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Brasil
La huelga general en Brasil fortalece la lucha contra la Reforma del Seguro Social
La huelga general del pasado 14 de junio contra la Reforma del Seguro Social, en defensa de la educación y de los empleos movilizó a la clase trabajadora y a la juventud en diversas ciudades de Brasil.
Los trabajadores y las trabajadoras de las ciudades y del campo se movilizaron en sectores como el metalúrgico, el petrolero, el de la industria química, el de la alimentación, el de los textiles, el de la educación, el de correos, en el ámbito rural, en el de los operarios de la construcción civil, el de la banca o el de los servicios públicos, entre otros, junto a estudiantes y personas jubiladas.
Hubo manifestaciones en todos los Estados de Brasil. De acuerdo con las organizaciones sindicales que se adhirieron a la huelga general, esta tuvo lugar en más de 300 ciudades del país. De las 27 capitales, el sistema de autobuses se paralizó en 19, sin contar lo ocurrido en otras importantes ciudades. Los paros también fueron significativos en otros sectores como la banca, el comercio, los organismos públicos, etc.
Se estima que en las movilizaciones, que comenzaron a primeras horas de la madrugada y se alargaron hasta la noche, participaron cerca de 40 millones de trabajadores y trabajadoras.
El día comenzó con la participación activa del movimiento popular, con diversas acciones de protesta y cortes de carreteras y avenidas en São Paulo, Minas Gerais, Maranhão, Amazonas, Pará, Goiás, Espírito Santo, Pernambuco y Piauí.
En otras ciudades, los autobuses tampoco salieron de las cocheras, a pesar del fuerte despliegue policial y las medidas antisindicales adoptadas. Los conductores del metro se adhirieron a la huelga general en São Paulo, Recife, Belo Horizonte, Rio Grande do Sul y Brasília.
Gracias a las huelgas de 24 horas, a los paros parciales y a los retrasos en las entradas de los turnos, la producción industrial se vio también afectada en distintos sectores. De acuerdo con el Sindicato de los Metalúrgicos de ABC (SP), cerca de 60 mil metalúrgicos se movilizaron ese viernes, sobre todo en empresas automovilísticas como Volks, Scania y Mercedes Benz, además de en otras decenas de fábricas de autopiezas, de componentes electrónicos y de otro tipo. En la región de Vale do Paríba (SP) varias empresas metalúrgicas y químicas se vieron afectadas por la huelga general. Lo mismo ocurrió en el área metropolitana de São Paulo, en Paraná, en Río Grande do Sul y en otras. En Minas Gerais, los trabajadores de la minería cesaron de trabajar.
En los sectores que han sido objeto directo de los brutales ataques del Gobierno de Bolsonaro, como el sector del petróleo o los trabajadores de Correos, que también están en lucha contra la amenaza de privatización, la paralización se hizo sentir con mucha fuerza en todo el país. De las 12 refinerías de Petrobras, 10 pararon, y el servicio postal también estuvo paralizado.
Además de los paros en los centros de trabajo y las protestas en las calles, el día también estuvo marcado por grandes manifestaciones, que nuevamente llevaron a miles de manifestantes a las calles. São Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Recife, Porto Alegre, Florianópolis y Teresina fueron algunas de las capitales que se vieron tomadas por una multitud de personas.
La huelga general transcurrió con una fuerte adhesión de los trabajadores y las trabajadoras y el apoyo de la población por todo el país, pero en algunos lugares hubo una fuerte represión y violencia a cargo de la polícía.
En Rio Grande do Sul, 51 manifestantes fueron detenidos durante la movilización en las cocheras de los autobuses. En São Paulo, la policía atacó la manifestación de trabajadores y estudiantes de la Universidad de São Paulo, deteniendo arbitrariamente sin ningún tipo de prueba a 10 personas.
La huelga general del 14 de junio fue el puntapié inicial para derrotar la Reforma del Seguro Social del Gobierno de Bolsonaro. Pararon las fábricas, las obras, los bancos, el comercio, los transportes y se movilizaron trabajadores y trabajadoras de la ciudad y del campo. Todo esto se debe a que esta Reforma es indigna. La clase trabajadora mandó un potente mensaje al Gobierno y expresó que no acepta el fin de las jubilaciones.
