Aporofobia
El doble filo para esconder el racismo

El rechazo a las personas migrantes rescatadas en el mar tiene un componente aporófobo desde nuestra mentalidad capitalista porque se considera que estas personas no van a poder aportar algo útil a la sociedad, pero este rechazo no deja de ser también racista, xenófobo, islamófobo y machista.

Rescate Mediterráneo 6
Adriaan Huisveld, capitán del Open Arms en una misión en 2018. Olmo Calvo

Psicóloga social y activista

19 ago 2019 13:24

La noticia de que el Open Arms, con 147 personas a bordo, todavía no puede atracar en Italia después de 17 días varado, por la rotunda negativa y amenazas del ministro Salvini, es ya muy sonada en todos los telediarios. Sin embargo, sabemos que esta situación volverá a repetirse una y otra vez si no se modifica el modus operandi en materia de fronteras de la Unión Europea. Las tensiones entre la población no harán sino intensificarse y, sobre todo, no se ayudará a que las mujeres, hombres, niñas y niños que se aventuran a cruzar el mar, sobrevivan y tengan una vida digna en territorio europeo.

Cada día que pasa y el barco de la ONG Open Arms sigue varado en mitad del océano, las redes se convierten en un campo de batalla más agresivo. Muchas no damos crédito a tal deshumanización del ministro italiano, ni a cómo la UE puede desentenderse, olvidando aparentemente que se trata de personas, pero también nos enfrentamos a posiciones discriminatorias, elitistas, egoístas, temerosas y cargadas de odio de quienes se posicionan en contra de la acogida de migrantes.

En los comentarios de muchas noticias se leen esas frases que ya casi parecen eslóganes de la derecha: “Si quieres que vengan, mételos en tu casa”, “me niego a que vivan de mis impuestos”, “si no hay para los de aquí, ¿cómo vamos a mantenerlos a ellos?”. Por otro lado, personas pro acogida, respondían: “Solo os parece bien que vengan cuando traen los bolsillos llenos”, “extranjeros ricos como Messi o Ronaldo no os molestan”. Ahí comenzaron a saltar mis alarmas.

El rechazo al pobre

Este tipo de discriminación por nivel económico tiene un nombre que cada vez es más sonado: aporofobia. Este término fue acuñado por la catedrática de Ética y Filosofía Política Adela Cortina y, especialmente en los últimos meses, parece que ha cobrado más protagonismo a raíz de una charla TED de la creadora, así como de artículos de opinión varios en los que aparece. Como pretendo explicar aquí, es un término con un doble filo que puede utilizarse con intenciones ocultas y de manera irresponsable.

Cortina defiende la necesidad de ponerle nombre al rechazo a las personas pobres y tras 22 años de insistir a la RAE para que incluyera en el diccionario el término aporofobia”, en 2017 lo consiguió. El discurso de Adela Cortina en relación a este tipo de discriminación va enfocado a que se rechaza solamente a las personas migrantes que llegan aparentemente sin recursos, así como a pobres “aunque sean de la propia familia”.

La aportación de Cortina es fundamental y es estrictamente necesario poner nombre a las cosas para que haya un impacto social a su alrededor, sobre todo si el término se refiere a algo contra lo que deberíamos luchar. Pero, por otro lado, me siento en la obligación de advertir sobre el mismo, ya que corremos el riesgo de invisibilizar otras formas de discriminación aludiendo a este término.

De lo malo, lo menos malo

Las actitudes de odio también son transversales. Podemos ejercer violencia sobre alguien por diversos motivos y estos motivos, en nuestra sociedad, no dejan de estar jerarquizados.

En occidente y los territorios capitalistas, la meritocracia es uno de los valores de más peso: si trabajas duro, conseguirás el éxito, mientras que, si eres pobre, es porque no te has esforzado. Tendemos a hacer juicios de valor negativos hacia personas con pocos recursos económicos, como si toda la responsabilidad fuera de ellas, como si no existiesen otros ejes interseccionales que pudiesen influir en su situación (sexo, etnia, procedencia, idioma, capacidad, edad, etc.).

Por esta razón, se suele considerar que odiar o discriminar a alguien por su nivel económico está de alguna manera justificado porque él o ella podría haberlo evitado si se hubiese esforzado más. Y este es el gran problema de la popularidad del término “aporofobia”: duele menos que nos acusen de una actitud aporófoba que de una actitud racista.

No se trata de todo o nada

El rechazo a las personas migrantes rescatadas en el mar tiene un componente aporófobo desde nuestra mentalidad capitalista porque se considera que estas personas no van a poder aportar algo útil a la sociedad, no son funcionales en un sistema que busca la riqueza económica, el beneficio, la plusvalía. Sin embargo, este rechazo no deja de ser también racista, xenófobo, islamófobo, machista, etc. y para comprobarlo solo es necesario echar un vistazo a los calificativos que se encuentran en cualquier debate en redes sociales, donde el lenguaje políticamente correcto se diluye (prescindo de poner ejemplos para no colaborar en la difusión de contenido morboso).

