Movimiento BDS
Por qué creo que el movimiento BDS nunca ha sido más importante que ahora

El movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) hunde sus raíces en una herencia centenaria de resistencia popular palestina indígena al colonialismo de colonos y al apartheid.

Cofundador del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS).

17 oct 2023 13:05

En tiempos de perpetración de carnicerías, de agitación inspirada en comportamientos de rebaño y de polarización tribal, muchos serán quienes tal vez consideren que debemos prescindir de los principios éticos considerados en esta situación como un engorro o un lujo intelectual. Yo no puedo hacerlo y no lo haré. Nada deseo más que contemplar el fin de toda violencia en Palestina y en realidad en todas partes y precisamente por eso me comprometo a luchar contra las causas determinantes de la violencia: la opresión y la injusticia.

Tengo amigos y colegas muy queridos en el “campo de prisioneros de Gaza, como lo llamó una vez el exprimer ministro británico David Cameron, un gueto moderno cuyos 2,3 millones de residentes son predominantemente refugiados descendientes de comunidades, que sufrieron masacres y operaciones de limpieza étnica planificadas durante la Nakba de 1948. El bloqueo ilegal de Gaza por parte de Israel durante los últimos dieciséis años, perpetrado con la ayuda de Estados Unidos, Europa y el régimen egipcio, ha convertido a Gaza en una zona “invivible en opinión de Naciones Unidas, un lugar en el que el sistema sanitario está al borde del colapso, casi toda el agua es no potable y donde alrededor del 60 por 100 de los niños y niñas padecen anemia mientras muchos de ellos sufren retraso en el crecimiento debido a la desnutrición. Las desgarradoras historias de muerte, destrucción y desplazamiento que mis amigos comparten conmigo me entristecen e indignan al mismo tiempo. Pero sobre todo me motivan a contribuir aún con más energía al movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), que cofundé en 2005 como mi modesta aportación a nuestra lucha de liberación.

El movimiento BDS, que se declara antirracista y no violento y que cuenta con el apoyo de sindicatos de trabajadores y agricultores, así como de movimientos en pro de la justicia racial, social, de género y climática, que representan colectivamente a decenas de millones de personas en todo el mundo, se inspira en la lucha sudafricana contra el apartheid y en el movimiento estadounidense por los derechos civiles, pero hunde sus raíces en una herencia centenaria, a menudo no reconocida, de resistencia popular palestina indígena al colonialismo de colonos y al apartheid. Esta resistencia no violenta ha adoptado muchas formas de las huelgas masivas de trabajadores a las marchas encabezadas por mujeres, pasando por la diplomacia pública, la construcción de universidades, la literatura y el arte.

El movimiento BDS cuenta con el apoyo de sindicatos de trabajadores y agricultores, así como de movimientos en pro de la justicia racial, social, de género y climática

Apoyado por movimientos de base, sindicatos y partidos políticos palestinos, que representan a la mayoría absoluta de la población palestina radicada en la Palestina histórica y a la que se encuentra en el exilio, el movimiento BDS exige el fin de la complicidad internacional, que es estatal, empresarial e institucional, con el régimen de opresión de Israel para que los palestinos podamos disfrutar de nuestros derechos de acuerdo con la estipulación de los mismos efectuada por la ONU, lo cual incluye el fin de la ocupación militar y del apartheid, así como el respeto del derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares internacionalmente reconocido.

Un aspecto importante, aunque a menudo olvidado, del breve llamamiento lanzado por el BDS en julio de 2005 a todas las personas de conciencia del planeta era su invitación para que «ejerzan presión sobre sus respectivos Estados a fin de que impongan embargos y sanciones contra Israel», invitación reiterada también a “los israelíes conscientes para que apoyen este llamamiento por el bien de la justicia y del logro de una paz genuina”. De hecho, un pequeño pero significativo número de judíos israelíes se ha unido al movimiento BDS y ha desempeñado un papel importante en nuestras campañas, que han conseguido que importantes fondos de inversión, iglesias, empresas, asociaciones académicas, equipos deportivos y artistas, entre otros actores sociales, pongan fin a su complicidad o se nieguen a implicarse en las violaciones de derechos humanos cometidas por Israel.

Esta vez, sin embargo, innumerables gobiernos y medios de comunicación occidentales están repitiendo como auténticos papagayos desinformación perniciosa, mientras afirman que la última crisis comenzó el 7 de octubre pasado con un ataque “no provocado” contra Israel. Calificar de “no provocada” la incursión de los grupos palestinos no sólo carece de ética, sino que constituye un típico tropo racista antipalestino, que nos considera seres humanos relativos, que no merecemos el disfrute de derechos humanos plenos. ¿Por qué otra razón si no podrían considerarse la implacable y lenta muerte, así como la violencia estructural resultante del régimen de injusticia impuestas contra nosotros por el Estado israelí desde hace setenta y cinco años, invisibles o no merecedoras de condena ni acreedoras de la correspondiente rendición de cuentas por parte de Israel?

