Bolivia
La Pachamama está en venta en Bolivia

La alianza del Gobierno boliviano con el agronegocio se afianza mientras iniciativas de la sociedad civil intentan fortalecer iniciativas para una producción sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Soja agroecológica para consumo humano en Bolivia.
Soja agroecológica para consumo humano en Bolivia.
12 dic 2023 06:00

Las elecciones presidenciales bolivianas de 2005 marcaron un cambio de rumbo en el país latinoamericano. La victoria del político de origen indígena Evo Morales, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), con más de un 50% de los votos, prometía dejar atrás siglos de expolio que se remontaban a la época colonial. Décadas de extractivismo salvaje, privatización de las empresas públicas y pérdida de soberanía para un país que miraba entonces al futuro con optimismo ante el cambio en el tablero político, con un candidato que blandía la bandera de la Pachamama, la Madre Tierra, y el respeto a los pueblos originarios entre sus principales proclamas.

No iba a ser tarea fácil, eso sí, con la geopolítica occidental mirando de reojo el devenir de las medidas implantadas en Bolivia, actitud representada en el célebre término del “eje del mal”, acuñado desde los Estados Unidos, que catalogaba como potenciales enemigos a Hugo Chávez, Fidel Castro y al propio Morales. De esta forma, el entonces presidente de EE UU, George W. Bush, dejaba claro que, pese a lo que los votos pudiesen decir en algunos países latinos, su proselitismo quedaba un escalón por encima en esta partida de ajedrez.

Aunque en un principio el uso de transgénico iba a ser prohibido en la Constitución boliviana, las presiones del agronegocio llevaron a modificar el texto abriéndoles la puerta 

En cambio, no era el indigenismo de Evo lo que preocupaba al norte del continente, sino el presumible cambio en la gestión de los recursos de un país que, aún hoy, sigue siendo el octavo lugar del mundo con mayor biodiversidad. Sin embargo, han pasado casi 20 años desde que Evo Morales se mudara a la Casa Grande del Pueblo, y el balance, tanto de su gobierno como del actual de Luis Arce —con el impasse de Jeanine Añez entre 2019 y 2020—, no ha estado a la altura de una sociedad que acudió en masa a las urnas con la esperanza de dejar atrás décadas de neoliberalismo salvaje. 

Extractivismo tras el simbolismo

Más allá del simbolismo que rodeó a la nueva Constitución de 2009, en la que se reconocía a Bolivia como un Estado plurinacional, con hasta 36 naciones indígenas que lo integraban —especialmente, la quechua, la aymara y la guaraní—, o la aprobación de la whipala como bandera oficial del país, de pleno derecho, junto a la tradicional tricolor, el marco legislativo de la nueva norma despejó el camino a los grandes capitales para seguir con su agresivas políticas. 

Tras asumir el cargo en enero de 2006, la cercanía de Evo Morales con las multinacionales quedó patente desde los primeros meses. Un acercamiento que vivió su punto álgido durante el proceso constituyente, con la negociación de un epígrafe que, en un principio, iba a prohibir el uso y la producción de transgénicos en el país, pero su contenido final se modificó antes de ser aprobado. Así, el definitivo artículo 409 del texto boliviano establecía que “la producción, importación y comercialización de transgénicos será regulada por ley”. 

Esto suponía, en definitiva, dejar una puerta abierta a que sectores influyentes como el del agronegocio, con fuerte presencia en el Departamento de Santa Cruz, principal foco económico del país, pudiese seguir con sus actividades extractivistas. Una situación que, según Rita Saavedra, de la plataforma Bolivia Libre de Transgénicos, obedecía a un “juego de poder”. “El contexto constituyente no estuvo exento de problemas y violencia. Incluso se quería dividir el Estado con la idea de la ‘Media Luna’, que separaba los departamentos de Santa Cruz, Pando, Beni y parte de Tarija. Hubo un esfuerzo de pacificación en el que primó una lógica productivista, que perdura desde el primer Gobierno de Evo hasta el presente", analiza. 

Expansión salvaje de la frontera agrícola

Bolivia ha visto cómo, en los últimos años, han incrementado los incendios y la deforestación en zonas como la Amazonía o la Chiquitania, con una serie de “leyes incendiarias” que, según Saavedra, son cada vez más explícitas: “El nuevo plan del Gobierno establece una visión económica para seguir ampliando la frontera agrícola en 12 millones de hectáreas”. 

