Océanos
Contaminando el planeta

El vertido de agua radiactiva es sólo el último ejemplo de nuestra temeraria destrucción del hábitat.
Cambio climatico contaminacion fabrica
Imagen: Smabs Sputzer
Beyond Nuclear International
8 ene 2024 02:14

Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International.

Se ha hablado mucho -y con razón- de las posibles consecuencias para la salud humana y la industria pesquera japonesa si Japón sigue adelante con su propuesta de verter 1,2 millones de metros cúbicos -es decir, 1,3 millones de toneladas- de agua contaminada radiactivamente en el Océano Pacífico desde la destruida central nuclear de Fukushima Daiichi.

Desgraciadamente, parece probable que esto ocurra en algún momento de este mes o del próximo, a pesar de la protesta mundial. Pero cuando digo “sucederá”, más bien sugiere un vertido puntual. Por el contrario, según la Sociedad de Energía Atómica de Japón, el vertido de estos residuos nucleares líquidos podría prolongarse durante al menos 17 años, pero probablemente más, ya que se prevé que las obras de desmantelamiento del emplazamiento duren al menos 30-40 años.

Es perfectamente correcto y razonable que la comunidad pesquera japonesa vea amenazado su medio de vida por esta propuesta. De hecho, ya se ha visto afectada, pues las importaciones de pescado japonés a Corea del Sur se redujeron un 30% en mayo, antes incluso de que comenzara el vertido. Esto se debió claramente al nerviosismo en torno a la seguridad del suministro de pescado japonés una vez que comiencen los vertidos radiactivos.

Según la Sociedad de Energía Atómica de Japón, el vertido de estos residuos nucleares líquidos podría prolongarse durante al menos 17 años, pero probablemente más.

Y las naciones insulares del Pacífico, junto con un equipo internacional de expertos científicos, han denunciado igualmente el plan como prematuro, innecesario y necesitado de mucha mayor confianza y de más estudios antes de que se ejecuten tales vertidos, si es que se ejecutan alguna vez.

Pero hay aquí una cuestión moral mayor, que habla del comportamiento imprudente y egoísta de la humanidad en el planeta Tierra desde que comenzaron la mecanización y las diversas revoluciones llamadas industriales.

Durante casi tres siglos, en el mundo desarrollado hemos destruido de forma continua y gratuita vastas zonas de hábitat precioso para numerosas especies. Hemos talado bosques, cortado las cimas de las montañas, abierto la tierra para extraer minerales, hecho explotar armas atómicas, arrojado mercurio y carbono a nuestro aire, perforado en busca de petróleo, rociado pesticidas a voluntad y llenado los océanos de plásticos, por nombrar sólo algunas atrocidades medioambientales.

La suciedad tóxica que dejan tras de sí estas actividades se ha vertido en ríos, arroyos, lagos y océanos, o en las tierras donde viven los menos influyentes y poderosos de entre nosotros, en Estados Unidos casi siempre en comunidades de color o en reservas de nativos americanos.

Uno de los peores infractores de esta lista son los residuos nucleares. En consonancia con nuestra irresponsabilidad despreocupada, hemos seguido produciendo residuos radiactivos letales sin la menor idea de cómo gestionarlos o almacenarlos de forma segura a largo plazo. Durante años se arrojaron barriles al mar, hasta que en 1994 una enmienda al Convenio de Londres puso fin a esta práctica.

Pero, por supuesto, la industria nuclear encontró una forma de evitarlo. Los vertidos rutinarios de líquidos a través de una tubería eludían esta ley. Instituciones como el centro de reprocesamiento de La Hague, en la costa norte de Francia, han vertido líquidos (y gases) radiactivos durante décadas. Didier Anger, el activista experto en los delitos medioambientales de La Hague, ya jubilado, utiliza esta historia para advertirnos con urgencia y elocuencia de la locura que supone verter residuos nucleares en nuestros océanos. Vídeo en inglés aquí.

En ocasiones, los residuos líquidos de La Hague, medidos en el punto de vertido por grupos vigilantes como Greenpeace, podrían haberse clasificado como residuos radiactivos de alto nivel que normalmente requerirían un depósito geológico profundo.

A medida que nos acercamos al momento en que los líquidos radiactivos se vierten una vez más en el mar, esta vez en Japón, imponiendo una carga tóxica a las criaturas que ya luchan por sobrevivir allí, debemos preguntarnos si los seres humanos tienen algún tipo de derecho divino de reyes para destrozar el hábitat de otros seres vivos.

Sin duda, la respuesta debería ser “no”. Que los seres humanos puedan generar un desastre radiactivo y “deshacerse” de él en el hábitat de otras criaturas, envenenando su entorno es, francamente, arrogante y aborrecible.

Ya lo hemos hecho en todas partes y ha tenido un precio terrible para otras criaturas y para nosotros mismos. La destrucción y contaminación del hábitat ha provocado extinciones masivas. Estados Unidos ha perdido tres mil millones de aves desde 1970. Es decir, uno de cada cuatro pájaros. Puede que hayamos pensado que los pájaros volvían a abundar durante el inicio de la pandemia de cóvid, pero eso era sólo que oíamos lo que quedaba de ellos con más claridad, en la tranquilidad del encierro.

Las abejas, que realizan alrededor del 80% de toda la polinización, se están extinguiendo y las colmenas colapsando, todo ello debido a las actividades humanas. Entre ellas figuran los pesticidas, la sequía, la destrucción del hábitat, el déficit nutricional, la contaminación atmosférica y, por supuesto, la crisis climática.

En ausencia de estos y otros miembros esenciales de la red de la vida, nuestra propia extinción no queda muy lejos.

Tenemos que poner fin a este comportamiento y tenemos que hacerlo ya. Debemos hacerlo no sólo por nosotros, sino por las innumerables criaturas inocentes que no deberían ofrecer sus hogares como nuestros basureros.

Cargar el Océano Pacífico con residuos radiactivos líquidos -se diluyan y dispersen o no- es un crimen de inmoralidad representativo de tantos que han venido antes. Si de verdad queremos cambiar nuestra forma de saquear, contaminar y despilfarrar, prohibir el vertido de agua radiactiva de Fukushima sería un excelente punto de partida.

Traducción de Raúl Sánchez Saura.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Energía nuclear
Antinuclear Desmantelar Almaraz
Breve análisis de exigencias, necesidades y responsabilidades en el cierre de la central nuclear de Almaraz.
Energía nuclear
La ruta nuclear La hoja de ruta nuclear es un gran desvío II
El plan británico revela que la verdadera agenda «energética» es el camino hacia el sector de las armas nucleares.
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Especulación inmobiliaria
Especulación en Madrid Las vecinas de Tribulete, 7 denuncian la especulación de Élix Rental Housing con una acción musical “fúnebre”
VV.AA.
30 inquilinas de este bloque resisten en sus hogares pese a que este fondo buitre ya ha adquirido la totalidad del edificio para convertir los pisos en apartamentos turísticos. Este sábado, han vuelto denunciar el proceso de gentrificación del barrio
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.

Últimas

Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Opinión
Opinión La oportunista invasión israelí de Siria
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros.
Más noticias
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.

Recomendadas

Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.