Operación Chamartín
Chamartín 1940-2017: la mayor operación urbanística del siglo

Madrid Nuevo Norte, la última denominación de la Operación Chamartín, se presenta con una cara amble y otra amarga: intervenciones al norte de la M30 dirigidas por el Ayuntamiento y abiertas a la participación, y un centro de negocios junto a la estación de tren de Chamartín de dimensiones aún mayores que las pretendidas en un principio por Distrito Castellana Norte.

Chamartín
Vista de los terrenos de Chamartín en los que se proyecta llevar a cabo la operación Madrid Nuevo Norte. David F. Sabadell
28 dic 2017 07:00

Plan Prolongación Castellana de Madrid, Distrito Castellana Norte, Madrid Puerta Norte, Madrid Nuevo Norte. El gran nudo norte ferroviario estatal o la gran operación de especulación urbanística, con un espacio de negocios como objetivo principal, al modo de la City londinense. La Operación Chamartín lleva dando vueltas desde hace 23 años con distintos nombres. Sus principales impulsores —descontando empresas que se han ido quedando por el camino— siguen siendo los mismos: Distrito Castellana Norte (DCN) —empresa formada por BBVA y Grupo San José— y Adif.

El origen de la operación se puede remontar a los años 40. Fue cuando el Régimen franquista ordenó la expropiación de 800.000 hectáreas de terreno en el norte de Madrid. Las expropiaciones por parte de Renfe continuaron en las siguientes décadas. El objetivo: la construcción del plan ferroviario del norte madrileño.

Sin embargo, muchos de esos terrenos no se usaron ni para la estación ni para las vías. Algunos de los terrenos, los llamados ‘sobrantes’ –alrededor de la infraestructura ferroviaria–, sirvieron para hacer caja y terminaron en la cartera de propiedades de empresas privadas o particulares, con uso terciario.

Varios de los propietarios de estos terrenos reclamaron la reversión de la expropiación o una compensación por el cambio de uso, pero la respuesta de Adif, y posteriormente de los juzgados, fue la misma: la estación de Chamartín se construyó, y ya no importa si los terrenos concretos se usaron o no para ello, ni el uso que se le diera después.

Otra buena parte de los terrenos a día de hoy siguen sin ser usados. Un total de 1,2 millones de metros cuadrados de ellos han estado contemplados en los sucesivos proyectos de Chamartín, también en el último, Madrid Nuevo Norte.

Ya en 2002, varias de las familias propietarias se unieron en la plataforma No Abuso para recurrir la expropiación de sus terrenos. Señalaban que el objeto de la expropiación era el sistema ferroviario, pero después de décadas aún no se habían usado y los nuevos planes contemplaban asignarlos a otros usos, como viviendas, centros comerciales u oficinas.

La Audiencia Nacional —en 2009— y después el Tribunal Supremo —en 2012— respondieron que, en ese momento, los terrenos seguían estando contemplados dentro del plan ferroviario para el que fueron expropiados.

Quince años después, y ya con la nueva Operación Chamartín, los antiguos propietarios vuelven a reclamar la revisión de las expropiaciones. “Las sentencias del Supremo y de la Audiencia Nacional sí señalan la legitimación que tienen para reclamar, pero decían que ese no era el momento ya que todavía no se había producido el cambio de uso de los terrenos; pero, si se produce, habrá que volver a estudiar si la modificación de uso provoca o no un enriquecimiento injusto de los titulares de la concesión, lo que sería un fraude de ley que podría causar la nulidad”, explica a El Salto Antonio Vázquez Delgado, abogado de No Abuso.

Vázquez señala que ya han comunicado a Adif, a DCN y a Fomento la valoración que desde la plataforma han hecho en cuanto a la compensación que les deben, unos 350 millones de euros, poco más del 5% de los 6.000 millones de euros en los que se valora el coste de la operación. “No se puede dar algo gratis a una mercantil privada porque haya una ley posterior hecha precisamente para esa operación”, concluye.

Imagen de David Fernández.

Comienza el juego

En 2003, Renfe sacó a concurso los derechos de propiedad sobre 600.000 m2 de terrenos en el norte de Madrid. DUCH, como se llamaba entonces la confluencia entre Argentaria —después BBVA— y Grupo San José, ganó el concurso con un diseño del arquitecto Ricardo Bofill para el nudo ferroviario norte y sus alrededores.