La reacción del oprimido, se considere o no legal o éticamente justificable, es siempre eso, una reacción a la violencia inicial del opresor

Me inspiran las palabras del filósofo brasileño Paulo Freire, que escribió: “Con el establecimiento de una relación de opresión, la violencia ya ha comenzado. Nunca en la historia la violencia ha sido iniciada por los oprimidos [...]. La violencia es iniciada por aquellos que oprimen, que explotan, que no reconocen a los demás como personas, no por aquellos que son oprimidos, explotados y no reconocidos”. La reacción del oprimido, se considere o no legal o éticamente justificable, es siempre eso, una reacción a la violencia inicial del opresor.

En armonía con el derecho internacional, el movimiento BDS ha defendido sistemáticamente el derecho del pueblo palestino a resistir la ocupación militar y la colonización de Israel “por todos los medios disponibles, incluida la resistencia armada”, tal y como estipulan numerosas resoluciones de la ONU, entre ellas la Res. 37/43 de la AGNU) y la Res. 45/130 de la AGNU, con estricto cumplimiento de la prohibición de “atacar a no combatientes”. Está prohibido hacer daño a civiles, ya sea por parte del opresor o del oprimido, a pesar del enorme desequilibrio de poder y de la igualmente inmensa asimetría moral existente entre ambos.

Incluso antes del 7 de octubre, el gobierno manifiestamente de extrema derecha de Israel, el más racista, fundamentalista y sexista de su historia, había intensificado sus despiadados ataques contra las vidas y los medios de subsistencia de millones de palestinos con total impunidad. El hecho de que la Cisjordania ocupada esté bajo el control parcial de la Autoridad Palestina, implicada en la “coordinación de seguridad” con la ocupación israelí, no ha salvado a los palestinos que allí habitan de una Nakba continua de pogromos, ejecuciones extrajudiciales, desposesión, anexión, construcción de asentamientos ilegales, humillación diaria y negación de derechos básicos.

Los palestinos de Gaza se enfrentan a una oleada sin precedentes de bombardeos israelíes indiscriminados, con munición de fósforo blanco incluida

Comprender el contexto y las causas de la resistencia no implica aceptar sus tácticas de atacar a civiles, siendo el contexto en este caso estremecedor. Los palestinos de Gaza se enfrentan a una oleada sin precedentes de bombardeos israelíes indiscriminados, con munición de fósforo blanco incluida, que han tenido como objetivo escuelas, universidades, barrios residenciales enteros, redes de telecomunicaciones, mercados, mezquitas, así como trabajadores sanitarios del Comité Internacional de la Cruz Roja, personal de la ONU y ambulancias, que ha costado la vida a más de 1.030 niños.

Para agravar este horror, el ejército israelí ha cortado por completo el suministro de agua, alimentos, medicinas y electricidad a Gaza, aplicando su Doctrina Dahiya. Desarrollada en 2008 en colaboración con la Universidad de Tel Aviv, esta doctrina exige atacar a civiles e infraestructuras civiles con una “fuerza desproporcionada” para infligir una destrucción devastadora, lo que constituye un crimen de guerra. El martes, un portavoz del ejército israelí admitió lo siguiente: “En los ataques [a Gaza] nos concentramos en el daño, no en la precisión”. Tratando de justificar su decisión de imponer un “asedio total” a millones de palestinos, el ministro de Guerra israelí, Yoav Gallant, declaró: “Luchamos contra animales humanos y actuamos en consecuencia”. Lamentando la pérdida de vidas civiles en ambos bandos, sin tomar partido ni ignorar la opresión de décadas, Jewish Voice for Peace, la organización antisionista de izquierda estadounidense, condenó el racismo de Gallant afirmando: “Como judíos, sabemos lo que ocurre cuando se llama animales a las personas. Podemos y debemos detener esto. Nunca más significa nunca más, para nadie”.

De hecho, hace unos meses, el estudioso del genocidio Michael Barnett planteó la siguiente pregunta: “¿Está Israel al borde del genocidio?”. Dada la total impunidad de Israel, envalentonado por la arraigada complicidad estadounidense y europea, y dada la atmósfera de deshumanización imperante, el estudioso israelí del genocidio Raz Segal cree que su ataque a Gaza es “un caso de genocidio de manual”. En una situación de violencia tan espantosa, la coherencia moral es indispensable. Quienes no han condenado la violencia original y continuada de la opresión carecen de legitimidad moral para condenar los actos ilegales o inmorales de violencia cometidos por los oprimidos.

En realidad, lo que es realmente crucial en estos momentos, lo que constituye la obligación ética más profunda en el momento presente es actuar para poner fin a la complicidad. Sólo así podemos esperar acabar verdaderamente con la opresión y la violencia. Como muchos otros, los palestinos amamos y cuidamos. Tememos y nos atrevemos. Esperamos y a veces desesperamos. Pero, por encima de todo, aspiramos a vivir en un mundo más justo en el que no existan jerarquías de sufrimiento ni jerarquías de valor humano y en el que se aprecien y defiendan los derechos y la dignidad humana de todos y cada uno de sus habitantes.

