrada 17.2
Slavoj Zizek


Sin embargo, el bochorno, muy en concreto, de la academia alemana respecto de la censura, cancelación, silenciamiento y odio ante la repulsa del genocidio del pueblo palestino no se queda únicamente ahí: unas semanas después, concretamente 13 de noviembre de 2023 cuatro intelectuales alemanes, Nicole Deitelhoff, catedrática de Teoría Política y Relaciones Internacionales del Instituto Max Planck; Rainer Forst, catedrático de la Universidad de Göttingen y reconocido teórico de la justicia global y el pluralismo político; Klaus Günther, catedrático de Ciencias Políticas y Derecho Constitucional de la Universidad de Fráncfort; y Jürgen Habermas, el autoproclamado albacea de la mal llamada Escuela de Frankfurt, publicaron un artículo pronunciándose al respecto, el cual no deja indiferente.

Sobre las distintas respuestas en Oriente Medio a Habermas and Cía. recomiendo mucho el artículo “¿Habermas contra Habermas?  Gaza y la crisis del pensamiento ilustrado” (esta expresión es de Hisham Omar al-Noor, quien contestó a la carta de Habermas, haciendo referencia a su texto Heidegger contra Heidegger). El artículo es de Lahcen Haddan, ministro marroquí de turismo y profesor durante más de treinta años en diversas instituciones, entre ellas la Universidad de Indiana, el Saint Thomas Aquinas College en Nueva York, la School of International Training en Vermont, la Universidad Mohamed V en Rabat y la Universidad Al Akhawayn en Ifrane (Marruecos), publicado originalmente en Morocco Wold News, pero traducido al español en Atalayar.

El texto apareció publicado inicialmente en alemán e inglés en la página web del clúster de investigación Normative Orders, asociado al Instituto de Filosofía de la Goethe Universität de Frankfurt, y tres días más tarde fue reproducido en la revista Reset Dialogues on Civilizations, acompañado por una réplica de Hisham Omar al-Noor, profesor de Filosofía en la Universidad de Neelain (Jartum, Sudán). En su declaración, Habermas y los demás intelectuales mencionados señalan que las acciones violentas de Hamás y la reacción de Israel han intensificado las protestas y la polarización social. Subrayan, sin embargo, que esta situación no debe hacer olvidar la importancia de la solidaridad con Israel y con la comunidad judía en Alemania. Reconocen la legitimidad de la respuesta israelí, aunque admiten que existen discusiones sobre la manera en que esta se lleva a cabo; consideran, no obstante, que las acusaciones de genocidio resultan desmedidas. Al mismo tiempo, advierten que nada de esto puede justificar el repunte del antisemitismo en Alemania, insistiendo en que es deber de todos velar por la seguridad de los judíos en el país, en coherencia con la posición política y moral adoptada tras el nazismo para impedir cualquier repetición de persecución o exterminio.

El profesor Hisham Omar al-Noor tuvo a bien contestar las declaraciones de Habermas y los demás intelectuales, lo cual fue de agradecer, ya que señaló ávidamente las omisiones presentes en texto firmado por los académicos intelectuales. Según Al-Noor, el texto se centra en la defensa de los derechos de Israel sin reconocer los de los palestinos, legitima la autodefensa israelí mientras niega a los palestinos el derecho a resistir y elude cualquier referencia a la ocupación, el bloqueo, los asentamientos, la discriminación estructural o la violencia ejercida por Israel contra la población palestina.

Entrada 17.3
Jürgen Habermas y Asef Bayat

A esa declaración también se sumaron otras respuestas, pero la más significativa provino el 8 de diciembre de 2023 de Asef Bayat, profesor de Sociología y Estudios de Oriente Medio en la Universidad de Illinois. En una carta dirigida a Habermas, Bayat sostiene que el documento contribuye a sofocar la discusión pública al equiparar de manera interesada las críticas a la política israelí con expresiones de antisemitismo. Se pregunta qué ha ocurrido con la noción habermasiana de “esfera pública”, basada en la deliberación y el diálogo racional, precisamente en un contexto alemán en el que los debates sobre los derechos palestinos se reprimen y se persigue a quienes piden un alto el fuego o cuestionan la ocupación y la violencia ejercida en Palestina.

Bayat insiste en que quienes critican a Israel no cuestionan “el derecho de los judíos a vivir ni el derecho de Israel a existir”, sino la negación de “los derechos de los palestinos y del derecho de Palestina a existir”. También cuestiona la “indiferencia moral” de Habermas frente a la devastación y las muertes sistemáticas en Gaza, sugiriendo que este parece temer que expresar empatía hacia los palestinos debilite su compromiso con los derechos judíos. Según Bayat, esta “brújula moral distorsionada” se vincula con lo que denomina el “excepcionalismo alemán” respecto a Israel y los judíos, una postura que Habermas habría adoptado y que, al privilegiar los derechos de unos sobre los de otros, termina cerrando la puerta al diálogo racional que él mismo defendió en sus escritos.