Este comprendía 5.000 viviendas, edificios de oficinas, una losa para cubrir las vías y una sede para Renfe, que también se quedaría con el 53% de los beneficios brutos de la operación. El acuerdo se fue renovando, ampliando la extensión de los terrenos, aunque nunca pudo llevarse a cabo porque violaba varias disposiciones de la legislación urbanística.

Ahí quedó hasta que, en enero de 2015, cuatro meses antes de las elecciones municipales que darían la Alcaldía a Ahora Madrid, el Ayuntamiento de Ana Botella, junto a Fomento —con Ana Pastor a la cabeza— y el presidente de BBVA, Francisco González, presentaron el proyecto Distrito Castellana Norte. El nuevo plan abarcaba hasta 3,2 millones de metros cuadrados, de los que 1,38 millones irían destinados a oficinas y comercios, y otros 1,6 millones a vivienda libre, a los que se sumarían 177.388 m2 más para vivienda protegida.


Esta versión de la operación contaba con un plan parcial aprobado en 2011 por Alberto Ruíz Gallardón, pero fue paralizado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ya que violaba la ley de las tres alturas aprobada por Esperanza Aguirre en 2007, y derogada en diciembre de 2015.

“¿De verdad queremos un modelo de zona de oficinas que ya es antiguo en las ciudades europeas?”

En 2016, el Ayuntamiento de Madrid presentó su contraoferta: Madrid Puerta Norte. La operación ahora rebajaba el ámbito de actuación a 1,7 millones de metros cuadrados, dividía el proyecto en varios ámbitos entre el norte y el sur de la M30, y bajaba la edificabilidad. No pasaron más de diez días hasta que Fomento y DCN mostraron su rechazo a la propuesta.

En julio de 2017 llegó el último movimiento de la partida. Ayuntamiento, Adif y CDN presentaban un acuerdo bajo el nombre Madrid Nuevo Norte. El convenio, calificado como “de consenso” por la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, presenta como principal parecido con la propuesta inicial del Ayuntamiento la división del proyecto entre la zona norte y sur de la M30, según recalcó el concejal de Urbanismo, José Manuel Calvo, durante una mesa redonda celebrada el pasado 16 de noviembre en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM).

En la misma cita, el arquitecto Eduardo Leira, otro de los grandes valedores de la operación y marido de Manuela Carmena, puso el acento en el nuevo centro de negocios, “lo más atractivo” del proyecto, a ubicar al lado de ‘las cuatro viudas’, como Leira llamó a las cuatro torres terminadas de levantar en 2009 sobre los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Como principal desafío respecto a este centro de negocios, Leira subrayó la necesidad de aprender de los errores ya cometidos, poniendo como ejemplo la torre Azca.

El centro de negocios es, de hecho, la otra cara de la moneda. Que el Ayuntamiento mantenga el control sobre la parte norte del proyecto ha tenido como precio que este centro de negocios, que se prevé construir en las inmediaciones de la estación de Chamartín, abarque un área de más de 1,7 millones de metros cuadrados, un 13% más de lo que pretendía DCN con su propuesta de 2015.

Hasta Ramón López de Lucio, arquitecto de cabecera madrileño que, en principio, valoraba positivamente el último proyecto presentado en torno a Chamartín, señaló sus dudas durante la mesa redonda en el COAM. Según la edificabilidad planteada, calcula que en el centro de negocios habría que levantar 14 manzanas con una torre cada una de 40 plantas.

“¿De verdad queremos un modelo de zona de oficinas ya antiguo en las ciudades europeas?”, se pregunta la arquitecta urbanista Raquel Rodríguez, que apunta que “en ninguna de las ciudades donde se ha aplicado este modelo ha salido demasiado bien”.

Sobre las viviendas, ahora se construirán 11.000 en total, de las que 2.200 serán de protección oficial y cedidas al Ayuntamiento. Esta es una de las críticas que lanza Felix Arias, portavoz de la Plataforma Zona Norte, nacida para defender la participación de las asociaciones de vecinos afectadas en el proyecto.

“Se ha reducido a un 20% del total de viviendas, cuando lo normal es que sea más del 40%”, apunta Arias, que fue también director general de Urbanismo de la Comunidad de Madrid entre 1982 y 1991.

No son los únicos problemas que ve en el proyecto. “La parte norte parece que podría cumplir los objetivos que se habían planteado, pero en la parte sur pesan sobre el centro de negocios los intereses de ADIF y BBVA a unos niveles que, para obtener los beneficios que quieren sacar cada uno, es imposible hacer un fragmento de ciudad razonable”, explica Arias, quien indica que, para conseguir esa rentabilidad, el proyecto incluye “cargarse” el área de la Empresa Municipal de Transporte, forzar la edificabilidad y una losa sobre las vías ferroviarias de hasta 20 hectáreas. “Sin ella, no les daría el coeficiente de edificabilidad al que necesitan llegar”, añade.