Y es que estas respuestas no surgen de la nada, sino de una historia de colonización, masacres, dominación y violencia contra quienes habitaban territorios que occidente decidió apropiarse por la fuerza, que todavía hoy sigue vigente y que se materializa en los privilegios blancos y masculinos.

El poder de la reflexión

Los prejuicios raciales y machistas están presentes en cada comentario de odio hacia personas migrantes y restarles importancia para englobar todo en la aporofobia es una falacia que nos reconforta. La afirmación “no es racismo, es aporofobia” sería, por tanto, falsa: es racismo y también aporofobia.

Asumir estas actitudes implica una incomodidad que inconscientemente evitamos, pero engañarnos no soluciona nada. Sin embargo, como dice Adela Cortina, la buena noticia es que el cerebro es plástico, tenemos la capacidad de aprender, de darnos cuenta de los razonamientos erróneos, de los juicios basados en heurísticos (atajos mentales) y reformularlos.

El esfuerzo y la persistencia de Cortina por dar visibilidad a este tipo de discriminación son excepcionales y desde luego debemos reconocer su trabajo y estar orgullosas de que existan mujeres tan brillantes como ella. Por otro lado, hacer un uso correcto y no sesgado de su aportación es responsabilidad de todes.

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#38990
1/9/2019 22:27

Así, Lara ha señalado que "hoy nos asustamos porque el Open Arms tiene 157 personas que si no recoge del mar se mueren ahogados", cuando, según ha recordado, "entre 1998 y 2005 Aznar y Zapatero trajeron cinco millones de inmigrantes para montar la burbuja inmobiliaria que ha sido el mayor desastre que ha tenido España en todo el periodo de la democracia".

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#38662
23/8/2019 15:41

Que bien queda llamar racista a quien piensa que la solución no está en Europa si no que la gente pueda vivir en paz en sus países y que la decisión de emigrar no venga determinada por una situación insostenible en su país natal, eso es quedarse en la superficie y no mojarse en absoluto. Así puede escribir artículos cualquiera

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Edgar Z
22/8/2019 23:13

Que curioso...

Cuando el pobre teme a SU pobreza y lo que conlleva le llama "buscar una mejor vida "

Cuando los demás le temen a la pobreza de otros y lo que conlleva le llaman Aporofobia.

Aporofobia es la nueva palabra utilizada con fines políticos para incrementar la migracion descontrolada.

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tengo_otros
20/8/2019 19:43

Sólo en el subtítulo-resumen hay ya seis o siete (des)calificativos. Lo siento, no sigo leyendo. Den información, que para sacar opinión ya somos mayorcitos.

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#38548
21/8/2019 16:22

Así es, otro artículo para educarnos firmado por los curitas rojos, como si no tuviéramos suficiente con la p. iglesia católica

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#38491
20/8/2019 12:57

“La protección de la vida humana en el mar está garantizada por los convenios internacionales. El más importante de ellos es el Convenio internacional para la seguridad de la vida humana en el mar (SOLAS). En él se establece la obligación que el capitán de cualquier buque tiene de rescatar a personas en peligro, modificando la ruta de su embarcación.

Por lo tanto existe una obligación no sólo moral, sino también legal, de rescatar a las personas que están en peligro en el mar. Además, el convenio de protección de los refugiados exige que, en caso de refugiados o solicitantes de asilo, las personas recogidas sean puestas a salvo en un puerto seguro, donde no vayan a ser perseguidas.

Hasta ahí , todo en orden. ¿Por que surge entonces todo este problema de los barcos de las ONG? Pues porque los buques de las ONGs no son barcos que se encuentran navegando y , por azar, encuentran a unos náufragos. Las ONGs de salvamento marítimo tienen como actividad el rescate de refugiados, para lo cual patrullan las costas de Libia a la espera de que aparezcan embarcaciones con personas a las que rescatar. Esta forma de proceder genera perniciosos incentivos para las mafias que trafican con personas, ya que saben que no tienen que esforzarse con llegar a Europa.

Simplemente tienen que poner a las persona en un bote y ponerlas fuera del mar territorial de Libia y avisar a la ONG. Las ONG se convierten, de esta forma, en un servicio regular de transporte de personas que actúan de forma concertada con la mafia. Si esa concertación es explícita, no lo podemos asegurar, pero implícita si que los es.