En conclusión, Bayat apela a Habermas, recordándole que en tiempos de incertidumbre y temor la humanidad requiere de sus propios conceptos de comunicación, cosmopolitismo, ciudadanía igualitaria, democracia deliberativa y dignidad humana. Pero a su juicio, el peso del excepcionalismo alemán y de una visión europea encerrada en sí misma priva a esas nociones de su verdadero alcance. Por otro lado, no es de sorprender porque, como dice Hamid Dabashi, profesor de estudios iraníes y literatura comparada en la Universdad de Columbia, en el artículo del 18 de enero de 2024 titulado “Gracias a Gaza, la filosofía europea ha evidenciado su falta de ética”,  publicado en Contexto traducido al español (originariamente en Middle East Eye), “la filosofía ilustrada y buena parte de la tradición occidental siempre ha estado profundamente marcada por un sesgo eurocéntrico y blanco”.

No deja de resultar bastante llamativo el silencio tan ignominioso que está dejando entre nuestrxs compañerxs lxs intelectuales el mayor genocidio del siglo XXI

Desde luego, el concepto habermasiano de “esfera pública” está íntimamente ligado a la historia de la burguesía y de la democracia europeas. En cierto modo, lo realmente problemático es que Habermas nunca se detuvo a analizar que ese proceso —el surgimiento del capitalismo, de la burguesía y de la esfera pública como espacio de debate— habría sido impensable sin la explotación de los territorios no europeos y sin las llamadas “exploraciones”, “pacificaciones” y “misiones civilizadoras” coloniales, que sometieron a los pueblos del Sur Global a la esclavitud, al expolio de sus recursos y a la pérdida de su soberanía.

Entrada 17.4
Seyla Benhabib

En este sentido, no deja de ser curiosa la respuesta a aquellxs compañerxs que firmaron la carta Philosophy for Palestine que Seyla Benhabib publicó el 4 de noviembre de 2023 en The Hannah Arendt Center for Politics and Humanities en el Bard College de Nueva York. Allí Seyla Benhabib habla de “victoria simbólica de Hamas ante los ojos del mundo” y la consecuente marginalización de palestinos que sí apoyan y aceptan la coexistencia con Israel. No sé yo si de la carta Philosophy for Palestine se desliza esto, ni mucho menos. Aunque entiendo las cautelas, sobre todo el 4 de noviembre de 2023. Hoy prácticamente es indubitable que nadie habla de victoria simbólica de Hamas.

Ser la “única” democracia de Oriente Medio no significa un cheque en blanco y salvoconducto para cualquier acto criminal que realice en nombre de una supuesta defensa soberana. Una democracia no perpetúa genocidios

Cabe resaltar aquí que Zizek, uno de los intelectuales que más se ha pronunciado sobre (cualquier cosa que pasa) pero en concreto también acerca de este genocidio, apunta justo en dirección contraria en uno de los artículos que merece la pena mencionar aquí, a mi juicio. Es el titulado “Por qué la izquierda está equivocada sobre Gaza y su “descolonización””,  publicado el 20 de diciembre 2023 en The New Stateman, en el que Zizek sólo ve visos de una posible paz si se empieza a desvincular a Palestina de Hamas y se empieza a pensar como una fuerza política independiente, algo que parece que le es negado de raíz por parte de Netanyahu (pero, ¿qué entendemos entonces por Frente Popular para Liberación de Palestina fundado ya en 1967?). Mucho más contundente se mostró un año después en el artículo titulado “Es hora de decir la verdad sobre Gaza”,  publicado traducido al español en Dialektica, donde cuyo título ya da bastante señales contra la manipulación israelí en su discurso sobre la defensa legítima contra Hamas. También hay que mencionar el conflicto que hubo entre los posicionamientos de Judith Butler (esta reconocida filósofa tristemente acusada el pasado mes de septiembre de antisemitismo por la Universidad de Berkeley en California) y Jordi Dean, quien respondió a la primera a través del artículo “Palestina habla por todos”,  publicado el 9 de abril de 2024, al artículo de Butler “No puede haber crítica”.  Los puntos discordantes entre ambas filósofas radican principalmente en reconocer o no a Hamas como una resistencia política legítima (Butler) o si, por el contrario, podría existir otra resistencia antimperialista (Dean). Por otro lado, Butler equipara la responsabilidad moral de Israel y Palestina precisamente en cierto ascenso del antisemitismo a nivel global y, sobre todo, de cara a evitar narrativas polarizantes. Butler, en este sentido, está en contra de hablar de algo así como “jerarquía de sufrimiento” entre ambos genocidios; sin embargo, Dean critica dicha posición porque claramente existe un poder asimétrico entre ambos ¿Estados?

