Coronavirus
El confinamiento 'saludable': ¿un privilegio de clase?

En tiempos como estos, es necesario recordar cuan afortunados somos los que gozamos de privilegios

Madrid Centro Coronavirus 200405 - 11
Una persona sin hogar descansa el la Puerta del Sol de Madrid. David F. Sabadell

Doctor en Antropología Social

Terapeuta Ocupacional

10 abr 2020 04:47

Los mensajes de autoayuda orientados a “mantener la salud emocional” y el “equilibrio ocupacional” durante el confinamiento se han multiplicado estas últimas semanas. Sugieren que si las circunstancias son difíciles para todos, disponemos de la libertad de elegir como queremos vivirlas.

El encierro como una oportunidad para reconectar con valores y ocupaciones significativas para el individuo constituye un privilegio de clase. Para muchos, es más bien un recordatorio de la valía social que le atribuye la sociedad, un cara a cara con la soledad, la vejez, la escasez, la enfermedad o la dependencia…

En realidad, la emergencia sanitaria del covid-19 opera como un amplificador, un revelador radical de las desigualdades existentes.

Si unos exploran nuevas posibilidades (para leer, escribir, estar juntos…), otros descubren formas inéditas de reclusión. La riqueza ocupacional no solo es una elección, como sugieren la proliferación de “consejos para un confinamiento saludable”. Es una situación de la que gozan algunos y de la que muchos carecen. Transformar el cotidiano en oportunidades ocupacionales requiere recursos materiales, espaciales, sociales y culturales, distribuidos de manera muy desigual. En tiempos como estos, es necesario recordar cuan afortunados somos los que gozamos de privilegios.

El encierro no es una realidad compartida

Algunos disponen de espacios amplios y diferenciados, para los niños y los adultos, para el trabajo y el ocio, para la actividad y el descanso. Gozan incluso de terraza o jardín.

Para otros, el confinamiento es la reclusión de cinco o seis personas en espacios diminutos. Experimentan la superposición de espacios y actividades, incrementando notablemente las posibilidades de roces que alteran la convivencia.

El encierro no es una realidad compartida. Algunos gozan de libertad en su vivienda, mientras otros están recluidos en su hogar. Hay quienes incluso están encerrados fuera, al no tener hogar.

Recorrer el mundo desde su casa

La tecnología abre otra fractura. Hay quienes pueden trabajar sin ir a trabajar; hay quienes están atados al espacio de su trabajo, asegurando los servicios vitales de la sociedad; y quienes, sin trabajo están atados a su casa.

Las posibilidades de trascender las barreras espaciales, reducidas por el confinamiento, de interactuar con el mundo, y actuar sobre el mismo, constituyen una posibilidad que no está al alcance de todos. Mientras unos recorren el mundo desde su casa, otros solo recorren su casa. Unos están dentro y fuera, mientras otros, solo dentro, desconectados, desempleados, desocupados…

Uniformización engañosa

La necesidad política de disciplinar la población requiere cohesionar la sociedad frente al “enemigo”. La idea de un frente común, sugiere una experimentación compartida del confinamiento. Bajo el lema “quédate en casa”, parecería que el confinamiento no tiene clase, como si afectase a todos por igual.

La uniformización de los mensajes disciplinarios y de las prescripciones ocupacionales (lee, haz yoga, cocina, un paseo por los museos del mundo, conecta con tu yo interior…) traducen una uniformidad engañosa, construida sobre el modelo de la clase media. Son actividades conformes con los roles de una minoría de la población.

Para muchos hombres, el hogar no es un espacio en el que se puedan llevar a cabo ocupaciones conformes con su identidad social. La riqueza es también la posibilidad de encontrar dentro lo que ya no podemos lograr fuera. Es inseparable del lugar que se ocupa en la estructura social.

“Entretener” a los niños

Reinventar el cotidiano de los niños constituye otro desafío. La privación de recursos comunitarios (la escuela, el parque, el polideportivo, actividades extraescolares…) es compartida. Pero todos los contextos familiares no disponen de las mismas capacidades para acumular, entre cuatro paredes, las funciones de educador, animador y supervisor de estudios. Ni todos los niños disponen de un espacio propio para estudiar, una conexión internet operativa, recursos ofimáticos suficientes, de padres con tiempo y capacidad para supervisar... Mientras unos se plantean la continuidad pedagógica, otros solo pueden aspirar a mantener los niños entretenidos.

