Los bomberos ‘voluntarios’ de Cataluña empiezan su batalla judicial contra la Generalitat

Este viernes se presentan las primeras 100 demandas en Lleida que irán acompañadas de otras 300 más en todas las provincias catalanas. Piden que su trabajo remunerado pase a ser una relación laboral con la Administración.
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Un centenar de bomberos voluntarios demandarán este viernes a la Generalitat

“Exigimos que nos den de alta en la seguridad social, ni más ni menos”, explica Francesc Castillo, portavoz de Bombers Precaris en Lluita. Este policía local lleva desde 2012 participando en labores de extinción, emergencia y operativos de los llamados bombers voluntaris, cuerpo creado por la Generalitat para dar soporte a los bomberos funcionarios. Pero tanto Francesc como sus compañeros voluntarios también pasaron un examen de acceso y una formación y, tal y como él asegura, para la ciudadanía es imposible detectar quién es de un cuerpo y quién de otro. “Tú ves un camión circulando y no puedes saber si son funcionarios o voluntarios, tenemos el mismo equipo, los mismos EPI, el quipo, etc”, explica, aunque reconoce que los materiales más antiguos pasan a ellos. 

“Hacemos el mismo trabajo que los compañeros funcionarios pero no tenemos esta vinculación laboral con la administración”, explica. Esta situación anómala, ya que cobran por sus servicios, pagan IRPF pero no tienen contrato, po lo que no cotizan ni para el desempleo ni para la jubilación, es un caso único en el territorio español. También lo es su ‘modelo mixto’, ya que Cataluña no diferencia entre bomberos estructurales y bomberos forestales. Tanto los bomberos catalanes funcionarios como los llamados voluntarios operan en todos las circunstancias. 

“La mitad de los parques de bomberos de Cataluña son voluntarios, no es una cosa aislada y está claro que no pueden prescindir de los voluntarios”, comenta, de cara a los centenares de demandas que hoy empezarán a presentarse entre los cerca de 1200 bombers voluntaris que hay activos actualmente. Se trata de demandas individuales, ya que cada caso tiene que tener en cuenta la antigüedad y las horas realizadas al año, pero que se presentan de forma colectiva. En total, más de 400 demandas espera la plataforma que los reúne. “Todo aquel voluntario que ha querido sumarse y ha podido, pues hemos tenido que adelantar mil euros para la demanda, se está sumando”, comenta el portavoz, que asegura que la vía judicial es la única que les ha quedado después de años de asociaciones y diálogo con el gobierno catalán, las consejerías, los partidos políticos y con todo aquel que les ha recibido. 

Lo que piden es regular su situación laboral. “No sabemos cuál es la forma, queremos que un juez lo diga, porque nosotros ya somos bomberos: hemos pasado un proceso de selección y no es querer ser funcionario por la puerta de atrás”, defiende Francesc Castillo, que compara su situación con la de un bombero funcionario que haya pasado las oposiciones hace año cuando no se pedía, como ahora, pruebas de conducción o de oficio. “No vamos a poner en duda el desempeño del que entró por oposición en 1998, ¿por qué se pone en duda al bombero voluntario que ha superado los requisitos impuestos por la Generalitat”?, se pregunta. 

Su trabajo también está 'uberizado': solo cobran por las horas en las que son reclamados, tienen que hacer un mínimo al año si no son expulsados, se controla su disponibilidad por una app, etc.

Reconocen que tienen el apoyo de muchos de los bomberos funcionarios y de sus sindicatos, ya que entienden que nadie puede defender “que haya trabajadores en fraude de ley”. Porque denuncian que no tener esa relación laboral les afecta en muchos sentidos: no les reconocen enfermedades laborales, no tienen coeficientes reductores de cara a la jubilación, ni la cobertura sanitaria es suficiente. “Estamos en una mutua de Baleares y que no tiene centros propios en Cataluña”, comenta el portavoz, que asegura que aunque tienen medidas de seguridad, “es verdad que en una emergencia hay cosas que no se controlan y hay posibilidad de hacerte daño”. El problema es que las mutuas privadas no asumen ciertos costes como la rehabilitación, la cámara hiperbárica o la cobertura total de medicamentos. Mientras que, como señalan, su trabajo también está uberizado: solo cobran por las horas en las que son reclamados, tienen que hacer un mínimo al año si no son expulsados, se controla su disponibilidad por una app, etc. 

Los perfiles que hay entre estos bomberos son muy variados ya que todos tienen que tener otra profesión paralela ya que no pueden cobrar más de 10.00 euros al año. “Hay de todo: desde bomberos urbanos de Barcelona que en su tiempo libre ejercen en su pueblo, hasta mossos, enfermeros, camioneros, etc”. Esto también hace que muchos parques no estén 100% disponibles en una emergencia o que un camniçón vaya con menos efectivos por la disponibilidad. Algo que preocupa a muchos. “La situación para poder compaginar la vida laboral y personal de uno mismo con las exigencias que están poniendo desde el departamento no es asumible. En mi caso en particular, depende como se desarrolle el proceso, si es para peor, yo voy a dimitir”. Así comenta su caso a El Salto Jaume Valls Cursellas, del parque de Piera (Barcelona). 

“Mi futuro en el cuerpo es incierto, estoy a la expectativa de que se pueda regularizar la situación que tenemos actualmente”, explica Jaume Valls Cursellas, bomber voluntari

Él es jefe del parque lo que implica funciones añadidas como coordinación del personal para realizar guardias o asistencia a preventivos y guardias, pedidos materiales y consumibles del parque, reuniones, mantenimiento de vehículos, revisión de las horas de trabajo para el pago, etc. Juan Ortega Casas, también tuvo que superar los exámenes, las pruebas físicas y las prácticas dentro del curso de formación en el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña. “Mi futuro en el cuerpo es incierto, estoy a la expectativa de que se pueda regularizar la situación que tenemos actualmente”, explica y detalla que sería imprescindible regular su material de seguridad, lo mismo que la relación de estos profesionales con la Seguridad Social, con las mutuas y un salario digno. 

Su compañero Jordi Coscollola, del parque de Torà (Lleida), lleva menos tiempo en el cuerpo pero tiene pruebas superadas que algunos bomberos funcionarios no: “Nos hicieron pasar pruebas de habilidades con el tema de la conducción, después un curso de duración de más de un año académico y después con sus prácticas reglamentarias en parques de bomberos funcionarios con unas horas de más de 150 horas”, por eso asegura que creen que “merecemos estar al día y nos merecemos un respeto para el trabajo que estamos ejercitando día a día”. Jordi Coscollola confía en que la situación se regularice ya que le gustaría poder trabajar siempre como bombero. “Me siento bien con el trabajo de bombero voluntario, estoy motivado y lo que mejoraría es tener un horario estable, unos días de trabajo que tú sabes que esos días son los que tienes que estar ahí”, explica, además de estar protegido “por si pasara algo” en una de esas acciones. 

Catalunya
Los bomberos ‘voluntarios’ demandarán a la Generalitat catalana por ser personal ‘low cost’
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