The Guardian
Omar Barghouti es uno de los fundadores del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS). Artículo publicado originalmente en The Guardian, Why I believe the BDS movement has never been more important than now, y traducido con permiso explícito del autor.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Movimiento BDS
Palestina El BDS de València pide cancelar el partido de baloncesto contra el Hapoel israelí
El núcleo local del movimiento pro palestino de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) insta en una carta abierta al equipo de baloncesto de Juan Roig a no presentarse.
Israel
Genocidio Mercadona vende tampones y patatas procedentes de Israel
En 2024 se produjo una reducción de las importaciones de tampones y patatas israelíes. Mercadona es una de las plataformas que trabajan con estos productos.
jamtmiranda
jamtmiranda
19/10/2023 10:50

Gran artículo y cuánta verdad contiene

0
0
Sirianta
Sirianta
18/10/2023 13:05

Las palabras citadas de Paulo Freire merecen ser enmarcadas. ¡Cuánta razón!

1
0
Energía
Gran apagón Apagones, energías renovables y estabilidad del sistema eléctrico: tareas pendientes y visos de futuro
Es posible avanzar en la penetración de las renovables, al menos hasta cierto punto, sin perder seguridad en el sistema energético. Este debe modernizarse, descentralizarse y estar planificado por el Estado, opina un experto.
Ley Trans
Ley trans El Constitucional enfrenta el recurso del PP a la ley trans, los colectivos piden evitar la senda antiderechos
El Alto Tribunal deliberó por primera vez sobre este recurso sin llegar aún a ninguna decisión. Plataforma Trans pide que no se sume a la carrera de odio contra las personas trans y avale la norma.
Laboral
1º de Mayo Inmigración y sindicatos: derechos universales o derrota colectiva
Los líderes sindicales no pueden ofrecer soluciones realistas para la situación de las personas migrantes, porque parecen asumir la vieja tesis de que la inmigración perjudica a la clase trabajadora en su conjunto.
Eléctricas
Oligopolio eléctrico Sánchez no admite responsabilidades en el apagón mientras sus socios piden nacionalizar la red eléctrica
El presidente del Gobierno señala a los “operadores privados”, entre ellos Red Eléctrica, cuyos últimos dos presidentes vienen del PSOE y cuyo principal accionista es el Estado, con el 20%, seguido por el 5% de Amancio Ortega.
Cómic
Fabien Toulmé “Hablar de trabajo es menos sexy que hablar de amor o de guerra”
En su libro ‘Trabajar y vivir’, el autor francés recorre distintas realidades reflejando cómo las personas se relacionan con ese mandato ineludible de hacerse con un empleo para sostenerse económicamente.
Antimilitarismo
Rearme El gasto militar mundial se dispara
El gasto militar en el planeta aumentó en 2024 un 9,4% respecto a 2023, lo que supone el mayor incremento interanual desde la Guerra Fría.
Eléctricas
Sistémica eléctrico Del lobby nuclear a la burbuja de las renovables: comienza la pugna por encontrar al culpable del apagón
Un crecimiento desmedido de las renovables guiado por intereses corporativos y una red eléctrica que no ha sido actualizada a la nueva realidad energética son algunas de las causas señaladas del apagón del 28 de abril.

Últimas

Pobreza energética
Energía Apagón crónico: lugares donde no volverá la luz, a pesar de la restauración del sistema eléctrico
Miles de personas en el Estado español viven día a día apagones y falta de suministro en lugares como Cañada Real (Madrid), la Zona Norte de la ciudad de Granada o los asentamientos de jornaleras y jornaleros migrantes en Huelva y Almería
València
València El tejido social presenta su propuesta de reconstrucción tras la dana
Los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción y las asociaciones de víctimas definen los presupuestos de Mazón y Vox como una declaración de guerra.
Galicia
Galicia La Xunta aprobó la celulosa de Altri argumentando que su chimenea de 75 metros sería “icónica”
El Informe de Patrimonio Cultural, favorable a la multinacional, se emitió en base a dos encargos externos, contratados y pagados por la empresa al ex presidente y al actual tesorero de Icomos-España.
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.
Más noticias
Energía
Energía El gran apagón de abril | El suministro de energía se recupera al 99%
Pedro Sánchez explica que se produjo una “pérdida” del 60% de la electricidad a las 12:33h: “15 gigavatios se han perdido súbitamente del sistema en apenas 5 segundos. Aproximadamente el 60% del sistema eléctrico”.
Energía
Energía La ley marca permisos retribuidos para situaciones como el apagón eléctrico
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 37.3, protege a la plantilla cuando no es posible llegar a su puesto de trabajo o desarrollar con normalidad su tarea en situaciones como no tener electricidad durante horas.
Electricidad
Apagón ¿Qué le puedo reclamar a la empresa eléctrica y al seguro tras el apagón?
Tras el incidente con la electricidad de este lunes 28 de abril, los consumidores deben conocer qué pueden reclamar a las compañías de la luz o a sus seguros.

Recomendadas

Empresas recuperadas
Natalia Bauni “En este primer año del Gobierno de Javier Milei casi no hubo empresas recuperadas”
Natalia Bauni es coordinadora del Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.
Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.