Opinión
El Parlamento Europeo escucha la voz de las madres: el 80% en España está agotada, más que la media europea

La encuesta ‘El estado de la maternidad’ en Europa 2024, que ha realizado por Make Mothers Matter (MMM) ha puesto cifras al agotamiento que supone maternar. En España, casi el 80 % de las encuestadas se sienten sobrecargadas y muchas de ellas llevan atados al tobillo los más variados trastornos y problemas de salud mental, sobre todo ansiedad. Varias expertas han presentado hoy el informe en el Parlamento Europeo.
Parlamento Europeo escaleras
Foto: European Union 2015 - European Parliament
Periodista experta en crianza y colaboradora del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal
22 sep 2025 17:28

La maternidad, tantas veces convertida a la fuerza en un asunto privado, íntimo, se ha hecho pública este lunes en Bruselas. Allí, las voces de casi 10.000 madres han sido escuchadas en una sesión que ha comenzado poco minutos después de las cuatro de la tarde en el Parlamento Europeo, gracias a la encuesta El estado de la maternidad en Europa 2024, que ha realizado por Make Mothers Matter (MMM), una ONG que, como ha recordado en la presentación de la jornada su vicepresidenta, Johanna Schima, defiende desde 1947 el reconocimiento de la maternidad y realiza acciones de incidencia política para mejorar la realidad de todas las madres, independientemente de su contexto y condición. El Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal ha participado también en esta presentación.

Entre los datos que más preocupan: los referidos a la salud mental de las madres de los países que han participado –Bélgica, Chequia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Polonia, Portugal, Eslovaquia, España, Suecia, así como del Reino Unido– y que dejan ver los rotos de unas medidas insuficientes y muy alejadas de las necesidades reales de quienes transitan esta experiencia vital.

Los datos arrojados en el informe tan solo nos dibujan el mapa de lo que ya sabíamos: casi el 80 % de las encuestadas se sienten sobrecargadas (frente al 67 % de media en la Unión Europea)

En España, lo evidente: no existen políticas públicas y laborales que eviten el sufrimiento de las madres, como bien llevan denunciando desde hace años asociaciones como PETRA Maternidades Feministas y El Parto es Nuestro, o grupos de crianza y de lactancia de cualquier comunidad autónoma. El debate en torno a la equiparación de los permisos de nacimiento es un buen ejemplo de esas tensiones.

Los datos arrojados en el informe tan solo nos dibujan el mapa de lo que ya sabíamos: casi el 80 % de las encuestadas se sienten sobrecargadas (frente al 67 % de media en la Unión Europea) y muchas de ellas llevan atados al tobillo los más variados trastornos y problemas de salud mental, sobre todo ansiedad, que golpea a casi la mitad de las madres encuestadas (por delante del 32 % de media en la UE). 

El malestar de las madres no nace de un único lugar: se entrelaza con lo laboral, lo económico y lo personal, aspectos que rara vez se tienen en cuenta cuando se diseñan políticas sociales. Por ejemplo, las madres españolas cargan con el 64 % de las tareas domésticas, sin importar si tienen un empleo, y cuánto exige de ellas ese empleo, lo que deteriora tanto su salud como su economía; apenas la mitad siente que su rol es valorado socialmente. Las más castigadas, las de siempre: las que se enfrentan a factores de mayor vulnerabilidad por sus condiciones económicas o laborales, pero también quienes cargan con el cuidado de hijos con necesidades especiales, con el racismo o con la soledad de la crianza sin el apoyo de una red.

Ángela García, una de las autoras del estudio que ha participado en la presentación en el Parlamento Europeo, ha recordado que las necesidades de quienes maternan continúan siendo invisibles en el mercado laboral

Ángela García, una de las autoras del estudio que ha participado en la presentación en el Parlamento Europeo, ha recordado que las necesidades de quienes maternan continúan siendo invisibles en el mercado laboral: la flexibilidad, demanda central de las encuestadas, apenas existe; y los permisos son insuficientes para las madres. En este escenario, eso que hemos llamado conciliación para sentir que hacemos algo no se entiende como un derecho garantizado, sino como un esfuerzo personal que las mujeres cargan en soledad, con consecuencias claras: madres agotadas, sobrecargadas, sintiéndose poco valoradas y, con frecuencia, sin pedir ayuda por falta de recursos o por vergüenza. Lo que el informe refleja es tan evidente que es difícil mirar hacia otro lado: la sociedad y las instituciones siguen fallando a las madres.

La psiquiatra Ibone Olza, directora del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal (IESMP), que también ha participado hoy en Bruselas para hablar de las madres españolas, ha pedido que se tenga en cuenta la urgencia de integrar un enfoque del cuidado de las diadas que tenga en cuenta una atención respetuosa, eliminando el maltrato y la violencia obstétrica que aún hoy se sigue negando, y que incluya la salud mental perinatal en los servicios materno-infantiles, con programas especializados y unidades madre-bebé en todos los países europeos.

La atención adecuada a madres en duelo por pérdidas perinatales, así como el acompañamiento de las familias con niños con enfermedades crónicas o discapacidades han sido demandas que también han estado presentes en el discurso de la psiquiatra petinatal Ione Olza en el Parlamento Europeo

También ha demandado que el apoyo a la maternidad llegue mucho antes: desde antes de la concepción, ofreciendo recursos y espacios amigables en las instituciones educativas para que las mujeres jóvenes puedan estudiar y perseguir sus metas sin tener que retrasar la maternidad. O incluso renunciar a ella. No se ha olvidado de la lactancia y ha pedido la implementación obligatoria del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna y la formación de profesionales de la salud para que sean realmente un apoyo y no una piedra en un camino que, por desgracia, adolece de referentes en una precaria cultura del amamantamiento.

La atención adecuada a madres en duelo por pérdidas perinatales, así como el acompañamiento de las familias con niños con enfermedades crónicas o discapacidades han sido demandas que también han estado presentes en su discurso. El broche: la abolición de la subrogación y de toda forma de explotación reproductiva. En suma, lo que Olza reclama es un cambio de paradigma: situar la maternidad en el centro de las políticas públicas, pero de forma realista. Esto es con respeto, recursos y escucha. Porque escuchar a las madres, en el Parlamento Europeo o en el parque de su barrio, no puede seguir siendo algo excepcional, sino la condición imprescindible para levantar por fin esa sociedad más humana que tanto necesitamos.

Análisis
¿Estamos dejando las maternidades en manos de la extrema derecha?
¿Existen diferencias entre las propuestas fascistas o postfascistas y las propuestas feministas en relación a las maternidades?
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