Consumismo
Disneyland

A los habitantes de este feliz parque temático que es la vida nos gusta a menudo pensarnos libres y soñadores, pasando por alto el bombardeo continuo de la propaganda, el fuego amigo, ante el cual sólo cabe preguntarse, como dijo alguien: con amigos así, ¿quién necesita enemigos?
Imagen de El Retiro
Líneas de luz como movimiento unidireccional de la libertad y la felicidad llamativa y fugaz de la huida hacia delante Miguel Fernández Elorriaga

De camino al colegio de mis hijos, nos cruzamos con un anuncio del parque temático Disneyland París en la marquesina de una parada de autobús: una niña vestida con un traje rosa de princesa ocupaba la mayor parte del espacio, detrás de ella asomaba la cabeza de un niño con un traje de rana y, al fondo, las altas y puntiagudas torres de un castillo. Esta es la forma que han encontrado los publicistas de Disney para subirse al carro del feminismo, tan sensibles ellos, como todos los de su oficio. Y desde luego el feminismo cotiza alto en nuestros días, para bien y para mal, pues la cada vez mayor aceptación social de los valores feministas, también tiene su reflejo en la publicidad empresarial, que los usan como excusa barata para vendernos productos, servicios o experiencias.

Aunque, ahora que caigo, la idea de la cotización al alza del feminismo para bien no es adecuada, entre otros motivos porque usarla revelaría, una vez más, la invasión inconsciente de las expresiones de origen mercantil en el habla de quien la utilizara. Pero, sobre todo, si diéramos por exacta la metáfora de la cotización al alza del feminismo como expresión de lo que efectiva y principalmente está ocurriendo para bien en nuestros días (lo cual sería, sin duda, exagerado, pues el cambio cultural propiciado por el feminismo, aunque siempre demasiado lento, avanza a paso firme), estaríamos obligados a aceptar su eventual caída bursátil en el mercado de valores, pues así funciona este tiovivo. Y esto, por descontado, somos muchos los que no estamos dispuestos a tolerarlo. De manera que la primera batalla es por el lenguaje (bien lo saben los publicistas), al menos, por intentar descolonizarnos de ciertas ideas y expresiones que nos salen al paso casi cada vez que abrimos la boca o escribimos, como, huelga decirlo, me acaba de ocurrir a mí con la metáfora susodicha.

Volviendo al anuncio en cuestión, en la esquina superior derecha del cartel, destacaban las palabras: VERANO MÁGICO, enmarcadas por una circunferencia parcialmente borrada, como si fuera un sello estampado que garantizase o certificara el deseado evento veraniego que para los niños –indefensos– supone, por el contrario, todo un acontecimiento. Para terminar, se podían leer también estos poéticos mensajes en las partes superior e inferior de la imagen:

SOÑAR

NUNCA FUE TAN NECESARIO

RESERVA AHORA

TUS ENTRADAS AL MEJOR PRECIO

Miré distraídamente al otro lado de la calle y lo que allí vi no fue mejor, es más, era la imagen especular de lo que acababa de observar. En la enorme cristalera de una sucursal de Bankia, leí: «Descubre nuevos caminos estrenando coche», y luego escudriñé la imagen que la acompañaba: una mujer joven, con mirada de asombro y alegría que se dirigía más allá de la escena en la que se encontraba, saliendo de un coche azul del mismo tono que el cielo despejado por encima de su cabeza. Ella, congelada en la fotografía, comenzaba a pisar delicada pero decididamente el asfalto reluciente sin marcas viales que se extendía cual alfombra recién puesta bajo sus pies en un paisaje de campos verdes coronado por montañas al fondo. El toque surrealista lo ponía una pequeña nube que aparecía no en el cielo, sino a la misma altura que la mujer, una nube recién salida del interior de la lámpara del genio de Aladdin (Disney, de nuevo), en cuyo interior destacaban dos palabras: My Dreams. Y debajo, escrito con letras grandes, el precio exacto para conseguir my dreams: 12,90€/mes.