¿Por qué hay una concertación? Porque las ONGs, lejos de ser entidades sin ánimo de lucro, son organizaciones con trabajadores y directivos que viven de su actividad. El “negocio” de Open Arms es transportar inmigrantes. Gracias a ello consiguen subvenciones y donaciones privadas. Si estas organizaciones fueran ONG de salvamento marítimo devolverían a los refugiados a un puerto seguro cercano al lugar de rescate. Pero curiosamente, el destino siempre es Europa. Porque si no llevasen a las personas a Europa, esos inmigrantes no pagarían a la mafia.

El problema, pues, viene de una confluencia de intereses privados (mafias y ONGs) que, como toda organización, trabajan por su propia supervivencia y retuercen la legislación internacional para realizar una actividad de inmigración ilegal en Europa. Esto no hace otra cosa que generar un permanente efecto llamada que fomenta el tráfico de personas y el negocio de las mafias.

¿Cuál es la solución a este problema? La única solución posible es prohibir a las ONGs que realicen operaciones de salvamento marítimo. El salvamento marítimo como actividad organizada debe ser competencia de los estados europeos por medio de sus respectivas armadas. Las ONGs son entidades privadas que obedecen a los intereses de sus promotores. La defensa del interés general debe estar en manos de los Estados, cuyo poder está sometido a las reglas de la democracia y cuyos gestores han de rendir cuentas a sus electores.

En esta época que vivimos en la que el buenismo predomina, las ONGs son glorificadas como héroes. Pero, salvo excepciones, las ONGs miran, ante todo, por sus propios intereses y hacen uso de mucho dinero, en muchas ocasiones de procedencia pública, con muy poco o nulo control.

Que no os engañen. Lo de Open Arms es un lucrativo negocio y un medio de vida para mucha gente. Si los estados no reclaman el monopolio de la protección organizada de la vida en la mar, seguiremos viendo cómo florece el próspero negocio del tráfico de seres humanos”

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#38512
20/8/2019 19:59

Papel mojado, como las espaldas de estos seres, humanos ?

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#38474
19/8/2019 20:01

Opel Arms igual que otras ONG lavan la conciencia a los que expoliar los recursos y crean guerras de donde vienen estos emigrantes.

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#38549
21/8/2019 16:24

Estas ONGs están financiadas por los mismos que alentaron la guerra en Libia

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#38472
19/8/2019 19:43

Estoy de acuerdo con el artículo, pero luego está el hecho ineludible de la dicotomía del ser humano como un animal racional que emite juicios de valor, pero en el que prevalece todavía el cerebro reptiliano y en el que las emociones son parte del triunfo de su supervivencia. Sin contar también que nos sentimos siempre más a gusto con personas afines y de nuestro entorno. Y esto ultimo no lo podemos cambiar así como así. El ser humano es mucho más complejo que el tema de la aporafobia. Yo no estaría leyendo este artículo en este periodico, si de algún modo no me sintiera reflejada en su mayoría con lo que escriben, necesito un punto de conexión para acercarme a leer a cierta prensa. Y así todo.

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#38469
19/8/2019 18:39

A mí lo q m da vergüenza es la hispanofobia q sufren los de izquierdas!!!!

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doctoranimacion
20/8/2019 13:46

Me daís asco los fascistas y paletos españoles (pp, psoe, ciudadanos, vox, podemos, erc, pnv, coalicion canaria, junts x cat, revilla)

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#38467
19/8/2019 18:19

Al final el caso del Open Arms se ha convertido en la noticia del verano, que resalta el problema de la migración, pero que olvida que es resultado de la explotación de recursos de los países de donde provienen los migrantes. Es el modelo de desarrollo imperante y al que no nos enfrentamos a quien crea el problema. El Open Arms frente a ello un cascarón en alta mar, seguramente necesario, pero que no canaliza las necesidades de luchar contra el modelo de desarrollo y explotación universales instalados.

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#38490
20/8/2019 12:56

recursos pagados convenientemente a sus gobiernos de izquierda que se enriquece, como en venezuela

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#38466
19/8/2019 16:47

Salvini toma café africano, su coche funciona gracias al petróleo africano, su mobil funcionan gracias al klotan africano, el oro que luce él y los suyos es Gracias al oro africano, etc, etc.

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#38492
20/8/2019 12:58

y el petroleo lo cobran los venezolanos, perdon, lo cobra un dictador que se enrriquece cuando su pueblo esta arruiandose

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Noname
19/8/2019 16:24

También hay mucho elitista que sienten aporafobia hacia los ricos: Que no haya grandes bancos por aquí, que no haya grandes multinacionales por allá...

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13
Fernando Gomez
19/8/2019 13:56

Y los niños abortafos? Esos no son exterminados por razones racistas, xenofobas, machistas? O acaso no es comparable?

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21
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