Cabe remarcar en este punto la peculiar geografía boliviana, con casi un 50% de suelo eminentemente forestal, lo que unido a algunas zonas desérticas hace que el terreno cultivable sea inferior al 10%. “Con sus medidas, el Gobierno del MAS, lejos de resolver el problema, ha malmanejado la distribución de tierras”, asegura Rita Saavedra, quien centra su crítica en una serie de acciones que han propiciado que se haya “constitucionalizado el latifundio” en Bolivia. 

“Con sus medidas, el Gobierno del MAS, lejos de resolver el problema, ha malmanejado la distribución de tierras”, asegura Rita Saavedra, quien asegura que el MAS ha “constitucionalizado el latifundio”

Todo ello, además, ha supuesto una serie de repercusiones directas e indirectas que van desde los conflictos políticos hasta los problemas de salud para la población. “Si ves los índices desde hace 20 años en Bolivia, encuentras como las patologías de la pobreza —infecciones respiratorias, diarreas, tuberculosis— han cambiado por enfermedades crónico-degenerativas, como cáncer, diabetes o las enfermedades renales”, añade Saavedra, nutricionista de profesión, lo que le permite constatar en primera persona cómo “el cambio de la política alimentaria, con un uso exagerado de agrotóxicos, ha alterado la salud de las personas”.

Recursos naturales en disputa

Los últimos 18 años han sido, por tanto, una continuación exagerada de la pérdida de soberanía que Bolivia ha sufrido en sus carnes a lo largo de su historia. Más allá de la época colonial, el pueblo boliviano no olvida conflictos como el del Pacífico a finales del siglo XIX, que le llevó a perder su salida al mar frente a Chile y, lo que es más importante, su acceso a recursos como el salitre o el guano. También recuerda la posterior guerra del Chaco, donde los recursos petrolíferos marcaron de sangre a miles de bolivianos y paraguayos en una cruenta guerra en los años 30, así como el conflicto del Acre con Brasil, debido especialmente a territorios limítrofes ricos en caucho y oro.

Una dramática historia de pérdida de potencial natural de la que la actualidad no es ajena. El pasado mes de agosto, el presidente Arce reconocía públicamente que las reservas de gas habían disminuido prácticamente en su totalidad en los últimos años, hasta el punto que gasoductos como el que unen Bolivia y Argentina están invirtiendo su uso, transformando al primero en un país importador a pasos agigantados. 

Tampoco se libran de la quema recursos como el agua, cada vez más escasa y contaminada por las ingentes cantidades de mercurio que derivan de la producción de oro. Una producción que generó en torno a 3.000 millones de dólares el pasado año —de los cuales Bolivia retiene un porcentaje ínfimo—, en un momento en el que los mineros auríferos están en pie de guerra, con protestas multitudinarias en las que demandan, entre otras cuestiones, poder explotar áreas protegidas.

La alternativa agroecológica

Frente a las políticas del Gobierno, apoyadas en grandes multinacionales como Bayer o Monsanto, y que paradójicamente han incrementado su agresividad respecto al neoliberalismo previo, la agroecología emerge como una de las soluciones más fiables que la sociedad civil puede implementar. En esta línea se enmarcan iniciativas como la de Ecotambo en La Paz, en la que consumidores y productores se alían para incentivar la alimentación saludable y libre de transgénicos, o como la Feria Nacional Agroecológica, celebrada el pasado 24 de octubre en Santa Cruz de la Sierra.

Bolivia se ha mostrado proclive a aprobar el uso de la soja transgénica HB4, resistente al glufosinato de amonio, un herbicida siete veces más potente que el glifosato

En este último caso, Óscar Vargas, coordinador de la Comunidad Agroecológica Boliviana, considera que “todavía faltan relaciones multilaterales para promover un movimiento a nivel mundial”. En el caso regional, dice, “existe el Movimiento Agroecológico Latinoamericano (MAELA), pero sin ningún tipo de apoyo, por lo que funciona con fondos propios”, lo que limita sobremanera su capacidad. “En algunos países, el movimiento agroecológico ha cobrado mucha fuerza, pero en Bolivia todavía nos falta mucho”, concluye Vargas.