La losa también es uno de los principales problemas que ve en el proyecto Rodríguez. “El suelo, así, se destina a usos lucrativos y la losa para las zonas verdes, es un truco urbanístico, porque, si no, no da la edificabilidad”, apunta.

Sin embargo, según plantea esta arquitecta, la gran pregunta sobre la nueva Operación Chamartín sigue siendo hasta qué punto el convenio firmado en 1994 entre Adif y Duch —después rebautizada como Distrito Castellana Norte— sigue en vigor o se puede echar atrás. “Ahí hay dos grandes preguntas: ¿han pagado los cánones o no? y ¿qué problemas entrañaría echar atrás el convenio? Pero nadie contesta”. El convenio contemplaba el pago, por parte de la empresa, de un canon fijo a Adif en obra ferroviaria, además de un porcentaje de los beneficios de la operación.

Desde El Salto hemos preguntado a Adif si, hasta el momento, se había recibido alguna compensación económica por los 23 años de derechos cedidos sobre los terrenos a Duch, pero hasta el momento tampoco han contestado. Lo que sí han confirmado a El Salto es que ya están trabajando en los proyectos que les corresponden dentro del plan Madrid Nuevo Norte. “Principalmente en el estudio de posibles soluciones viables para la nueva estación de Chamartín”. También que, “en cualquier caso, el proyecto definitivo de la estación estará sujeto a las condiciones que resulten de la nueva ordenación”, por lo que esas soluciones siguen “en fase de estudio”. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

La semana política
Lucro cesante
La Comunidad de Madrid es uno de los modelos mejor acabado de transferencia económica desde las instituciones al sector privado. Las elecciones del 4 de mayo ponen ese proyecto, aunque sea momentáneamente, en juego.
Operación Chamartín
La Operación Chamartín, de nuevo a juicio

El Club de Debates Urbanos inicia acción legal ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid solicitando se anule esta controvertida operación inmobiliaria, que consideran completamente ilegal.

Crisis económica
Jugar al ladrillazo. O la solución inmobiliaria a la crisis

Ante una economía en la que el turismo ha caído, y ante la necesidad de viviendas en alquiler barato, el sector inmobiliario está demandando que las administraciones levanten un nuevo ciclo especulativo para cabalgar esta oportunidad. La última pregunta queda en el tejado de los movimientos de vivienda: ¿cómo actuar ante esta lógica?

#22412
4/9/2018 7:16

Como expropiada, quiero decir que no necesitamos al grupo baraka y a la asociación no abuso para estafarnos.
El grupo barka nos compra nuestro posible derecho de reversión a un euro el metro y en el mismo contrato nos compran el metro cuadrado a 290 euros (cuando conceda el Estado la desafectación) de aqui la asociación no abuso se lleva un 30% con lo cual el metro cuadrado nos lo pagan a 210 euros, y la plusvalia que todavía estamos pendientes del ayto que nos digan cuanto va a ser.
este contrato es de compra venta y la información es verbal, no te dan el contrato ni para verlo en su despacho, es confidencial, tienen miedo a que lo fotografiemos con el movil y divulguemos este contrato basura.
Sino se concede la desafectacion, el grupo baraka tiene derecho a buscar otro comprador a cualquier precio.
Los expropiados somos las víctimas de este proyecto. Se olvidan de que Franco expropió a mis antepasados, que se dedicaban a la agricultura, y les dejaron sin tierras para cultivar y dar de comer a su familia,.....les dejaron miseria y sin trabajo. hemos sido las victimas de sus políticas hasta día de hoy....Y a nadie le importa, ni a políticos ni asociaciones...Yo propogo que si me expropió Ferrocarril que cuando se desafecte la zona, hagan un justiprecio y sean ellos los que compren el terreno,,,, no con intermediarios como el grupo baraka y no abuso que solo quieren especular....Bastantes especuladores hay ya como para que vengan mas.

2
0
Javi
29/12/2017 3:31

Estaría muy bien poder ahondar en las consecuencias que ha tenido en otras ciudades la implantación de estos grandes centros financieros.

17
0
Traspi51
28/12/2017 16:12

La alcaldesa Carmena "Txipras" sigue cediendo. Ella misma demuestra con sus decisiones que "no hay alternativa" a este régimen corrupto. Así nos va a la izquierda, acaba de poner en marcha la maquinaria de perder las próximas elecciones municipales.