El gobierno de Bolsonaro y el presidente de la Cámara de Diputados pretenden, a pesar de todo, votar este mes la Reforma del Seguro Social, que después aún tendría que ser votado en el Senado.
Bolsonaro mantiene el objetivo de recortar casi R$ 1 trillón de las jubilaciones de los trabajadores y las trabajadoras más pobres, al tiempo que mantiene los privilegios de sectores como la cúpula militar, los políticos y los jueces, así como el pago de la deuda pública. Con la exigencia de una edad mínima o el aumento del tiempo de contribución los trabajadores y las trabajadoras no van a conseguir jubilarse.
La semana pasada las centrales sindicales convocaron una nueva jornada de movilización para el día 12 de julio. Tendrá lugar en Brasilia, donde se realizará en colaboración con estudiantes y trabajadores y trabajadoras del sector educativo, y se celebrarán movilizaciones en los Estados, con acciones como asambleas, actos y recogida de firmas contra la Reforma.
Abajo copiamos una nota aprobada por la Ejecutiva Nacional de la CSP-Conlutas sobre la valoración de la huelga general y los próximos pasos en la lucha contra el Gobierno de Bolsonaro.
Nota de la CSP-Conlutas: la Huelga General del 14J demuestra que podemos derrotar la Reforma de Bolsonaro. ¡Es hora de seguir luchando!
“Contra la Reforma del Seguro Social, los recortes en Educación y las privatizaciones y en defensa del empleo”. Este es el principio, refrendado por la fuerza y la victoria de la huelga general realizada el pasado 14 de junio, que la CSP-Conlutas mantendrá la lucha. En ese sentido, entendemos que la labor de quienes lideran el movimiento es apuntar el camino para nuevas acciones, como, por ejemplo:
1. El próximo día 26/6 entregar las firmas contra la reforma del Seguro Social a los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, en Brasilia, de manera conjunta con todas las centrales sindicales.
2. Mantener la unidad de acción entre las centrales y todas las organizaciones del movimiento popular y de la juventud.
3. Realizar el día 12 de julio un Día Nacional de Movilización en los Estados, buscando así fortalecer el acto en Brasilia convocado por la juventud.
4. Defender la construcción de una marcha unitaria en Brasilia contra la Reforma del Seguro Social, los recortes en Educación y las privatizaciones, así como a favor de las movilizaciones en defensa del empleo.
5. Mantener en el horizonte la necesidad de una nueva huelga general, esta de 48 horas.
No hay nada que negociar. Es necesario y posible derrotar la Reforma del Seguro Social en su totalidad.
La tarea de quienes lideran el movimiento es la de mantener e intensificar la lucha contra las medidas de Bolsonaro/Mourão y de este Congreso, comenzando por la Reforma del Seguro Social.
Estamos en contra del proyecto original de Bolsonaro, y también contra las propuestas contenidas en el informe presentado por el presidente de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados.
No hay nada que negociar en esta propuesta que sigue siendo íntegramente un ataque a las jubilaciones y a los derechos sociales de los trabajadores. Quien en calidad de dirigente de los trabajadores, o como entidad representativa de los trabajadores, pudiera negociar estaría traicionando los intereses de la clase trabajadora y haciéndole el juego al Gobierno y a los banqueros.
La postura de los gobernadores y de los prefectos es vergonzosa, incluida la quienes se dicen de izquierdas y, sin embargo, manifiestan su apoyo al informe sobre esa Reforma del Seguro Social e incluso insisten en que los trabajadores y las trabajadoras de los sectores estatales y municipales se vean también incluidos en la pérdida de derechos sociales.
Debemos denunciarles a todos ellos, así como realizar escraches a los diputados y a las diputadas, a los senadores y a las senadoras, que se declaran a favor de la Reforma de Bolsonaro, principalmente al presidente de la Cámara, Rodrigo Maia (DEM) y al secretario especial del Seguro Social y del Trabajo, Rogério Marinho, que están en la primera línea de la tropa gubernamental para aprobar a cualquier precio este brutal ataque contra las jubilaciones de los trabajadores y las trabajadoras.
Es necesario y es posible derrotar la Reforma del Seguro Social y los ataques de Bolsonaro/Mourão y del Congreso. Es hora de apostar por la lucha de la clase trabajadora y la de los estudiantes e intensificar las movilizaciones.
Secretaría Ejecutiva Nacional de la CSP-Conlutas
18 de junio de 2019