El suicido humano 

Con todo, si alguna iniciativa ha destacado en las últimas décadas por encima del resto, ha sido la liderada por Probioma. Su director ejecutivo, Miguel Ángel Crespo, lleva 33 años al frente de una ONG que fue creada “con el propósito de fortalecer y aportar a la consolidación de la agroecología”. La asociación, cuyo crecimiento ha sido exponencial, tiene una rama tecnológica, Probiotec, que funciona de manera independiente y demuestra que existen alternativas reales y competitivas al agronegocio.

En ese sentido, el ejemplo de la soja es uno de los mejores reflejos que refrendan sus teorías. En los últimos años, Bolivia se ha mostrado proclive a aprobar el uso de la soja HB4, supuestamente resistente a la sequía, pero cuya verdadera característica que la hace apetecible en el mercado es su resistencia al glufosinato de amonio, un herbicida siete veces más potente que el glifosato, que ya de por sí es calificado por la OMS como potencialmente cancerígeno. Probiotec, en cambio, ha sido capaz de sustituir mediante control biológico, en tan solo diez años, cerca de 480.000 litros de agroquímicos, produciendo desde San Luis soja agroecológica de forma industrial. Una idea que se extiende también a variedades autóctonas de productos como la patata, el maíz o el trigo. 

En cualquier caso, para que la agroecología se consolide frente al enorme poder de las multinacionales, antes deberá alejarse del ecocapitalismo y de sus precios inasumibles para el consumidor. “Debería existir una política estatal que promoviese los bioinsumos, como la que se aprobó en Brasil, cuya base nació en Bolivia, que haga que estos productos lleguen a todo el país”, opina Crespo, ya que, según su experiencia, “el productor se fija en los números”. Una mirada al futuro con la que el fundador de Probioma quiere ser optimista. “El ser humano se está suicidando, porque la naturaleza siempre se defiende y el planeta continuará. Deteriorado, pero continuará. Tengo esperanza, pese a que hemos tenido que llegar al borde del precipicio para dar un paso atrás”, concluye Crespo, aunque apostilla: “Soy un convencido de la gente, no de los gobiernos”.