El daño del confinamiento es probablemente inocuo para algunos, e incalculable para otros.

Cuando el confinamiento no cambia rutinas, solo pone espectadores

A la luz del confinamiento, se acentúan también las desigualdades en el propio ámbito doméstico. Las mujeres asumen con frecuencia la mayor parte del reparto ocupacional ligado a la gestión del hogar, a la realización de tareas domésticas y a los cuidados.

En muchos hogares, son las que menos necesidad tienen de “ocupar el tiempo”. La saturación ocupacional a la que están expuestas, contrasta con la exención de responsabilidades de cuidados de la que gozan todavía con frecuencia los hombres y los jóvenes.

Personas “no esenciales”

Se ha discutido estos últimos días, sobre la definición de los trabajos no esenciales. Mucho menos discusión ha generado el de las personas “no esenciales”. Revela un consenso tácito ampliamente compartido. La sobrecarga del sistema sanitario opera una selección social en cuanto al acceso a los cuidados, que discrimina a las personas mayores y con discapacidad. En situación de desbordamiento, merecerían menos ser atendidas por ser “potencialmente menos recuperables”. Si para algunos el confinamiento ha supuesto una ruptura con la rutina, para otros ha supuesto una ruptura con derechos adquiridos.  

Por motivos terapéuticos ciertas personas con diversidad funcional gozan del derecho a salir a la calle a pasear acompañados si fuera necesario. La escasa tolerancia de la sociedad no permite hacer efectivo este derecho legítimo. Son insultados e increpados desde las ventanas, como si la posibilidad de pisar la calle abriese una desigualdad insoportable, mucho más insoportable que aquellas desigualdades sociales que marcan la vida cotidiana y que el confinamiento intensifica. Algunas personas con enfermedad mental son incluso detenidas a palos

Impera la voluntad de medir a todos con el mismo rasero. Y, sin embargo, ni somos iguales, ni el confinamiento nos afecta del mismo modo.

Archivado en: Coronavirus
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Madrid
Corrupción El novio de Ayuso, a un paso del banquillo por fraude fiscal y falsificación de documentos
La jueza que instruye la causa propone el procesamiento de Alberto González Amador, de uno de sus testaferros y de los tres presuntos colaboradores en el caso del fraude a Hacienda.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Suspendidas las declaraciones de los cabecillas de los protocolos de la ‘vergüenza’
Reclaman que no han sido llamados en tiempo y forma. Los familiares de los 7219 residentes fallecidos denuncian denegación de servicios por motivos discriminatorios a tres altos cargos de Isabel Díaz Ayuso.
Chernóbil
Cuba y Chernóbil Cuba, Chernóbil y COVID-19
Los médicos cubanos ya acudieron al rescate de los niños de Chernóbil.
#56236
10/4/2020 13:40

Por supuesto... ¿quién puede teletrabajar?, ¿quién vivía al día o en economía de supervivencia?, ¿quién tenía espacio y tiempo?, etc, etc, etc...
Echen un vistazo al gráfico: https://www.axios.com/axios-ipsos-coronavirus-index-rich-sheltered-poor-shafted-9e592100-b8e6-4dcd-aee0-a6516892874b.html

0
0
#56275
10/4/2020 16:43

Efectivamente. Los del SUV y el adosado, los del jardín y piscinita, las élites anteriormente autodesconectadas y asociales (show-deportistas, casta diversa, parásitos burgueses, aristócratas de pandereta rojigüalda, patriarcas con sotana y cruzifijo)