Entonces dejé de mirar en rededor, seguro de que lo que encontraría sería la repetición incesante de lo mismo: ¡venga, a soñar consumiendo! O a consumir soñando, lo mismo da, el caso es volver al redil anterior a la pandemia cuanto antes, sin dejar escapar ni un segundo. Aunque, en realidad, todos los segundos se nos escapan vivos cuando queremos apresar cada centésima de los mismos, sin tregua, sin darnos cuenta de que lo que se nos escapa es la vida tras ellos. Una sucesión acelerada de experiencias listas para ser consumidas en el acto, una detrás de otra o varias a la vez, y siempre con la vista puesta en la siguiente.

Si algún alma ingenua –como en ocasiones lo es la mía– pensaba que, tras el último año largo de pandemia, vendrían tiempos mejores en los que dejaríamos de correr de acá para allá con el único afán de que nos pasaran cosas y más cosas y de tener planes y más planes –y luego mostrarlo todo en las redes sociales–, ya puede empezar a abrir los ojos para desengañarse. No en vano, decía el filósofo Manuel Cruz en un artículo publicado en El País, hace ahora casi un año, que «durante el confinamiento han sido muchos los que tenían la sensación de saber lo que les pasaba: no les pasaba nada», y que esto les resultaba poco menos que insoportable. El horror al vacío es tan grande para nosotros (que arroje la primera piedra el que se crea libre de culpa en este asunto) que debemos llenarlo siempre, a todas horas.

A los habitantes de este feliz parque temático que es la vida nos gusta a menudo pensarnos libres y soñadores, pasando por alto el bombardeo continuo de la propaganda, el fuego amigo, ante el cual sólo cabe preguntarse, como dijo alguien: con amigos así, ¿quién necesita enemigos? Alto, cierta vocecita me reprende susurrándome al oído que he pecado de optimismo llamando «feliz parque temático» a la vida. Esa voz quisiera hacerse oír, por ejemplo, con el viejo y endeble argumento del tiempo que empleamos trabajando, el cual no puede ser considerado ni por asomo, en la mayoría de los casos, como tiempo de diversión, disfrute o esparcimiento. Quien así argumenta no es de este mundo, no se ha enterado aún de que, primero, el optimismo no es nunca un vicio sino todo lo contrario, y, segundo, que quien no disfruta con su trabajo es porque no quiere. Lo mismo da ser un alto ejecutivo que un limpiador de letrinas: al trabajo hay que entregarse con toda la energía, vitalidad y alegría con la que nos entregamos a cualquier otra actividad que merezca la pena (work hard, play hard). Ya lo dice también otro anuncio estampado en unas furgonetas de reparto de no sé qué compañía que se puede ver a veces por la ciudad: «Entregar o entregarse, ¿cuál es la diferencia?». No la hay, como no debe haber diferencia entre la producción y el consumo: a la producción es necesario dedicarse con fruición, de la misma manera que el consumo debe ser perseguido sin descanso y con disciplina férrea.

Hace unos días, en las mismas fechas en que se nos animaba a acudir a Disneyland desde las marquesinas de la ciudad, salió mi hijo pequeño del colegio diciendo que quería ir a París porque allí están Mickey, Pluto y otros, pero los de verdad, papá, los de verdad. Y es que desde hace tiempo, al menos con los libritos que usan en su colegio, enseñan cosas a los pobres niños de la etapa infantil (de 3 a 6 años) a través de viajes a los lugares más populares del mundo (Méjico, Japón, Kenia y, cómo no, ¡París!). Se supone que los padres debemos estar encantados: creo que han diseñado esta etapa educativa pensando más en nosotros que en nuestros críos, pensando que todos –pobres y ricos, altos y bajos, jubilados y trabajadores– deseamos viajar siempre a todas partes, sin prestar atención a lo que hacemos como turistas: consumir lugares.