Entrada 17.5
Jodi Dean y Judith Butler

Resulta cuanto menos curioso que lo que en un principio parecía una posición más cautelosa y cuidadosa con el pueblo semita por parte de Butler, una suavidad que criticaba con contundencia Dean, un año después desemboca en que la Universidad de Berkeley acabe acusándola por antisemitismo…

En cualquier caso, parece que hay que tener “cuidado”, como se ha podido observar durante todos estos debates, remilgos y remiendos, en el campo de la filosofía sobre el actual genocidio del pueblo palestino ya que si no uno puede caer en aseveraciones tan crudas como las que hace algunos días nos dio el profesor Reyes Mate, reconocido académico en el circuito académico español, en El País, concretamente en su artículo titulado “Ante Gaza: sin autoridad para condenar y con el deber de estar:”: “Los alemanes, por ejemplo, saben que tienen que estar contenidos, conscientes de una responsabilidad histórica que les obliga a esforzarse más por comprender que por condenar a Israel. A los españoles nos debería pasar lo mismo. Somos parte de la historia antisemita que propició, en el siglo XIX, la creación del movimiento sionista y, en el XX, la existencia de los campos de exterminio. Nosotros los españoles (igual que los alemanes) no podemos erigirnos en jueces, ni ponernos al frente de la manifestación, porque el problema palestino lo hemos creado en buena parte nosotros. El pueblo judío tenía vocación diaspórica (vivir pacíficamente entre los demás pueblos), pero los demás no se lo permitíamos”. Al menos nos queda el consuelo de que este artículo ha sido respondido muy competentemente por uno de los filósofos españoles más importantes en la actualidad, José Luis Villacañas, quien sencillamente incidió en la diferencia entre antisemitismo y antisionismo que, también, atraviesa España, con el ánimo de neutralizar tales aseveraciones realizadas por Reyes Mate. Esta diferencia resulta fundamental (y no hacerla tal vez sea algo capcioso, cuanto menos, como señala Mario Aguiriano en el artículo “Manipulaciones sionistas y responsabilidad histórica”, también en respuesta a Reyes Mate) para vislumbrar las diferentes posturas políticas y filosóficas que pretenden comprender y luchar, con y contra, el presente tan terrible que nos está dejando este siglo XXI. Otro ejemplo, magnífico, de lucha teórica, casi brechtiana, es la de Santiago Alba Rico, otro de los intelectuales españoles que más se ha pronunciado al respecto. Santiago Alba sí tiene un conocimiento profundo de la política en Oriente Medio (no como otrxs, ¡y, desde luego, me incluyo!) como muestran múltiples de sus intervenciones y publicaciones, y ha escrito varios artículos, no sólo uno, reflexionando sobre la escala de este genocidio televisado. Me gustaría rescatar, especialmente, el artículo titulado “No estoy hablando de Palestina”, del 24 de mayo 2025 publicado en El diario en el que se incide en la propaganda israelí como la abanderada de la única democracia de Oriente Medio y, en nombre de ello, masacrar otros pueblos.

Basta ya de reivindicar a Israel como la única democracia de Oriente Medio, tal como tuvo la osadía de hacer la presidenta de la Comunidad de Madrid hace algunas semanas ante las muestras de repulsa de la sociedad civil respecto de la participación de Israel en la vuelta ciclista España  (incluso “prohibiendo” muestras de solidaridad en los institutos de la CAM). Israel, como cada vez más demuestra, es un Estado genocida. Ser la “única” democracia de Oriente Medio no significa un cheque en blanco y salvoconducto para cualquier acto criminal que realice en nombre de una supuesta defensa soberana. Una democracia no perpetúa genocidios. Un genocidio que existe desde hace dos años, podríamos recordarle al señor Almeida, aunque haya sido reconocido por la ONU demasiado tarde. La responsabilidad de la filosofía dentro y fuera de la Academia es pensar y discutir estas cuestiones precisamente para que, al menos, como decía Theodor Wiesengrund Adorno, el mal no tenga siempre la última palabra. 

Sobre este blog
El León dormido... despierta es un blog de temas de historia y memoria especialmente enfocado a la recuperación de la categoría de pueblo en la historia contemporánea del Estado español, su ausencia en la cultura de la democracia y el esbozo de una alternativa a la Gran narrativa de la modernidad española.
Ver listado completo
Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando...
Sobre este blog
El León dormido... despierta es un blog de temas de historia y memoria especialmente enfocado a la recuperación de la categoría de pueblo en la historia contemporánea del Estado español, su ausencia en la cultura de la democracia y el esbozo de una alternativa a la Gran narrativa de la modernidad española.
Ver listado completo
Cargando...
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...