4
11
València
València La Generalitat no aclara en respuesta oficial dónde estuvo Mazón la tarde de la dana
En su contestación por escrito a una pregunta parlamentaria de Compromís, el Consell se limita a decir que tras el “almuerzo de trabajo” en el Ventorro se fue al Palau, y de ahí al Cecopi, sin precisar el momento.
Catalunya
Procés El Tribunal Constitucional avala la Ley de Amnistía
Por seis votos frente a cuatro, el alto tribunal rechaza el recursos a la totalidad de la norma presentada por el PP. Queda saber si se aplica o no a Puigdemont por malversación de fondos públicos.
Memoria histórica
Memoria histórica Primera querella por los crímenes del franquismo admitida en democracia en Galiza
El Tribunal de Instancia 2 de Padrón (A Coruña) acuerda iniciar la investigación por las torturas que sufrió Manuel Reboiras en dos detenciones. Es la primera vez que un juzgado gallego admite a trámite una querella por los crímenes de la dictadura.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda El Sindicato de Inquilinas y BDS exigen al Gobierno que rompa el contrato de la Sareb con el fondo KKR
El fondo pro israelí, que oferta pisos en territorios ocupados palestinos, vende el 55% de las viviendas de la Sareb. Este verano el Gobierno debe decidir si le renueva el contrato.
València
València Arranca el juicio por racismo contra el comisario que vinculó migración y delincuencia
La fiscalía y las acusaciones populares piden tres años de prisión e inhabilitación para el inspector Ricardo Ferris, quién vinculó en un acto de Vox la delincuencia a la migración.

Últimas

Maltrato animal
Maltrato animal Gritos frente al Congreso por el fin de las jaulas: el 87% de los animales criados para consumo viven en ellas
El acto simbólico frente a la Cámara exige que España incida en una reforma de ámbito europeo actualmente en tramitación para conseguir el fin de las jaulas por todo el continente.
Opinión
Opinión Novo Nordisk contra el activismo que molesta
La advertencia de Novo Nordisk es clara: seguir fomentando el respeto hacia las personas gordas mata. No tenemos derecho a hablar de obesidad y apelar a vidas dignas, debemos de hacerlo en términos que fomenten adelgazar.
Eutanasia
Muerte digna Solo cuatro de cada diez de las personas que solicitan la eutanasia consiguen acceder a ella
Al 25% se les deniega la solicitud de muerte digna y otra cuarta parte fallece durante la tramitación. Desde Derecho a Morir Dignamente denuncian que la media en el tiempo de gestión supera los 30 días que marca la ley.
Opinión
Opinión ¿Y por qué no se llama el “Caso Acciona”?
En las sentencias cambian los nombres de los peones, los prescindibles, los politiquillos desgraciados que van y vienen mientras se repiten, invariablemente, hasta el hartazgo, los mismos nombres de las grandes empresas corruptoras.
Más noticias
Euskal Herria
Auge racista Multitudinaria concentración en Hernani contra las agresiones racistas en las fiestas de San Juan
Colectivos denuncian una “caza al moro” tras un enfrentamiento nocturno y califican los ataques como “agresiones colectivas con tintes racistas”, mientras el alcalde condena la violencia y pide no estigmatizar.
Andalucía
Actualidad LGTBIQA+ Los colectivos LGTBIQA+ críticos andaluces se rebelan contra el orgullo mercantilizado
Decenas de colectivos andaluces proponen un orgullo reivindicativo frente a la mercantilización promovida por distintos Ayuntamientos, muchos de ellos gobernados por el PP

Recomendadas

En el margen
Cécile C. Eveng “Perdemos amigues y es una pena porque las personas LGTBIQ pueden ayudar a desarrollar África”
La filóloga camerunesa reside actualmente en España y estudia un doctorado en migraciones, cuerpos, negrofobia y vulnerabilidad de personas. Investigar sobre identidades disidentes en su país le ha traído críticas, hasta desde la propia academia.
Feminismos
Jule Goikoetxea “Los genocidios se sustentan en prácticas micro que legitiman una manera de vivir delirante”
Jule Goikoetxea es una de las filósofas más reconocidas del Estado Español. El año pasado acompañó a Angela Davis en su visita a la Fira Literal de Barcelona. De aquellos cuatro días nace su primera novela, ‘Politeísmo bastardo’.
Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM)
Jorge Nacarino “El movimiento vecinal tiene que seguir siendo punta de lanza de la presión social”
Vivienda, turistificación, gestión de residuos, la masificación de eventos así como reimpulsar la participación ciudadana, son solo algunos de los retos que observa, como prioridades, el joven presidente de la FRAVM.
Madrid
Violencia machista Almeida elimina los Espacios de Igualdad y los transforma en centros especializados en violencia de género
Trabajadoras y oposición denuncian un cambio de un modelo participativo hacia otro asistencialista, en el que no se atenderá a todas las mujeres y se perderán actividades de prevención y sensibilización.