¿Quién puede oponerse a despertar el deseo de viajar en los niños? Sólo los amargados como yo, que lo somos, entre otros motivos, por nuestra incapacidad de disfrutar de los viajes turísticos como si fueran dulces bocados sin rastro de amargor. Somos lo que comemos, dice la sabiduría popular, de manera que la gente como yo obtiene su justa recompensa, la amargura, por negarse a disfrutar a tope las experiencias de la vida; pero contra esto también hay que revelarse: no, no sólo somos lo que comemos, debemos tratar de ser felices y libres de verdad, a pesar del rancho que nos sirven a diario, y saber escupir a veces lo que nos ofrecen como manjar de dioses.


Archivado en: Consumismo
Sobre este blog
Consumo que Suma es un espacio, coordinado por el área de Consumo de Ecologistas en Acción, en el que reflexionar sobre el consumo en un sentido amplio y plural, pero siempre desde un punto de vista político, incluyendo análisis en torno a la sociedad de consumo que tanto condiciona nuestra forma de vivir, la denuncia de sus impactos sociales y ambientales o la propuesta de alternativas que sirvan para sumar en el avance hacia un mundo mejor. En este blog se quiere dar voz a aquellos colectivos y personas que trabajan estos temas. Para hacernos llegar tus artículos nos puedes escribir a consumoquesuma@elsaltodiario.com
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Consumismo
LECTURA 10 libros críticos con el modelo de consumo
Recopilamos diez libros que muestran una visión crítica del modelo y la sociedad de consumo.
Consumismo
Influencers e hiperconsumismo Vida más allá del fast fashion
¿Qué papel juegan los influencers en las dinámicas hiperconsumistas capitalistas?
Inditex
Zara Lo que esconde la plataforma Zara Pre-Owned
Inditex lanza su plataforma Zara Pre-Owned que permite la venta entre particulares de prendas de la marca. Pero, ¿tiene incidencia real en los impactos generados por la actividad de grupo?
Sobre este blog
Consumo que Suma es un espacio, coordinado por el área de Consumo de Ecologistas en Acción, en el que reflexionar sobre el consumo en un sentido amplio y plural, pero siempre desde un punto de vista político, incluyendo análisis en torno a la sociedad de consumo que tanto condiciona nuestra forma de vivir, la denuncia de sus impactos sociales y ambientales o la propuesta de alternativas que sirvan para sumar en el avance hacia un mundo mejor. En este blog se quiere dar voz a aquellos colectivos y personas que trabajan estos temas. Para hacernos llegar tus artículos nos puedes escribir a consumoquesuma@elsaltodiario.com
Ver todas las entradas
Genocidio
Genocidio Eslovenia lanza el proceso de reconocimiento de Palestina y España e Irlanda lo harán este mes
El Gobierno habría fijado la fecha del 21 de mayo para hacer efectivo el reconocimiento del Estado palestino. Desde Sumar piden acortar los tiempos y hablan de “inacción”.
Genocidio
Genocidio Boicot a Eurovisión: porque las canciones no tapan genocidios
El próximo 11 de mayo se celebra el clásico Festival de Eurovisión, esta vez en la ciudad sueca de Malmö, en el que participa un país investigado actualmente por genocidio y que desde hace décadas comete crímenes contra la humanidad.
Universidad
Movilizaciones Las universidades españolas romperán las relaciones con los centros israelís que no se comprometan con la paz
La junta de rectores y rectoras, que agrupa a 76 universidades de España, 50 públicas y 26 privadas, emite un comunicado en el que anuncia que se revisarán los acuerdos de investigación con actores israelíes que no se comprometan con la paz.
Investigación
Investigación Diez millones a dedo en cinco años: así pagaron Feijóo y Rueda la lealtad de la prensa afín con dinero público
Desde ‘La Voz de Galicia’ hasta el canal de extrema derecha de Javier Negre, los últimos dos presidentes de la Xunta de Galicia han repartido entre la prensa más acrítica con la gestión de sus gobiernos al menos 3.686 contratos sin concurso previo.