Archivado en: Transgénicos Bolivia
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Bosques
Bosques no mediáticos La tragedia ignorada de la destrucción del bosque boliviano
VV.AA.
La deforestación y los incendios forestales están acabando con la Chiquitanía (departamento de Santa Cruz, Bolivia), que alberga al bosque seco tropical hasta ahora mejor conservado del mundo
Bolivia
Bolivia La guerra contra la coca en Bolivia: entre el mito y la realidad
La consideración de la planta de coca como un estupefaciente ha perjudicado históricamente a las poblaciones productoras, mientras alimenta la problemática del narcotráfico con todo lo que este conlleva para los territorios.
Análisis
ECONOMÍA ¿Por qué Sudamérica se desdolariza?
Los BRICS, para muchos países sudamericanos, no son tanto una apuesta a largo como una salida a corto y la desdolarización, la expresión monetaria de una realidad en transformación
Genocidio
Genocidio Eslovenia lanza el proceso de reconocimiento de Palestina y España e Irlanda lo harán este mes
El Gobierno habría fijado la fecha del 21 de mayo para hacer efectivo el reconocimiento del Estado palestino. Desde Sumar piden acortar los tiempos y hablan de “inacción”.
Genocidio
Genocidio Boicot a Eurovisión: porque las canciones no tapan genocidios
El próximo 11 de mayo se celebra el clásico Festival de Eurovisión, esta vez en la ciudad sueca de Malmö, en el que participa un país investigado actualmente por genocidio y que desde hace décadas comete crímenes contra la humanidad.
Universidad
Movilizaciones Las universidades españolas romperán las relaciones con los centros israelís que no se comprometan con la paz
La junta de rectores y rectoras, que agrupa a 76 universidades de España, 50 públicas y 26 privadas, emite un comunicado en el que anuncia que se revisarán los acuerdos de investigación con actores israelíes que no se comprometan con la paz.
Investigación
Investigación Diez millones a dedo en cinco años: así pagaron Feijóo y Rueda la lealtad de la prensa afín con dinero público
Desde ‘La Voz de Galicia’ hasta el canal de extrema derecha de Javier Negre, los últimos dos presidentes de la Xunta de Galicia han repartido entre la prensa más acrítica con la gestión de sus gobiernos al menos 3.686 contratos sin concurso previo.
Exhumación de fosas comunes
Memoria histórica Víctimas de la fosa de Paterna se querellan por desaparición forzosa
CEAQUA presenta una nueva demanda judicial en la que cuatro víctimas del franquismo alegan que el asesinato de sus familiares fueron crímenes de lesa humanidad.
Violencia machista
Ayuntamiento de Madrid Almeida aloja a víctimas de violencia machista en hostales fuera de la ciudad y sin manutención
La semifinal de la Champions ha expulsado a familias que necesitan recursos de emergencia hasta hostales fuera de la ciudad de Madrid, tal y como denuncian las trabajadoras de la Red de Violencia de Género, algo “puntual” según el Ayuntamiento.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Educación pública
Huelga de profesorado 30.000 profesores de la Escuela Pública madrileña echan un pulso a Ayuso en el primer día de huelga
Cerca de 30.000 profesores y profesoras han marchado la tarde del miércoles como colofón a la primera jornada de huelga, de las dos convocadas para este mes. La próxima cita será el 21 de mayo.
El Salto Twitch
El Salto TV ¿Cómo se paran los bulos? ¿Qué Ley de Medios necesitamos?
En el programa de Economía Cabreada del 7 de mayo debatimos sobre cómo se podría legislar, si es que se puede, la información falsa y la financiación de los medios con Carlos H. Echevarría de Maldita.es y el profesor de Comunicación Raúl Magallón.
Servicios públicos
Servicios públicos CC OO advierte del colapso de la atención al público de la DGT ante la falta de más del 50% del personal
El refuerzo de 150 trabajadores temporales (nueve meses) acaba en junio y apenas ha aliviado un servicio público que empuja a la ciudadanía a las gestorías, a posponer los exámenes de conducir y a dejar de trabajar, en el caso de los transportistas.
Más noticias
Palestina
Universidades Estudiantes de la Universidad de Alicante acampan para pedir el final del genocidio
Comienzan la acampada con una jornada en la que han realizado charlas, asambleas y un taller de pancartas en el campus de San Vicent del Raspeig.
Crisis climática
Nuevo hito climático El pasado mes fue el abril más caluroso jamás registrado
Con una temperatura promedio del aire en la superficie de 15,03ºC, el pasado mes fue 0,67ºC más caluroso que el promedio de dicho mes entre los años 1991-2020 y 0,14ºC más que el anterior récord, el de abril de 2016.
Desempleo
Reforma Podemos apoyará el nuevo decreto de subsidio al no incluir el recorte en la cotización para mayores de 52 años
Este acuerdo desatasca la Componente 23 para la recepción de fondos Next Generation y fue tumbado el pasado enero en el Congreso con los votos en contra de Podemos, PP, UPN y Vox.
Opinión
Opinión El enemigo justo
Los jóvenes napolitanos han encontrado el camino correcto, no desde el antifascismo de pura fachada, sino desde la solidaridad con el pueblo palestino.

Recomendadas

Argentina
Argentina Las razones de la segunda huelga general contra Javier Milei
Las centrales obreras argentinas protestan este 9 de mayo contra la media sanción del Congreso al proyecto de la llamada “Ley Bases” que impulsa el presidente. El texto busca eliminar una enorme cantidad de derechos para la clase trabajadora.
Elecciones
Elecciones Aliança Catalana: a las puertas del Parlament de Catalunya atizando la xenofobia y escondiendo la ‘estelada’
El partido liderado por Sílvia Orriols llega con una campaña mediática promovida por los principales medios españolistas del Estado, con el discurso antiinmigración como punta de lanza y con el deseo explícito de hacerse con parte del voto de Vox.
Cómic
Julie Doucet “Cada cómic es un experimento, no me gusta ceñirme a categorías asignadas por otros”
Julie Doucet, icono del cómic alternativo y feminista de los años 90, publica ‘El río’, su nueva novela gráfica que constituye un hito editorial, dado que llevaba un cuarto de siglo alejada del medio.
Universidad pública
Protestas contra el genocidio El consejero de Educación de Madrid pide sacar “la política” de la facultad de Políticas
La Comunidad de Madrid reacciona contra una declaración universitaria que exige al Santander, con quien la UCM mantiene un convenio, que deje de financiar proyectos contaminantes y a la industria armamentística corresponsable del genocidio en Gaza.