Opinión
Correos en transformación: menos plantilla, más presión y un modelo a lo Amazon
@Kamipnasqo
Para entender lo que está pasando, en el programa Al Lío hablamos con Antonio Escarpa, del sindicato de Correos de CGT de Madrid, y con Ricardo Mallada, de la sección sindical estatal de CGT Correos. Les preguntamos lo básico: ¿Correos sigue siendo una empresa pública o está parcialmente privatizada? Antonio me responde: “Correos es totalmente pública, 100% pública. El capital es del Estado y todavía hay funcionarios, unos 3.000 o 4.000 de los 48.000 trabajadores que somos, así que aún formamos parte de la administración pública”.
Pero la realidad es más compleja. Preguntamos entonces: ¿Quién manda realmente, el Estado o el mercado? La respuesta no se hace esperar: “El mercado”, dicen al unísono. El gobierno, añaden, sigue las directrices del mercado. Un gobierno sumiso al mercado, que destroza la faceta pública de Correos para mercantilizar todo lo posible, siempre a costa del servicio público y de los trabajadores.
Antonio cuenta datos que dan miedo: “En 2008 éramos 66.000 trabajadores en Correos y ahora somos unos 48.000. Menos gente justo cuando la carga de trabajo va a subir. La paquetería ha aumentado y además nos imponen nuevas funciones, como AXA, seguros, etc. Y, en cuestión salarial, hemos perdido entre un 15% y un 20% desde 2011. Trabajamos más horas y cobramos menos”.
Pero, según ellos, la gota que colmó el vaso fue el acuerdo del 31 de diciembre. Antonio explica: “Se firmó a oscuras, sin ningún tipo de reuniones de negociación previa. Hubo una primera reunión en septiembre, en la que se presentó Pedro Saura, el presidente de Correos, y donde CGT presentó sus propuestas para un nuevo convenio. No se hizo caso a ninguna. ¡Ninguna! Ya en esa misma reunión Correos dijo ‘esto es lo que estamos pensando’… y fue exactamente lo que se plasmó el acuerdo del 31 de diciembre. Ese mismo día, algunas comisiones y sindicatos lo firmaron sin más y el acuerdo, a falta de desarrollar, empeoraba nuestras condiciones de la A a la Z”.
Escuchando todo esto se puede entender que la situación de Correos no es solo cuestión de números o de gestión: es la defensa de un servicio público frente a la presión del mercado y, también, la lucha por unas condiciones laborales dignas, en un momento en el que los cambios afectan tanto a quienes trabajan en la empresa como a quienes dependen de ella cada día.
Los artículos de opinión no reflejan necesariamente la visión del medio.
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