Exhumación de fosas comunes
Memoria histórica Víctimas de la fosa de Paterna se querellan por desaparición forzosa
CEAQUA presenta una nueva demanda judicial en la que cuatro víctimas del franquismo alegan que el asesinato de sus familiares fueron crímenes de lesa humanidad.
Violencia machista
Ayuntamiento de Madrid Almeida aloja a víctimas de violencia machista en hostales fuera de la ciudad y sin manutención
La semifinal de la Champions ha expulsado a familias que necesitan recursos de emergencia hasta hostales fuera de la ciudad de Madrid, tal y como denuncian las trabajadoras de la Red de Violencia de Género, algo “puntual” según el Ayuntamiento.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Educación pública
Huelga de profesorado 30.000 profesores de la Escuela Pública madrileña echan un pulso a Ayuso en el primer día de huelga
Cerca de 30.000 profesores y profesoras han marchado la tarde del miércoles como colofón a la primera jornada de huelga, de las dos convocadas para este mes. La próxima cita será el 21 de mayo.
El Salto Twitch
El Salto TV ¿Cómo se paran los bulos? ¿Qué Ley de Medios necesitamos?
En el programa de Economía Cabreada del 7 de mayo debatimos sobre cómo se podría legislar, si es que se puede, la información falsa y la financiación de los medios con Carlos H. Echevarría de Maldita.es y el profesor de Comunicación Raúl Magallón.
Servicios públicos
Servicios públicos CC OO advierte del colapso de la atención al público de la DGT ante la falta de más del 50% del personal
El refuerzo de 150 trabajadores temporales (nueve meses) acaba en junio y apenas ha aliviado un servicio público que empuja a la ciudadanía a las gestorías, a posponer los exámenes de conducir y a dejar de trabajar, en el caso de los transportistas.
Más noticias
Palestina
Universidades Estudiantes de la Universidad de Alicante acampan para pedir el final del genocidio
Comienzan la acampada con una jornada en la que han realizado charlas, asambleas y un taller de pancartas en el campus de San Vicent del Raspeig.
Crisis climática
Nuevo hito climático El pasado mes fue el abril más caluroso jamás registrado
Con una temperatura promedio del aire en la superficie de 15,03ºC, el pasado mes fue 0,67ºC más caluroso que el promedio de dicho mes entre los años 1991-2020 y 0,14ºC más que el anterior récord, el de abril de 2016.
Desempleo
Reforma Podemos apoyará el nuevo decreto de subsidio al no incluir el recorte en la cotización para mayores de 52 años
Este acuerdo desatasca la Componente 23 para la recepción de fondos Next Generation y fue tumbado el pasado enero en el Congreso con los votos en contra de Podemos, PP, UPN y Vox.
Opinión
Opinión El enemigo justo
Los jóvenes napolitanos han encontrado el camino correcto, no desde el antifascismo de pura fachada, sino desde la solidaridad con el pueblo palestino.

Recomendadas

Argentina
Argentina Las razones de la segunda huelga general contra Javier Milei
Las centrales obreras argentinas protestan este 9 de mayo contra la media sanción del Congreso al proyecto de la llamada “Ley Bases” que impulsa el presidente. El texto busca eliminar una enorme cantidad de derechos para la clase trabajadora.
Elecciones
Elecciones Aliança Catalana: a las puertas del Parlament de Catalunya atizando la xenofobia y escondiendo la ‘estelada’
El partido liderado por Sílvia Orriols llega con una campaña mediática promovida por los principales medios españolistas del Estado, con el discurso antiinmigración como punta de lanza y con el deseo explícito de hacerse con parte del voto de Vox.
Cómic
Julie Doucet “Cada cómic es un experimento, no me gusta ceñirme a categorías asignadas por otros”
Julie Doucet, icono del cómic alternativo y feminista de los años 90, publica ‘El río’, su nueva novela gráfica que constituye un hito editorial, dado que llevaba un cuarto de siglo alejada del medio.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.