14
16
#5628
28/12/2017 11:43

La izquierda tricornio no se atreve a negarle nada a las grandes familias. Despertarían el fascismo y ellos están más por mejorar la movilidad de las grandes urbes.

21
4
Genocidio
Genocidio Eslovenia lanza el proceso de reconocimiento de Palestina y España e Irlanda lo harán este mes
El Gobierno habría fijado la fecha del 21 de mayo para hacer efectivo el reconocimiento del Estado palestino. Desde Sumar piden acortar los tiempos y hablan de “inacción”.
Genocidio
Genocidio Boicot a Eurovisión: porque las canciones no tapan genocidios
El próximo 11 de mayo se celebra el clásico Festival de Eurovisión, esta vez en la ciudad sueca de Malmö, en el que participa un país investigado actualmente por genocidio y que desde hace décadas comete crímenes contra la humanidad.
Palestina
Acampadas universitarias Primera victoria para la acampada propalestina de Barcelona
El claustro de la Universitat de Barcelona ha aprobado una moción de apoyo a Palestina que exige a los órganos de gobierno romper relaciones con universidades, institutos de investigación o empresas israelíes.
Investigación
Investigación Diez millones a dedo en cinco años: así pagaron Feijóo y Rueda la lealtad de la prensa afín con dinero público
Desde ‘La Voz de Galicia’ hasta el canal de extrema derecha de Javier Negre, los últimos dos presidentes de la Xunta de Galicia han repartido entre la prensa más acrítica con la gestión de sus gobiernos al menos 3.686 contratos sin concurso previo.
Educación pública
Huelga de profesorado 30.000 profesores de la Escuela Pública madrileña echan un pulso a Ayuso en el primer día de huelga
Cerca de 30.000 profesores y profesoras han marchado la tarde del miércoles como colofón a la primera jornada de huelga, de las dos convocadas para este mes. La próxima cita será el 21 de mayo.
Argentina
Argentina Las razones de la segunda huelga general contra Javier Milei
Las centrales obreras argentinas protestan este 9 de mayo contra la media sanción del Congreso al proyecto de la llamada “Ley Bases” que impulsa el presidente. El texto busca eliminar una enorme cantidad de derechos para la clase trabajadora.
Servicios públicos
Servicios públicos CC OO advierte del colapso de la atención al público de la DGT ante la falta de más del 50% del personal
El refuerzo de 150 trabajadores temporales (nueve meses) acaba en junio y apenas ha aliviado un servicio público que empuja a la ciudadanía a las gestorías, a posponer los exámenes de conducir y a dejar de trabajar, en el caso de los transportistas.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Desempleo
Reforma Podemos apoyará el nuevo decreto de subsidio al no incluir el recorte en la cotización para mayores de 52 años
Este acuerdo desatasca la Componente 23 para la recepción de fondos Next Generation y fue tumbado el pasado enero en el Congreso con los votos en contra de Podemos, PP, UPN y Vox.
Crisis climática
Nuevo hito climático El pasado mes fue el abril más caluroso jamás registrado
Con una temperatura promedio del aire en la superficie de 15,03ºC, el pasado mes fue 0,67ºC más caluroso que el promedio de dicho mes entre los años 1991-2020 y 0,14ºC más que el anterior récord, el de abril de 2016.
Opinión
Opinión El enemigo justo
Los jóvenes napolitanos han encontrado el camino correcto, no desde el antifascismo de pura fachada, sino desde la solidaridad con el pueblo palestino.
Opinión
Opinión ¿Por qué lo hacen?
Los estudiantes que ocupan Bolonia y otros lugares no pueden detener el Holocausto. Pero pueden señalar que estamos del lado de los colonizados de todo el mundo y que desertamos de la guerra que los nuevos Hitler nos están imponiendo.
El Salto Radio
El Salto Radio Roses amb espines: feministes
Encentem una sèrie radiofònica sobre les pioneres del periodisme en català amb la història de Dolors Monserdà, Carme Karr i Llucieta Canyà.

Recomendadas

Cómic
Julie Doucet “Cada cómic es un experimento, no me gusta ceñirme a categorías asignadas por otros”
Julie Doucet, icono del cómic alternativo y feminista de los años 90, publica ‘El río’, su nueva novela gráfica que constituye un hito editorial, dado que llevaba un cuarto de siglo alejada del medio.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.